Hanamichi x Rukawa
¡Haruko queda fuera!
Por: Noor
(Traducido por: Zatzuki)
¡¡¡Advertencia!!!: ¡Este fic es clasificación R por contener escenas sexualmente sugestivas entre varones! ¡Procedan con precaución!
El sol brillaba afuera, la luz se filtraba por las ventanas de la posada donde el equipo de Shohoku se encontraba entrenando durante las vacaciones. Las habitaciones estaban vacías, y antes de que el equipo saliera hacia su práctica matutina las camas estaban perfectamente hechas obedeciendo las ordenes de Akagi, así que las mucamas no necesitaban hacer mucho para mantener las habitaciones limpias excepto abrir las ventanas para que el aire fresco pudiese entrar. Una habitación no estaba tan vacía como siempre, era la cual Hanamichi, Rukawa y Miyagi compartían. De los tres sólo uno hacia falta, pero definitivamente no lo extrañaban, ya que los dos jóvenes estaban haciendo algo que indudablemente dejaría traumatizado al chico de segundo año que tiene una arracada en su oído.
Si la temperatura afuera era cálida, adentro con las ventanas y puerta cerradas el termómetro se reventaría. Dos cuerpos sudorosos se movían con ritmo buscando desesperadamente un alivio hasta que uno de ellos rompió el furioso ritmo con un grito ahogado. El otro también alcanzó su alivio con un gemido, antes de abrir sus brazos para darle la bienvenida al cuerpo sudoroso del pelirrojo. Las bien formadas piernas que estaban fuertemente asidas a la cadera del pelirrojo finalmente se liberaron para yacer en las sábanas. Sus gemidos se oían claramente en el pasillo, pero ellos no tenían que preocuparse acerca de que alguien pudiese oírlos, ya que los dos programaron su encuentro en el momento en que todos estarían muy lejos de su habitación. Las mucamas estarían en su hora de comida o limpiando las habitaciones que se encuentran en el otro extremo de la posada, y los únicos huéspedes ese fin de semana eran los miembros del equipo de basketball de la preparatoria Shohoku. Hanamichi se había fingido enfermo a la mitad del entrenamiento, y después se las arregló para que Rukawa lo acompañara mientras Akagi estaba ocupado tratando de salvar a Miyagi quien estaba siendo golpeado por Ayako cuando ella pensó que él estaba tratando de tocarle el trasero cuando en realidad él estaba tratando de quitarle un insecto de su espalda.
Cuando los dos novatos llegaron a su habitación no gastaron mucho tiempo en quitarse su ropa de entrenamiento antes de empezar a besarse y abrazarse como si no lo hubiesen hecho en años. En realidad era una semana, pero quien podía culparlos cuando son jóvenes, febriles y recién han descubierto el placer del sexo. A pesar de sus distintas personalidades y su rivalidad, no podían negar la gran atracción que había entre ellos. Una noche de alcohol y un juego de "verdad o reto" tiró abajo las paredes de resistencia y a la mañana siguiente esto sólo fortaleció su nueva y explosiva pero frágil relación. Eso y el alto nivel de hormonas que poseen.
Puede que Rukawa sea el más seductor y quien toma la iniciativa a la hora de llevar a la cama al pelirrojo, pero Hanamichi es quien dirige las caricias en el momento del acto, ya que sin fallar una sola vez logra torturar al chico de mirada zorruna sin piedad gracias a su infalible intuición para tocar los puntos correctos en el momento adecuado. Es como si él, en su anterior vida, hubiese nacido como una sirena del sexo. Rukawa estaba feliz de haber sido él quien despertó ese pequeño pedazo de personalidad de sirena que Hanamichi trajo consigo a esta vida. Si que le importase el peso del pelirrojo sobre él, Rukawa abrazó a Hanamichi un poco más fuerte mientras los dos trataban de regularizar su respiración.
"Te estoy aplastando kitsune," susurró Hanamichi en el oído de Rukawa.
"No me importa," respondió mientras frotaba sus húmedas mejillas.
Después de recuperar un poco de su fuerza, Hanamichi se levantó apoyándose sobre sus brazos para poder observar bien a Rukawa. Sin importar cuantas veces haya sucedido, a él aun le cuesta creer que él, Sakuragi Hanamichi, es capaz de transformar el usualmente frío e impasivo rostro de Rukawa Kaede en uno que expresa calidez y satisfacción. Hanamichi sonrió. No debería sorprenderlo. Después de todo él es el Tensai.
Rukawa liberó de su abrazo a Hanamichi para atraer con su mano el rostro del pelirrojo para compartir un beso. La forma en que el pelirrojo es capaz de acariciar y reconfortar el alma de Rukawa con sus labios y su lengua hizo que Rukawa deseara otra apasionada sesión - esta vez con el pelirrojo siendo tomado - pero sabiendo que el equipo regresaría pronto decidió dejar a un lado esa necesidad. Tal vez mañana, si tienen suerte.
El chico de cabello de ébano logró escuchar un sonido, pero el sentir al pelirrojo sobre él le hizo olvidar todo lo demás a su alrededor. Cuando Hanamichi dejó de besarlo, él intentó protestar pero sus protestas fueron olvidadas cuando se dio cuenta de que tenían público.
Akagi Haruko.
