Rukawa X Hanamichi

Un idiota

Por: Midori Ogata


Rukawa está en su casa, y sorprendentemente no está dormido como es su costumbre, sino que se encuentra en la sala, mirando desde hacía una hora el teléfono, y estrujando entre sus manos una hoja. Tenía que hablar con Hanamichi, no podía dejar que las cosas acabaran así, hacía varias semanas todo había terminado, se había ido por el caño una relación de un año y cuatro meses, la que habían mantenido en secreto porque tenían miedo de la reacción de los demás, el kitsune tenía que seguir un estricto entrenamiento para poder conseguir una beca en New York, y el pelirrojo lo sabía, así que lo apoyó en todo momento, esperándolo hasta que cayera rendido por el forzamiento de su cuerpo.

 A Kaede Rukawa siempre le había costado trabajo el demostrar sus sentimientos, aunque no le decía palabras amorosas, siempre trataba de compensar con un almuerzo, un partido, un paseo en bicicleta, pero sobretodo con alguna ardiente mirada hacia su amado, pero Hanamichi deseaba estar con él a todo momento, verle sonreír, en ese aspecto pedía mucho, Rukawa era un maestro del disfraz, muchas veces parecía impasible aunque estuviera quemándose de pasión por dentro. Y aunque le dolió mucho romper con Hanamichi, trató de no demostrar sus sentimientos, trató de convencerse de que así sería mejor, pero no fue así, el abandono del pelirrojo le caló en lo más profundo de su corazón y de su alma, pero lo peor del caso era que el pelirrojo se había salido del equipo de básquet y Rukawa no lo había visto en la escuela, al parecer, se iba nuevamente de farra con su ejército.

El chico de ojos azules tomó la bocina, sabía que su pelirrojo había cambiado de número telefónico desde hacía dos semanas, pudo conseguirlo gracias a una chica que siempre estaba en el gimnasio, la chica que antes le gustaba al do’aho y al parecer era la hermana menor de Akagi, sabía que ella tiraba la baba por él, así que bastó con charlar con ella unos minutos para tener en sus manos tan valiosa información, y también se enteró de que se había pintado el cabello de otro color. Marcó los números con lentitud, una parte de él estaba ansioso por escuchar la voz del pelirrojo, otra tenía miedo y otra más estaba enojada. Más el recuerdo del pelirrojo pudo más que el orgullo de Rukawa; el teléfono comenzó a marcar, fueron varios los segundos que a Rukawa le parecieron una eternidad, cuando por fín, contestaron.

-¿Bueno?- se escuchó la varonil voz de Sakuragi.

Rukawa trató de decir algo, pero su voz no respondía.

-¿Bueno?¿Bueno?¿Quién habla...?

-....

-¡Ush! ¡A ver si ya dejan de molestar!-el expelirrojo iba a colgar cuando...

-¡Espera!

-¿Uh?¿Quién habla?

-Hola, mi amor

Sé que cambiaste tu número de teléfono

Y sé que cambiaste hasta el color de tu pelo

Porque empiezas una nueva vida...

Sin mí....

-¿K...Kitsune?

-Sí, así es...yo...

-¿C...cómo es que tú conseguiste mi número telefónico?

-Es un secreto...

-¿Q...qué quieres?

-Y...yo...yo...-tartamudeó el kitsune antes tragar saliva, dar un suspiro y continuar:

¿Sabes, mi amor?

Deseo que encuentres toda la felicidad

Que yo soñaba poder darte

No lo olvidaré...

Perdóname

-Ka..Kaede...Tú...Tú...

-Yo..Sólo quiero que sepas...

-¿Saber qué?

-Hana-kun...yo...yo...quiero aclarar algunas cosas...

-¿Qué cosas?-pregunta un súper confundido Hanamichi del otro lado de la línea.

Rukawa traga un poco de saliva y da un profundo suspiro antes de decir:

Sé que te marchaste

Sin saber,

Sin escuchar

Sin comprender

Que hay una daga envenenada aquí en mi pecho

El mal ya está hecho, ahora

Sé que no merezco tu perdón

Que lastimé tu corazón

-No...No digas eso...

-No, es la verdad...Nunca te demostré mis verdaderos sentimientos, ni aún cuando te enfermaste y estuviste a punto de morir...Nunca lo supiste, pero...yo estuve contigo hasta que recobraste la conciencia...pensé que te perdería y...me asusté mucho...

-K...kitsune...yo...

