Capítulo 7


Kero siente unos constantes golpecitos entre sueños y finalmente despierta.

-¿Qué pasa?-Pregunta con voz adormecida, al tiempo que se restriega los ojos. Cuando finalmente los abre, se encuentra con un, extremadamente serio, Yue. Fue él quien le dio aquellos golpecitos en la cabeza hasta hacerlo despertar. Nunca antes lo había hecho, así que Kero se da cuenta de que debe tratarse de algo muy importante para provocar aquella extraña expresión en el rostro de Yue. El pequeño bicho pretende abrir la boca, pero el ángel se adelanta y murmura:

-Ven conmigo. Sakura no debe enterarse.

Kero frunce el ceño. Ambos miran a su dueña al mismo tiempo, está profundamente dormida.

-Vamos-Susurra Yue, saliendo por la ventana.

El guardián se encoge de hombros, pero, a pesar de todo, decide obedecer a su amigo.

***

Eva Luna y Eriol Hiragisawa están en el estudio, esperando a los demás invitados. El chico de lentes está sentado en su sillón favorito y la joven está de pie frente a una de las ventanas, con actitud reflexiva.

-No entiendo-Comenta Eva de pronto.

-¿Qué sucede?-Pregunta Eriol.

Ella se cruza de brazos y una expresión tensa se apodera de su rostro, mientras murmura:

-Dices que hoy arreglaremos esto. Pero, ¿cómo es posible? Si ellos dos ya no...no me...

-No te preocupes.

-Pero...

-Confía en mí.

Eva Luna cierra los ojos y suspira. Eriol se comporta de una manera demasiado desesperante y misteriosa...¿Por qué no puede ser más directo? De pronto una melancólica sonrisa aparece en los labios de Luna, mientras piensa:

-Sí...Clow era así...Ya lo había olvidado...

***

Kerberos y Yue están a punto de llegar a la mansión. El tigre volador está muy molesto porque su compañero alado no ha querido decirle nada...

-¡Vamos, Yue! ¡¿Por qué tanto misterio?! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Por qué no le dijiste nada a Sakura!? ¿Por qué vamos a la antigua mansión de Clow...? ¡¡¡YUEEE!!!

Finalmente el hermoso ángel no puede soportar los continuos gritos de su amigo ni un minuto más; así que, con voz extraña, responde:

-Porque Clow quiere hablar con nosotros. Es algo importante.

Kerberos se queda sin palabras y sigue volando. La mansión puede verse a la distancia.

-¿Clow...?-Piensa el guardián del Sol, completamente confundido.

***

-Ya están aquí-Murmura la reencarnación de Clow-¿Estás lista?

Eva mira a Eriol con ojos cansados, y responde:

-Pasará lo que tenga que pasar.

De pronto las puertas del estudio se abren de par en par. Los dos guardianes aparecen, con rostros tensos, y se quedan aún más sorprendidos al ver a Eva, sobre todo Yue.

-¡¡Tú!!-Exclama el hermoso ángel, mirando fijamente a la joven.

-¿Qué sucede? ¿Quién es ella?-Pregunta Kerberos.

-Bienvenidos-Dice Eriol, desde su sillón, observando a todos los presentes-Al fin reunidos...

Inesperadamente todas las luces en la habitación se apagan, y el espacio se cubre de pequeños destellos, semejantes a estrellas. La imagen de Clow aparece, diciendo:

-Vamos, Yue y Kerberos, saluden a la señorita Luna...

Los dos guardianes miran a su derecha y observan a Eva, la cual cierra los ojos y un resplandor plateado cubre su cuerpo, a los pocos minutos desaparece, mostrando la verdadera imagen de Luna. Yue no puede creer lo que ve...¡Es la joven que apareció en su sueño!

-¡¿Qué está pasando aquí!?-Exclama Kerberos, molesto ante tanto misterio.

Ignorando las palabras de Kero, Clow tose un poco, y comienza a hablar:

-Hace poco las cartas Clow fueron transformadas y poseen un nuevo dueño, incluyéndolos a ustedes, mis queridos Yue y Kerberos. Esa es la razón por la que estamos aquí...

-¡¿Pero qué hace ella aquí?!-Chilla el guardián del Sol, al borde de la histeria-¡¿Y por qué no arreglamos este asunto cuando las cartas fueron transformadas!?

Clow sonríe y mira fijamente a Eva, al tiempo que dice:

-Te felicito, Luna. A mi reencarnación le tomó algo de tiempo encontrarte. No sabía que hubieras tomado otra imagen.

-No soy la única...-Murmura la joven, observando a los dos guardianes.

-Ajá-Dice Clow, pasando por alto esas palabras, se dirige a sus dos creaciones y continúa-Ella está aquí para reclamar sus derechos.

El rostro de Eva se torna muy pálido...¡No puede creer lo que está escuchando!

-¿A qué te refieres, Clow?-Pregunta Yue, alzando una ceja.

-La mitad de las cartas pertenece a la señorita Luna, al igual que uno de ustedes-responde el mago, tranquilamente, incomodando a sus tres invitados.

-¡¿Cómo es eso posible?! ¡¡Es una tontería!!-Exclama Kerberos, molesto.

Eva mira al mago con expresión turbada, y murmura:

-Clow...Esto no es necesario...Déjalo así, por favor...

-Ella deberá enfrentar mañana a Sakura. Si gana, lo que le pertenece originalmente le será devuelto.

-¡¡¿Qué derechos tiene esta desconocida?!!-Insiste Kerberos, fulminando a Eva con la mirada.

Los ojos de Clow brillan extrañamente, al tiempo que dice:

-Aunque hay otra salida, si lo prefieren...

Eva lo mira fijamente, con los ojos muy abiertos.

-Deben arreglar el problema entre ustedes dos...Yue y Luna. Pues yo ya había decidido dejar la mitad de mis cartas y a Kerberos con la pequeña Sakura-Agrega el mago.

Eva y Yue se miran fijamente, él no comprende nada, y ella está a punto de llorar.

-Bien, fue un placer volver a verlos, pero debo irme...-Dice Clow, a punto de desaparecer, pero...

-¡¡ESPERA!! ¡¡Ellos no me recuerdan!! ¡¡Debes explicar esto!!-Exclama Luna.

-A partir de hoy ellos recuperarán la memoria gradualmente, no te preocupes. Aún así, nos veremos pronto para aclarar algunas cosas. Hasta luego-Con estas últimas palabras, el misterioso mago desaparece y la habitación vuelve a la normalidad. Eriol continúa sentado en el sillón, sonriendo. Kerberos y Yue se miran entre sí, después observan a Luna, ella les devuelve la mirada.

-Váyanse, yo los buscaré después...-Murmura Eva, con expresión derrotada, antes de salir del estudio.

Kerberos y Yue observan a Eriol con ojos interrogantes, éste se encoge de hombros, y dice:

-No hay nada más que decir. Vuelvan a sus casas.