Shun x Hyoga
Aprendiendo a amar
Por: Denisse G.
La mañana había comenzado normal para los caballeros de Atena, desde hace mucho tiempo todo se encontraba en paz y en la mansión Kido todo era alegría entre los 5 muchachos que vivían ahí, y Shun lo sabía, pero algo le faltaba...(alguien).
Shun se dispuso a demostrarse así mismo que era merecedor del amor de ese alguien y que él ya no era un niño como todos creían, así que a la hora de la cena les informó que a parte de seguir la Universidad (la cual todavía no empezaba) iba a trabajar de modelo para una revista por unas cuantas semanas fuera del país.
-Shun, tú eres uno de mis caballeros, ustedes están bajo mi protección así que no estás en necesidad de trabajar, sobre todo si ya llevas estudios a cuesta-Saori sonrió a Shun.
-Saori, yo lo sé y lo agradezco mucho, pero la verdad es que me gusta sentir que lo que soy y lo que hago es producto mío, la verdad es que yo lo siento así y no me siento obligado a ir, al contrario lo disfrutaría mucho.
-Pero esto no interferirá con tus estudios-preguntó Ikki confuso por la insistencia de su hermano y disgustado ante la idea de que todos admiraran ese hermoso y angelical rostro que hasta ahora había sido un privilegio de él tener cerca y poder admirar.
-No hermano, ya arreglé los horarios y hasta tengo dos horas de descanso después de la Universidad antes de llegar al aeropuerto y coincide con mis vacaciones, me pagarán bien.
Ikky sonrió a su hermano y vio al igual que todos que Shun ya lo había decidido y no iba cambiar de parecer.
Hyoga se sentía asombrado con la decisión de chico por empezar una vida...lejos de lo que ellos eran...lejos de él.
-Pero Shun...casi no podremos verte-al instante Hyoga se dio cuenta de lo que había dicho y se sonrojó.
Shun sonrió...* no puedo creer que se preocupe por no verme..Hyoga..gracias*
-Hyoga, nos veremos todo el tiempo, amigos esto es algo que quiero hacer, que necesito hacer, además es sólo una temporada-Shun miró a Hyoga fijamente.
Shun se había mostrado insistente por primera vez en su vida y ningún caballero tuvo objeción.
-Bueno Shun....mi amigo UNIVERSITARIO, ¿cuándo te marcharás a hacer vida de modelo? Yo sabía que algún día uno de nosotros aprovecharía esa belleza nata que poseemos-dijo Seiya alegremente tomando a Shun por la cabeza y revolviéndole el suave cabello verde.
-Parece que nuestro pequeño Shun está madurando, será el único de nosotros que se salvará si Saori decide abandonarnos-replicó Shiryu con sorna uniéndose a la burla de su compañero.
-Ustedes morirían de hambre en un segundo, son unos vividores, ni siquiera piensan en estudiar-dijo Ikky mirando a Seya y a Shiryu con una mueca sarcástica y divertida.
-¿A qué te refieres Ikky? Yo no veo que tú hagas mucho tampoco...Es más, yo aunque sea hago mis propias compras-replicó Seiya buscando la pelea típica con Ikky que nunca faltaba.
Todos comenzaron a reír y a bromear, incluso Saori que hacía bromas referentes a el continuo comodísimo de sus caballeros...todos reían menos Hyoga que se le acercó preocupado a Shun y le dijo que quería hablar con él.
Caminaron hasta llegar al balcón de la mansión.
-¿Qué sucede Hyoga, estás enfermo? Te he visto muy callado esta noche- Shun estaba realmente preocupado.
Hyoga fijó su vista en esos enormes ojos verdes agua que lo miraban sin pestañear y por primera vez se fijó en lo profundos y transparentes que eran sus ojos. *-Shun eres la inocencia misma, el ser más puro que ha existido, cómo me gustaría que sintieras lo mismo que yo siento por ti*.
