Capítulo 3: Miedo
-Hola, Cómo estás?-preguntó el joven santo.
-Hola, bien y tú? Qué haces por aquí, no te esperaba-respondió el otro.
-Sólo quería saludar-y verte-pensó el joven jamás dispuesto a confesarlo
-Bien, siéntate. El amanecer está hermoso-sólo a eso-pensó tristemente el joven santo de Leo.
Luego de un rato de no decir nada, el Santo de Virgo se levantó y decidió marcharse.
-Nos vemos luego Aioria. Ten un buen día-dijo con una leve sonrisa, rara en él.
-Adiós Shaka-respondió él, triste de que el otro se marchara.
//por qué siempre vengo y nunca me atrevo a decirle nada?// pensaba Shaka y decidió subir al 8° templo a visitar a Milo Santo de Escorpio, él sabría qué hacer. A fin de cuentas Milo tenía una pareja. Aunque sólo unos cuantos lo supieran.
- Hola Milo-dijo el joven y sonrió.
- Hola amigo. Mala suerte hoy también, no?-y sonrió.
- Cómo haces para saberlo todo? Yo soy el que tiene la habilidad para eso, no tú.
- Vamos Shaka, soy el Escorpio, veo lo que otros no, además amigo, te conozco mejor que nadie-y se acercó a él, lo abrazó con ternura y fuerza y le besó ligeramente en los labios.
- Lo siento, no quería interrumpir-dijo otra voz que ambos reconocieron como la del santo de Acuario.
- Lo siento Camus-dijo Shaka y se sonrojó
- No te preocupes. Si no los conociera a ambos, ya estarían congelados, créanme.
Y los tres sonrieron.
- Hola Milo.
- Hola Camus.
Y los dos amantes solo pudieron sonreír y rozar con el dorso de sus manos la mejilla del otro.
- Créanme, jamás me habría imaginado que Milo fuera tan discreto-Dijo Shaka sarcástico.
- Vamos dale algo de crédito. A él le encanta guardar secretos. Ahora, a qué se debió el beso?
- No que no eras celoso, Camus?- preguntó Milo.
- Sabes que no. Es sólo curiosidad. Además Shaka ansía los besos de otro.
- Es que...-y el Santo dudó en continuar.
- Nada??-Camus preguntó.
- No sé cómo hacerlo. Lo amo, pero tengo miedo a que me rechace-Contestó Shaka
- Sólo díselo, demuéstrale que lo amas y que es de verdad-Le dijo Milo.
De pronto, el Santo de Escorpio pareció haber recordado algo.
- Mhh Lo siento, me tengo que ir. Y por poco sale corriendo, pero una mano lo detuvo.
- A dónde vas?-Camus dijo muy serio
- Ya lo dije, tengo algo que hacer.-Y esta vez sí lo besó. Un beso tierno y profundo. Luego besó a Shaka rápida y suavemente y salió escaleras abajo corriendo. Pronto había llegado al templo de Leo.
- Hola Milo, llegas tarde.
- Lo siento Aioria. Estaba ocupado.
- Con Camus?-Dijo Aioria malicioso.
- Y Shaka.
- QUEEE? Ahora es con ambos?
- Y contigo si quisieras, pero como no te atreves...
- Milo, sabes que no puedo.
- Si puedes. Sólo que no quieres. Ahora, muéstrame esos libros que querías que miráramos y vamos hablando.
Ambos amigos comenzaron a abrir cajas y mirar libros como era su costumbre todas las mañanas desde que se ofrecieron a reorganizar la biblioteca de Santuario.
Al mediodía, vieron una cabellera índigo acercarse al templo de Leo. Camus saludó animadamente.
- Hola Cómo están?
- Hola Camus-Contestó Aioria.
Milo le guiñó el ojo le sonrió como un chiquillo.
- Vengo por Ustedes-Dijo Acuario.
- De qué hablas?-preguntó Milo.
- Shaka nos ha invitado a almorzar. Y como ustedes han estado trabajando tanto, le ayudé para terminar rápido y ya todo está listo. Vamos
El corazón de Leo saltaba de la felicidad.
- Es tu oportunidad. No lo arruines-Le dijo Milo.
Camus lo notó pero no dijo nada. Luego se las arreglaría para sacarle la información a su amado.
Los tres caballeros sonrieron cuando un muy calmado Shaka salió a recibirlos.
- Los esperaba-dijo-Vamos al jardín, será un picnic.
Los cuatro caballeros se dirigieron al jardín secreto de Shaka. Allí se sentaron bajo la sombra de un árbol y comenzaron a almorzar.
- Esto está delicioso-dijo Milo.
- Lo sé, Camus y yo cocinamos muy bien juntos.
- Ahh siii?? Pues felicitaciones a ambos chefs-Y levantándose, besó ligeramente a Camus y luego a Shaka.
- Andas muy besuqueador hoy Milo-Shaka le dijo sonrojado al ver la expresión de Aioria.
- Hoy estoy feliz. Por cierto Aioria, tú no piensas felicitar a nuestros chefs?
- Vamos Aioria-dijo Camus-A mí se me antoja otro beso ahoritita.
Aioria sólo pudo sonrojarse. Sin embargo, se levantó y se acercó a Camus y le dio un beso suave en los labios, dudó acercarse a Shaka, cuando éste bastante rojo le dijo:
- Y el mío? Yo también cociné.
En ese momento, Aioria se decidió. Se acercó a Shaka y lo besó tímidamente pero muy seguro a la vez (como buen Leo). Shaka le respondió el beso sintiéndose en el cielo (literalmente).
Camus y Milo sólo pudieron sonreír. Estaban felices por sus amigos. Luego terminaron de almorzar.
- Yo levanto el desorden-Dijo Leo.
- No es necesario-Contestó Virgo.
- Si lo es porque nosotros debemos irnos ya-Dijo Escorpio-Nos vemos en la noche, OK? Hoy cocino yo-les sonrió a ambos.
Camus y Milo le dieron un ligero abrazo a sus amigos y antes de marcharse...
- Milo, qué hago?
- Vuelve a besarlo, Aioria. Te aseguro que le gustó... y que lo desea.
- Seguro?
- Sí. Luego me cuentas. Bye.
- Camus y ahora qué?
- Díselo
- Pero...
- Si no lo haces, lo dejaré viudo a él y a ti congelado.
- Ok Gracias, a Milo también.
- Adiós.
- Adiós.
Templo de Escorpio...
- Tu sabías que Aioria sentía lo mismo, cierto?
- Claro.
- Por qué...
- Porque era su secreto, no puedo ir revelando confidencias, o sí?
La voz del Santo se volvió más sensual, Justo como a Camus le gustaba.
- Milo... te he dicho hoy que te amo?
- No, no lo has hecho.
- Pues bien, ven para acá amor.
- Ok cielo...
Y no importó qué hora era. Ambos Santos olvidaron su decoro y se comportaron como sólo lo hacían cuando estaban en privado. Y esa tarde, como tantas otras, los Santos de Acuario y Escorpio se entregaron el uno al otro en cuerpo y alma.
Templo de acuario...
Cuando estuvieron cerca el uno al otro en la cocina, ninguno podía dejar de mirar al otro. De pronto Aioria miró a Shaka y le dijo:
- Sabes que te amo, no es cierto?
- Me lo dijiste hace un rato con tu beso.
- Milo es un desgraciado.
- Tal vez pero hoy lo amo más que nunca.
- Te amo Shaka.
- Te amo Aioria.
Y ambos Santos se entregaron a un muy profundo beso que los unió para siempre.
FIN