-Pero quiero pedirte perdón porque nunca tuve tiempo para ti, a pesar de que me lo pediste tantas veces...

-No, yo sabía que tu sueño es conseguir una beca y yo no dí todo mi esfuerzo por ayudarte y..

-Ya no intentes excusarme...Yo tuve la culpa de que me dejaras, te dejaba solo mucho tiempo, me olvidaba de fechas y citas importantes, hice que lloraras por mí.

-Kitsune, yo...

Rukawa lo interrumpió para decirle:

-Hoy me avergüenzo, fui el motivo de tu llanto

Queriéndote tanto, pues te amo,

Te amo soy un idiota, te perdí, pero te amo

Te amo, te amo, soy un idiota, te perdí, pero te amo

-Kitsune...-dijo un emocionado y confundido Hanamichi al escuchar a Rukawa decir esas palabras, no estaba acostumbrado a oír eso de la boca del zorro-yo...

-Nunca quise hacerte llorar...yo...

-Te perdono...-dijo Hanamichi con voz calmada.

-¿Qué?

-Te perdono, kitsune....

-....do’aho...-murmura el kitsune antes de continuar:

-No, no puedo exigir que me perdones

Mis errores son graves y es muy duro

Caminé por la senda equivocada

Cuando me diste amor,

Ese amor puro...

-No seas tan severo contigo mismo...Yo también tuve la culpa por no hablar directamente, no quiero que sufras...

-No, Hanamichi..-le dice Rukawa con voz temblorosa-Yo...yo tuve la...la culpa po...por no saber apreciar...tu sin..sincero amor...

-Kaede...yo...

-Tú siempre estuviste ahí cuando te necesité...en cambio yo...-su voz comienza a quebrarse-yo...yo siempre te...te de...dejé so...solo..

-Kaede...no digas eso...

-No, no, yo aceptaré las consecuencias de mis actos ya que...-suspira  antes de proseguir:

-Hoy no sirven de nada mis pregones

Cuando quise volver era muy tarde

Caminé por la senda equivocada

Y te hice llorar...soy un cobarde

-No digas eso...Kaede...-dice Hanamichi con tono triste.

-Yo te hice llorar y no quiero que vuelvas a sufrir...-le interrumpe el kitsune-yo no soy el indicado para ti...Sólo te haré pasar desaires y amarguras...

-¿Qué tratas de decir, kitsune?

El kitsune deja escapar una lágrima de sus usualmente fríos e indiferentes ojos, esto es muy difícil de decir:

-Sé que otro amor encontrarás

Que te luz, que te de paz

Que te de todo lo que yo no supe darte

Quisiera abrazarte, pero...

Sé que no merezco tu perdón

Que lastimé tu corazón

Y hoy naufrago en este mar de tu abandono

Ni yo me perdono

-¿De quién hablas, baka kitsune?-pegunta el confundido ex-pelirrojo.

-De Sendoh...

-¿Queeeé?

-Sé que él te quiere...lo he visto en su mirada...él no te tratará como yo lo hice...o quizás hay otra persona...tal vez...aquella chica que te gustaba...

-Kitsune...

-Merezco estar solo, no supe cómo decirte que te quería...¡Qué irónico! Tantos años tratando de buscar a alguien y cuando por fin encuentro a esa persona...La hago sufrir. Sí que soy una basura....

-Kitsune, no digas eso, tú eres alguien muy especial para mí...-dice Hanamichi, pero la línea se corta de pronto-¿Bueno?¿Kitsune?¿Bueno?¿Bueno?-pregunta desconcertado.

Hanamichi no puede evitar soltar algunas lágrimas al colgar, no sabe por qué, pero siente que ha perdido al kitsune para siempre, al día siguiente, va a la escuela y se encuentra que una gran cantidad de chicas llevan vestido de luto, inclusive Haruko, todas se ven muy tristes así que se acerca para saber que pasó.

-Konichiwa, Haruko-san-dice el pelirrojo con una reverencia.

-Konichiwa, Sakuragi-kun-le contesta la chica visiblemente triste.

-¿Qué sucede?¿Por qué están todas de luto?

-¿No lo sabes?-le pregunta Haruko preocupada.

-¿Qué cosa? Dime qué sucede.

-Pues...si te das cuenta, todas las chicas que venimos del luto hoy....pertenecemos al club de admiradoras de Rukawa y...

