Capítulo 5
Touya estaba ya recostado en su cama y en sus pensamientos sólo aparecía la imagen de Yuki al despedirse de él. ¿Le habría importado verlo en esa situación con Hanako...? No lo sabía, pero de algo sí estaba completamente seguro. Él nunca hubiera querido que su “mejor amigo” lo hubiese encontrado en esa situación.
-¡¡Yuki...Yukito, por favor!! No creas eso que viste, no fue real...No puede ser real ya que yo sólo te...te quiero a ti...SOLAMENTE A TI–dijo un deprimido Touya, abrazando un libro que le pertenecía a su amigo hasta quedarse dormido.
La luz del sol ya tenía varias horas de haber aparecido, y una linda niña velozmente se apresuraba a su escuela pues ya iba algo retrasada.
-¡¡Yukito!! –se dijo sorprendida al distinguir la figura del joven en su bicicleta la cual iba demasiado lenta para la hora que era –Mmm...pensé que ya estaría en la escuela, ¿qué acaso Touya no lo habrá esperado? Quizá se le hizo tarde y el grosero de mi hermano lo dejó plantado...Ya lo verá, cuando lo vea le reclamaré –se dijo apresurándose a encontrarse con el chico.
-¡Buenos días Yukito! –saludó Sakura felizmente.
- Buenos días...¿Cómo amaneciste, Sakura? –preguntó apenas mirándola a la cara.
-¡¿T...te pasa algo Yukito?! –se atrevió a preguntar después de la reacción tan rara que mostraba aquel chico que ofrecía siempre tan radiante sonrisa, la cual ahora se encontraba extinta.
-No pasa nada...¡Gracias por preocuparte!–le dijo curveando ligeramente los labios–Lo que pasa es que no pude dormir muy bien anoche, eso es todo–terminó diciéndole y dándole un poco más la cara, lo cual hizo que la Card Captor notara algo en aquel rostro.
-<¿Pero acaso has llorado?> –pensó en preguntarle al ver sus ojos con marcas de haberlo hecho, pero al mismo tiempo se contuvo de hacerlo pues no quería parecer indiscreta.
-¡¿Por eso es que se te ha hecho tarde verdad?! –continuó cambiando la pregunta –supongo que Touya al ver que no estabas esperándolo decidió irse...¡Pero ya verá cuando lo vea! ¡Le voy a reclamar! –afirmó la niña.
-¡¡No!! –respondió exaltado-No debes hacer eso...Touya tiene otros compromisos, además yo tuve la culpa y no es justo que se le haga tarde a él por estar esperándome-aseguró el joven.
-De todas maneras hizo mal en “no” esperarte. –le recalcó la niña Kinomoto–Pero en todo caso me preocupa algo que vi ayer en la noche cuando tu te ibas–dijo tomándose la barbilla.
-L…lo viste a él con... –se sorprendió el blanco joven.
-Sí –respondió –Aunque me parece mal que Touya te haya hecho esperar en casa por andar con esa chica...Al menos te hubiera avisado –finalizó.
-Eso no importa...Él ahora tiene a una persona especial...Lo más importante es que sean felices y que pasen tiempo juntos –dijo aparentando la mayor normalidad posible. Aún si su corazón se desgarrara por dentro no importaría en lo absoluto, lo único importante era que su “amigo” fuera feliz y nada más.
-Aun así me parece mal –recalcó, pero entristeció al ver cerca su escuela.
-¡¡Mira Sakura!! Hemos llegado...¡Que tengas un buen día! –se despidió lanzándole el ya tradicional caramelo que dejaba a Sakura suspirando y por supuesto con una espectacular toma por la cámara de Tomoyo.
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Ahora estaba cerca del lugar que tanto deseaba evadir y que inevitablemente tenía que enfrentar algún día. Había pensado en inventar mil pretextos para no asistir, pero al final decidió que tendría que hacerlo tarde o temprano. Así es que decidido, entró al salón para encontrarse con “ellos”.
-Buenos días Tsukishiro –saludaron unas compañeras de su clase alegremente – Y...¿Kinomoto? ¿No ha venido contigo? –preguntaron a la vez sorprendidas.
-No –contestó con simpleza, observando que éste no se encontraba ni tampoco ella....
