Touya x Yukito

Mi hermano

Por: Sailor Rukawa


“Hace poco descubrí el secreto de mi hermano. Siempre creí que él era incapaz de amar a alguien. Me parecía muy frío...Aunque, bueno, en varias ocasiones ha demostrado cariño por papá y yo. Pero la capacidad de amar que descubrí en él me dejó pasmada.

   Aquel día yo había regresado temprano de la escuela. Me pareció extraño ver la bicicleta de mi hermano en la entrada, ¡y sobre todo la bicicleta de mi amado Yukito junto a ella! Yukito...Yukito...El amigo de mi hermano y mi único amor estaba en casa, al pensar en eso una gran sonrisa apareció en mi rostro y me apresuré a entrar.

   Primero fui a mi habitación. Kero estaba dormido sobre la cama, como siempre. Decidí no despertarlo, así que entré de puntillas y dejé mi mochila sobre el piso. Después salí.

   Me deslicé con cuidado hacia la habitación de mi hermano, entonces escuché hablar a Yukito y decidí quedarme ahí, junto a la puerta, para escuchar su hermosa voz. Escuché la siguiente conversación:

-         Vamos Yuki, no hay nadie...

-         Sakura podría entrar...

-         No te preocupes. No está aquí ahora.

-         Pero...La escuché entrar hace un momento.

-         Yuki...

-         Además, ¡no me pareció correcto escaparnos de la escuela!

-         No te preocupes. Será la última vez, te lo prometo.

   Yo seguía un poco confundida, al otro lado de la puerta. Jamás había escuchado aquel tono de voz en mi hermano. Parecía tan diferente a como es normalmente. Pero no le di mucha importancia y seguí escuchando. ¿Por qué Yukito estaría tan preocupado?

-         Oye Yuki...¿Sabías que le gustas a mi hermana?

-         ¡Eso no es verdad!

-         Pues yo creo que le gustas...

-         ¿Por qué dices eso?

-         Porque la he visto...

   ¡Estaba tan molesta con mi hermano! ¡¿Cómo se atrevía a decirle eso a Yukito!? Entonces me di cuenta de que la puerta estaba entreabierta, empujé un poco y decidí espiarlos. Mi hermano estaba acostado sobre la cama, con los ojos cerrados. Yukito estaba sentado en el piso, y bebía un poco de té, de espaldas a la puerta.

-         No te rías. Estoy hablando en serio... – Murmuró mi hermano, ante la repentina risa Yukito.

-         Disculpa...Es sólo que creo que estás exagerando.

   Mi hermano gruñó y se estiró un poco, pero sin abrir los ojos. Yukito lo miró y sonrió.

-         Sakura es diferente cuando está contigo – Dijo mi hermano, de una manera extraña.

-         Eso no es verdad. Ella se comporta de una modo diferente contigo, porque eres su hermano. Además...

-         ¿Qué?

Entonces la voz de Yukito se volvió severa, y dijo:

-         ...Creo que ella se sentiría muy impresionada si te viera ahora.

Mi hermano abrió los ojos y miró a Yukito, sorprendido.

-         ¿Qué dijiste?

-         Tú eres el que se comporta de una manera diferente cuando estás conmigo o con Sakura.

La mirada de mi hermano se enterneció un poco, se acercó a Yukito y le dijo:

-         Tienes razón, Yuki, pero no lo puedo evitar...Dame un beso.

   Ya no escuché lo demás, sólo vi cómo Yukito se dejaba besar por mi hermano. Después comencé a llorar, me di la vuelta y me encerré en mi habitación. Kero se despertó al oírme entrar y, con voz soñolienta, preguntó:

-         Ah...Sakura...Eres tú...¿Qué pasa? ¿Por qué estás llorando?

   Me quedé de espaldas a la puerta, me sequé las lágrimas y, tratando de parecer natural, dije:

-         No estoy llorando, Kero. Es sólo que acabo de bostezar y mis ojos se humedecieron un poco...

   Kero me miró, no le dio importancia, y siguió durmiendo. Decidí mirar por la ventana y pensar un poco. Pasó una hora y entonces escuché la voz de mi hermano:

-         ¡¡Monstruo, es hora de comer!!

   No sé por qué, pero sentí un escalofrío al escuchar su voz. Porque lo imaginé besando a Yukito, abrazándolo, mintiéndome...Y me dieron ganas de llorar otra vez, pero no lo hice, porque Kero estaba frente a mí.

-         ¿No vas a ir? – Preguntó Kero.

-         ¡Sí, sí! ¡Ya voy! – Dije mientras me daba la vuelta y salía corriendo por la puerta.

   Cuando entré en la cocina, mi papá y mi hermano ya estaban comiendo. Yukito se había ido.

-         Sakura, ¿por qué tardaste tanto en bajar? – Preguntó Papá.

Mi hermano me miró como acostumbra hacerlo, y murmuró:

-         Siempre es lo mismo con ese monstruo.

   Esta vez no le dije nada, me senté calladamente junto a mi hermano, y evité mirarlo. Él parecía sorprendido, y preguntó:

-         ¿Qué te pasa monstruo? ¿Por qué no dices nada?

   Entonces lo miré y sentí como se me revolvía es estómago. No sabía qué pensar en aquellos momentos. Papá comenzó a hablar de su trabajo y mi hermano dejó de molestarme.

   Desde entonces he tratado de comprender a mi hermano y a Yukito. Al principio evitaba estar cerca de ambos o de hablar con alguno de ellos, pero lo he pensado mejor y me parece algo muy cruel. Por eso ahora trato de portarme como antes frente a ellos.

   A decir verdad, al buscar las cartas Clow me he olvidado un poco del asunto. No se lo he contado a nadie, ni a Kero, ni a papá, ni a Tomoyo, ni a Rika...

   Ya ha pasado un mes desde entonces y trato de llevar una vida normal. Pero a veces no puedo evitar recordarlo y sentirme triste. Kero se preocupa mucho por mí, pero no puedo decirle nada...No quiero que nadie lo sepa.”

Kero no pudo evitar leer aquello en el diario de Sakura, ella lo había dejado sobre el escritorio y el pequeño demonio decidió leerlo, convencido de que su amiga le ocultaba algo. Pero al saberlo, se sintió miserable.

-         ¡Pobre Sakura! – Pensó el menudo animalito - ¡Soy un tonto! No debí haberlo leído....

-         ¡¡YA LLEGUÉ!! – Gritó Sakura desde la entrada, dándole tiempo a Kero para cerrar el diario y arrojarse sobre la cama.

Sakura entró, miró a Kero y le dijo:

-         Una carta Clow ha aparecido...

-         ¿Sakura? Yo...ehhhh... – Murmuró Kero.

La pequeña niña lo miró, confundida. Kero estaba dispuesto a confesarle todo, pero después de algunos segundos, decidió no hacerlo.

-         Ya pasaron dos meses desde que escribió aquello, será mejor no decirle nada o podría abrir una vieja herida... – Pensó el pequeño demonio.

-         ¿Kero? – Insistió Sakura.

Kero rió nerviosamente, voló junto a su amiga, y preguntó:

-         ¿Otra carta Clow? ¡Cuéntamelo todo!

Mientras Sakura hablaba, Kero pudo ver un poco de tristeza en sus bellos ojos, era casi imperceptible, pero aún existía dentro de ella.


^_^Fin^_^