-¿Y?¿No me digan que tiene novia y por eso están así?-pregunta Hanamichi un poco bromista.

-No...Encontraron a Rukawa muerto en su tina, anoche se suicidó....

Hanamichi palideció un momento y sintió que estaba a punto de desmayarse de la impresión de saber que el kitsune, que justamente le había hablado esa noche para aclarar detalles de su relación, había muerto.

-¿S...s...se ssu...sui...suici...suicidó?-pregunta al borde del desmayo.

-Sí...-dice Haruko muy triste-Dicen que a un lado de la tina estaba un...un poema, le había escrito el último párrafo antes de cortarse las venas y...-Haruko no puede continuar, está inundada en lágrimas, después de unos segundos, sigue-...al parecer....era para la persona que amaba y que...perdió...

-¿Para la persona que amaba y que per...perdió?-preguntó Hanamichi-¿Sabes que decía?

-No-Haruko negó con la cabeza-pero dicen que un famoso cantante se interesó por esos versos y los utilizará para una canción...la darán a conocer en esta semana...en la estación XFMOY a las cuatro...¿Hanamichi?¿Qué te sucede?¿Por qué estás pálido?

-Yo...yo no me siento bien...re...regresaré a mi casa...hasta lu...luego...-dice Hanamichi mientras da la vuelta y corre hacia su casa y trata de contener las lágrimas.

-Hanamichi...–murmura Haruko al ver cómo Hanamichi desaparece-Eres muy sensible...

Al llegar a su casa, Hanamichi empezó a llorar amargamente, el kitsune le había abierto por fín su corazón y se había ido, la primera persona que le correspondía en su vida y se había suicidado. En los siguientes días, Hanamichi entró en una profunda depresión, le dolía en al alma perder al kitsune, deseaba poder regresar el tiempo y poder cambiar los hechos, haber estado un poco más con el kitsune, estuvo cinco días sin salir de su casa, escuchando todas las tardes la estación XFMOY, para poder escuchar la carta del kitsune, el sábado, pensó que tal vez nunca pondrían aquella poesía, hasta que escuchó al locutor.

-Bien, como muchas chicas lo han pedido y después de insistirle al cantante, aquí está la canción que se basó en la propia inspiración de Kaede Rukawa, un joven basquetbolista de dieciséis años que falleció la semana pasada, escuchémosla.

Hanamichi se pegó lo más que pudo a la grabadora, entonces comenzó a sonar una melodía y escuchó aquellos versos que le había dicho el kitsune entre su plática, estaba tal y como lo había dicho, y Hanamichi no pudo evitar llorar amargamente al escuchar el último párrafo, de pronto sintió cómo si Rukawa estuviese con él. Diciéndole en esa canción cuanto sentía no poder haber demostrado sus sentimientos antes, el pelirrojo se enjugó las lágrimas, sabía que nunca olvidaría a aquél chico de tez de porcelana, de ojos azules y pestañas de muñeca al que había amado con locura, pasión y entrega. Semanas después, el ex-pelirrojo estaba cambiándose mientras escuchaba la radio, la canción de Rukawa estaba siendo tocada en ese momento. Suspiró antes de ir a buscar a Haruko, su amado Kaede le había dicho que tenía que buscar a alguien, pero Sendoh no le interesaba, mucho menos sabiendo que era el archí enemigo de Rukawa, no sabía por qué, pero sintió como si el kitsune lo empujara para salir en busca de la dulce y tierna Haruko para continuar con su vida.

Mientras caminaba hacia la casa de Haruko, no pudo evitar tararear el último párrafo de la canción de Rukawa mientras miraba un hermoso atardecer.

Y te amo...Te amo soy un idiota, te perdí, pero te amo

Te amo, te amo soy un idiota, te perdí, pero te amo.

Te amo, te amo soy un idiota, te perdí, pero te amo

Te amo, te amo soy un idiota, te perdí....

Pero te amo.

O         W            A            R            I

~*~*~*~*~

10 años después, en Kanagawa.

Una motocicleta se detiene frente a una escuela, al parecer, un jardín de niños, bajan de ella una pareja, una mujer más o menos alta, de cabello castaño y de ojos cafés se bajaba y se ajustaba un poco los jeans azules que tenía puestos y acto seguido, se acomodaba su cabello, que se había alborotado un poco por el aire de la carretera, de pronto se acerca al conductor.

-¡Oye, ya quítate el casco!-le dice en tono burlón-No creo que ellos te golpeen...

-Muy graciosa...-le dice su pareja mientras se quita el casco, dejando ver su hermosa cabellera roja-Sabes que al primero que lo intente se las verá con este talentoso hombre...¡JAJAJAJAJAJA!

-Bueno, pues a la otra, préstamelo, mira nada más como está mi cabello-dice mientras trata de peinarse un poco.

-Te ves muy bien así-dice tomándola de la cintura.

-Calma, aquí no...-le dice la mujer- nos pueden ver, Hanamichi...

-¡Oh, está bien, Haruko!-dice el pelirrojo con su cara de borrego tierno [`_´]

En ese momento salen varios niños que al parecer estaban esperándolos, hasta adelante, iba guiándolos un pequeño niño de cinco años, de cabello negro y ojos azules, se parecía al kitsune, pero sólo que este pequeño iba saltando y sonriendo.

-¿Son ellos?¿Son ellos?-le preguntan sus compañeritos.

-¡Sí, son ellos!-les dice sonriente, a lo que sus compañeros le devuelven la sonrisa.

-¡Mamá, Papá!-grita el chiquillo antes de saltar sobre Haruko y Hanamichi-¡Sí vinieron!

-¡Te dije que vendríamos!-le contesta Haruko muy sonriente-¿Cuándo te hemos fallado en el día del niño*?

-¡Nunca!-se apresura a contestar el chiquillo.

-¡¡Claro, este hombre tan talentoso siempre cumple sus promesas, jajajajaja!!

 -¡Sí, jajajaja!-ríe el pequeño, imitando a su padre.

-Bueno niños, es hora de entrar a su primera clase de basketball-les dice Haruko a los demás, guiándolos hacia dentro de la escuela y dejando a su esposo e hijo solos un momento-No tarden...

-¡Sí!-dicen al mismo tiempo mientras la ven alejarse.

-¡Qué bueno que vinieron, papá!-dice el pequeño.

-Sabes que tú siempre serás mi prioridad, Kae-chan.

-Lo sé, papá, sólo que a veces eres un poco...torpe...

-¿Qué dijiste?-pregunta mientras se levanta amenazadoramente.

-Yo...>gulp!< ...yooo...-el chiquillo retrocede un poco.

-¡Te voy a matar, pequeño kitsune!-dice el pelirrojo mientras le hace cosquillas a su hijo.

-¡Ay, jajajaja...ya..jajajaja...ya no...jaja....ya, papá...jajaja...no me...jajaja...digas.. jajaja...kitsune...jajaja!

Hanamichi continúa haciéndole cosquillas a su vástago, que está muerto de la risa, de pronto Haruko se asoma y les dice:

-¡Hanamichi, Kaede-chan! ¡A ver si ya dejan de jugar, el entrenamiento ya comenzó...!

-Sí...-dijeron ambos mientras Hanamichi baja a su hijo y Haruko sonríe.

-Así está mejor, apresúrense-dice antes de regresar al salón, dejando solos nuevamente a Hanamichi y Kaede-chan, que se miran seriamente.

-Mmmh....torpe...-dice Kae-chan mientras sonríe  emprende una carrera hacia el salón.

-¡¡¡Grrrr!!!¡¡¿Qué dijiste?!!!

-¡Ja,jajaja!!-Ríe Kae-chan mientras corre, su padre lo mira enternecido mientras piensa-No cabe duda de que se parece a ti, Kaede...Por eso lo cuidaré con mi vida y estaré con él cuando me necesite, no pasará lo mismo con este pequeño kitsune, nunca te olvidaré, mi amor....-mientras medita esto, puede escuchar que a lo lejos, se escucha la canción de Rukawa mientras el viento acaricia su cara-Sí, yo también te amo... -piensa antes de entrar al salón a impartir clases.

O         W            A            R            I            2


Notas de Midori:

Para este fic, me basé en la canción “Un idiota” de Joan Sebastian, sí, sé que quedó medio raro y de que me puse muy sádica con la idea de que Rukawa se suicida y que Hana-kun tiene un hijo que se parece a su amado kitsune, ¿pero qué querían? De seguro le echaron ganas y mientras lo fabricaban, pensaron en su antiguo objeto de amor. ^_~

* En el día del niño en Japón, algunos profesionistas van a hablar sobre sus empleos, se supone que Hanamichi y Haruko son entrenadores de basketball. ^_^

Un idiota © cantada por Joan Sebastian Todos los derechos reservados