Capítulo 1
El Día se alzaba hermoso y soleado a los ojos de Megumi quien decidió dar una vuelta por el dojo Kamiya, a ella le gustaba pasar sus ratos libres ahí...disfrutaba molestar a Kaoru y la tranquilidad que sentía al estar junto a sus seres queridos y sobre todo verlo....a él, a su amor.
Al llegar al dojo no pudo contener la risa al ver la escena que se alzaba a sus ojos.
-Yahiko, deja que te ponga las manos encima –chilló Kaoru persiguiendo a Yahiko por todo el lugar.
-Es la verdad, eres FEA, y a mí me han enseñado que no se les debe decir mentiras a las personas –Yahiko corría mucho más rápido que Kaoru.
Sanosuke y Kenshin conversaban animadamente mientras que Megumi miraba a Sanosuke disimuladamente, viendo como reía, como ponía de manera tan tierna sus brazos sobre su cabeza en señal de despreocupación.
Ella siempre había amado a Sanosuke desde el primer momento, desde que él la descubrió con el opio, cuando la salvó del suicidio, haciéndola reaccionar de manera instantánea con ese par de ojos tan sinceros que demostraban una fuerza interior impensable junto con una seguridad que ella no había visto en nadie.
Kenshin era realmente fuerte pero navegaba en un mar de problemas interiores y exteriores mientras que para Sanosuke la seguridad era una forma de vida (lo que era Si, era si, lo que era No, pues no) a ella le gustaba la seguridad que él irradiaba.
Megumi sabía que Kenshin se había dado cuenta de que ella amaba a Sanosuke pero jamás le había dicho palabra sobre el asunto...A ella le encantaba jugar con Kenshin y fingir que le gustaba para hacer rabiar a Kaoru, cosa que la divertía mucho y al mismo tiempo evitaba que Sanosuke se dé cuenta de sus verdaderos sentimientos.
-Sanosuke Sagara!! Si sigues riendo así una mosca entrará en tu boca –dijo Megumi con sorna.
-Jaja, qué graciosa ha venido hoy la mujer zorro –Sanosuke la miró con una media sonrisa dibujándole el rostro.
Cómo le gustaba esa sonrisa a Megumi.
-Es que siempre que te veo, me parece estar viendo un chiste, además no sé por qué pierdo mi tiempo riéndome de ti si puedo hablar con Kenshin....verdad Kenihy...?
-OrO – dijo Kenshin.
Kaoru que había llegado recién se puso furiosa al escuchar a Megumi.
-¿Es que acaso no tienes que ir a atender a tus pacientes, por qué tienes que venir a importunarnos con tus comentarios?
-Jajaja, ¿no me digas que estás celosa? –Megumi comenzó a burlarse de Kaoru mientras salían chispas de sus ojos.
-¿Qué dices....? ¡Eso no es cierto!
-¡En serio! ¿Entonces no te importará que me siente aquí? –dijo Megumi sentándose en las piernas del rurouni.
-Yo mejor me voy antes de que el buen humor que traía se me acabe –Sanosuke que había estado sentado todo el tiempo al lado de Kenshin se levantó y se fue.
Megumi no pudo evitar pensar *Estará celoso de mí??*...
Kaoru sacó a Megumi de sus meditaciones.
-Levántate inmediatamente Megumi.....Kenshin, ¿no vas a decirle nada?
-Señorita Kaoru, señorita Megumi...Tranquilícense por favor, esto no nos lleva a nada—Kenshin estaba totalmente rojo con una gotita en su cabeza.
-Eso no Kenshin, dile que se levante de tus piernas –Kaoru estaba realmente furiosa.
-La verdad es que no creo que Ken quiera eso –Megumi seguía divirtiéndose a costa de su amiga.
De repente Kenshin se levantó sacando a Megumi de encima suyo con delicadeza para ponerse a hacer sus labores diarias y Megumi pensó que a Kenshin sí debía de importarle lo que Kaoru piense de él después de todo así como a Sanosuke le importaba ella.
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La tarde pasó sin mayores problemas en la clínica, la mayoría de pacientes fueron niños que por éstos días asistían a su dispensario debido a las vacunas que ella surtía gratuitamente, el rostro de felicidad de los padres era todo lo que ella deseaba ver, el agradecimiento siempre fue suficiente, además su clínica era básicamente para gente pobre.
Iba caminando por la calle cuando escuchó voces, y sin pensarlo dos veces se acercó, ya que una de las voces era la de su amado, una voz que ella reconocería aún estando dormida. Se encontraba en un lugar desierto pero decidió seguir su voz, al llegar reconoció a Sanosuke acompañado de.... Kenshin y parecían estar discutiendo, al menos Sanosuke lo hacía ya que estaba un poco alterado.
-Ya estoy cansado de esto...
-¿Lo dices por lo de ésta mañana, Sano’ –Kenshin lucía como un niño pidiendo disculpas.
Megumi supuso que la charla era sobre ella, ya que Sanosuke se había marchado enojado cuando ella coqueteó con Kenshin y una cierta felicidad se apoderó de ella...Su amor estaba celoso, al punto de pelear con su mejor amigo para defender sus sentimientos, en ese momento ella pensó...-*Mi amor yo ya soy tuya, no sé qué esperas, deja los celos y búscame *.
La conversación seguía:
-No sé de qué hablas –dijo Sano un poco sonrojado.
-De lo que sucedió con la Señorita Megumi –respondió Kenshin con calma.
Desde su puesto detrás de los árboles Megumi lo escuchaba todo. -*Lo sabia!!!*
-No es eso, Kenshin –Dijo sin mucha convicción en joven luchador.
