Equinoccio de primavera

Por: Verónica


...Momento del año en que el día tiene la misma duración que la noche...


El aroma de la primavera se siente en el aire. Las flores cubren los prados y el canto de los pájaros llena el silencio con las suaves melodías que se mezclan entre sí. El día está soleado. Caminamos, lado a lado, con el maestro  sin un destino fijo. Detrás de un bosquecillo divisamos un claro, y llegamos hasta un lago, donde decidimos quedarnos a descansar por un momento. Cleo no se encuentra con nosotros porque ha recibido un mensaje de su hermana Mariabelle, reclamando su presencia en la casa ya que su madre se encuentra enferma, aunque su indisposición no es de gravedad. Igual ella se ha alarmado y decide regresar rápidamente, pero promete volver cuando su mamá se encuentre recuperada.Aunque yo me aflija por su preocupación, estoy feliz, porque por fin podré contar con la sola compañía de mi maestro Orphen.Soñaba con que este momento llegara, lo viví tantas veces en mi imaginación, quería tenerlo para mí solo porque ya no puedo esconder lo que siento por él. ¿Desde cuándo?... Creo que fue desde el día aquel, al conocerlo, cuando entró a la posada de mi padre, y lo recibí con mi habitual sonrisa, como siempre he recibido a todos los visitantes que llegan, pero con él fue especial. Sentí que algo despertaba en mí... no pude saber  qué era esa sensación en ese momento pero luego fui dándome cuenta , me estaba enamorando.Ansiaba verlo aparecer cada día, atenderlo, conversar con él, escucharlo tan sólo  durante horas porque había tenido tantas aventuras. Me fascinaban esos ojos oscuros, que brillaban por momentos, otras se llenaban de  tanta tristeza. El día que decidió marcharse  de nuestra villa Totokanta luego de su frustrado encuentro con el dragón Agosto Sangriento, me sentí casi en el cielo porque lo acompañaría, para continuar aprendiendo todo lo que pudiera enseñarme.

Mientras divago con estos pensamientos, nos aproximamos  y  decidimos acomodarnos en la orilla del lago, cerca de unos árboles y de un pequeño grupo de rocas. Me deshago de la inmensa mochila que siempre cargo, y busco en ella la manta para desplegarla sobre la hierba, ignorando el conflicto que rodaba  por la mente del maestro.

"Este muchacho es tan hermoso y me gusta mucho pero al mismo tiempo me desprecio por ser incapaz de evitar esto que estoy sintiendo.  Es tan niño. Él no sabe cuán seductor es  con ese rostro angelical, su rubio pelo, sus grandes ojos cándidos.    Y no puedo evitarlo realmente me encanta verlo, escucharlo reír. Lo admiro porque ha logrado aprender en tan poco tiempo lo que a otros hubiera costado años. Aunque esto no se lo he comentado. Cuando su padre me sugirió tomarlo como discípulo ,  lo hice  en parte para dejar de sentirme tan solo, porque estaba cansado de mi búsqueda solitaria   y  también  para conseguir cierta tranquilidad, ya que el hombre me pagaría por enseñarle las artes de la hechicería y estaba seguro de poder escapar de su encanto, pero al compartir mi vida con él ya no pude evadir lo que despertaba en mí. Fue una verdadera bendición que Cleo decidiera acompañarnos, para ayudarnos a recuperar la legendaria espada de Bart Anders que ha desaparecido.  Con su presencia se hacía más fácil  poder controlar mis sentimientos... Pero ahora que se ha ido temporalmente ya no sé que podría suceder... Espero tener las fuerzas suficientes para evitar la tentación..."

-¿Qué te parece si nos zambullimos un rato, maestro? Podremos disfrutar del agua con este sol del mediodía. ¿Estás de acuerdo?

Desata su cinta roja y deja sus guantes a un lado junto al medallón con la insignia de la Torre de los Colmillos que siempre cuelga de su cuello.

-Buena idea, Majik,porque la caminata me ha acalorado.

Empiezo a quitarme la casaca, y la dejo a un costado. Luego sigo con los zapatos  y al tratar de deslizarlos,  de repente pierdo el equilibrio, peligrosamente cerca de caer sobre unas rocas.

