Capítulo 4:  No te amo


 Ya han pasado varios días desde esa tarde, pero aquella escena aún no desaparece de mi mente. Lo recuerdo todo el día e incluso en los sueños... Quisiera saber que pasó con él.

Para mí todo se desplomó. Mi mundo que hasta ese entonces consistía en tratar de llamar la atención del pelirrojo, se vino abajo de golpe, haciéndome caer hasta donde me encuentro hoy... Todo cambió y ni siquiera sé por qué...

Sólo puedo decir que me costó mucho entender por qué me paso eso estando con él y creo que aún no lo comprendo del todo.

Para mí, él era sólo un sujeto al que odiaba y admiraba a la vez, por su forma de ser tan inconsciente, tan irresponsable. Pero de pronto me vi frente al mismo muchacho, seducido por sus sensuales labios y ¡¡tratando de besarlo!!

Todo fue más confuso, porque nunca me había pasado antes con una chica... Sólo con él.

Y más doloroso aún fue asumir lo que sentía... Sabía que lo odiaba más que a nada, pero también deseaba ser, de alguna forma como él. Pero entonces... ¿Por qué quise besarlo?... Y no fue sólo besarlo...

Deseaba mirarlo y no volver a verlo nunca, besarlo, pero también escupirle la cara, azotarlo contra el suelo o quizá contra mí mismo y mis manos querían tocar su cuerpo, pero a la vez golpearlo por hacerme sentir así... Quería decirle algo, pero no sé si era “Te odio” o “Me gustas”.

Así, quedé una vez más destruido, desorientado, sin saber que hacer.

Todo ha cambiado para mí,  drásticamente y en muy poco tiempo. Sólo hace algunos días decidí volver a Tokio porque estaba obsesionado con hacerlo sufrir y ahora me marcho por miedo a estar enamorándome de él.

Pero no me interesa si no lo vuelvo a ver más... Sólo me gusta... No lo amo y no me importa... Sólo me gusta... No lo amo, no puedo amarlo, no debo... Y ya no quiero dudar más...