Capítulo 3
A la mañana siguiente, Eva despierta con una fuerte jaqueca. Camina por las numerosas habitaciones, esperando ver a Eriol, pero sólo encuentra a Spinel leyendo en el estudio.
-Buenos días-Dice ella.
El pequeño bicho despega la vista del libro, y murmura:
-Hola.
-¿Y tu amo?-Pregunta Eva, acercándose al sillón donde Spinel descansa.
-Se fue al colegio hace varias horas.
Ella se sorprende. ¿Así que la reencarnación del mago está estudiando?
-¿Podrías llevarme?-Pregunta.
Spinel mira a la huésped con ojos perezosos, y dice:
-Te daré la dirección. Apunta.
Una enorme gota de sudor aparece en la cabeza de Eva, pero no tiene más remedio que obedecer.
***
Poco después, Eva apunta la dirección de la primaria Tomoeda en una servilleta, sale de la casa y toma un taxi. Al poco tiempo llega a la mencionada escuela.
-Debería tratar mejor a sus invitados...-Piensa Luna, bajando del auto y caminando hacia la entrada principal de la primaria, está tan distraída que choca con alguien-Disculpe...-Eva mira a esa persona y deja de hablar.
Es Yukito Tsukishiro.
-No te preocupes-Dice el chico de lentes, sonriendo y disculpándose al mismo tiempo.
Ella mueve un poco la cabeza, quiere decir algo, pero entonces descubre a otra persona a pocos pasos de ahí. Es Touya.
-Vámonos, Yuki-Dice el joven Kinomoto.
El conejo de la nieve asiente y sigue a su amigo al interior de la preparatoria Seijou, dejando a Eva Luna algo pensativa.
***
Al salir de clases, Eriol pasa por el parque Pingüino y se topa con Eva.
-¿Paseando sola?-Pregunta el chico de lentes, sonriente.
Luna está sentada en una banca, con expresión pensativa. Mira al misterioso niño por un momento, y suspira.
-Regresemos a casa-Agrega Hiragisawa, con voz grave.
Pero Eva se niega, y murmura:
-¿Cómo te atreviste?
-¿A qué te refieres?-Pregunta Eriol.
-No finjas demencia. Hace poco fui a buscarte a la primaria Tomoeda, ahí vi a...
-Ya veo-Interrumpe el niño, algo pensativo-¿Y qué piensas a hacer?
Luna no responde, tan sólo mira a la reencarnación del mago, con ojos cansados.
-Ese es mi problema-Responde, finalmente. Después se levanta y sale del parque.
-Pero qué reacción tan interesante...-Murmura Eriol, entre dientes-¿Qué harás al respecto, querida mía?
***
Eva entra a su antigua habitación y se acuesta sobre la cama. Observa atentamente a su alrededor...Eriol tenía razón, nada ha cambiado. Los pesados cortinajes de terciopelo púrpura aún se encuentran cerrados sobre las ventanas. A Eva no le gusta la luz. El cubrecamas negro no tiene ni una mota de polvo. Los retratos descansan sobre la mesita de noche. Hay velas oscuras por toda la habitación y en el techo hay un pentagrama, a pesar del tiempo sus colores y nitidez siguen intactos.
Junto a una de las ventanas hay una mesa de caoba y, sobre ella, descansa una curiosa lámpara. Eva se acerca a ella y la mira. Tiene la forma de un huevo, está hueco por dentro, y dividido en dos partes. Luna levanta la parte superior y enciende la vela rosada que hay en la base. De esta manera el lugar es iluminado de una manera antinatural.
Es una habitación extraña y excéntrica, por lo tanto contrasta de maravilla con el resto de la casa, donde la sobriedad y la elegancia reinan. A decir verdad, Eva nunca se sintió parte de aquello, cuando vivía en esa casa...
Luna suspira y se sienta al borde de la cama. Aún no puede creer lo que Clow hizo. Él no tenía derecho a hacerlo...
-Puedo tolerar que le haya dado un nuevo dueño...Pero...¿Cómo se atrevió a darle una identidad falsa a Yue...?-Murmura Luna, sintiendo una mezcla de odio y tristeza ardiendo en sus entrañas.
Poco después se queda dormida, no sin antes prometer aclarar la situación de los dos guardianes.