Capítulo 5


Horas después, Yukito va a la casa de Touya para hacer un trabajo, estudiar un poco y realizar otras cosas aún más interesantes. Ambos están en la habitación del joven Kinomoto, concentrados en los estudios; o al menos eso parece, porque Touya ha decidido romper el silencio:

-¿Qué te sucede, Yuki? Has estado muy pensativo desde esta mañana.

Tsukishiro despega la vista de cierto libro que ha estado leyendo, mira a su ‘amigo’ mientras sonríe, y después dice:

-No es nada. Sigamos.

Touya murmura algo y al poco tiempo vuelve a concentrarse en los complicados problemas matemáticos.

Por su parte, Yukito finge seguir leyendo y trata de recordar a aquella joven. ¿Quién será? ¿Por qué lo ha alterado de esa manera? De pronto la visión de Tsukishiro se nubla poco a poco y siente cómo su cuerpo se paraliza totalmente.

-¿¡¡¡Qué está sucediendo!!!?-Piensa Yukito con terror. Los colores de la habitación se difuminan lentamente, hasta convertirse en otro escenario. Ahora el joven Tsukishiro está en un hermoso jardín. Su cuerpo ha recuperado el movimiento. Entonces se da cuenta de que ha tomado la forma de Yue y despliega sus blancas alas al tiempo que el sol ardiente brilla sobre él-¿Dónde estoy?

Un suave viento sopla a sus espaldas. Yue se da la vuelta rápidamente y descubre la borrosa silueta de una joven frente a él.

-Quizá esto sea una visión del pasado-Murmura el hermoso ángel, al reconocer la mansión de Clow detrás de la extraña imagen. Sí, este es el jardín donde el mago, Kerberos y él solían pasar el tiempo juntos. Pero...¿Quién es ella? No puede recordarla.

La imagen de ella comienza a cobrar nitidez. Yue la observa fijamente. Es una joven delgada, de unos 16 años. Su piel es tan pálida como la de él. Sus cabellos largos y ondulados, de un ligero tono plateado. Viste un elegante traje, en su mayoría negro, pero con detalles grises, además tiene un extraño adorno negro en la cabeza. Entonces el ángel mira sus ojos, esos ojos tristes que recuerda a la perfección. Yue puede sentir cómo se oprime su pecho, el dolor de ella ha llegado a lo profundo de su ser. Entonces la joven comienza a moverse hacia Yue. Éste traga saliva. Pero...Ella pasa a través de él, sin detenerse, y sale de la mansión sin mirar atrás.

La vista de Yue vuelve a tornarse borrosa, el jardín comienza a dar vueltas a su alrededor, mientras piensa:

-Sí, esto debió haber pasado hace mucho tiempo...¡Pero no puedo recordar a esa joven!

***

Cinco minutos después, Yukito ha recuperado el conocimiento entre los brazos de un preocupado Touya.

-¡Yuki! ¡Yuki! ¡Despierta por favor!-Dice el joven Kinomoto con desesperación.

Tsukishiro abre lentamente los ojos y le sonríe dulcemente a su ‘amigo’, al tiempo que murmura:

-¿Qué...qué sucedió?

Touya no puede reprimir una sonrisa y sus labios se curvan ligeramente. Después abraza el delgado cuerpo de Yukito por algunos segundos. Finalmente responde:

-Te desmayaste.

-Vaya...-Susurra Tsukishiro, bajando la mirada y recordando la extraña visión que había tenido.

Pasan algunos segundos. Los amigos se quedan en silencio. Touya está realmente preocupado, y murmura:

-Yuki...Si te pasa algo...Dímelo...Por favor...Si algo llegara a pasarte yo no podría sopor...

El conejo de la nieve desliza el dedo índice sobre los labios de Touya, haciéndolo callar.

-No es nada grave. Pero si la situación empeora te lo contaré todo-Dice el joven de lentes, separándose de su amigo y poniéndose de pie-Bueno, debo irme. Nos veremos mañana.

-Sí-Dice Touya, incorporándose-Te acompañaré a la puerta.

-No hace falta-Comenta Yukito-Hasta mañana, Toya.

Poco después el conejo de la nieve hace un ademán de despedida y desaparece por el corredor, dejando al joven Kinomoto con el corazón agitado y un ligero dolor en el pecho.

-Yuki...-Murmura Touya, frunciendo el ceño y recordando a la extraña joven de ojos grises (era lo único que recordaba de ella) que habían visto por la mañana. Entonces se da una idea de la situación, y siente un poco de celos.

***

Al salir de la residencia Kinomoto, Yukito tiene un gran sentimiento de culpa por haberse comportado de esa manera tan fría frente a Touya. Sí, él es la persona que más quiere en este mundo, pero hay ciertas cosas que su amigo no debe saber...o al menos no hasta asegurarse que realmente ocurrieron. Tsukishiro mira hacia el cielo. Ya ha oscurecido. La luna brilla con su luz pálida en el cielo. El chico de lentes suspira un poco y comienza a transformarse en Yue, poco después, el hermoso ángel despliega sus magníficas alas y se eleva con rapidez, hasta desaparecer en el horizonte. Piensa visitar a la reencarnación de Clow, pues sabe perfectamente que Eriol tiene la respuesta del misterio. Kerberos observa esto desde la ventana de la habitación de Sakura, y piensa:

-Yue...

A él también le gustaría conocer la verdad, pues hace poco tuvo la misma visión que su alado compañero.