-No Shun, no es eso, simplemente quería preguntarte si.....*vamos dilo.....* si al marcharte te olvidarás de mí.
Shun lo abrazó con fuerza *¿por qué estoy temblando?*
-Hyoga nos veremos siempre, vivo en el mismo lugar que tú y no me marcharé por siempre. ¿Qué es lo que realmente te preocupa?
-ERES UN NIÑO!!!!!! No sabes lo crueles que pueden ser las personas a veces y no tendrás a nadie a quien acudir allá.
Shun sonrió tiernamente viendo que la preocupación de Hyoga por el era genuina, pero el hecho de que lo llamara niño lo lastimó, él quería que (por alguna razón todavía desconocida para él) Hyoga pensara que él era un hombre...
-Tal vez ya es tiempo que salga de ésta burbuja de cristal y conozca cosas nuevas...
El corazón de Hyoga dio un vuelco y lo invadió una gran tristeza pero con su mirada fría y encogiéndose de hombros no lo dejó notar.
-Shun, ¿tanto te disgusta que te protejamos?
Shun reveló tristeza en su mirada al darse cuenta de que Hyoga *su Hyoga* había malinterpretado sus palabras.
-NO, me gusta que me protejan, me siento seguro y feliz pero aunque todos ustedes lo piensen yo ya no soy un niño.
-Shun, tienes 17 años y eres demasiado inocente para tu edad, demasiado puro, tal vez Dios lo quiso así, y ya es hora de que enfrentes la vida y crezcas, tienes razón Hyoga se dio media vuelta para marcharse pero una mano blanca y suave se posó en sus hombros.
Se dio la vuelta para toparse con la mirada de amatista de Shun que se resistía para no llorar.
Hyoga lo miró sorprendido como deseaba abrazarlo, protegerlo, pedirle perdón por su actitud y decirle que se sentía feliz de que quisiera crecer y que demostrara esa inocente madurez (mucho más grande que la de ellos muchas veces) pero no lo hizo, su frialdad le impedía demostrarle cariño incluso al ser amado.
-No quise hacerte sentir mal-esas fueron las únicas palabras que pronunció Hyoga evitando la triste mirada de Shun.
-Sé que no quisiste, pero tú ya hablaste ahora es mi turno.
Hyoga se asombró y al ver en los transparentes ojos de Shun un profundo dolor.
-Lo que estoy haciendo tiene una razón mas profunda de ser y eres tú.
Hyoga se quedó paralizado, no entendía nada, ya que él no quería que Shun se expusiera no entendía como él podría ser la razón para que lo hiciera.
-Shun, yo.....no...no te entiendo.
Shun bajó la cabeza y por primera vez desde que lo conocía escuchó rencor y...sí....dolor en sus palabras.
-Ya estoy cansado que todos...que tú...(se sonrojó) me vean como a un niño, no quiero parecer eso, al menos no ante tus ojos y ésta es la manera más normal de demostrar que ya no lo soy-gruesas lágrimas cayeron por sus mejillas como gotas de diamante.
-Shun yo...
-Déjame terminar, por favor, sabes lo doloroso que es tener un sentimiento hacia un ser amado y ser tan inexperto para poder expresarlo.
Hyoga sintió un dolor inmenso por partida doble, primero se sintió mal al saber que él sentía algo muy fuerte por Shun, pero él con toda su experiencia tampoco había logrado demostrarlo y...definitivamente no sabía cómo.
El golpe fuerte lo sintió al segundo, tanto que tuvo que controlarse para no llorar o gritar SI SHUN AMABA A ALGUIEN MÁS.
-Shun las cosas no son....
-Sabes lo que es no haberse enamorado nunca y sentirse tan extraño al descubrir éste nuevo sentimiento, no poder dormir por las noches y pensar cosas que la mente de un niño no debería siquiera imaginar, sentirse sucio al darse cuenta en la mañana de que he soñado con esa persona...jamás haber sido besado y no hacerlo por temor a un rechazo.
