Capítulo 2: El último día con Touya


A la salida de clases Yukito y Touya salieron juntos, este último traía a cuestas a una pesada Nakuru.

-Akizuki, por amor de dios, PODRÍAS BAJARTE, pesas!!!!

-Sigues con eso, NA-KU-RU, llámame Nakuru, y la verdad yo sé que no peso nada, y también sé que muchos chicos estarían gustosos de poder cargarme^_~ 

-Entonces vete y cuélgatele a algún otro.

-Tú sabes que yo sólo me intereso por ti, mi amor.

-No me llames así.

Yukito permanecía callado, en otras circunstancias habría disfrutado ver la cara de Touya queriéndose sacar de encima a la pesada de Akisuki, pero en estos momentos su mente estaba ocupada en pensar en otras cosas.

Una voz interrumpió los pensamientos de Yukito.

-Yuki, qué te pasa, estás bien??

-Sí To-ya, estoy bien.

-Si te sientes mal, no me acompañes.

-Por qué dices eso?? ^^? Estoy feliz de acompañarte To-ya.

-Bueno, parece que Tsukishiro despertó.

-Ya no necesitarás de mi compañía y aunque no te dejo en buenas manos, es algo^-^

-Mejor la compañía de él que la tuya-replicó Touya enojado.

-Bueno, mejor me voy antes de que se me pegue ese mal genio tuyo ^-^ mmm—se fue sacándole la lengua a Touya.

-Esa Akisuki nunca cambia ¬¬.

-Yuki, ¿qué te pasa? Hoy has estado todo el día en la luna y no me digas que nada.

-En serio To-ya, no me pasa nada y deja de preocuparte ^_^

Touya comenzó a caminar lentamente entre los puestos de flores y miraba con atención cada una de las clases como si su vida dependiera de eso.

Yukito caminaba a su lado cabizbajo mientras observaba a todas esas “amables” señoritas cómo le ofrecían a To-ya las flores más hermosas de cada stand aunque Yukito nunca se sentía celoso, ni por eso, ni por Nakuru, ni por nadie, porque sabía que a Touya simplemente no le interesaba ninguna de ellas. A él sólo le interesó Kaho en su pasado y ahora ni ella se interponía ya que To-ya la había olvidado totalmente, de eso al menos Yukito estaba seguro.

En eso Touya era correspondido ya que algunas muchachas también se interesaban en Yukito pero él sólo tenía ojos y corazón para Touya...su To-ya.

De repente algo lo sacó de sus cavilaciones.

-Yuki, Yuki.

-¿Sí To-ya?

-Mira esto, ¿qué te parece?—Toya le estaba mostrando una flores extrañas (y muy caras de paso) que él nunca antes había visto.

-Qué flores son???

-Son Flores de cerezo, son una extraña clase de Sakuras...Te gustan???–Touya estaba expectante por la aprobación de su amigo.

-Sí, son realmente hermosas To-ya, ¿pero no están un poco caras?

-Nada es mucho para mamá.–dijo esto muy seriamente tanto que Yukito en su interior volvió a sentirse desdichado.

-Señorita, deme estas flores, todas las que tenga y envuélvalas en el mejor papel que posea—Touya estaba muy emocionado por haber encontrado sakuras exóticas, ya que su mamá adoraba estas flores, de ahí el nombre de su hermana.

Yukito nunca lo había visto tan emocionado, a parte claro, de la vez en que organizó él sólo una gran fiesta por su cumpleaños. Eso sí que fue una sorpresa. Yukito nunca se imaginó que Touya se gastaría todos sus ahorros en comprarle todos los pasteles que él había visto en compañía de To-ya...y eso sí...eran muchos.-^_^-

La joven también asombrada de que comprara las mejores flores y se gastara tanto dinero en ellas, miró al apuesto joven moreno y le preguntó:

-Son para su novia??

-No nada de eso, son para mi madre.

-Ella se alegrará mucho, son muy extrañas y muy hermosas y sobre todo no mueren con facilidad.

-Si, muchas gracias por la información.

-¿A su madre le gustan las flores?

-Sí, le gustaban mucho.

La señorita escuchó el gustaban (pasado) y sólo atajó a decir:

-Lo siento mucho, joven.

-No se preocupe.

Luego de comprar las flores ambos amigos se encaminaron rumbo al cementerio. Ninguno decía palabra alguna hasta que Touya habló:

-Oh, Yuki, creo que olvidamos tu despertador.

-Lo compraré en otro momento, eso no es tan importante.

-Sí lo es si me vas a dejar esperando 20 minutos todas las mañanas ¬¬.

-No te preocupes, no lo haré más.-Estas palabras sonaron tristes y desoladas pero justo cuando To-ya iba a protestar o a preguntar a qué venía su actitud del día apareció frente a ellos la tumba de la madre de Touya.

-Papá ya ha venido- Touya se dio cuenta al encontrar un ramo de rosas rojas cuidadosamente colocado en la tumba como acostumbraba hacerlo su padre.

Touya se acercó a la tumba y depositó las flores con sumo cuidado para que quedaran perfectas.

Se quedaron en silencio, Touya pensando en su madre y Yukito en lo mismo que había ocupado su mente todo el día . Por qué el sólo servía para causarle dolor a To-ya, Akisuki tenía razón, él no era nadie para arruinar así la vida de To-ya.

