- Hace
tiempo comprendí que Haruko, solamente me veía como amigo y también que sólo
tiene ojos para ese kitsune, no me había atrevido a decirle lo que sentía
por temor a otro rechazo, pero con su actitud lo hizo, mi rechazo numero 51,
así que no quería comprometerme de nuevo, 51 ya son demasiados, no comprendía
por qué, tal vez había algo en mí que no le agradaba a las chicas, pero me
había prometido, que apartir de ese instante sólo entrenaría y el amor
pasaría a último plano, pero.... después.
-
¿Qué paso?
-Llegé
él... Sendoh.
-
¿Y después?
-
Yo, bueno, quería derrotarlo ya que al igual que Rukawa impedían que me
reconocieran como el tensai, pero él era o es muy diferente al zorro, y a los
demás conmigo, es amable, amistoso, sincero, me dio la impresión de confiar
en él, cuando salía a correr por las mañanas lo encontraba pescando, me
llamó la atención y él me enseñó. Muchos domingos nos juntábamos e íbamos
de pesca todo el día, en ocasiones me invitaba a su casa y cocinaba uno de
ellos para mí.
-¿Y
que más?
-
Pues, pasó el tiempo, debo aceptar que estar con él era agradable y poco a
poco sentía que...diablos... que él....me.....me....atraía, pero reprimía
esa sensación ya que es ridícula, tal vez si me afectaron esos rechazos no
quería creer que me había vuelto raro, además que pensaría mi mamá, creo
que estoy mal, ¿qué debo hacer?