Hyoga x Shun
Confesiones
Por: Kokoro
Ha pasado 1 año desde de la guerra contra Hades, ahora los caballeros viven placidamente en la mansión Kido, como Atena les había prometido, ya no existirían las batallas para ellos, sus más fieles caballeros. Un caballero en particular, Hyoga el cisne repasaba en su mente tristes recuerdos acerca de su compañero Shun, su corazón lloraba ya que no había tenido la oportunidad de hablar con él sobre sus sentimientos. Shun, tan joven y dulce en lo más profundo de su ser, odiaba las batallas, le había pedido a Atena la oportunidad de asistir a la universidad, era su mayor ilusión, llevar una vida normal como los demás mortales. De su partida ha transcurrido 3 meses, tres meses que se le han hecho eternos al pobre de Hyoga, sólo espera con ansias su retorno para confesarle su amor.
-<< Shun, mi amado Shun, recuerdo que desde pequeño fuiste especial para mí, en nuestros juegos y cuando entrenábamos procuraba no lastimarte, cuando pensé que irías a la Isla de la Reina Muerte mi corazón se encogió por el dolor, sabía que por ser tan dulce no soportarías ese sitio, gran alivio sentí cuando Ikki cambió su sitio de entrenamiento por el tuyo, aunque también fue muy difícil para él estar en ese infierno, prueba de ello fue el enfrentamiento que sostuvimos, cuando nos convertimos en caballeros y nos reunimos pensando que nuestras vidas serían más tranquilas, qué equivocados estábamos, por recuperar parte de la armadura de Sagitario fuiste convertido en piedra, Shiryu pudo devolverlos a la normalidad a ti y a Seiya pero él quedó ciego; en la batalla del Santuario, para salvar a Saori, quién es la reencarnación de Atena, fui encerrado por mi maestro Camus en un ataúd de hielo, creí que ya nunca los volvería a ver, sobre todo a ti mi pequeño Shun, ya que días antes había aceptado el hecho de que te amaba, te amaba más que a mi vida, pero la duda de saber si mis sentimientos eran correspondidos me impedía confesarte ese enorme amor que sentía por ti y aún lo siento, deseaba una señal que me dijera que te preocuparas por mí. Fui liberado gracias a Escalibur, y comencé a sentir un cosmos tan cálido y lleno de amor no era el de Atena, era más débil, que me guiaba de nuevo a la vida al abrir mis ojos te vi a ti, A TI SHUN, quien sacrificabas tu vida al ofrecerme tu cosmos toda duda desapareció, era la prueba que tanto había pedido, no podía equivocarme. Al fin ganamos, y buscaba la oportunidad de declararme pero tuvimos que ir hacia Asgard, cuando terminó llegó el dios Poseidón, y al final Hades, el maldito, quien usó tu cuerpo, usó aquel que no tuvo ninguna gota de maldad en su corazón para causar grandes desastres, fue una batalla muy dura pero al final ganamos. Y ahora partiste a la universidad es bueno desear una vida normal, oh Shun, deseo tanto verte>>.
- HYOGA, HYOGA-los gritos de Seiya vuelven a la realidad al cisne.
- ¿Qué sucede Seiya?
- Buenas noticias, escuché que Shun llegara hoy. ¿No es genial?
Hyoga no sale de su asombro, estaba infinitamente agradecido con Atena, tenía la certeza de que ella lo había planeado.
Seis horas después...
- ¡BIENVENIDO, SHUN!-exclamaron todos en la mansión.- ¡Gracias, son todos muy amables! Saori-sama, Nii-san, Hyoga, Seiya, Shiryu, Tatsumi también te lo agradezco-agregaba al tiempo que brindaba a todos lo presentes una de sus más dulces sonrisas haciendo con esto que cierto corazón comenzara a latir aceleradamente.
Después de la fiesta de bienvenida y oír historias de cómo es la vida universitaria, todos se dispusieron a retirarse a sus respectivas habitaciones .
- << ¿Cómo decirle lo que siento?, Atena, ayúdame >> pensamientos torturaban la mente del cisne quien se encontraba en el balcón de su recamara, pero fue interrumpido ya que...
- Toc, toc, toc
- <<¿Quién será?>>, Adelante.-la puerta se abrió lentamente Hyoga se sintió desfallecer, era el pequeño Shun. El caballero de Andrómeda, cerró la puerta y entró dirigiéndose hacia un sorprendido Hyoga.
- Vine porque noté que estabas ausente durante la fiesta, ¿te ocurre algo malo Hyoga-san?
¿Sería ese el momento indicado de decirle lo que sentía por él? Decidió ir con cautela aunque su corazón y todo su ser imploraba por abrazar a ese chico de ojos maravillosos y cálida sonrisa.
- Al contrario, Shun lo que siento es algo maravilloso y a la vez triste.
- ¿De que se trata?-inquirió curioso.