El pelirrojo encima de él hizo un sonido estrangulado mientras el rostro de la chica iba de un blanco marfil a un llameante rojo. Ni siquiera una dulce e inocente niña como ella podía malentender lo que estaba pasando enfrente de sus ojos.
Los dos adolescentes estaban desnudos, con el sudor que tenían en su rostro y la expresión que Hanamichi tenía en su rostro, Haruko podía imaginar claramente que habían estado haciendo los dos solos en la habitación. Aunque ella no había estado en esta situación antes, supuso que el olor agrio que había en la pequeña área era el olor del sexo.
"¡S-Sumaisen!" se disculpó, cerrando la puerta apresuradamente, sin esperar por nada ni nadie corrió para alejarse de la habitación. Estaba muy sorprendida para ver por donde iba cuando casi chocó con Ayako quien iba caminando en la dirección opuesta.
"G-Gomen nasai Ayako-san," declaró Haruko mientras Ayako intentaba tranquilizarla.
"¿Qué pasa, Haruko-chan?" preguntó la encargada con preocupación.
"N-Nada," respondió Haruko.
"¿Estas segura?" insistió Ayako.
"¡Uhn!" Haruko asintió fuertemente, "¡Doijoubu!"
La chica de segundo grado observó a la chica con curiosidad antes de cambiar de tema "De acuerdo, si tú lo dices ¿Cómo está Sakuragi?"
"¿S-Sakuragi?"
"Hai."
"E-Está bien..." Instantáneamente el rostro de Haruko volvió a sonrojarse.
Ayako volvió a observarla antes de tronar sus dedos con una exclamación, "¡Souna! Lo viste desnudo, ¿no es así?"
"¡¡¡Nani!! ¿Cómo lo sabes?"
Ayako rió, "¡Estoy en lo correcto! ¡¡Haha!! Es verano y cómo Sakuragi dijo que pensaba que tenía temperatura, supongo que debió haberse quitado toda su ropa. Espero que le hayas dicho que se pusiera una toalla húmeda para enfriarse ..."
"Y-Yo..."Con Rukawa bajo él Hanamichi va a necesitar más que una toalla húmeda para enfriarse.
"No importa, le diré yo misma."
Antes de que Ayako pudiese dar un paso Haruko la atrapó por el brazo"¡No!, digo, sí, yo ya le dije. Dejemos que se vista y probablemente bajará a desayunar."
"De acuerdo. Sólo asegúrate de que vaya a comer... o si está muy débil para bajar tú podrías traerle su desayuno, dudó mucho que él pierda una sola oportunidad para comer..." La chica de cabello rizado volvió a suspirar, "Como sea. ¿Has visto a Rukawa?"
"¿R-Rukawa?" Haruko volvió a sonrojarse.
"Aa," Ayako asintió intrigada por el comportamiento de la chica, "Rukawa. Estuvo ausente en la práctica. Estoy preocupada. Si no lo veo después del almuerzo voy a pedirle a Akagi que haga un equipo de búsqueda."
"Oh," dijo Haruko fingiendo recordar algo, "Cero que lo vi afuera de la posada tomando una siesta. Lo despertaré más tarde."
Ayako suspiró, "Obvio. Sólo asegúrate de que no te golpeé cuando trates de despertarlo."
"Hai," asintió Haruko, agradecida de que Ayako le hubiese creído. Cuando Ayako fue a buscar a los otros jugadores para el desayuno, la chica de cabello castaño dio un suspiro de alivio. Después oyó una puerta abrirse, y cuando volteó vio a Hanamichi y a Rukawa salir de su habitación, por supuesto, completamente vestidos. Nadie podría saber en realidad lo que cada uno significa para el otro, amenos que lo haya visto con sus propios ojos, porque a pesar de que tenían los labios hinchados, la frente con una delgada capa de sudor y las mejillas sonrojadas, se podría pensar que estuvieron peleando entre ellos. Cuando Hanamichi la vio se quedó parado sin poder dar un paso, viéndola como vería un niño que fue atrapado robando una paleta en una dulcería. Siendo la primera vez que veía los cuerpos de Rukawa y Hanamichi sin una sola prenda de ropa ella pudo darse cuenta que los dos poseían el asombroso físico de un verdadero atleta. Ciertamente ella sabía que los dos son fuertes, elásticos y ágiles siendo basquetbolistas, pero debajo se esa ropa están los cuerpos mas musculosos y saludables que ella jamás se hubiese podido imaginar. Después de la primera impresión de sorpresa de ver a dos hombres completamente desnudos y besándose, ella sintió una absoluta sensación de maravilla. Ya que en lugar de ver un rudo inicio sexual entre ellos como el primer testimonio de su relación, vio una dulce demostración del cariño que se tienen, esto la hizo sentirse más a gusto con la idea de los dos como una pareja.
Haruko contuvo su respiración cuándo vio que Hanamichi caminaba hacia ella avergonzado. Rukawa lo siguió pero él no se detuvo enfrente de ella cuando Hanamichi lo hizo con una expresión de resolución en su rostro. Rukawa asintió una vez a la chica antes de irse, como uno fácilmente podría suponer, para ir a desayunar con sus otros compañeros.
Antes de que Hanamichi abriera su boca, Haruko ya sabía por qué Hanamichi se quedó con ella a solas. Era hora de hablar.
"Haruko-san...lo siento..."~Owari~