Navidad en la
montaña
A Slam Dunk
§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
PRIMERA PARTE §§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
Navidad, tiempo
de descanso en Kanagawa...
El equipo de
Shohoku también estaba de vacaciones. Una amiga de Haruko, Ruri,
los había invitado a todos a pasar unos días en la casa que
tenia en un pequeño pueblo turístico que estaba ubicado cercano
a unas pistas de esquí.
Esta claro que
la intención de Ruri no era ser amable solamente si no que
quería tratar de acercarse a Rukawa, a pesar de saber que Haruko
también estaba muerta por él, no perdía las esperanzas de
interesar al joven de zorrunos ojos azules y convertirse en algo
mas que una simple amiga.
La llegada a la
casa había ocasionado mas de un problema. De echo las
habitaciones estaban preparadas para dos y si bien ellos eran
seis, el problema venia al tratar de juntar a cierto pelirrojo
peleonero con cierto Zorro de ojos azules... Era evidente que el
agua y el aceite no se mezclaban y esta no era la excepción...
El estar tan cerca
de Haruko hacía que el pelirrojo hirviera de celos cuando la
veía deshacerse embobada por su rival. Estaba furioso... tanto
que hasta el tranquilo Miyagi prefería compartir la habitación
con Mitsui, antes que con él, pese a que Hanamichi era mas amigo
suyo que Mitsui.
De mas esta decir
que Akagi estaba con Kogure, lo que dejaba a la conflictiva
pareja de Shohoku, juntos una vez más.
Rukawa bufo
mufado pero acepto rápidamente su compania, nadie noto ese
extraño brillo en los ojos que deslizo al estar junto a su lado.
Pero Hanamichi, en cambio, había pasado desde el disgusto que le
provocaba, hasta el fastidio de tener que aguantarse porque se lo
había prometido a Haruko. La verdad es que de no ser por
el frío que estaba haciendo afuera y por la pequeña nevisca que
caía incesantemente desde la mañana, bien podía haberse ido a
dormir en el balcón, con tal de no compartir con ese
Kitsune creído y malintencionado la misma
habitación.
Esa tarde, habían
llegado hasta el pueblo para rentar los trajes de esquiar, ya que
el día siguiente, el 24 de diciembre, se pensaba subir a la
montaña para poder practicar ese deporte.
Esa noche todos se
habían retirado a dormir temprano... Sakuragi en cambio,
estaba visiblemente nervioso, Haruko le había prometido que lo
acompañaría el día siguiente esquiando a su lado.
Así que con su
mejor cara de tonto no podía dormir, estaba cada vez más
alterado. Suspirando nervioso, echo una mirada a su
compañero de habitación.
El Kitsune dormía
profundamente... No era extraño, ya que el tenia la habilidad de
dormirse casi en cualquier lado, así que se levanto de la cama
tratando de relajarse.
Hacia calor... La
calefacción estaba mas caliente de lo normal... en realidad el
pelirrojo era muy caluroso y no soportaba tantas mantas en la
cama... Con rapidez, empezó a quitarse parte de la ropa que lo
abrigaba, tratando de ponerse más cómodo para dormir. Pensaba
que así podría conciliar el sueño de una vez, ya que parecía
habérsele escapado.
Se puso de pie
para quitarse el buzo y el pantalón largo que lo cubría,
quedando tan solo con una musculosa blanca de algodón y bóxer
negros... De todas formas aun sentía bastante calor así
que se puso de pie encaminándose hacia la ventana.
Apoyándose por
completo contra los fríos cristales de la ventana trato de
refrescar un poco su cuerpo. Parecía funcionar ya que sintió el
agua fría condensada por su piel que corría por su piel
acalorada... Lo que no vio, fueron los sesgados ojos azules
de su compañero que lo espiaban semiocultos por las sabanas,
siguiéndolo desde el momento en que se había puesto de pie,
hasta que había llegado a la ventana.
Hanamichi
permaneció por un rato de pie, con el rostro apoyado descansado
contra uno de los cristales, tratando de absorber el frío de la
noche a través de ellos... No se animaba a abrir las hojas
de la ventana por miedo a que la nieve entrara por ellos...
Una persona se
apoyo detrás de él... Aquel cuerpo se amoldaba al
suyo a la perfección, complementándose... Cada centímetro de
su piel parecía estar cubierta por la otra...
