Capítulo 2: Reencuentro


“Lloro, vivo, muero, río, ¿qué siento? Sólo el vacío de no tenerte conmigo, haciéndome tuyo, cuidando de mí.....”

Lindo libro, pensó Hana, pero triste, aunque debe ser agradable, sentir que te aman, o que alguna vez alguien te amó...

Lo más cercano al amor, que he tenido, pensaba Hanamichi, mientras dejaba el manga de su hermana donde le encontró, en sus cuadernos, y se dirigía a la puerta para ir al parque a entrenar, creo que fue aquella mágica noche, donde me entregué a aquel hombre, que ni siquiera supe cual era su nombre. ¿Qué será de él? ¿Dónde estará? ¿Y si voy a su departamento? Tal vez pueda llegar, recordar el camino, tal vez...

En otro lugar...

Dan miraba la T.V., como siempre su hermano no era la mejor compañía y ahora que jugaba básquetbol, no le hacía nada de caso, peor que cuando eran niños, aunque, tal vez el que le ignorara era producto de otra cosa, de su secreto, su confesión, sus gustos.....

Ru decidió salir a practicar al parque para aclarar un poco sus pensamientos, sus emociones. Llegó al lugar, practicó por largas horas y cuando ya cansado se refrescaba un poco, sus ojos se toparon con una silueta que conocía bastante bien,  miró de reojo a ese dohajo. ¿Qué tenía? Se veía extraño, como ido, volando, uf...

-Estúpido pelirrojo-pensó-A mí no me importa.....

Hana, sintió que unos ojos fríos se posaron en él, ¿cómo él aquí?-otra vez delirando Hanamichi—se dijo—tú sabes que no te hace ningún caso—y ahora con qué cara le mirarías, después de aquella noche, ya no guardas nada...Pero no me arrepiento de lo que pasó, donde unos ojos verdes me hicieron ver la luz...Aaaa Sakuragi no vengas con esas cosas!! Se recriminaba, aunque fue solo, aunque fue  solo una noche...dijo, finalmente, entre suspiros, que despertaron más la curiosidad en aquellos ojos azules...—¿Qué tiene? Nunca le he visto así..

Hana giró y se cruzó con la mirada de Ru, quien al sentirse sorprendido, fingió no notarlo y que miraba hacia el cielo...

-A veces se pierde su mirada, es como si estuviese observando su futuro, aquel futuro lleno de logros y triunfos, aquel futuro que estoy seguro espera por él, por su talento, por su alma sacrificada, aquel futuro donde yo no estoy...De seguro que ahora miraba su futuro—Ja!! A veces pienso que lo idealizo demasiado, al fin y al cabo es un chico más, quizás si lo mirara como uno más tendría el valor de decirle lo que siento, o tal vez, aquel amor disminuiría ... Hana prefirió dejar de entrenar y se marchó del parque, en cierta manera se sentía avergonzado, pero no arrepentido por los sucesos de su noche, tenerle tan cerca le ponía nervioso, no estaba preparado para enfrentarle...

Ru le vio marchar, ni si quiere le saludó o le insultó, no estaban muy cerca, pero lo bastante como para que notara su presencia y ni siquiera le insultó...Pero a quién engañar, ¿por qué habría de saludarle? Nunca se han llevado bien, pero eso mismo justificaba su deseo de escucharle insultándolo—Ru se sorprendió a sí mismo enfadado por la indiferencia que mostró Hanamichi para con él, y lo peor de todo: No era la primera vez que se sentía así. A medida que avanzaba el año, él pudo notar cómo Hanamichi se volvía cada vez más indiferente con él, los insultos desaparecieron, terminaron siendo 2 perfectos desconocidos...Nada más, y de forma extraña él sentía que no quería eso. Quería sus insultos, o tal vez una sonrisa. no, qué idioteces!! No tenía por qué gastar su tiempo en ese idiota, de seguro él con su trivial y fácil vida cuyo mayor problema era comprar tinta para su cabello, no ocupaba ninguno de sus segundos en pensar en él.

Algún día se iría de este lugar, cumpliría sus sueños, y cuando volviera lo encontraría con una vacía esposa y un trivial trabajo, al fin y al cabo todo en él era trivial y fácil...

Sí, eso era lo que pensaba Kaede, para él Sakuragi era un individuo más, con un poco de suerte y una fácil y trivial vida, pero realmente no le conocía, ¿era la vida de Sakuragi tan fácil como él creía?.....

-Llegaste hermanito, ¿qué tal si salimos a algún lado? Hem, podrías enseñarme a jugar básquetbol.