- Estoy enamorado. <<vaya lo dije>>
Shun se quedo sorprendido, no esperaba tal respuesta, no sabía el por qué pero al escuchar eso sintió una punzada de dolor en su pecho, tratando de disimular, volvió a preguntar
- Y puedo saber quien es, ¿acaso es Natasha?
- No, no lo es, pero creo que esa persona no siente lo mismo por mí
- Pero, si no lo intentas cómo lo sabrás.
- Shun, me dejas sorprendido, no creí que conocieras de estas cosas.
Shun baja la mirada avergonzado.
- En...en realidad no lo sé, pero creo que ante todo debe haber sinceridad entre dos personas, ¿no lo crees así Hyoga-san?
- << Oh, Shun te amo, date cuenta por favor>> Shun, tu ¿qué harías?
El chico peliverde queda asombrado, profundamente impactado por estas palabras, pero que podía contestar él, no era acaso el más joven e inexperto de todos, cómo saber qué era lo correcto, ¿acaso podía saber que se siente estar enamorado? ¿Acaso esa sensación en su corazón al estar al lado del caballero de hielo...era amor? Sus ojos se abrieron al darse cuenta de sus pensamientos. ¿Acaso él estaba enamorado de su mejor amigo? Ahora el le decía que estaba enamorado de alguien, que es lo el podía hacer, si todo era confuso en su corazón.
- Yo, no lo sé Hyoga-san, tal vez decírselo, tal vez ese amor sí es correspondido.-respondió quedamente, sus pensamientos regresaron a cuando eran niños, la manera tan especial cómo Hyoga lo trataba, casi como su hermano, durante la pelea en el santuario al ver a Hyoga encerrado en ese bloque, realizó un tremendo esfuerzo por no derramar lágrimas, por alguna razón sintió su corazón encogerse dolorosamente, no importaba sacrificar su vida para salvarlo, quería mucho a Hyoga-san, recordó cada momento donde estaba ambos solos conversando, jugando, entrenando, era maravilloso, la sensación de calidez que embargaba a su corazón la cercanía de ese chico rubio, tal vez acaso su corazón le pertenecía a Hyoga.
- Shun, ¿quieres saber a quien amo? <<Tal vez si le doy pistas>> Sabes él es maravilloso, desde que lo conocí supe que era especial, sus ojos son hermosos luminosos, en verdad reflejan su alma que es tan pura, su piel es suave y delicada, su voz es gentil y amable- decía Hyoga poniendo todo su corazón en cada palabra, mientras las pronunciaba se acercaba más y más a Shun, puso su mano derecha sobre el hombro del pequeño mientras su otra mano acariciaba suavemente el cabello de Shun, había llegado el momento-y su cabello, tan suave y sedoso, Shun...yo te amo.
Aquel solo pudo abrir sus ojos en shock, escuchó bien ¿acaso Hyoga dijo que lo amaba?
-¡SUÉLTAME!- Gritó mientras se liberaba de esos fuertes brazos que lo perturbaban.- Shun... yo.. no quise...
- ¿POR QUÉ TE BURLAS DE MÍ?-Preguntó confuso mientras lágrimas surcabas su rostro, dándole un aspecto tierno.
- Shun, te aseguro que no me burlo de ti, en verdad te amo. Créeme.
- ¿Si es así porque nunca lo dijiste?- <<Qué estoy haciendo, si yo...yo...también>>
- Fue difícil decidirme Shun, no sabía cuál sería tu reacción aunque me imaginaba algo como esto, pero siempre te amé, desde que éramos pequeños fuiste especial para mí, eso lo comprendí durante la batalla contra el Santuario, desde ese momento supe que siempre te amaría, y porque creí que había encontrado la señal de saber si tú también me amabas, cuando me salvaste de morir creí que esa era la respuesta a todas mis dudas, pensé que había una esperanza de que sintieras ese amor por mí, puesto que arriesgar tu vida por el ser que amas era una gran prueba para mí, y así en cada oportunidad que tuve trate de decirte mis sentimientos, pero siempre estábamos en batalla, ahora veo que me equivoque confundí tu corazón noble con...(le tiembla la voz) amor.
Shun deja de llorar, cómo había sido capaz de herir a Hyoga de esa forma, si ahora sabía con seguridad que también lo amaba, pero ¿ahora que haría?
- Shun, discúlpame, no volveré a decirte algo así, lo juro, yo.. lo siento-Hyoga no podía más su corazón estaba herido, lo único que deseaba era estar sólo para llorar amargamente, se dirigió hacia la puerta con la intención de salir tal vez para siempre, pero se detuvo al sentir una tibia mano que lo sujetaba del brazo. Volvió su rostro hacia atrás, era Shun.
- Hyoga-san, perdóname tú a mí, no debí decirte eso, porque yo...yo..<< dilo de una vez>> no creí que ... sintieras lo que...siento yo.El chico rubio queda sorprendido, voltea todo su cuerpo para estar frente a frente, sus manos se entrelazaron- Shun, acaso tú me..
- Sí, Hyoga te amo- lo interrumpió mientras lo miraba con ojos llorosos.
