Capítulo 2

Megumi corría sin poder creer lo que había visto, no cesaba de repetirse que era un sueño y que pronto despertaría, pensó que iría a ver a Sanosuke para contarle lo terrible de su pesadilla y declararle ahí mismo sus sentimientos alegando temor de perderlo.

Sus ojos le escocían debido al llanto y al frío de la noche. Sin quererlo siquiera se encontró en la puerta de Dojo Kamiya y sintió la imperiosa necesidad de desahogarse con alguien, sin saber por qué entró llorando y se tumbó en el futón en el que dormía normalmente Sanosuke cuando pasaba sus noches en el Dojo, y pensó amargamente que seguramente ese futón en el que ella lloraba no era el que abrigaba el cuerpo de su amado en las noches de frío

De pronto una mano suave se posó en su hombro, al voltearse pudo ver la expresión preocupada de Kaoru y sintió un intenso dolor al pensar que ella también sufriría la misma angustia que le quemaba las entrañas justo ahora...

-Megumi, ¿qué tienes? –Kaoru pareció preocupada, pero antes de poder decir nada más sintió el peso de Megumi cayendo sobre su cuerpo y descargando todo el dolor que tenía dentro.

-Tranquila, ya pasó –Las palabras de Kaoru sonaban tranquilizantes y armoniosas.

-Sa...no... – sollozaba Megumi constantemente en los brazos de Kaoru.

-Le pasó algo a Sanosuke!!? Habla Megumi, por Kami –Kaoru se temió lo peor.

-Lo he perdido, Kaoru –dijo Megumi llena de tristeza.

-A que te refieres, ¿tú y Sano...? –Kaoru acariciaba los cabellos de la muchacha.

De repente Megumi decidió revelarle lo sucedido a Kaoru y le contó la historia dejando sus sentimientos al descubierto junto con ese gran dolor de saber perdido al ser amado, Megumi le contó todo lo que vio (obviando el hecho de que Kenshin fuera la pareja de su amado).

Cuando terminó, Kaoru sonrió y la miró fijamente.

-Hay muchos otros chicos...Eres muy hermosa Megumi, encontrarás a alguien que pueda hacerte feliz –Kaoru separó suavemente a su amiga para secarle las lágrimas con sus propias manos.

-Siento que mi corazón se partirá en dos –dijo Megumi aún llorando.

-Tal vez, debiste decirle tus sentimientos a tiempo, nunca se deben esconder los sentimientos –dijo amablemente Kaoru.

-Tienes razón, lo perdí y es mi culpa.

-No lo e...Él es un tonto por no ver a la hermosa persona que se perdió de tener a su lado –dijo firmemente Kaoru.

-No es su culpa, él no sabe nada sobre mis sentimientos –Megumi cada vez que hablaba de ese momento sentía su corazón morirse un poco más.

Kaoru se levantó y con una sonrisa se dirigió a Megumi.

-Sabes, me has hecho recapacitar sobre mi propia vida y mi situación con Kenshin.

-Ahh –Megumi no sabía de que hablaba su amiga.

-Le diré mis sentimientos apenas lo vea y correré a sus brazos, yo sé que cuando lo sepa me amará...Aunque sea un poco de todo lo que yo lo amo—Kaoru miró a Megumi en busca de un gesto de aprobación.

Megumi se sintió muy mal por Kaoru y no sabía que hacer, ella la estaba mirando con una mirada interrogativa, como si esperase una respuesta o un gesto de ánimo y ella no sabía como confesarle a su amiga su terrible secreto.

-Kaoru...yo –Megumi sintió que su alma se alejaba de su cuerpo ante la posibilidad de ver a Kaoru en el mismo estado en el que ella se encontraba.

-¿Qué Megumi? Dime, confía en mí.

-Pues...

Kaoru hizo un gesto para animarla a continuar.

-La persona a la que Sano ama, el hombre que me lo arrebató...Es Kenshin –Megumi escupió las palabras con furia y tristeza.

Kaoru calló de rodillas ante la sorpresa y el inmenso dolor que aquello le provocaba.

¿Cómo no pudo darse cuenta? Kenshin estaba siempre pendiente de Sanosuke, hablaban de todo y bromeaban, él jamás pudo tener esa clase de conexión con ella, él la veía tan sólo como a una hermanita a la que debía proteger.

Ella tenía casi la misma edad de Sanosuke, pero Kenshin jamás la trató con la seriedad con la que lo trataba a él y...

Fue alejada de sus pensamientos bruscamente y cuando pudo fijar la vista vio a una llorosa Megumi sacudiéndola furiosamente, al parecer había entrado en Shock sin siquiera saberlo.

-¿Cómo...cómo...fue?–Kaoru no lo podía creer.

-Los escuché...yo...los vi –Megumi no dejaba de ver las imágenes en su cabeza.

Kaoru no preguntó mas, aquel horror era demasiado para ella así que se abrazó a su amiga y lloraron hasta caer exhaustas quedándose dormidas una en brazos de la otra, ambas consolándose ante la soledad que atacaba renuentemente sus corazones.

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Kenshin y Sanosuke entraron al Dojo hablando animadamente.

Kenshin reía al escuchar a Sano narrarle una de sus grandes metidas de pata, la verdad es que se veía bello a la luz de la luna. Sanosuke seguía gesticulando mientras Kenshin reía y lo admiraba, un momento después sus labios se unieron a los del Samurai en un furtivo beso de despedida y Kenshin lo miró enternecido por el gesto.

-Sano, te acompaño – Kenshin se dispuso a acompañar Sanosuke hasta su habitación en el Dojo para así poder disfrutar un poco más de su compañía.

-Gracias Ken...y...cambiando de tema, lamento la escenita de celos que te monté hace un momento.

-Sano, me gustó.

-Qué??? Si me porté como...un completo idiota –Sanosuke estaba desconcertado.

-Eso me hace sentir que soy realmente importante para ti...yo..no lo sabía –Un leve rubor cubrió las mejillas de Kenshin.

-Pues entérate, eres lo más importante en mi vida...Kenshin Koishi –dijo Sanosuke con ojos brillantes y tiernos.

-Gracias Sano, tú también lo eres en la mía –Kenshin miraba a Sanosuke pensando en lo afortunado que era.

Ambos entraron a la habitación de Sanosuke en un tierno silencio pero cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, descubrieron a las dos jóvenes abrazadas en el suelo, con la cabeza apoyada en el futón de Sanosuke.

Con una leve mirada notaron que ambas habían estado llorando y sin quererlo Kenshin y Sanosuke se unieron en una mirada silenciosa.

Kenshin tomó la mano de Sanosuke y lo llevó a su habitación ya que no quería despertarlas pero no podía evitar tener un cierto sentimiento de alegría ya que él sabía cual debía ser la causa de su llanto....Él y Sano ya no tendrían que ocultar su amor nunca más.

FIN