-Voy
a dar un paseo-Gritó Ranma desde la puerta.
Durante
toda la semana Ranma había salido de la casa como tratando de encontrar algo
o...a alguien, pero sin éxito todas las tardes regresaba. El día estaba
claro y brillante, los cerezos estaban floreciendo, un gran aroma inundaba el
ambiente. Por primera vez en mucho tiempo sonreía y se alegraba de estar
vivo. Lentamente recorrió la ciudad, visitó el parque, tomó helados y fue
al puente. Cuando el sol comenzaba a caer, decidió volver, lentamente se
encaminó hacia la casa, iba por una calle solitaria pensando en nada, cuando
sin darse cuenta chocó de frente con una persona, unos papeles cayeron al
suelo, Ranma los recogió. <*Boletos de avión>, pensó el chico, al
entregárselos a la persona el corazón le dio un vuelco.
-Gracias-Dijo
una voz familiar, Ranma miró esos grandes ojos azules y esa cálida sonrisa.
-¿Te
vas?-Preguntó Ranma.
-Mañana
a las 9:30 parte mi vuelo-Y tras decir esto siguió su camino, Ranma quiso
detenerlo, pedirle una oportunidad pero el orgullo se lo impidió. <*Fue un
juego*> penso, así sin voltear siguió su camino. Blue dio unos pasos y
luego se detuvo mientras una lagrima caía al suelo, lentamente se volteó y
pudo ver cómo Ranma doblaba la esquina y se perdía de vista.
-Adiós,
Ranma-Dijo casi sin voz y luego salió corriendo.
La
noche pasó lenta, Ranma daba vueltas en su cama sin poder dormir, muchos
pensamientos vagaban en su mente, el fugaz encuentro lo había perturbado.
-Ring,
ring-El reloj de Akane despertó el frágil sueño de Ranma, el chico miró su
reloj y rápidamente salió de la cama, en un segundo estaba vestido y en
cinco minutos estaba en el bus, Ranma miraba el reloj cada dos segundos e
imploraba al cielo que pudiera llegar a tiempo, veinte minutos más tarde
Ranma se bajó del bus y se puso a correr, tenía tres minutos para vencer su
destino. Casi sin aire llegó al aeropuerto, justo cuando el avión que iba a
China estaba despegando. Ranma se acercó al vidrio y pudo ver cómo el amor
de su vida se iba para siempre, el chico apoyó la cabeza contra el vidrio
mientras las lágrimas caían al piso sin cesar. <*Al menos son las últimas
que derramaré por él*>, pensó Ranma.
Una
mano tocó su hombro, Ranma se volteó lentamente, quiso decir algo pero la
persona lo detuvo.
-¡Perdóname!-Ranma
sonrío mientras se secaba las lágrimas–Perdóname por hacerte sufrir sin
razón, por ser un estúpido cobarde, por...-Blue no pudo seguir pues Ranma lo
había callado con un beso.
-Extrañé
tus labios-Dijo Blue, después del dulce beso, Ranma le sonrío mientras lo
abrazaba–Te quiero, Ranma Saotome-El chico se sonrojó mientras una gran
alegría invadía su cuerpo, lentamente acercó sus labios a los de Blue para
unirse en un beso que no tendría final.
FIN
Nota
del autor: Ojalá les haya gustado mi primer fic, le agradezco a mi gran amiga
Wendy Louis, por echarme porras y confiar en que podría terminarlo y por
supuesto a Virginia Salmón por ponerlo en su pagina, tus comentarios dirígelos
a [email protected]
Bye!!!!! Ryoga.