Ru: No tengo tiempo para perderlo contigo-dicho esto se metió al baño.

Dan trataba de pensar de la mejor forma, de creer que su hermano era así y nunca  cambiaría, pero acaso no se estaba mintiendo así mismo, no era evidente que Ru ahora le despreciaba, así como todos a los que una vez les abrió su corazón, sus deseos, pero esta vez dolía más , esta vez era su propio hermano, aquel chico que protegió siempre, aquel que cuidó cada vez que estaba enfermo, era SU HERMANO!!

Mmm, no le gustaba sentirse así, tan inseguro, tan confundido, lo mejor sería enfrentarle, preguntarle de una vez, que era lo que pasaba por esa cabeza, cual era su opinión acerca de su condisión, ¿cuál era?

Decidió encararle cuando saliera del baño.

Ru salió decidido a tomar una siesta, cuando encontró a Dan parado apoyado en el marco de la puerta  de su habitación, la de Kaede...

-Permiso–dijo, pero el alto muchacho que sobrepasaba su estatura no se movió.

-Estás sordo ahora—nada, Dan miraba con una cara muy seria, al parecer quería decir algo pero no se atrevía...

No sabía cómo empezar, no quería discutir, no se encontraba emocionalmente recuperado de la última discusión que tuvo con su madre y ese pequeño demonio que tenía delante suyo era tan cruel cuando lo quería como ella, sabía que si discutían saldría lastimado...

Suspiró y le dejó pasar...Ru cerró la puerta tras de sí y se arrojó a la cama. Mejor dormir.

No le gustaba ser una molestia ni un estorbo, ¿y si eso era para Kaede? Quería saberlo, necesitaba saberlo...

Decidido ya y con el valor suficiente,  golpeó fuertemente la puerta, lo cual sorprendió al rey de los sueños que ya estaba terminando el primero...Se despertó sobresaltado, se incorporó y abrió...

-QUÉ DIABLOS QUIERES??-Le gritó.

Dan: PUES QUIERO QUE SEAS SINCERO Y ME DIGAS QUÉ PIENSAS DE LO QUE TE DIJE LA OTRA NOCHE!!

Ru: Pensé que estaba todo dicho-dijo más calmado-Puedes quedarte, sólo tienes que ayudarme con la...

Dan: QUIERO SABER QUÉ PIENSAS DE LO QUE SOY-le dijo perdiendo la paciencia.

Ru: Es tu vida-cada vez más tranquilo, lo que desesperaba más y más a Dan-Puedes hacer lo que gustes con ella. A mí no me importa..

Dan: SOY TU HERMANO Y NO TE IMPORTA!!

Ru: Tienes 24 años, ya estas bastante grandecito como para cuidarte sólo, ¿no crees?

Dan: NI SIQUIERA RECUERDAS cuál es mi edad hermanito...-Terminó con un hilo de voz. 

Ru se sorprendió, era verdad, no sólo olvidó su edad también su cumpleaños, y no podía recordarlo...

Dan: ¿No lo recuerdas? Tengo 23 y los cumplí hace tres días, pero como siempre nadie lo recordó, ni tú, ni mamá.

Cansado y dolido salió del departamento, dejando a un Ru un poco culpable, lo olvidó justo ahora cuando le tenía con él y para colmo peleado con su madre, y Dan aunque lo negara era bastante sentimental, de seguro le dolía ....

-Bueno Dan-se decía así mismo-basta de sentimentalismos, lo mejor será buscar un buen lugar y celebrar tu cumpleaños, como debe ser... Se subió a su auto y se marchó, como siempre lo hacía, conducir era su forma de escapar de lo que le molestaba...

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Hana ayudaba a su pequeña hermana a prepara la cena, su madre descansaba en el sillón mirando la TV.

Yamilet: Dime hermano, ¿de dónde sacaste aquel dinero para los remedios de Mamá? ¿Te lo dio Mat?

Hana, concentrado en lo que hacía, al cortar unas verduras, se cortó el dedo ante la inesperada y atrevida pregunta de Yamilet...

Yamilet: Eres un doaho, hermano, a ver deja ahí y ve a curar tu dedito...

Bueno, como dicen no hay mal que por bien no venga, pero conociendo a la pequeña, tendría que darle respuesta a su pregunta, de aquel dinero que trajo ya hace  2 semanas..

Terminaron de cenar, Yamilet recogía los platos, y Hana suspiraba ya tranquilo puesto pensó que a su hermana se le había olvidado la pregunta...Pero, mientras recogía lo último, miró a Hana y le dijo: -

No me has contestado lo de hace un rato, Hanamichi...