En ese instante Yukito se viró y lo que encontró lo dejó perplejo, gruesas lágrimas silenciosas caían de los ojos de Touya normalmente azules, serenos, transparentes, ahora se encontraban vidriosos, tristes y ausentes. Como si estuviera en otro lado dedicándole una oración silenciosa a su madre, esa madre a la cuál él ya no podría ver.

Touya estaba demostrando sus sentimientos por primera vez en su vida y ese sentimiento era el llanto, un llanto triste y amargo...y él se sentía culpable...quería desaparecer en ese momento.

*Yue dentro de él sentía lo mismo ya que se habían fusionado de tal manera últimamente que aunque sus pensamientos y personalidades no fueran las mismas, sus cuerpos y sentimientos si lo eran...Las cosas ahora eran diferentes ya que Yukito si sabía lo que pasaba dentro de Yue de la misma manera que Yue estuvo en capacidad de hacerlo desde un principio*

El rostro de Touya ahora adquirió una tonalidad rojiza y el cielo se nubló, el cielo comenzó a llorar junto con Touya y gruesas gotas de lluvia caían sobre ellos.

Yukito se sintió miserable y en ese instante quiso desaparecer dando paso a un Yue confuso por la súbita transformación.

Touya estaba tan sumido en sus pensamiento y en su tristeza que no se dio cuenta de que ésta transformación se había dado y mucho menos de que había comenzado a llover hasta que Yue puso una mano en su hombro en el instante que sintió que Touya comenzó a temblar

-Touya.

-Ohh, Yuki...yo...YUE...¿Qué pasa, cuándo te transformaste, cuándo comenzó a llover?

-Hace mucho rato ya, Touya.

-Lo siento, nunca quise que me vieras...que me vieran...en ese estado.

-Háblame en singular, somos una sola persona, es más, Yukito ahora puede recordar todo lo que yo hago.

-Mmm. No lo sabía.

-Yo tampoco, hasta hoy.

Yue se sintió tan mal cuando se fijó en el rostro del joven que estaba a su lado, en el rostro de él, de su amor.

Estaba todo mojado, por las lágrimas calientes y por la helada lluvia y una sombra oscura velaba su rostro sin dejar pasar una sola gota de alegría.

En ese instante Yue se dirigió a Touya preocupado.

-To-ya (era la primera vez que Yue lo llamaba así)...Creo que ya debemos irnos, está helando, ven que te llevo a casa.

-Yo voy en un minuto quiero, quedarme tan sólo un poco más.

-Sí, como quieras.

Yue se marchó a su casa volando luego de haberle hecho prometer a Touya que se iría en unos minutos más a la suya ya que como hacía frío Touya no permitió que lo acompañase.

Ya en su casa Yue se dispuso a terminar con su vida pero una voz lo interrumpió.

-Qué piensas hacer??

-Ruby Moon, qué haces aquí?

-Vengo a disculparme, hablé con Eriol y entendí que lo que hice estuvo incorrecto.

-Qué hiciste?

-Mentirte Yue, sólo eso, mentirte.

-Qué dices...

-Sí, Yue, sabes lo que quiero decir; así que no lo hagas más difícil de lo que ya es, no puedo creer que mis palabras te hayan afectado tanto que ibas a...a...quitarte...la...vida—Ruby Moon estaba a punto del llanto, en ese instante ella se sintió cómo una persona ruin y miserable.

-Sabes, no fue por lo que dijiste, es que sin quererlo tal vez, dijiste lo que sentías, y eso, es sólo la verdad-Yue se había convencido de que él era lo peor en la vida de su amor.

-NO!!!! QUÉ NO ENTIENDES!!!!!

Las firmes y desesperadas palabras de Ruby Moon lo despertaron y lo hicieron escucharla con toda la atención, con la misma atención que le había puesto ésta mañana.

-Yue entiende, tú eres la vida de Touya, por eso él te dio su don y perderlo no fue nada en comparación con lo que sería perderte a ti, Sí es verdad, él te ha dado mucho, pero tú le has dado mucho también.

-Sí...claro...- Yue estaba lleno de resentimiento contra sí mismo.

-Es verdad, le has dado la oportunidad de una buena y sincera amistad...Yukito, y le has dado la sensación de protección que él ya no sentía desde la muerte de su madre...Yue, y ambos le has dado las ganas de vivir y de...amar de nuevo. La confianza necesaria para salir cada vez mas de ese cascarón que se ha formado con los años, rompiéndolo y dándole la oportunidad de ser.....feliz.

-¿Por qué me dices esto? ¿No que tú lo amas, no sería mejor verme fuera del camino?

-Sí, es verdad yo lo amo, él me hace lo que soy, esa chica alegre que se pasa abrazándolo todo el día sin nunca sentirse satisfecha.....me hace alguien con ganas de vivir...pero eso es amar, preocuparse no sólo de tener lo que quieres sino buscar lo mejor para esa persona y lo mejor...eres tú  ENTIÉNDELO POR FAVOR.

-Lo siento, yo siempre pensé que él era un simple capricho para ti y ahora veo que de verdad lo quieres—Yue tomó en su barbilla y le secó las lágrimas dándole el más tierno beso en la mejilla.

-Bueno, después de todo veo que no eres tan odioso y exasperarte como pensaba—dijo Ruby Moon entre lágrimas.

-Ni tú la niñita tonta y caprichosa que siempre pensé.

-Bueno, vete ya que tu amado te espera y...hazlo feliz porque si no tendrás que vértelas conmigo.

-Así lo haré.