Capítulo 4


Eva duerme hasta las diez de la mañana. Se despierta sin muchos ánimos y se queda un rato en la cama, pensando.

-Primero debo acercarme a Yue sin que se de cuenta...También debo buscar a su nuevo dueño-Murmura la joven, con voz cansada-No creo que sea tan difícil.

Veinte minutos después, Eva sale de la mansión sin ser vista. Por lo tanto Spinel piensa que la misteriosa huésped sigue durmiendo en la habitación que había permanecido cerrada durante tanto tiempo.

-Qué extraño-Piensa el pequeño bicho-¿Quién será ella? ¿Y por qué se habrá quedado en esa habitación? El amo Eriol no ha querido decir nada...

Spinel suspira y continúa leyendo sobre el sillón.

***

Eva Luna utiliza sus poderes mágicos y se infiltra en la preparatoria Seijou vistiendo el uniforme de dicha institución. Ella sabe que Yue está en ese lugar, aunque su presencia sea muy débil, es inconfundible para la muchacha. Una mezcla de extraños sentimientos surge en el interior de Eva, no puede describir lo que siente. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que vio a ese precioso ángel...Pero a pesar de todo, la imagen de él sigue intacta en su memoria. También la del mago Clow y la de Kerberos; pues ellos tres significaron demasiado en su vida. Y el momento de reunirse nuevamente ha llegado, por eso Eva se siente de esa manera que no puede comprender.

La joven pasea por los alrededores hasta la hora del almuerzo. Ahora la presencia de Yue es más fuerte, así que se acerca lenta y cuidadosamente hasta ella. Eva llega hasta cierta parte del jardín y se oculta detrás de un frondoso árbol. Ahí está él, justo como lo había visto el día anterior, bajo esa identidad falsa que no ha logrado opacar su perfección. Sin embargo, está acompañado por aquel muchacho huraño y alto que ya había visto antes. Luna los mira atentamente. Después de unos segundos mueve la cabeza y piensa:

-No, él no puede ser su dueño. Ese muchacho de cabello castaño carece de poderes mágicos, pero...aún así...hay algo entre ellos...es como si compartieran algo especial...puedo sentir “algo” de ese chico en Yue...Pero...¿Por qué?

La expresión de Eva se torna grave mientras piensa. ¿Por qué Yue está con ese joven tan callado? Se comporta de una manera tan familiar con él. Pero es imposible, el Yue que ella recuerda no es así.

-Yue...-Murmura ella, frunciendo el ceño, y a punto de darse la vuelta para irse; cuando una niña aparece.

-¡Yukito! ¡Hermano!-Exclama la recién llegada.

Los sentidos de Eva despiertan, no puede dejar de mirar a esa niña de cabellos castaños. Ha sentido algo inusual en ella.

-Monstruo...-Dice Touya, tratando de ocultar su decepción; pues planeaba estar a “solas” con Tsukishiro.

-¡Buenos días, Sakura!-Dice Yukito, mostrando una de sus encantadoras sonrisas.

Eva observa esto con atención y, con terror, piensa:

-¡¡¡Pero si es todo lo contrario a Yue!!! ¡¿En qué demonios estaría pensando Clow al hacerle esto...!?

La joven da un paso hacia atrás y pisa una rama seca, llamando la atención de Sakura y los otros dos, los cuales miran hacia donde está ella y se encuentran con un par de fríos ojos grises. Sus miradas se enfrentan por varios segundos, hasta que Eva se retira, sin decir una palabra.

-¿Quién era ella?-Pregunta Sakura, con aire pensativo-Creo que nos estaba espiando...

Touya gruñe algo indescifrable y comienza a probar su almuerzo, ni siquiera recuerda el rostro de la joven, a pesar de que la había visto el día anterior. Por otro lado, Yukito se ha quedado en silencio. Al observar fijamente a esa chica desconocida ha sentido algo familiar, está seguro de haber visto esos mismos ojos en algún otro lado, tiempo atrás, en otra persona...Pero no puede recordar nada más y continúa charlando junto a Sakura y Touya.

***

Eva se aleja rápidamente de ahí, mientras piensa:

-¡Demonios! ¡Se supone que no debía verme! Esa rama apareció en muy mal momento...

De pronto Luna se siente observada y mira a su alrededor, entonces descubre a Eriol sentado sobre la rama de un gran árbol, sonriéndole de esa manera misteriosa que tanto la hace rabiar. Eva lo enfrenta con la mirada, al tiempo que murmura:

-Ahora entiendo...Esa maldita rama...¡Fuiste tú!

Eriol se acomoda los lentes al tiempo que ríe discretamente, poco después dice:

-Sólo trataba de ayudarte, Eva.

La joven de ojos grises está a punto de protestar, pero entonces escucha las voces de Yukito, Sakura y Touya a lo lejos. Lo mejor será irse.

-Ya arreglaré cuentas contigo...-Murmura Luna entre dientes, antes de desaparecer en el aire.

Eriol sonríe de una manera gatuna y también se desvanece bajo el calor de la mañana.