Empalideció, ¿qué le diría? Si le mentía y le contestaba que había sido Mat de seguro no tardaría mucho en descubrir que Le...Calló sus pensamientos su madre, quien soltó una pequeña carcajada y mirando a Hana y después a la dulce chica de cabello negro, como el de ella, ojos cafés, como su padre y dulces 13 años, dijo:

-Hizo un pequeño trabajito con su cuerpo aquella noche, la pasó bastante bien, ¿cierto mi amor?

CÓMO se atrevía, no dijo mucho, pero usó un tono sarcástico y una mirada bastante pícara...Hana se puso rojo como tomate y le contestó, mirando a su madre, pero hablándole a Yamilet...

-Mamá tiene razón, hice un pequeño trabajo, que necesita de la fuerza bruta de tu salvaje hermano, algo bastante agotador...

Yamilet: Entiendo ahora por qué dormiste tanto cuando llegaste, de seguro tuviste que levantar cosas pesadas, jejeje al fin y al cabo es para lo único que sirves, cabeza hueca—dijo la pequeña inocentemente tratando de quitar un poco lo  tenso del ambiente, haciendo que Hana se tiñera de rojo y su madre exclamara, mientras se marchaba a su dormitorio...

-Si Yami, en algo tienes razón , es para lo único que sirve....

Era indignante, debería golpearla, o encerrarla, no merecía que hiciese lo que hizo por ella, aquella noche y la vez anterior...Indignado, salió de la casa dando un portazo, dejando a su hermana preocupada...

-Mamá ¿qué le pasa?

-Nada pequeña tonta, sólo que no le gusta que le digan la verdad, que al igual que su padre no sirve para nada...

Yamilet bajó la cabeza, ella tenía la culpa, no debió preguntar, no era tan tonta para saber que Hana no hizo un trabajo como el que mencionó, ella escucho lo que conversó con su madre, pero no quería admitirlo, ahora no había dudas, su madre le obligó a pros...No pudo terminar de pensar la palabra...culpable salió tras de Hana....su madre no hizo nada por detenerla ....entró a su dormitorio y se durmió...

Al salir de la casa Hana corrió con todas sus fuerzas tratando de disminuir la vergüenza que sentía, y lo peor era que aunque lo intentara, no podía arrepentirse de lo que hizo con ese hombre..

Cerca Dan corría con su auto y cuando Hana llevaba bastante recorrido, Dan dobló en una esquina y le vio, aquel pelirrojo con el cual compartió una noche, corría sin dirección y al parecer estaba llorando, -igual que aquella noche, pensó, aunque él no quiso indagar aquella vez, ahora no podía dejarle así, decidió seguirle, retrocedió con el auto, le llamó, pero Hana iba demasiado ensimismado como para oírle, le siguió con la vista y pudo notar que se adentraba en una placita, paró el auto y salió en su búsqueda...

Sintió que se debilitaba, fue la carrera o las emociones que lo embargaban. Así que se sentó en una banca...Era de noche. Había media luna, aire fresco, en ese lugar no había mucha luz, los árboles la cubrían, sintió un poco de calma, pero mucha soledad y a él no le gustaba estar solo...

Dan le buscó, hasta que dio con él...Caminó silenciosamente y se detuvo a unos pasos... Hana estaba esparramado en la banca, su cabeza tirada hacia atrás, mirando las estrellas, unas lágrimas recorrían su rostro..

Dan pensó: -Es un niño.

Se acercó, mirando al cielo exclamó:

-Me gustan las noches en las que se puede apreciar las estrellas, a veces me gustaría ser una de ellas, distante, inalcanzable, lejos de los humanos, los que te hacen daño..Mi pequeño pelirrojo...

Hana se sorprendió, no notó que alguien se acercaba y aquella voz la recordaba perfectamente...

Miró asustado y le encontró observando el cielo, para luego bajar su mirada y sonreírle, de aquella seductora manera...

Hana se enrojeció, el recordar que aquel hombre conoció de tal forma su intimidad, le acarició, le besó, esto le hizo ponerse tenso, nervioso avergonzado y esperen. ¿Un tanto alegre?

Dan le sonreía, y le preguntó:

-¿Qué haces a estas horas?

La mueca que hizo...molestó un poco a Hana...

Hana: Ja!! ¿Tengo que darte explicaciones? Acaso, no soy una simple mercancía...

Aquella expresión en el rostro de Dan, Hana la interpretó como las palabras de su madre, le dolió..