-<¿Acaso?>-pensó. Bueno eso no le importaba, no tenía por qué importarle. Él era sólo su amigo y nada más; pero había algo más y ya no podía ocultarlo porque le dolía...Le dolía demasiado y sus ojos lo comprobaban, no por nada se había pasado la noche llorando por él.
Así entonces sin decir más nada, llegó hasta su lugar, abrió un libro y comenzó a leerlo; siendo observado anonadadamente por sus compañeras de clase que no imaginaban lo que sucedía pero les extrañaba el inhabitual comportamiento tan indiferente de Tsukishiro y la manera tan seca de su respuesta.
MIENTRAS, EN EL JARDÍN DE LA ESCUELA...
-Ni creas que he olvidado lo que me hiciste ayer –decía una molesta Hanako.
-Pues ese era el objetivo...¡Qué “nunca” lo olvidaras! –exclamó el joven Kinomoto.
-Pues entonces tú tampoco te olvidaras de mí –sonrió dolida.
-Será mejor que entremos a clase –le dijo mientras le daba la espalda.
-Sí, quizás “él” ya esté ahí...¿Qué dirá cuando nos vea juntos por segunda vez? “Amor “ –decía siguiéndolo.
- ... - Touya sólo la ignoró.
-¡Hola!–saludaron a coro las compañeras de su clase–¿Dónde estaban?-preguntaron curiosas.
-Juntos, como era de esperarse en dos jóvenes que se aman–contestó la joven orgullosa viendo la reacción de Tsukishiro.
-¿Quéééé?–gritaron todos excepto Yukito impresionados ante la inesperada sorpresa...
-“Son novios”.
Las murmuraciones no se hicieron esperar llegando hasta ellos comentarios de toda clase.
-¡Felicidades! - exclamaban algunas chicas.
-¡Qué envidia! –decían otras.
- ¡Ba...No es para tanto!–exclamaban los jóvenes evidentemente envidiando la popularidad del joven de cabellos obscuros.
-¡Los felicito! ¡Hacen una linda pareja! –se escuchó una voz claramente conocida haciendo paralizar el corazón de Touya.
-Y…Yuki...yo–musitó el moreno sintiendo su sangre bajar por su estómago al escucharlo, deseando decirle que este noviazgo era solo una farsa y que realmente a quien amaba era a él...solamente a “él”.
- ¡Gracias!–respondió Hanako-Yo cuidaré de tu amigo ahora.
-¡Oye Tsukishiro!–gritó una joven–Ahora sólo faltas tú de tener novia...
-¡Aquí estamos nosotras! –gritaron alegremente tres chicas coqueteándole.
-Je je Gracias...Lo tendré en cuenta–sonrió relajadamente y miró hacia donde Touya lo observaba detenidamente-<¿Qué pasa Touya...¿Acaso no estas feliz...? ¿Acaso no era eso lo que querías? ¿Por qué me miras de esa manera? ¿Por qué me haces creer que esto es falso?...¿Por qué?>–preguntaba Yukito con los ojos a su amigo antes de volverse a su libro.
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Ya era hora de la salida, y Yuki salió velozmente, pues no quería encontrarse con Touya y su novia; tal y como lo hizo durante todo el día. Sí que era raro no haber almorzado con su amigo.
-¡H- Hola! –saludó un muy sonrojado Shaoran en la puerta de la preparatoria.
-¡Hola¡ ¿Cómo has estado?! –preguntó Yuki sonriendo al niño.
-Muy bien...gracias...yo quería darte esto –alargó la mano mostrando la cajita que Yuki pensaba había perdido.
-¡Gracias!¿Dónde estaba? -preguntó sorprendido.
-La encontré el otro día –respondió-Pero ahora yo quisiera in...invitarte a mi casa a cenar-Dijo agachando la cabeza deseando que el motivo de sus desvelos aceptara.
-Con mucho gusto–aceptó el joven pensando que le estaría bien despejarse un poco.
Pronto se pusieron de acuerdo. A lo lejos la escena era observada por un celoso Touya quien no paraba de recibir felicitaciones de parte de todos junto a su “novia”; quien se había encargado de hacerlo público a toda la escuela.