Capítulo 1


¿NO se les hace la vida miserable? Cuando sientes que no sirves para nada, que no tienes apoyo, y que a pesar de mantener una sonrisa, en el fondo, sabes que es vacía...No tienes nada.

A pesar de parecer para todos un torpe, apasionado e ingenuo, son pocos o mejor dicho casi nadie, excepto los que le han dañado, los que saben qué oculta tras esa sonrisa vacía y esa mirada ingenua.

Ya tiene 17, y el año que se acaba de ir, no fue tan malo como los otros, aunque estuvo más solo que nunca y descubrió en sí mismo ciertas tendencias, que de seguro habrían acarreado una de las más grandes palizas que le diera su padre, pero él ya no está aquí...Ahora está solo. Bueno, no tan solo, tiene una madre; sí, es verdad, ¿pero acaso se le puede llamar a "eso" madre? Si es por ella que esta noche volverá a hacer lo que tanto odia, lo que lo hace sentirse sucio y no merecedor del amor de cualquiera y en especial de....¡DIABLOS! Qué estoy pensando, se recrimina, mientras, camina hacia aquel maldito lugar, el que ha definido como su cementerio, sí, el cementerio de lo que siente, de su amor por Ka........¡NO! No merece mencionar su nombre, pero ¡qué tantas consideraciones! Si él sabe perfectamente que al dejar a descubierto sus sentimientos, no será su padre el que le regale una paliza, pero si será ese zorro estúpido, SÍ, así es mejor, ese debe ser su pensamiento. SE ACABÓ!!! Esa cosa es su madre y debe ayudarla!! Diablos!! No quiero, no soporto, no puedo nooooooooo......Qué más da....si a nadie le importa....no debe guardarse para nadie ............

Sin poder dar un paso más, se sienta en la acera, abraza sus rodillas y como lo viene haciendo, desde niño, llora en silencio, no ese llanto que tiende a mostrar a los demás, sólo aquel que nadie conoce, sólo él y su soledad.

“Puedo estar rodeado de personas, sin embargo me siento solo”.

En la casa de un conocido personaje zorruno, se puede oír una serie de reproches exigiendo una explicación.

--RU: ¡Qué diablos estás haciendo aquí, tuve suficiente con soportarte cuando éramos niños y ahora tendré que volver a hacerlo, eres un idiota, un aprovechador, un alocado, un estúpido, un....Saca tus pies de mi mesa, y tus cosas de mi habitación, oye, contesta, aprovechador y.....

--DAN: Ya ya ya sé, soy un blablabla, blabla y blabla, es increíble hermanito, que la única vez que te oiga decir más de tres palabras, sea cuando me insultas.

--RU: Quiero explicaciones, ¿qué haces aquí?

-Dan : De verdad quieres saber?

--RU: Habla, no te hagas..........

--Dan: Mamá me echó de la casa. PUES LE CONTÉ TODO, YA NO SOPORTABA MÁS, NO QUIERO VIVIR ESA DOBLE VIDA, QUIERO DEDICARME A LA MÚSICA, NO HACERME CARGO DE ESA ESTÚPIDA EMPRESA, LE DIJE,... LE DIJE, QUE SOY.......ho mo se xual.

Lo último lo dijo, bajo, despacio, para ver la reacción de su hermano, si no lo aceptaba tendría que vivir solo, no tenía pareja y no pensaba tener, aunque no lo admitiera, Dan se sentía culpable por su condición, trató de engañarse muchas veces, pasando ardientes noches con mujeres, pero sólo consiguió sentirse asqueroso, por jugar con sentimientos ajenos, y confirmar más su condición.

Ru lo miró, no dijo nada, sólo: Puedes quedarte, pero debes ayudarme en los quehaceres de la casa. Realmente no esperaba eso por parte de Dan, cualquier cosa, menos, eso, pero si le había conocido tantas parejas femeninas!! Él sabía que era un don Juan...Pero...No importa, había entrenado bastante, y necesitaba dormir, mañana será, sí mañana, pensó mientras entraba a su habitación, y viendo las cosas de Dan , tomó unas frazadas y se fue a la otra habitación , la que nunca ocupaba.

-- Dan: No vas a decir nada? Dijo mientras Ru hacía el cambio de habitación y le cerraba la puerta en la cara. Dan tomó esto como un desprecio más, otro más. Furioso, salió del departamento, se subió a su auto y se marchó, ¿a dónde? No sabía, sólo lejos de ahí.

