Capítulo 6: Mis verdaderos sentimientos
Una vez dentro de su casa, Hanamichi se dirigió a su cuarto, tomó ropa de dormir, se cambio, y se acomodó sobre la cama para mirar la tele, esa sería una larga noche, aunque aún no lo sabía.
Paso varios canales, hasta que encontró una película interesante, no es que le agraden las películas de amor, pero le llamó la atención algo en esa película, algo que en verdad era de lo más normal, los protagonistas eran un joven, que le pareció muy atractivo, y una muchacha, quien no llamó mucho la atención de Hanamichi.
Al mirar esto, notó que hacia tiempo que no le interesaban las muchachas, podía encontrar alguna bella, como la camarera de ese día, pero ninguna llamaba su atención como hombre, por lo que comenzó a replantearse su vida, ¿qué le estaba pasando? Si siempre había sido un don Juan.
-¿Siempre? Ahora que lo pienso, muchas chicas se habían interesado en mí durante la secundaria, pero yo, en ninguna. ¿Por qué sería?
Ahora que estaba en preparatoria, las muchachas también lo seguían, pero a él no le interesaban. De hecho, ahora que lo pensaba bien, le había parecido
atractivo el joven de la película!!! Sí, e incluso, no era la primera vez que le pasaba, ya lo había sentido antes, cuando conoció a Rukawa, y también cuando conoció a Sendoh.
-Pero, esto no puede ser, yo Hanamichi Sakuragi, un homosexual? Será verdad acaso, que me gustan los hombres?
Sólo sería cuestión de averiguarlo. A pesar de poder llegar a ser homosexual, Hanamichi no dejaba de ser un niño inocente, por lo que no notaba el sentimiento de sus amigos hacia él. Él los consideraba muy atractivos a ambos, pero nunca imaginaria, que ellos rivalizaban por su amor.
Sí, averiguarlo, pero cómo? Con quién? Qué hacer si descubría que era cierto? Cómo actuar frente a Kaede, a Sendoh, y al equipo de Shohoku? Cómo lo tomarían ellos? Muchas preguntas revoloteaban en la cabeza de Hanamichi, pero ninguna respuesta, por lo que decidió, mejor dormir.
Eran las 2:30 de la mañana, y nada, el sueño no venía, sólo imágenes de su encuentro hoy en la fuente de sodas. Imaginaba la cara de sus amigos, enterándose de su condición gay.
Pero, qué tenía de malo, después de todo, importa el sexo del otro en el amor? Acaso dos hombres no podían amarse?
Pasó otra hora y a Hanamichi le era imposible dormir, por lo que decidió levantarse e ir a buscar un baso de leche tibia, a ver si lograba conciliar el sueño.
Cuando llegó a la cocina y abrió la heladera, llegó a su mente una imagen de Kaede, de cómo todos esos días que el estuvo lastimado su amigo fue atenderlo gentilmente, y pensó que no sería nada malo, ser amado por él, y pensando esto hizo una pequeña sonrisa, diciendo:
-No, qué va, no creo que Kaede sea de esos.
En ese instante recordó, que por la mañana recibiría la visita de su amigo, para desayunar con él, a pesar de ya haberse mejorado, ambos se habían acostumbrado a estar juntos, y volver a su antigua soledad, no les parecía una buena idea.
Tomó la leche, lavó el vaso, y regresó a la cama, eran casi las 4:00 cuando por fin se quedó dormido, por la mañana debía estar listo a las 7:00, para recibir a
Kaede.
Durante las pocas horas que durmió, Hanamichi soñó con todo lo transcurrido en ese día, y con una lista sin fin de respuestas a sus preguntas, pero ninguna solucionaba su problema.
Cu, cu, cu, cu, cu, cu....
Sakuragi:-Ahhh, maldito reloj, por qué no me dejas dormir??? Ah, ya son las 7:00. No, mejor me levanto, antes de que Kaede llegue. Se levantó, pero aún moría de sueño, fue hasta el baño, azulejos azules, cortinas haciendo juego, todo muy lindo y ordenado, nada común en un hombre, pensó, es decir, en un hombre de verdad. Entró en la ducha, y tomó un pequeño baño, regresó a su habitación y se cambió, cuando estaba terminando...
TRINGGGGG.
Sakuragi:-YA VOY!
Rukawa:-*Vaya, parece que está con muchos ánimos hoy*
Sakuragi:-Hola Kaede, pasa.
Rukawa:-Hola Hanamichi, cómo dormiste?
Sakuragi:-(Gota de sudor) *Por qué preguntará* Ehe, bien por qué?
Rukawa:-No, porque yo casi ni dormí.
Sakuragi:-*Eh, vos tampoco, no habrás ...*
Rukawa:- Me quede pensando toda la noche en lo que hablamos ayer, eso de que tal vez me convenga hacerme amigo de Sendoh, tal vez aprenda algo sobre él que me ayude a ganarle.
Sakuragi:-*Uhf, menos mal, pensé que me diría que se quedó toda la noche pensando en lo mismo que yo. No, un momento, por qué menos mal? Ojalá eso hubiera pasado, OH, J, ojalá?, vaya, creo que ya encontré, aunque sea, una pequeña respuesta.
Rukawa:-Hana, hana, me escuchas?
Sakuragi:-Ehe, si, por qué?
Rukawa:-Bueno, es que te pregunté si vamos a desayunar, y ni me respondiste, en qué piensas?
Sakuragi:-No, en nada, vamos a desayunar.
Tostadas, manteca, mermelada, café, leche, son las cosas que había en la mesa, en sus cabezas, todo un acertijo.
Sakuragi:-Y..., dime, cómo llegaste a esa conclusión?
Rukawa:-A qué te refieres?
Sakuragi:-A Sendoh y tú.
Rukawa:-*Sendoh y yo, no estarás pensando mal? Sólo tú y yo, Sendoh, jamás* No sé, sólo, pensé que...
Sakuragi:-Me equivoqué.
Rukawa:-Cómo?
Sakuragi:-Que me equivoqué, no creo que funcione, digo, Sendoh y tú amigos, no lo creo *por qué dije eso?*.
Rukawa:-Pero vos dijiste que...
Sakuragi:-Sí, ya sé, pero *qué hago, acaso me gusta tanto que no quiero verlo cerca de otro, no, no puede ser*, nada olvídalo, haz como tú quieras, yo siempre estaré contigo, hagas lo que hagas.
Rukawa:-Gracias.
Sakuragi:-Puedes aprovechar el próximo domingo en el partido que jugaremos, tómale el tiempo, y mide sus jugadas, tal vez, eso te ayude, que te parece?
Rukawa:-Bien, es una buena idea.
Sakuragi:-Perfecto, vamos, ya es hora de ir a la escuela.
Rukawa:-Sí, vamos.
Diciendo esto, montaron la bicicleta de Rukawa y partieron a Shohoku, hoy tendrían entrenamiento, y sería el regreso al equipo de Hanamichi, luego de su lesión.