El pelirrojo
tembló como una hoja... Nadie mas estaba en la habitación
mas que ellos dos... No era muy difícil adivinar quien era
el que estaba detrás de él...
De soslayo vio un
mechón de cabello negro azabache que caía olvidado sobre su
cuello... Mientras una cara cálida, se escondía en su hombro de
manera juguetona...
No podía
moverse... Estaba petrificado a merced de aquella mirada zorruna
que lo envolvía...
Su piel olía a perfume, una
exquisita mezcla de extractos de maderas con un ligero toque
ácido... Seguramente Francés... nunca había olido ese perfume
en nadie más. En ese momento un par de largas y sedosas
pestañas se abanicaron contra su piel provocándole unas
cosquillas inocentes...
Aun sin moverse,
sintió una mano húmeda recorriendo su espalda seductoramente,
mientras una boca tibia le murmuraba suavemente en su oreja.
-- Me gustas...
Do´aho... -- Le susurro con una voz tan sensual que lo hizo
estremecer con una furia increíble, las piernas golpearon una
con la otra y en el estomago sintió una molestia
Con terror sintió
una boca que besaba con avidez su cuello y una lengua
recorriéndolo de manera hambrienta, mientras un par de hábiles
manos acariciaban su piel con maestría.
De pronto la
ventana ya no se sentía fría... Un calor mas allá del corporal
lo estaba invadiendo. Algo que no sabia como definir no le
estaba molestando del todo... Pero cuando recordó quien era el
dueño de esas fogosas caricias, dio un grito frenético...
--
¡¡¡¡¡Waaaaaaaaaaa!!!!!! --
Empapado de sudor
se encontró en su cama, jadeando nervioso, con las mantas
revueltas, mezcladas y anudadas en su piel... Estaba atrapado en
ellas como un pez en una red...
Todo había sido
un sueño...
Giro su cabeza en
busca de su compañero de habitación, el culpable de sus locos
pensamientos...
No estaba en la
cama y no quiso averiguar donde se encontraba, porque de echo se
sentía algo abochornado y nervioso...
¿Cómo había
podido soñar una cosa así?... Soñar con ese Zorro
apestoso, egoísta, frío y malintencionado que solo despreciaba
a todos sus compañeros de equipo y que era capaz de tratar con
la mayor indiferencia a un ángel como Haruko... No... Eso
no podía pasarle a el...
Cuando por fin
pudo balbucear algo... Tomando aire... exhalando
profundamente expresó una frase de alivio.
-- ¡¡¡Oh
Dios... que pesadilla!!! -- Balbuceo tranquilizándose
mientras se ponía de pie encaminándose a la ventana.
-- ¡¡¡Oye!!!
Tu... Do´aho... no hagas tanto ruido que los demás están
durmiendo -- Lo increpo una voz mas que conocida
Al darse vuelta el
pelirrojo quedo frente a frente a Rukawa, quien venia con una
jarra de agua en la mano. Vestido solo con un short rojo y una
sudadera blanca se fue acercando lentamente al pelirrojo...
Parecía que el
también estaba algo acalorado... La polera se le había pegado
al cuerpo por el sudor.
El cabello negro
le caía despeinado en el rostro y sus ojos azules esta vez
tenían una pequeña llama que ardía en ellos... Se veía
sumamente sexy... Debía reconocerlo...
Hanamichi tembló
de nuevo, sonrojándose ligeramente, mientras el zorrito se
agachaba contorsionando su cuerpo al mismo tiempo que colocaba la
jarra sobre la mesita...
Un silencio
incomodo reinaba en el ambiente, al mismo tiempo que el aire del
ambiente se sentía un poco denso...
-- ¿Qué pasa
torpe? ¿No puedes dormir?... -- Le preguntó
dejándose caer en la cama paralela a la del pelirrojo...
-- N-no... Una
pesadilla... -- Balbuceo por primera vez hablando menos
que el joven de ojos fríos... -- D- debe ser el... calor
--
--
Probablemente... por eso mismo me levante... La calefacción esta
muy fuerte... Ahí tienes agua... sírvete un vaso y ya no
chilles, que tu grito se escucho desde el pasillo... --
El Kitsune lo miro
nuevamente imaginándose la sarta de insultos y demás que
pensaba propinarle Hanamichi, preparando sus oídos para ello,
sin embargo el pelirrojo seguía mudo y sus mejillas
extrañamente teñidas de rojo... Hana obligo a sus pies a
guiarlo nuevamente a su cama...