Hyoga se sintió sorprendido, Shun era realmente puro y él debía explicarle que eso que él sentía no era nada sucio, era simplemente AMOR y era la mas sincera y gráfica explicación del amor de labios del más puro de los ángeles.
Shun se volteó y comenzó a llorar amargamente mientras que Hyoga lo miraba desconcertado luego de un rato reaccionó y se acercó a abrazar a su ángel por la espala y lo volteó lentamente, luego lo tomó de la barbilla y así lo obligó a mirarlo.
-Shun, eso que describes es simplemente amor.
-Pero, por qué me siento culpable?
-Porque no sabes si serás correspondido, ni estás seguro de hacer bien las cosas, eres muy inocente, normalmente no deberías sentir culpabilidad.
-Hyoga, ¿tú has sentido esto?
Shun se arrepintió de haber preguntado cuando Hyoga respondió afirmativamente.
-¿Cuándo?
-Ahora mismo, pero yo no me siento culpable tan sólo....inseguro.
-Deberías demostrarle que la amas-Shun se sintió totalmente infeliz, todo lo que había hecho para que Hyoga lo viera como un Hombre no había funcionado, su Hyoga ya amaba a alguien.
-¿Cómo Shun? Dímelo.
Shun se separó de Hyoga y fijó la mirada en el infinito.
-Deberías besarla, eso ha de ser hermoso, aunque yo no lo he sentido, se que es la forma mas hermosa de expresar lo que se siente. A mí me encantaría que mi primer beso se lo lleve alguien que realmente me ame.
Hyoga no pudo soportarlo más, así que se acercó a su ángel de Andrómeda y le susurró en el oído:
-De acuerdo.
Shun lo miró extrañado hasta que sintió que los cálidos labios del cisne se posaron en los suyos, Shun nunca había besado pero de igual forma no estaba nervioso estaba asombrado, tembloroso y felíz. Todo lo que había dicho Hyoga hablaba de ÉL.
Hyoga no se imaginó que un beso pudiera ser tan cálido y dulce, él al contrario de Shun había besado varias chicas pero nada se comparó al inexperto beso de Andrómeda, se asombró mucho cuando Shun lo correspondió, él casi temió que Shun saliera corriendo y no volviera a hablarle y en el mejor de los casos que llame a su armadura y le lance el torrente nebular por haber profanado los labios del ángel Andrómeda, pero nada de esto pasó, Shun correspondió el beso.
Luego de unos segundos, Hyoga se aventuró a penetrar la boca de Shun con su lengua, y explorar cada rincón de ese cálido lugar, prohibido para cualquier otro mortal que no haya sido él, lo que provocó un temblor en Shun.
El beso se deshizo dejando a un confuso Andrómeda.
-La persona de la que hablabas era yo, ¿Hyoga?
Hyoga asintió sin apartar un segundo la mirada de los aún llorosos ojos amatista del muchacho, sintiendo su sorpresa al sentir todavía el dulce sabor de los labios del Santo de Andrómeda.
-Hyoga, la persona que yo amo y por la que he hecho todo para cambiar...
Hyoga lo interrumpió para no escuchar de sus labios esas palabras que lo lastimarían de sobremanera.
-Shun yo lo siento...no debí robar el beso que le debió corresponder a tu persona especial.
-Hyoga....esa persona eres tú.
Hyoga sintió que la alegría no cabía en él. Shun lo amaba, había cambiado totalmente su forma de vida...por él, había luchado por hacerle creer a él que ya no era un niño sino un hombre, había puesto al descubierto sus sentimientos con tanta sinceridad y pureza por...él, y había sido él por quien el ángel pudo descubrir el amor, su primer beso.
-Hyoga, no dices nada, ¿es que no sientes lo mismo por mí?
Hyoga reaccionó y lo tomó de la mano llevándolo a su habitación dispuesto a enseñarle a ese ángel todo lo que él lo amaba.