Hanamichi aún seguía sentado en la acera, era tarde, como los 2 AM, hora propicia para hacer aquello por lo que iba, estaba lejos del lugar recomendado por su cosa llamada madre, pero ya había rechazado unas cuantas invitaciones de ciertos personajes, que no fueron de su agrado, bueno realmente, la primera vez y ésta, nadie sería de su agrado. Pero lo que más le dolía era que, de seguro no tendría tanta suerte como la primera vez, donde no perdió su virginidad, pero tuvo que hacer cosas bastante asquerosas, sólo por dinero, si bien le salvó la vida a su madre, no por eso dejaba de ser un pésimo y asqueroso recuerdo.

Sí, la culpa la tenía su hermano, se decía Hana, bueno, medio hermano, él era quien ayudaba a su madre, pero se habían peleado, y Mat no tenía ninguna obligación con esa cosa, al fin y al cabo, no era su madre, pero él sí era su hermano, compartían a su pelirrojo padre, por lo menos ayudarla por él, pero la cosa testaruda, llamada mamá, no quiso disculparse y menos contarle de su enfermedad, era demasiado orgullosa para que, según ella, un demonio como Mat la compadeciera, no pudo evitar sonreír, dolorosa e irónicamente, ante este último pensamiento, ¿acaso no era una contradicción que ella dijese ser tan orgullosa y mandara a su único hijo varón a....prostituirse? Qué estúpido, ¿no?.........Bueno, a Hana sólo le consolaba que su pequeña hermana no tendría que hacerlo. Sí, él lo hacía, pero si su hermano se enteraba, seguro que correría sangre.........!! Diablos!! Al diablo con todo, dicho esto, comenzó a llorar nuevamente, ya no soportaba más .

Dan corría en su auto, cuando comenzó a sentir la necesidad de estar con alguien, lo que más odiaba era la soledad, y sentía que tarde o temprano se iba a quedar solo, completamente solo.

A pesar de ser muy cuidadoso para escoger pareja nocturna, se reveló contra sus propias reglas y decidió probar suerte.

No pudo, todos los que vio y todas las que vio y lo que fueran que vio, no lo llenaban, así que se alejó del lugar ( para conocimiento del lector, aquel lugar recomendado por la cosa llamada madre de Hana). Ya desistía su búsqueda cuando divisó un muchacho sentado en la acera, parecía que estaba borracho o era su primera noche, bueno ese le daba más espina, así que paró el auto, justo en el momento que el pelirrojo deseando ponerle fin a esa oscura noche, había decidido subir o irse con el primero que se ofreciera y para, terror de éste, dicho estas palabras, sintió un auto y un hombre de voz, un tanto juvenil, lo invitaba a...Esperen, contarle que le pasaba? No, a subir, a no, ya le invitaba a subir. “Bueno, no se ve tan mal” dicho esto sólo se levantó y subió al auto.

Estaba nervioso, pero ignoraba que en cierto sentido era una experiencia nueva para ambos, para él, Hana, porque podía darle su virginidad a cualquiera y para Dan, porque nunca se había atrevido a hacer algo así, pero dónde ir? Pensaba Dan, sin sospechar que Hana estaba analizando la posibilidad de arrojarse por la ventana, bueno, había resistido palizas insuperables quizás podría con el salto. Esto pensaba Hana cuando, a su pesar, la agradable voz de Dan lo trajo a la realidad:

-Dan: ¿cuál es tu nombre? Quiero saber con quién voy a pasar la noche.

-Hana: Mmm, eres un psicópata asesino que me va a matar y luego cortar mi cuerpo en trocitos y...

La risa de Dan lo calló, y le dijo:

-No me atrevería a desperdiciar tan interesante cuerpo, y bueno te prometo que valdrá la pena correr el riesgo.

Ni dan sabía lo que le pasaba, estaba tratando de seducir a tan nervioso muchacho, que se notaba a metros, que tenía poca experiencia, bueno se veía bastante apetecible, joven, atlético, musculoso, ¡diablos! Definitivamente le gustaba, quería pasar la noche con él, no quería estar solo.

-Dan: No importa, no me digas tu nombre, así será más interesante, le dijo mientras le dedicaba la mejor de las sonrisas seductoras que tenía.

Continuaron por la calle, hasta un sector un tanto alejado del centro de la ciudad, a un departamento, el que tenía Dan de refuerzo, por si su hermano lo echaba.

Entraron, al apartamento, estaba un tanto desordenado, lleno de cajas, a lo cual explicó Dan que no era de la ciudad, y se estaba cambiando hace poco.

Dan lo dejó en el living mientras, según él, arreglaba algunas cosas.

Hana ya no quería escapar , en cierta manera, aquel hombre de unos 25, o un poco mas de años y cabello largo, hasta los hombros, ojos verde y un extraño tatuaje en el brazo sin dejar de mencionar el excelente físico, que poseía, estaba provocando ciertos cosquilleos e interés que lo hacían sentir que ya no estaba solo, por lo menos aquella noche no, y al diablo todo lo demás.