--¿Oye? ¿Te
sientes bien? Estas rojo... -- Le dijo Rukawa poniéndose de
pie y acercándose para poner su mano en la frente del pelirrojo --
¿Tienes fiebre?--
Hana se volvió a
sobresaltar echándose hacia atrás al sentir aquella mano
húmeda sobre su piel ardiente. Era una proximidad
incomoda... Podía sentir su perfume... ese extraño olor a zorro
que lo tenia embrujado y lo estaba haciendo perder los
sentidos... Tirito inconsciente... Un par de ojos azules se
agrandaron sin entender apartándose lentamente.
Encogiéndose de
hombros, el zorro, se alejo hasta la cama de al lado nuevamente.
--
Estoybiengracias... -- Hablo nervioso
--
¿¿¿Qué??? No entiendo media palabra de lo que dices
Do´aho --
-- ..........
-- Aun Shokeado por la pesadilla no
podía casi pensar claramente
-- ¿Mmmmmm? --
-- Que estoy
bien... Gracias... --
-- Ya duérmete
torpe... No solo tengo que aguantarte de día sino que también
de noche... ¡Qué fastidio! -- Rezongo mirando de reojo al
pelirrojo
-- ¿Huuuuhhh?
-- Hana reacciono al oír sus palabras -- ¿Qué té
pasa maldito zorro abusivo y molesto? -- Grito el pelirrojo
enojado, cambiando su cara sonrojada por una roja de furia
-- Ahhhh... Ya
estas bien, menos mal... me tenias asustado -- Explico
esbozando una ligera sonrisa
Hanamichi se
sorprendió como loco al ver esa sonrisa en el zorro y se
pellizco en el brazo para comprobar si en realidad seguía
dormido...
Le dolió... así
que girando la cabeza confundido se cubrió con la sabana
nuevamente al tiempo que con un escueto Buenas
Noches- dejo a Rukawa en su cama,
contemplando ensimismado a través de la ventana la noche.
Una nueva sonrisa se dibujaba en el rostro de Rukawa, al mirar con sus sesgados ojos azules la larga figura del pelirrojo que se había vuelto a dormir... Do´aho... el sabia bien que no lo odiaba pero hiciera lo que hiciera ese torpe estaba tan embobado por esa niña tonta que nunca se daría cuenta de nada... En su suspiro suave, casi imperceptible lo llamaba
Do´aho... eres tan inocente --
§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
SEGUNDA PARTE §§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
A la mañana
siguiente estaban ya en la cima de la montaña... Habían subido
varios tramos en las sillas con los esquíes puestos y Hana se
había dado el gusto de viajar junto con su adorada Haruko, así
que se sentía en el séptimo cielo y estaba definitivamente mas
distraído que nunca...
Sus ojos
recorrían con agrado una y otra vez el pequeño traje blanco y
violeta que ostentaba su compañera, mientras que con una sonrisa
tonta, delineada en su rostro, charlaban animadamente
El equipo de
esquiar del pelirrojo, era color azul Francés, que junto con su
cabello rojo lo hacían algo imposible de ignorar... Bah...
¿Quien podría ignorar tremenda masa de músculos de casi un
metro noventa que trataba de deslizarse torpemente por la
montaña a la vez que se caía a cada rato?...
Aunque
definitivamente no era el único de casi metro noventa, ya que
Rukawa estaba vestido con un impecable traje Blanco con vivos
rojos... Pero claro... Ru se deslizaba como todo un
profesional... Igual que un zorro de montaña, tal y como
Hanamichi lo llamo cuando lo vio esquiando, bajaba las laderas
con gracia felina asombrando a todo quien lo veía...
Una vez en la cima
cada uno comenzaba a bajar por la ladera... Akagi había
renunciado a descender por la montaña a la primer caída, así
que se había refugiado con una de las compañeras de su hermana
Haruko, Amy, en un pequeño Bar que estaba a la mitad de la
pendiente. Allí los esquiadores buscaban refugio entretanto
tomaban chocolate caliente para reponer energías y poder bajar
una y otra vez por la montaña...