Shun se sintió desconcertado al darse cuenta de que se encontraba en la habitación de Hyoga....y se sintió aún más asombrado y atemorizado cuando notó que el beso que en un principio fue dirigido a sus labios ahora estaba en su cuello.
Shun llevaba un buzo negro y unos pantalones Jean lo que hacía muy difícil a Hyoga el acariciarlo, el muchacho estaba lleno de nuevas sensaciones y solo atinó a decir:
-¿Es correcto esto que hacemos?
Hyoga lo miró a los ojos y le respondió:
-Esto es amor y yo te amo.
-Yo también te quiero, Hyoga.
Al oír estas palabras el cisne se aventuró a desabrochar el buzo negro para dejar al descubierto un fuerte y blanco pecho del color de la nieve. Hyoga paso sus labios por ahí y luego dirigió su cálida lengua a los pectorales del muchacho que comenzaba a sentirse excitado, descubriendo un sinfín de emociones que no creía que existieran.
Hyoga sentó a Shun en la cama y se arrodilló frente a él lamiendo lentamente sus ya firmes pezones, luego fue subiendo por sus orejas y a lamerlas con vivacidad hasta que Shun gimió, luego su lengua ardiente de deseo se posó en su boca y el beso que comenzó suave se volvió realmente apasionado.
Luego Hyoga se dispuso a acostar a Shun en la cama, Hyoga se despojó de sus ropas mientras que Shun se encontraba todavía vestido del torso para abajo.
Shun se asombró ante la belleza del joven rubio, una belleza que aunque no era angelical como la suya, era salvaje e indomable.
Viendo aún a Hyoga en toda su belleza desde su puesto recostado en la cama Shun comenzó a ponerse realmente nervioso.
-Hyoga, dime por favor, ¿qué debo hacer?
-Shun, no tienes que hacer nada, déjame hacer a mí, te enseñaré lo que es amar.
-Hyoga....
Hyoga se aproximó al cuerpo de Shun y se dispuso a desabrochar sus pantalones y bajarlos hasta quitárselos por completo, luego posó su mano sobre un miembro duro como roca de considerable tamaño *quien pensaría que un arma semejante se oculta detrás del rostro angelical del Santo de Andrómeda, ohh mi Shun, eres realmente perfecto*
Shun comenzó a gemir al contacto de Hyoga y éste bajo sus bóxer para que el contacto sea perfecto y profundo.
Shun comenzó a gemir de excitación fuertemente con lo que Hyoga se excitó también al oír a su ángel pedirle más.
-Más rápido....por favor.
Hyoga aceleró el ritmo y cuando Shun iba a llegar al clímax se detuvo y se lo quedó mirando, Shun estaba rojo de la excitación, su boca fina y rosada estaba ligeramente abierta y preparada para soltar algún gemido en respuesta a las ardientes caricias de Hyoga, en ese momento Hyoga subió a la cama y se colocó encima de Shun con delicadeza para no lastimarlo, luego comenzó a besar cada parte de su cuerpo, comenzando por la frente, pasando por las orejas hasta posarse esos perfectos labios que Shun abrió para tomar hambriento el néctar de la boca que Hyoga le ofrecía, luego Hyoga pasó de los labios hasta el pecho y Shun gimió cuando Hyoga mordió suavemente sus tetillas mientras describía círculos con su lengua alrededor de sus perfectos pezones, luego llegó el momento que Shun había esperado con ansias, los labios de Hyoga se posaron en sus suaves muslos besándolos hasta subir hasta su miembro el cual tomó y chupó como si fuera la más dulce de las golosinas, primero lo hizo con cuidado, luego con pasión. Shun comenzó a gritar y Hyoga temió que fueran descubiertos.
-Hyogaaaa...más...sí...por favor...hazme tuyo.
-Eres mío Shun, eres mi amor.
Hyoga se excitaba de solo escucharlo, Shun estaba completamente pálido ahora, gotas de sudor como rocío se esparcían sobre el virginal cuerpo del muchacho.