-¡Cuidado!

Al escuchar la advertencia, puedo sentir al mismo tiempo que me sujeta fuertemente.Al encontrarme así, tan cerca, me estremezco y lo miro a los ojos. El corazón comienza a latir frenéticamente. Toda mi piel reacciona con ese roce. Me mira por un momento, sin decir una palabra, sin soltarme me acerca a él, me abraza con ansiedad, y comienza a besarme."¡Oh!, por fin, maestro " me digo a mí mismo. Me ciño a su cintura y siento su lengua recorrer mi boca entera, sus manos tratando de descubrir mi cuerpo, acariciando mi cabello y tocando cada parte de mi.Pero cesa bruscamente, toma mi rostro con ambas manos y me pregunta quedadamente:

-¿Quieres que me detenga?

Le contesto que no, con mis ojos cerrados, esperando más. Entonces lentamente  termina  de desvestirme  mientras me besa. Cuando quedo totalmente desnudo frente a él, se separa un momento y me recorre con su mirada. Bajo mis ojos porque el pudor tiñe mis mejillas de rubor, pero él me dice:

-Mírame, Majik. No sientas vergüenza conmigo. ¡ Eres tan hermoso!

Levanto mi mirada y contemplo su sonrisa. Me atrae hacia él, bebe de mis labios, siento como se quita sus botas primero, y luego arrastra sus pantalones junto a todo lo demás. Se recuesta en la manta, teniendo como respaldo a una piedra.

-Ven.

Me siento a su lado de rodillas, lo miro con todo el deseo dibujado en el rostro, y puedo ver su deseo.

Toma mi mano y la aproxima hacia su sexo, me enseña a acariciarlo con ella, él cierra sus ojos, sé que lo siente, sé que le gusta lo que le hago, mientras con otra de sus manos acaricia mi espalda, luego baja buscando mis glúteos, siento sus dedos moverse suavemente por la línea que los divide. Lo beso con toda la pasión de la que soy capaz, perdiéndome en su ardiente boca. Con su mano libre me toma por la cabeza y la empuja hacia abajo, comprendo bien lo que quiere, y dirijo mi lengua a su miembro palpitante  y lo recorro una vez y otra, abro mi boca y lo introduzco completamente, puedo sentir cómo vibra su cuerpo, escucho sus gemidos, sus palabras de placer:

-¡Oh, Majik!…¡Hummmm... !...Continúa...Sigue...¡Más rápido!...

Obedezco y aumento el ritmo. Sigo y sigo, hasta que su grito quiebra el silencio y mi boca se inunda con la cálida humedad. La bebo toda. Y me quedo descansando sobre sus piernas. Cuando recupera un poco la calma, se pone de pie y me ayuda a levantarme.

Luego me coloca en la misma roca, de espaldas a él, comienza a acariciarme describiendo círculos desde mis hombros hasta mi trasero, buscando mi pecho, llegando hasta mi sexo estimulándolo entre sus manos, no puedo reprimir unos suspiros placenteros cuando lo hace, luego refriega su sexo por toda mi piel, para despertarlo otra vez, mientras puedo escuchar cómo se quita el resto de su ropa, puedo ver volar su remera, luego su chaleco, se recuesta con todo su cuerpo contra el mío y me acaricia valiéndose de toda su anatomía. Ahora utiliza su lengua para recorrerme entero  hasta llegar al sitio exacto, donde se detiene y degusta con calma, lo hace por unos momentos, puedo imaginarme lo que vendrá y me preparo. Siento sus manos abrir mis glúteos y a su pene totalmente erecto, buscar la entrada que espera. Cuando penetra arqueo mi cuerpo, hasta que lo hace por completo, es un instante que dura el dolor.Comienza despacio a salir para volver a entrar y así continúa una y otra vez. Poco a poco el rítmico vaivén aumenta, nuestros gemidos llenan el aire.

-Dime, Majik ¿te gusta verdad?-susurra apenas.

-Sí, maestro sigue por favor.