-Sí lo es, tú sabes que ella sólo juega conmigo para molestar a Kaoru, no te pongas celoso –Kenshin dijo las palabras despacio para que Sanosuke no se molestara más.
-*Yo siempre supe que Kenshin sabía lo de mis sentimientos hacia Sano, veo que también sospecha de los de él *.
-Demonios Kenshin, no estoy celoso –Exclamó Sanosuke hecho una furia.
-*Vaya que sí lo estás querido Sano y no tienes que ocultarlo...Yo te amo *
-Sano, no me mientas a mí –Kenshin esbozó una sonrisa cargada de ternura.
-Es sólo...Que detesto que le correspondas y no te levantes simplemente, tú le sigues el juego sin importarte mis sentimientos.
-*Sano, deja eso por favor, yo te amo, no discutas más con Kenshin, ven y seamos felices *.
-Yo se muy bien de tus sentimientos y tú conoces bien los míos, así que deja ya de discutir conmigo que así no vamos a llegar a nada –Kenshin se veía desesperado.
-*Lo mismo digo!!! Son un par de nabos, Kenshin ama a Kaoru y Sano me ama a mí, ¿por qué se les hace tan difícil declarar sus sentimientos hacia nosotras?*
-Es verdad pero no puedo evitar sentir celos, es todo –Sanosuke estaba totalmente rojo y mirando al piso con suma timidez.
-CELOS!!! Al fin lo admites, Sano –Kenshin se veía lleno de alegría al ver que su amigo admitía por fin sus sentimientos.
-*Lo admitió, admitió que sentía celos de mí, estoy tan feliz *
-Sí, ¡tienes razón estaba celoso! Pero nunca debí hablarte así, sé que jamás me traicionarías de ese modo –Sanosuke se veía realmente apenado.
-Lo sé, Sano –Kenshin miraba directamente los ojos de Sano como buscando una palabra de ánimo en el rostro de su amigo.
-*Sano, ¿cómo puedes ser tan cabeza dura de pensar que tu amigo sabiendo tus sentimientos hacia mí vaya a traicionarte de esa manera, es que acaso no lo conoces...no me conoces....? Realmente a veces eres un cabeza hueca, aunque yo jamás te he demostrado mis sentimientos tampoco *
-Kenshin, discúlpame por dudar de ti –Sano sonrió tiernamente.
-Lo sé, yo a veces también siento celos –dijo Kenshin correspondiendo la sonrisa.
-En serio!!! –Sanosuke puso una cara de asombro muy graciosa.
-* Claro que siente celos, Kaoru no es muy reprimida cuando anda por la calle y suele ser algo coqueta *
-Claro, pero trato de controlarlos –Kenshin sonreía seguramente recordando las veces que él había sentido celos.
-Cómo??? Yo la verdad es que no puedo.
-*Siempre tan sincero, tan impulsivo, eso es lo que me enamoró de él *
-Con confianza...Debes confiar en la persona que amas –Kenshin miró a Sanosuke fijamente y éste le correspondió la mirada.
-* Eso es Kenshin!! Haz entrar en razón a éste cabeza de pollo, sino me quedaré aquí toda la noche escuchando como te recrimina por sus arranque de celos, no sé cómo puede no saber que yo me muero por él...y sólo por él *
-Yo confío Ken, pero es difícil viendo cómo cada vez más Megumi y tú se acercan – Sano estaba ocultando sus celos dando paso a algo de tristeza.
-Sano...
-*Oh Dios, no puedo creer como vine a ser tan tonta, Sano piensa que a mi me gusta Kenshin en serio...Sano, no!! Yo te quiero a ti *-
-Megumi te quiere a ti Sano, y tú lo sabes –Dijo Kenshin mirando a Sanosuke fijamente.
-No, no lo sé, a mí no es al que se le arrima siempre –dijo Sanosuke un poco molesto y dolido con su amigo.
-Pero a ti es al que mira con amor y ternura – Kenshin seguía calmado.
-*Sano yo te amo a ti, no se que hacer!! Me gustaría correr y abrazarte para quitarte tanta tontería de la cabeza, escucha a Ken *
-Yo preferiría que te mirase a ti con amor y ternura en vez de abalanzársete en cima –Sanosuke ya estaba más calmado pero seguía un poco dolido.
-Si te hace más feliz ya no le seguiré el juego –Kenshin abrió sus manos en señal de paz.
-Me haría mucho más feliz –Sano sonrió.
-*Estúpido celoso, parece que ya no podré molestar a Kaoru, pero ya no me interesa, te diré lo que siento ya que sé que sientes lo mismo *
-No sabía que te molestase tanto –Kenshin estaba todavía algo sorprendido.
-Pues sí, ya vez, me molesta...y mucho –Sano puso una cara entre enojado y divertido.
-* Tonto celoso, yo soy toda tuya *
-Pues demuéstramelo –Kenshin se acercó a Sanosuke.
-* Qué pasa!!! ¿Acaso quiere que Sanosuke pelee por mí?*
-De acuerdo Kenshin Koishi –Sanosuke le dedicó a Kenshin una mirada tierna y lo tomó de las manos.
-Sano... – Kenshin se acercó a Sanosuke y le plantó un fogoso beso en los labios.
Megumi no podía creer lo que veía, todo el tiempo Sanosuke no hablaba de ella si no de él, sentía celos de Kenshin...
Megumi huyó con la vista empañada en lágrimas sin poder creer lo que veía, el único hombre que había amado en su vida se besaba con una ternura y una pasión indescifrable con el rurouni, de la misma manera que Megumi hubiese querido que fuera con ella.
Se alejó dejando a los dos amantes a la luz de la luna viendo por primera vez el rostro de su Sano verdaderamente feliz.