Dan: No tienes que darme explicaciones, tranquilo...-Se sentó a su lado...lo que hizo que Hana se sobresaltara y se parara inmediatamente. Dan le miró divertido...

Dan: ¿Fue tu primera vez?

Hana bajó la vista, el viento sopló sobre las ramas de un árbol dejando pasar unos rayos de luz, que delataron el sonrojado rostro de Hana ante la mirada de Dan...

Dan: Ahora estás bien, ¿no te hice daño?

Esto le sorprendió, de todos los que le dañaron alguna vez en su vida, ninguno se dignó a preguntarle como estaba...

Hana, un tanto nervioso, actitud que le hacía verse más infantil y adorable, le dijo:

-Noooo.

Dan sonrío. Diablos, ¡¡cómo le gustaba su sonrisa!!

-No tuvimos  la oportunidad de presentarnos, yo...

-¡¡HERMANO!!-Gritó una desesperada Yami cubierta DE LÁGRIMAS Y CON UNA NOTORIA HERIDA EN LA RODILLA QUE DEJABA VER que se había tropezado...

-Yami, ¿pero qué haces aquí?

La chica se le arrojó a los brazos llorando:

-Lo siento, yo no quería molestarte, perdóname.

La acunó en sus brazos, sorprendido...Su pequeña hermana, ella nunca le había hecho daño, ella no dañaría a nadie, en el fondo una de sus tareas en esta vida era cuidar su pureza...La de su pequeña, puesto él ya la había perdido...

Cuándo se controló se separó de los brazos de Hana para encarar a Dan quien no se había movido y miraba con ternura la escena...

-¿Quién es este hombre?-dijo-¿Te está molestando? Puesto que SE BA..

-Tranquila, controla la sangre Sakuragi, es un antiguo amigo, no seas tan celosa.

Yami: Lo siento, pero vamos es tarde..

Dan  les miró sonrió nuevamente:

-Fue un placer volver a verte, cuídate...

Y se marchó. Hana le vio alejarse subir a su auto y partir, aquel descapotable rojo en el cual una vez viajó...Yamilet miró extrañada cómo su hermano seguía aquel hombre con la mirada, pero el dolor de su rodilla y el cansancio no dejaron que su curiosa mente trabajara, por lo que tirando de un brazo a Hana se lo llevó del parque de regreso a casa...Se fueron ambos caminando por la calle tomados del brazo.

En su habitación Ru se revolvía incómodo en la cama, realmente no se sentía muy bien compartiendo el apartamento con Dan, su condición le confundía, le hacía creer que tal vez lo que sintió por aquel hombre no fue, como él pensó, una tontería, tal vez...

Escuchó que alguien habría su puerta se fingió dormido...Dan se acercó y al verle mal tapado lo cubrió con las frazadas, acarició su frente levantando esos desparramados cabellos que cubrían los ojos azules se agachó suavemente y le besó con ternura en la frente, a pesar de todo seguía siendo su pequeño hermanito del cual siempre cuidaría. Se levantó y salió silenciosamente, de la habitación...Dejando a RU un tanto culpable, pero el sueño fue mas fuerte y le venció...

Dan se sacó la ropa, se colocó su pijama, aquel short y la polera sin mangas y se acostó... hacía un poco de frío, se cubrió bien con las fresadas ...el encuentro con ese muchacho, que por lo que escuchó se llamaba Sakuragi, lo dejó un tanto inquieto y el pensar que podría tener la misma edad de Rukawa, le dolió, podría ser su hermano quien ante la injusticia de esta sociedad tuviese que vender su cuerpo...No, eso nunca lo permitiría, nadie dañaría a su pequeño Kaede, sonrío recordando que fue él quien escogió ese nombre para su malhumorado niño...Sintió ternura hacia Hanamichi, quizás estaba solo, bueno notó que tenía una hermana, pero sólo en el sentido que nadie le cuidaba a él...Pero no debía pensar así, había decidido no involucrarse con nadie, era una promesa y la tenía que cumplir... Cerró los ojos rindiéndose al sueño...

Hana había acostado a Yamilet luego de curar su rodilla, se había dado un baño, sintiendo que su cuerpo no le pertenecía por completo...Desnudo sumergido en el agua de la bañera sintió que aquella noche algo de él se perdió, y aquel hombre se lo quedó, ya no estaba completo...Y se sonrojó mas que su cabellera, mejor salirse y dormir....

Una vez en la cama no pudo evitar suspirar al recordar su sonrisa, era diferente, tierna pero con un dejo de tristeza...Suspiró y se durmió...