De mas esta decir
que cuando el pelirrojo vio a Rukawa deslizarse por la montaña
casi se muere del disgusto, no solo era bueno en el básquet si
no que esquiaba como todo un experto y eso estaba
importunándolo. Con los ojos muy abiertos por la sorpresa,
vio pasar una ráfaga de viento en la que solo pudo distinguir
aquellos fríos ojos azules que lo turbaban...
Haruko
y Ruri desaparecieron de la vista del pelirrojo para lanzarse
tras el Súper rokie. Hana enfurecido intento alcanzarlas aunque
no dominaba del todo bien los esquíes...
Obtuvo
una velocidad considerable, iba muy fuerte para un principiante y
claro... No tenia idea de como guiar los esquíes... y mucho
menos como detenerse.
Una
sombra llamo su atención... A lo lejos, perdida entre los
árboles, vio un traje de esquiar blanco, así que se decidió a
seguirlo tratando de alcanzar a Haruko...
¿Qué
mas quería?... Iba a pasar un rato a solas con su Haruko... Una
sonrisa picara broto de cara del pelirrojo quien se imaginaba en
el cielo y sin embargo iba directo al infierno...
Guiándose
como mejor podía, llego hasta la sombra... Del susto, freno como
mejor podía... o sabia... Dándose la cabeza y todo el cuerpo
contra el tronco de un árbol... ¡¡¡¡¡¡¡STONKKKKK!!!!!!
No
se acordó de nada hasta que alguien comenzó a golpear su
mejilla derecha tratando de estimularlo... El frío de un trozo
de hielo enfriándole el rostro, lo despertó de repente...
--
¡¡¡WAAAAAAAAAAAAAAA!!!... ¡¡¡Teme!!!... -- Grito
furioso apartando la persona que tenia adelante --
¿¿¿¿TU???? -- Inquirió enojado
--
¿Huhhh?... ¡Tskkk!... ¡Debería haberte dejado inconsciente,
baka...! -- Contesto una voz mas que conocida dándole un
pequeño golpe en la cabeza
Cuando
el pelirrojo pudo por fin enfocar por fin sus ojos en la figura,
con horror vio que quien llevaba la ropa blanca, a quien había
seguido bajando de la montaña, no era la dulce Haruko, si no
Kaede Rukawa, su peor enemigo
--
¡TEME KITSUNE!... ¿¿¿Cómo te atreves a molestar al Tensai???
-- Chillo furioso poniéndose de inmediato de pie con
actitud amenazante
--
Yo no freno contra los árboles... ni me doy la cabeza contra
ellos... Si no sabias esquiar... ¿Para demonios subiste a una
pendiente tan alta Do´aho? --
--
Eso es algo que no te importa, Kitsune maldito y molesto... --
--
¡Bahhhhh!... Muérete solo tonto... no vuelvo a preocuparme por
ti --
Rukawa
dio la vuelta para emprender el regreso a la base de la montaña
entretanto el pelirrojo asombrado siguió con la vista cada uno
de sus movimientos...
¿Desde
cuando el Kitsune se preocupaba por él? No... No podía ser,
seguramente debía tener algo preparado para molestarlo... Tomo
una posición desafiante y burlona
--
¡¡Tuuuuu!! -- Grito enardecido... -- Tú lo único
que quieres es quitarme a Haruko... -- Dijo indignado el
pelirrojo, pero Rukawa, mucho más enojado que él, clavo sus
sesgados ojos azules llenos de furia en Hanamichi.
--
¿A quien le importa esa niña tonta?... ¡Pero por favor!... --
Gruño indignado mientras tomaba al pelirrojo por la campera del
equipo -- Esa niña se la pasa todo el día mirándome
como boba... ¿Cómo puedes creer que me puede interesar alguien
así?... De veras que eres un Do´aho... --
--
¿¿¿Z- zo-rro???... ¡¡¡Eres un maldito Zorro
apestoso y cruel!!!... grrrrrr... ¿¿¿Cómo puedes hablar
así de un ángel como Haruko???... -- La voz de
Hana era cruel y se volvía cada vez más burlona --
Seguramente no te gustan las mujeres... si no, no podrías
hablar así de ella --
--
¿¿¿Y si no me gustan que...??? -- Grito encolerizado
mientras sus ojos azules se reflejaban en los sinceros ojos
cafés, tanto que hicieron sonrojar al pelirrojo...