De pronto Shun agarró fuertemente la espalda de Hyoga y gimió fuertemente, Shun se vino derramando su líquido de vida dentro de los labios de un sediento Hyoga quien luego besó a Shun haciendo que éste también lo pruebe, de repente Hyoga sintió un arranque de excitación al sentir la suave mano del muchacho posarse en su miembro, Hyoga sabía que Shun se estaba esforzando de sobremanera para atreverse a hacer ese movimiento, su rostro estaba totalmente sonrojado pero ésta vez Hyoga no sabía si por excitación o por vergüenza. Shun comenzó a mover su mano de arriba a abajo por el miembro del joven rubio mientras éste gemía fuertemente dentro de los labios de Shun.
Cuando Hyoga sintió que iba a correrse, detuvo la mano de Shun y se dispuso a girar al muchacho boca a bajo, Shun no sabía que pasaba pero se viró obediente a las caricias de su amado, de pronto sintió las manos de Hyoga posarse en su parte posterior y abrirla.
-Ah...
Hyoga sonrió a Shun y le separó las piernas para instalarse entre ellas, pero su sonrisa cambio por una expresión de seriedad.
-Shun...si te causa dolor continuaremos de otro modo...no quiero dañarte.
-No Hyoga, quiero sentirte mío, por favor, hazlo.
Shun tomó aire y se relajó al sentir el dedo mojado de su amante preparar su entrada, enterrando su dedo tan profundamente como pudo para intentar acostumbrar su cuerpo a la sensación de ser invadido.
Hyoga miró detenidamente a Shun, conteniendo el deseo que se apoderaba de su ser a medida que las cosas se acercaban a su unión, estaba nervioso, no tenía ni la más remota idea de cómo iba a entrar en el cuerpo delicado de Shun, un cuerpo que no estaba preparado por la naturaleza para complementarse con un hombre, sin causarle dolor o incomodidad, lo que menos quería Hyoga era lastimar a su ángel, a su...amor
Con cuidado, intentando refrenar la petición de su cuerpo de empujar dentro del Santo de Andrómeda acercó la punta de su erección a la entrada caliente. Mirando fijamente a los ojos verdes y profundos de Shun, tomó las caderas delgadas con sus manos, notando que fácilmente las cubría en su totalidad, y las empujó hacia sí. Shun se arqueo fuerte y violentamente contra Hyoga, dejando escapar un gemido tímido y un gesto de dolor profundo a lo cual Hyoga se detuvo y le observó preocupado.
-No...sigue.
-Shun, tienes lágrimas en tus ojos....
-Por favor, sigue, quiero sentirme tuyo.
Shun comenzó a moverse a medida que el dolor aumentaba para él, Hyoga se dio cuenta que Shun se estaba moviendo de manera equivocada así que lo tomó entre sus brazos y él comenzó a subir y bajar lentamente del cuerpo de Shun hasta que sus líquidos hicieron a la penetración poco a poco menos dolorosa y más placentera para Shun.
-Síí, así, por favor, más profundo.
-Ahhhhh ahhhh.
Hyoga no pudo mantenerse más, así que tomó el miembro de Shun y con su mano lo iba moviendo al mismo ritmo que él se movía dentro de Shun hasta que ninguno de los dos pudo más y estallaron. Hyoga dentro de Shun y Shun embarrándolos a él y a Hyoga por completo.
Shun se quedó dormido por la fatiga y Hyoga aprovechó para limpiarlo, tan inocente, tan puro, tan.....suyo.
Luego de limpiarlo y cubrir su frágil cuerpo desnudo con una manta le dio un tierno beso en los labios.
-Shun, no estás solo, yo también estoy aprendiendo a amar.
FIN
Notas de la autora: Críticas buenas o malas a [email protected] Vamos, no sean duros conmigo es mi primer fic Lemon/Yaoi. Bye.