Dan, a pesar que lo ocultaba bastante bien, también estaba nervioso y para colmo, no encontraba esos malditos preservativos. ¡Ya, los encontré!, dijo, mientras se dirigía con el estúpido pensamiento que no debería preocuparse de dejarlo embarazado, una de sus razones a favor de ser como era, que al final lo hacían reír.

Dan llegó sonriente al lado de Hana, quien en ese momento había pensado que quizás ese tipo, tenía algo que le podía contagiar y se puso más tenso, y sin ningún tacto le arrojó la pregunta:

--Hana: Tienes sIDe , o sea , sida????

Dan lo miró extrañado y de una mueca de interrogación, pasó a una de risa y luego a una de susto, pensando, qué él corría el mismo riesgo.

--Dan: CLARO QUE NO, y tú, bueno, contesta.

--Hana : Nommmmm, quién me lo asegura, quiero pruebas--exigió.

--Dan, un tanto molesto: Mira pequeño prostituto (expresión que le dolió a Hana), contesta a mi pregunta y dejemos las cosas claras. YO, PAGO, por lo que YO pregunto, YO exijo pruebas y todo lo demás, tú eres nada más que un insignificante prostituto, que no tiene derecho a nada más de lo que Yo le ofrezca, eres una simple mercancía.

Lo dicho por Dan hizo que Hana se sintiera humillado, al fin y al cabo, estaba vendiendo su cuerpo, no importaban las razones, era una simple e insignificante mercancía y al no poder soportar más, no sólo esos momentos pasaron por su mente si no todos los más despreciables recuerdos, que no tenían mejor momento para aparecerse que ahora, hundiéndolo más y más haciéndole sentir más humillado.

Ya era demasiado para él...........Se quebró y comenzó a llorar, como lo hacía cuando estaba sólo, pero esta vez no era así.

Dan se sintió un poco culpable por la reacción del pelirrojo, así que decidió disculparse y comenzó a comérselo a besos, primero tiernos, tratando de calmarlo, y para su sorpresa, estos eran respondidos, y surtieron el efecto que quería, sin decir nada, tomó de las manos a su compañero de esta noche, sí, solo esta noche, y lo llevó a la habitación.

Comenzó, con caricias suaves, desnudándolo de a poco y sin decir nada, se encontró con un hermoso cuerpo, juvenil, apetecible, tratando de mantener el control se deslizó por aquel, al parecer, poco explorado cuerpo, lentamente, disfrutando de cada lugar, y de los gemidos que había logrado hacer que tomarán el lugar de las lágrimas del muchacho,

Pudo sentir los temblores que recorrían el cuerpo del joven pelirrojo, cada vez que se acercaba más y más, a aquel lugar.

Hana, estaba realmente confundido, aquella vez, no fue así, se sintió como un verdadero objeto, no fue para nada agradable, pero ahora, un montón de sensaciones lo abordaban y lo hacían perder la noción de todo, sólo quería sentir.

Dan, no podía más, sentía que le había dado bastante placer, ahora le tocaba a él. Detuvo el juego que llevaba con su boca en la parte baja de Hana, y subió, besó sus labios, pudo notar lo excitado que se encontraba su compañero y sin más, lo beso nuevamente, pero con más pasión, y separando las piernas de su joven amante, por esa noche, lo penetró, sin miramientos, al asunto ya!!

Hana sintió cómo ingresaban a su cuerpo por primera vez, fue doloroso, luego placentero, luego doloroso, luego una especie de mezcla, algo que nunca había sentido, y sin poder evitarlo se dejó llevar y permitió que aquel seductor y hermoso hombre hiciera lo que quisiera con él.

No fue muy larga la noche, pero bastante intensa.

Cuando Dan despertó, notó, que Hana tenía su cabeza apoyada en su pecho, y dormía placidamente: Acarició su cabello, sintió, ganas de besarlo y hacerlo suyo otra vez, pero su atormentado corazón, no se lo permitió, ya había sufrido bastante, rechazos, humillaciones, no, no quería arriesgarse.

Se levantó bruscamente, despertando a Hana, quien le miró con cara de ¿???, Y le dijo:

--¿Cuánto necesitas?

Hana contestó, Dan le dobló la cantidad, se la dio y le dijo:

--Vete.

Se dio la media vuelta, Hana sintió cómo entraba al baño, cualquier esperanza de ser más que mercancía para aquel hombre se esfumó con el “vete”, así que tomó el dinero para, dolor de su orgullo, se vistió y se marchó.