Sakuragi
lo tomo por el brazo y le dio un buen empujón haciendo que
perdiera el equilibrio y fuera a dar a un montículo de nieve
acumulada... Hana lo miro con desprecio mientras con una mueca de
desagrado le dijo entre dientes
--
¡¡¡Huhhh!!! Un Kitsune odioso, frío, calculador y creído
como tu, no puede conocer el amor... No me extraña que no te
gusten las mujeres... -- Deslizo Sakuragi alejándose
de allí entre tanto que el zorrito se ponía prontamente de pie
Hanamichi
empezó a alejarse bufando por lo bajo, mientras se internaba
cada vez mas en el espeso bosque, preguntándose en donde
demonios estaba... Rukawa lo observo alejarse, pero una angustia
repentina lo hizo darse cuenta que algo no andaba del todo
bien...
--
¡OYE!... ¡Do´aho!... No vallas por allí... es peligroso --
Sakuragi
se había ido tan enojado que definitivamente no estaba
escuchándolo, así que decidió ir tras él para detenerlo, no
había que ser muy inteligente para saber que ese tonto se
perdería hasta en una ciudad llena de carteles... Ru sabia
que cuando el pelirrojo estaba enojado apenas si sabia donde
estaba parado.
Lo
alcanzo como diez minutos mas tarde... si que caminaba rápido
ese tonto...
Lo
único malo, es que se había internado mas y más en el bosque
cerrado, tanto que hasta él había perdido la noción de donde
estaba. Esto no le estaba gustando, su cuerpo presentía un
peligro cercano.
Altos
y frondosos árboles lo rodeaban, Abetos... Pinos... Acacias y
demás... Todo se veía muy blanco, cubierto por una gruesa
capa de nieve, para colmo, había empezado a hacer muchísimo
frío... El cielo otrora celeste, ahora era Gris plomizo... El
aire olía a nieve... Todo indicaba que una gran tormenta de
nieve se acercaba
-Mal
presagio... Pensó Rukawa, debían bajar lo más
rápido posible...
¿Y
si no podía convencer a ese tonto para que bajara con él?...
Definitivamente eso lo ponía mal... No le importaba los
berrinches que hiciera... De todos modos, lo bajaría de la
montaña aunque tuviera que golpearlo hasta dejarlo inconsciente
para que lo obedeciera...
Una
ligera ventisca le confirmo su sospecha, así que con la vista
fija en la cabellera roja que se alejaba cada vez mas, se coloco
los esquíes al hombro para avanzar lo más rápido que podía
hasta darle alcance...
--
¡¡¡Sakuragi!!!... ¡Regresa!... Debemos bajar antes que
empiece a nevar... -- Grito Rukawa cuando estaba tan solo a
unos cinco metros
El
pelirrojo no se dio por aludido, sé hacia el tonto pero en
verdad si lo había escuchado... de todas formas siguió
adelante, era terco y esa no era ninguna novedad... Ante
los ojos azules de su eterno oponente, desapareció con su metro
noventa bajo una gruesa capa de hielo quebradizo.
Sin
saberlo el pelirrojo se había parado sobre un lago congelado...
El miedo
paralizo a Rukawa por un momento, pero con una rapidez que
hubiera sido envidia de cualquier otro jugador, llego hasta el
lugar para encontrarse los largos brazos del pelirrojo que
manoteaban sin sentido tratando de salir de esa trampa mortal...
Apoyado
en sus esquíes se sostuvo hasta alcanzar la mano helada del
pelirrojo y jalo de el, con todas las fuerzas que le dio el
cuerpo... Hanamichi pesaba un montón y con la ropa mojada
aun más... Definitivamente se sentían como dos personas
No
supo como, pero logro arrastrarlo hasta llegar donde el hielo
estaba firme, allí se tendieron por un momento, jadeando
exhaustos, mientras el pelirrojo empezaba a tiritar de frío.
--
Vamos Do´aho... Debemos que encontrar donde guarecernos antes
que nos atrape la tormenta --
--
G gr- gra-cias, Kit- kitsune... t te debo... una...
-- Blabuceo tiritando de frío...
--
¿Puedes caminar?... