Capítulo 3
(Nota aclaratoria: Por si hay alguna duda. Tómese: secundaria = preparatoria. Todo lo que viene antes es primaria.)
Se despertó varias horas después, al sentir que el cuerpo a su lado se desasía de su abrazo. Abrió los ojos perezosamente.
-Lo siento, no quise despertarte.
-No importa...Ya es hora de que me levante.
Touya se sentó en la cama y lo besó. Luego, sonriendo, le dijo:
-Y yo que pensé que eras una persona tímida...
Este comentario hizo que Yue se sonrojara.
-Y ahora te sonrojas!!!!
-Ya basta Touya!!!!
-Perdóname...Te amo.
Le dio otro beso. Los ojos de su amado ángel habían vuelto a la normalidad... Bueno casi, ya no eran tan fríos como antes pero seguían siendo seductores y misteriosos.
-Es mejor que nos vistamos.
-Sí. Pero me gustaría poder quedarme así para siempre.
-A mí también...Pero no se puede.
Yue se levantó de la cama y se vistió rápidamente.
-¿Qué, no piensas ponerte la ropa?
-Sólo te estaba contemplando.
-Ya tendrás muchas más noches para contemplarme, ahora hazme el favor de vestirte.
Minutos después ambos estaban en la cocina desayunando, aunque el juez no lo necesitaba igualmente comía para no levantar sospechas. La pequeña Sakura estaba muy contenta esa mañana porque se iría de excursión con su grupo de clases a una granja y no paraba de hablar. Yue la escuchaba atentamente, el muchacho de pelo negro no le prestaba la menor atención, leía el diario.
-Bueno es mejor que me vaya...Hasta pronto!!!!!
-Cuídate.
-Chau monstruo.
La niña lo miró con cara de pocos amigos y luego se fue cerrando la puerta con fuerza.
-No la trates así, es una niña muy especial. Tiene poderes, lo sabías, ¿no?
-Sí. Pero no entiendo que tiene que ver eso con el hecho de que la moleste.
-... Esta noche te quiero mostrar algo.
Touya lo estudió intrigado. El muchacho de ojos azules no dijo nada más, sólo le regaló una muy suave sonrisa y lo besó.
-Vamos o llegaremos tarde.
-Sí. Oye, ¿qué te parece la secundaria?
-¿A que viene esa pregunta?
-Quiero saber.
-Bueno, en realidad no tengo mucho con que comparar...Sólo estuve en el último año de la primaria. Pero creo que me gusta más la secundaria. ¿Satisfecho?
-Sí.
Era la hora del almuerzo en la secundaria y Yue no podía encontrar por ningún lado a su amor secreto. No detectaba su energía mágica, que para él era como un faro que le indicaba donde estaba. ¡¿Dónde te metiste?!...¿Eh? ¿Qué es ese sonido?...¡El piano!. Al abrir la puerta del salón de música, se sintió aliviado al verlo sentado frente al instrumento, tocando. No lo interrumpió, se quedó en el umbral escuchando con los ojos cerrados; qué melodía tan bella... Pero a la vez triste. Cuando la música terminó, abrió los ojos lentamente, como saliendo de un sueño.
-Eso fue hermoso, Touya.
-¿Eh?...No me había percatado de que estabas aquí.
-Estabas muy concentrado. ¿Dónde aprendiste a tocar así?
-Mi madre me enseñó...Esta era su melodía favorita.
-La extrañas mucho, ¿verdad?
-No tanto...No me siento solo, te tengo a ti, a mi hermana y mi padre.
Yue se sentó junto a él y lo abrazó, sus labios se unieron por unos instantes.
-Estás cansado...Lo sé con tocarte, por eso no podía sentir tu poder.
-Vamos a comer, ¿si?
-Querrás decir voy a comer.
-Te amo, ¿lo sabías? ¿Te lo dije?
-Sí, pero no me canso de escucharlo.
-Prométeme algo...
-¿Qué?
-Prométeme que estarás siempre a mi lado.
-Claro que lo estaré, no hay cosa que desee más en la vida que estar contigo.
Cuando volvieron a la casa, Touya cayó inmediatamente dormido en la cama, el juez se acostó junto a este y pasó los brazos alrededor de su cintura. Al parecer lo de anoche fue demasiado para él. Yue pensó que la próxima vez tendría que intentar controlar su pasión...Pero eso sonaba imposible de realizar; lo amaba demasiado y lo deseaba con locura!!!!. Cuando el joven moreno despertó, ya era de noche.
-¿Descansaste bien?
-Sí gracias.
-Entonces es hora de irnos.
Lo tomó de la cintura y juntos salieron volando por la ventana.
-YYYYYUUUUUEEEEEEEE!!!!!!! QUÉ ESTÁS HACIENDO?!!!!!, DÓNDE VAMOS?!!!!
-Ya verás...Pero tenés que abrir los ojos primero.
-No me agradan las alturas!!
Touya estaba fuertemente sujeto al ángel, no se atrevía a mirar a su alrededor. Se tranquilizó al sentir suelo firme bajo sus pies. Pero casi se muere al ver que estaban en la terraza de un altísimo edificio en...
-¡¿Qué demonios hacemos en Tokio?!
-Mirar el panorama.
-¡¿Qué?!
-Kinomoto, tranquilízate y disfruta de la vista.
¿La vista? Sí, la ciudad de Tokio se veía realmente hermosa durante la noche, la torre era magnifica totalmente iluminada y las luces de los edificios se extendían por kilómetros, hasta que sólo eran un insignificante puntito de luz a lo lejos, donde se fusionaban con las estrellas del cielo nocturno.
-Esto es hermoso...
-Me alegro de que te complazca. No sé que hubiera hecho si no te llegaba a gustar mi regalo.
Aunque sabía que te agrada mucho esta cuidad...Me la hiciste recorrer de arriba a abajo...
-¿Un regalo? ¿Por qué?
-Porque te amo y estoy feliz de que tú me correspondas.
En sus ojos marrones, que ahora lo miraban fijo, sólo pudo ver amor. Touya lo aproximó a su cuerpo y lo besó con firmeza, mientras acariciaba sus plateados cabellos.
-Muchas gracias...Este es un gran obsequio.
Se quedaron allí alrededor de 1 hora, muy juntos. Luego lo volvió a besar.
-Regresemos a Tomoeda...Yo aún no te he dado mi regalo-Dijo mirándolo con esa expresión maliciosa que Yue ya conocía muy bien lo que significaba.