Me toma por la cintura. Me sujeto aún más de la roca y me arrimo con más fuerza  porque al aumentar el erótico movimiento al máximo me incrusta en ella, mi pecho se lastima con los raspones, pero no los percibo. Mi propio sexo crece por la excitación. Estoy perdido gozando de este placer que acelera mi corazón, hasta sentir que va a salírseme del pecho. No puedo más. Escucho mi grito acompañado por el del maestro, el semen se escurre en mi interior, y mi propio líquido se esparce en la roca. Cae sobre mi cuerpo totalmente agitado. Puedo sentirlo todavía por unos momentos dentro de mí, llenando  mi cuello de suspiros y besos, tratando de calmarse para finalmente retirarse. Me toma en sus brazos y nos acostamos en la manta. Me acerco a su pecho y me acurruco. Ambos estamos cubiertos de sudor,  excitados  y afiebrados. Una suave brisa que sopla me produce escalofríos, él se da cuenta y me cubre con la tela. Nos quedamos dormidos, abrazados, disfrutando del sol sobre nosotros.

 **

"No fue nada premeditado, al contrario, pero esto tenía que suceder, tarde o temprano. Sé perfectamente que de nada sirven las barreras que se levanten. Quise resistirme a su embrujo, pero fue imposible hacerlo. Hoy de su adolescente inocencia, emanaba tal atracción que no pude controlarme. Todavía  no  es  consciente de cuánto poder tiene sobre mí,cómo me seduce sin quererlo. La verdad que yo he querido disimular y esconder lo que siento. Algunas veces tratándolo  bruscamente, o descargando en él alguna frustración o enojo, siendo demasiado severo en las lecciones o prácticas. Será mejor que por ahora lo deje descansar tranquilo... El deseo está trastornándome... No sé qué puede llegar a suceder..."

 **

Cuando despierto, me doy cuenta que  el ocaso está llegando a su fin. Aún me encuentro acostado y puedo ver que ha encendido una pequeña fogata. Lo busco con mi mirada y lo encuentro más allá, sentado, observándome, sonriéndome. Me habla y me dice:

-Majik, ¿ no quieres darte un baño? Aprovecha las aguas del lago, están cálidas.

Le digo que sí con un gesto de mi cabeza y le sonrío tímidamente. Sigo perturbado recordando lo que ha pasado entre nosotros. Busco mi ropa y camino hacia las piedras.

Cuando regreso, ya tiene lista la cena y me sorprendo gratamente porque él nunca cocina. Siempre lo hago yo.Ve mi cara y se da cuenta, entonces me dice:

-Ya veo que te he sorprendido. Espero que te agrade lo que cociné. Lo hice especialmente para ti. Pero... ¿no dices nada?

-Es que no sé que decir-le respondo bajando la mirada.

-¿Acaso te sientes arrepentido de lo que ha sucedido? He estado meditando. Mirándote ahora yo mismo me cuestiono. Aún me pregunto si yo tenía el derecho de...

-¡Basta, maestro, no sigas! Tú no me has obligado a nada. No estoy arrepentido, al contrario me siento tan feliz

-Majik...

-Sí, estoy feliz porque yo... yo...

-Majik...

- ¡Te amo, maestro!

-.........  

Me acerco a él con desesperación, tengo que hacerle entender todo lo que significa, que en el mundo no hay nada más, quiero sentir cómo se vuelve parte de mí...

-Ahora sé que sería capaz de ir hasta el fin del mundo a tu lado, si estoy contigo, sé que nada es imposible. Quiero que estés conmigo, no quiero pensar en un mañana sin ti.

Puedo notar cómo lo emocionan mis palabras.Nuevamente me aprisiona con su cuerpo, no dice nada, comienzo a tocarlo para provocarlo, quiero deleitarme otra vez con sus manos, con sus labios, con su sexo...

La luna es el único testigo que nos ve mientras nos amamos, es la que contempla en silencio nuestro concierto de suspiros y gemidos, la que da luz a nuestros ojos brillantes de pasión, la que nos ve saciarnos en el éxtasis sin fin... y la que deja a la noche abrigarnos con su manto.

El día llega y me encuentra yaciendo en los brazos del maestro, y viendo hacia el sol que ciega mis ojos, lo comparo con él y no importa lo que pase después en el resto del día...Ahora estoy seguro de amarlo para siempre.

  FIN