Estimada Sailor Rukawa...

Por: Sailor Rukawa


Cierto domingo, Rukawa caminaba distraídamente por la calle, no había nada que hacer y hacía un calor demasiado insoportable como para jugar basketball en el parque. De pronto el zorro pasó por un llamativo establecimiento llamado: “Cyber YAOI 3000”.

-¿Y eso?-Pensó Kaede, deteniéndose junto al local. Lo pensó por un momento y decidió entrar.

Adentro, había un numeroso grupo de chicas (y uno que otro tipo), cada una sentada frente a su respectivo computador.

-Pero qué cyber café tan extraño...-Pensó Rukawa, mirando a su alrededor.

Ninguno de los presentes lo miraba. Se sintió fuera de lugar y decidió salir, pero entonces su mirada se topó con algo muy interesante: Una computadora solitaria, que estaba a su derecha, parecía estar esperando por él. Rukawa movió la cabeza y dio varios pasos, pero la influencia de ese ordenador era antinatural. El zorro alzó los hombros y decidió ocupar aquella computadora, pero no sin antes mirar a su alrededor, y asegurarse de que no había ningún estudiante de Shohoku por ahí. Como el sitio estaba repleto de desconocidas/os, Rukawa se sintió más relajado y miró fijamente la pantalla del ordenador, en la cual había varias letras: “ROMANCES DE UN AMOR PROHIBIDO”.

-Pero qué frase tan cursi-Pensó el zorro, mientras seleccionaba dicho título y comenzaba a leer la ‘cyber-novela del día’.

Rukawa leyó el primer capítulo y se sintió completamente horrorizado. ¡Aquello era una historia de amor entre el odioso Hanamichi Sakuragi y él! Pero...¡¿Cómo podía ser eso posible!? Él, que despreciaba al pelirrojo sobre todas las cosas, que con tan sólo escuchar su nombre sentía nauseas...Lo odiaba con locura, pero en aquella novela...¡Lo amaba! Una gota de sudor resbaló por el rostro de Rukawa, mientas continuaba leyendo la extraña novela, casi con rabia.

Cuando terminó, decidió enviar un e-mail repleto de quejas, insultos y amenazas de muerte a la autora...¿Cómo se llamaba? Rukawa buscó el nombre de la creadora de semejante ofensa en la pantalla...¡Pero si...su nombre era Sailor Rukawa!

-¡Rukawa!-Pensó el zorro, palideciendo. ¿Por qué se llamaba igual que él? ¡Eso ya era demasiado! Así que decidió poner manos a la obra, o en este caso, sobre el teclado.

Kaede pensó en redactar un e-mail bastante hiriente para la autora, pero sin dejar de ser atento:

“Estimada Sailor Rukawa:”

Sin embargo, el confundido zorro no pudo pasar de esa parte, después de todo...¿Qué podía escribirle a una completa desconocida? Entonces se recargó contra la silla y comenzó a pensar...Como no se le ocurrió nada, decidió alejarse del ordenador, pagar sus respectivos minutos de conexión y salir del local, con el estómago revuelto.

-Voy a escribir un cuento donde la dichosa Sailor Rukawa se enamore de su peor enemiga...-Pensó el zorro mientras caminaba, molesto, por la calle-Y se lo mandaré.

***

Un mes después yo, Sailor Rukawa, descubro un extraño e-mail en la bandeja de entrada. El asunto dice: “Estimada Sailor Rukawa...” Lo abro. Parece un fanfic...Hmmm...Lo leo...

Ahora que lo he terminado, no puedo evitar sentirme ofendida. ¡Es una historia de amor entre mi más grande enemiga y yo! Pero...¡¿Cómo puede ser esto posible!? Yo, que desprecio a esa mujer sobre todas las cosas, que con tan sólo escuchar su nombre siento nauseas...La odio con locura, pero en este cuento...¡La amo! Una gota de sudor resbala por mi rostro, mientas vuelvo a leer el extraño cuento, casi con rabia.

¿Yo enamorada de mi peor enemiga? ¡¡QUÉ INSULTO!!

Entonces decido enviar un e-mail repleto de quejas, insultos y amenazas de muerte al autor...¿Cómo se llamaba? Busco el nombre del creador (¿o creadora?) de semejante ofensa en la pantalla...¡Pero si...su nombre es Kaede Rukawa!

-¡Rukawa!-Pienso, palideciendo. ¿Por qué se llama igual que yo? ¡Esto ya es demasiado! Así que decido poner manos a la obra, o en este caso, sobre  el teclado.

Pienso en redactar un e-mail bastante hiriente para el autor, pero sin dejar de ser atenta:

“Estimado Kaede Rukawa:”

Sin embargo, no puedo pasar de esta parte, después de todo...¿Qué puedo escribirle a una completo desconocido? Entonces me recargo contra la silla y comienzo a pensar...Como no se me ocurre nada, decido alejarme del ordenador, pagar mis respectivos minutos de conexión y salir del local, con el estómago revuelto.

-Voy a escribir la continuación de mi novela, donde el dichoso Kaede Rukawa se enamore de su peor enemigo...-Pienso mientras camino, molesta, por la calle-Y se lo mandaré...

Pensando en esto, veo a un tipo bastante parecido al Rukawa de mis novelas y del mundo del anime, entrando en el “CYBER YAOI 3000”. Dudo un momento y decido seguirlo. Después de todo, es domingo, hace un calor insoportable y no hay nada que hacer... 

Al entrar, la dueña del local me saluda, efusivamente:

-¡Sailor Rukawa, hola!

Le contesto con una sonrisa y camino hacia mi computador favorito que, por cierto, está ocupado por el doble del zorro. Este huraño sujeto me mira con sus ojos de hielo, y por lo tanto decido observarlo de la misma manera. Después de un rato, observo la pantalla del ordenador y me doy cuenta de que el tipo está escribiendo un mensaje: “Estimada Sailor Rukawa: Espero que hayas leído mi ‘fanfic’ y comprendas mi respuesta...”

Ahora entiendo. Me doy la vuelta y salgo para siempre del cyber-café.

No volveré a escribir fanfics yaoi.

Fin


Nota: Escribí esta historia inspirándome en lo que el verdadero Rukawa haría si leyera mis fanfics yaoi...Creo que debo dejar de ver tanta tele. ˆ_ˆ’