Tal explosión de sentimientos hubo en su interior al escuchar esa maravillosas palabras, si era un sueño no quería que lo despertaran jamás.-¿Estás seguro Shun, no estarás fingiendo para no hacerme sentir mal?
- No puedo negar lo que siento Hyoga, aquí- dicho esto tomo su mano (la de Hyoga) para colocársela sobre su corazón (el de Shun)- Te dije eso porque no creí que hablaras en serio, discúlpame, pero no miento sobre todo a ti, nunca lo haría porque me importas mucho.
-Shun-susurró al tiempo que ponía sus brazos alrededor de su cintura y comenzaba a besarlo suavemente en el cuello provocando con esto que Shun suspirara, Hyoga avanzaba lentamente, así llego hasta sus labios dándole un profundo beso, Shun gimió, cerro sus ojos y colocó los brazos en el cuello del cisne . Después de lo que pareció una eternidad sus labios se separaron, Hyoga miro a Shun profundamente y le dijo:- No me perdonaría hacerte sufrir nunca te abandonaré- al decir esto volvió a besarlo tiernamente.
Shun comenzó a llorar de nuevo, pero sus lagrimas ahora eran de alegría- No, no, puedo creerlo, siempre soñé que pasara algo así... yo...
-Shhhh, calla- le dijo Hyoga- lo único que interesa ahora es que ambos sabemos que nos amamos, eso es lo más importante- le decía mientras prodigaba pequeños besos en su rostro.
-Te amo - fue lo que alcanzo a decir Shun, antes de que sus bocas se fundieran en un profundo beso.
El beso era un intercambio de sentimientos que sólo se podían expresar de esa manera, no había palabras suficientes para decirse lo que sentían el uno al otro, el beso se tornaba cada vez más profundo, en cierto momento Hyoga introdujo su lengua en la boca de Shun, mientras que una de sus manos acariciaba su espalda y la otra su cuello haciéndolo estremecer, nunca había sentido el algo así, era tan... tan... sensual....Shun se sonrojó al mismo tiempo que recordó a cierta persona que tal vez no le agradaría conocer sus sentimientos y los de Hyoga, esa persona era su nii-san Ikki.
- Oh, no-exclamó antes de separarse bruscamente de Hyoga.
- ¿Qué te pasa, Shun?- Le preguntó preocupado-dime qué te ocurre, vamos, confía en mí.
-E- es...es..mi nii-san, ¿qué pasara cuando se entere?, respondió Shun un tanto asustado.
- Tienes razón, pero no te preocupes, yo estaré ahí contigo, no te dejare sólo, ya veras que lo entenderá, juntos le explicaremos, no tienes por que temer,-le contesto estas palabras junto con una tierna mirada tranquilizaron a Shun.
- ¿En verdad lo harás?
-Claro, nunca te abandonaría, te prometo estar siempre contigo-al decir estas palabras bajo su cabeza para encontrarse con los tibios y finos labios de Shun.
-Ai shi teru, Hyoga-san.
-Ai shi teru, Shun- kun.
Hyoga empujaba suavemente a Shun hacia la cama, y lo recostó en ella.
-Shun, quiero hacerte el amor.
- ¿Qué, qué dices? Hyoga, yo no..hmmm- no pudo decir más ya que lo besó profundamente, al tiempo que recorría el cuerpo de Shun con sus manos, haciéndolo estremecer.
A la mañana siguiente, Hyoga despertó primero, se quedo contemplando maravillado el rostro de Shun, preguntándose si lo que había pasado entre ellos era sólo una ilusión, le dio un suave beso en la mejilla, esto hizo que Shun despertara, al ver a su amor contemplándolo se acercó a Hyoga y lo besó tiernamente, luego se abrazaron con todas sus fuerzas como deseando que ese momento no terminara nunca. De pronto Hyoga sintió en su mejilla una lagrima, sintió su corazón detenerse, apartándose suavemente de Shun lo miro a los ojos.
- ¿Shun estas bien? – le preguntó angustiado, mientras sentía una opresión en el corazón.
- Yo..yo..quiero decirte que..
Hyoga, no sabía qué pensar, sentía que cada pausa de Shun era una eternidad, no sabía que quería decirle, tal vez era acaso que se dio cuenta que no lo amaba, ¿era posible eso?
-¿Shun, dime acaso te lastimé? Dímelo por favor, acaso tú...-decía mientras sentía sus ojos humedecerse. Shun negó con la cabeza, lo miró tiernamente al tiempo que le brindaba una hermosa sonrisa.
- No, no, es sólo que me siento muy feliz, nunca pensé que existiese algo así, me has hecho sentir que a tu lado lo seré siempre, Hyoga te amo, te amo profundamente.
- Y yo te amo a ti, nunca lo olvides Shun- y lo besó tiernamente en los labios, ese beso estaba cargado de todo sus sentimientos hacia él, junto con la promesa de una vida juntos por siempre.
FIN