Capítulo 8
Eva entra a su habitación, completamente abatida. Se queda de pie junto a la cama, varias lágrimas resbalan por sus mejillas. A los pocos minutos deja de llorar, se limpia las lágrimas y camina junto al escritorio, abre uno de los cajones y toma la misteriosa llave plateada. La mira detenidamente y exclama:
-¡Libérate!
Al poco tiempo, la habitación se llena de un resplandor plateado y un libro aparece frente a Luna, liberando diez cartas perfectas...Las cartas Luna.
Las cartas giran alrededor de Eva, ella las observa y dice:
-Escuchen. Mañana tendremos nuestra primera batalla.
***
Eriol está de pie, frente a la habitación de Luna. Una misteriosa sonrisa aparece en su rostro.
-¿Así que creaste tus propias cartas? Qué interesante.Piensa, antes de darse la vuelta y desaparecer por el oscuro corredor...
***
Yue y Kerberos se han detenido en el parque Pingüino. Ambos están muy confundidos.
-¡Eva Luna! ¿Quién será?Pregunta el tigre volador, algo molesto.
-Según el mago Clow, es la dueña de la mitad de las cartas...Responde Yue, algo pensativo.
Kerberos lo mira fijamente, y agrega:
-...y de ti...
El ángel no dice nada. El guardián del Sol suspira y exclama, molesto:
-¡¡Todo es culpa de ese Clow, siempre hace las cosas difíciles!!
-Regresemos...Murmura Yue, de manera extraña, antes de elevarse en el aire.
Kerberos lo observa, mientras piensa:
-Yue...
***
A la mañana siguiente, Yukito y Touya van juntos a la escuela, como siempre. Aunque Sakura no los acompaña en esta ocasión, pues se le hizo un poco tarde. Yukito pedalea su bicicleta completamente callado y pensativo. Touya lo mira de vez en cuando, preocupado.
-Yuki...Piensa.
***
Mientras tanto, en casa de Sakura; Kero está en su cajón-habitación, acostado sobre la diminuta cama.
-Eva...Eva Luna...Piensa, cerrando los ojos. La luz de la mañana se filtra por la ventana, adormeciendo al pequeño bicho...hasta que se queda dormido y sueña lo siguiente:
Kerberos entra al vestíbulo de la mansión Clow, completamente mojado y con las patas llenas de lodo.
-¡¡Atchúúú!!Estornuda, antes de sacudirse y empapar todo a su paso.
-¿Kerberos?Pregunta una voz femenina.
El tigre alado se sienta y mira a la joven que está frente a él, con expresión quejumbrosa.
-¡¿QUÉ?! ¡Comenzó a llover de pronto!Exclama el mojado guardián.
El mago Clow aparece y mira fijamente a Kerberos. Luna comenta:
-Pobre Kerberos...Bañarlo tomará un largo tiempo. ¿Crees que podamos hacer algo?
-Tienes razónDice ClowCreo que ha llegado el momento de crear una nueva carta...¿Alguna sugerencia, querida Eva?
El guardián estornuda nuevamente. La joven lo mira por un segundo, y responde:
-Hmmm...¿Qué tal Burbujas?
-Buena ideaComenta el mago, sonriéndole a la muchacha, la cual se sonroja un poco.
-¡¡DENSE PRISA!!Exclama Kerberos, completamente desesperado.
Entonces todo termina y Kero despierta, sorprendido.
-Es cierto...así fue cómo sucedio...¡Eva!Murmura, con intensidad, pues ha comenzado a recordar.
***
Es la hora del almuerzo en la preparatoria Seijou. Yukito ha estado muy callado toda la mañana, lo cual preocupa enormemente a Touya, el cual no comprende la razón de esto...aunque se da una idea.
Ambos están comiendo juntos en el jardín. No hay nadie cerca, así que el joven Kinomoto decide actuar:
-Yuki...
-¿Si?Pregunta el chico de lentes, intentando sonreír.
Touya lo mira fijamente, con sus rasgados ojos castaños, hasta hacerlo sentir incómodo.
-¿Qué sucede, Toya?Insiste el joven Tsukishiro.
El chico moreno se acerca aún más a su amigo, y murmura:
-Yuki...Sé que algo está molestándote...¿Por qué no me lo dices?
El conejo de la nieve intenta responder, pero no puede. ¿Cómo decirle a la persona más importante de su vida que su verdadera dueña ha aparecido y que no conoce sus verdaderas intenciones? ¿Qué tal si Eva Luna pretende separarlo de Touya y Sakura...llevarlo lejos? Él no podría soportarlo.
Finalmente, con una gran sonrisa, responde:
-No es nada. No te preocupes. ¡Sigamos comiendo, esto está de-li-cio-so!
Touya observa comer a su amigo y no puede evitar sentirse desesperado. ¿Qué le estará pasando a su Yuki? Le gustaría saberlo. Entonces recuerda a la joven de ojos grises y se siente aún más confundido.
No se dan cuenta, pero hay alguien espiándolos a lo lejos...Así es, Eva Luna, quien aprieta ambos puños y se da la vuelta, intrigada. Pues se ha dado cuenta de algo que había pasado por alto.
-Yue...No puede ser...¿Acaso tú...ya...?Piensa, mientras camina. Está muy impresionada y, sobre todo, celosa.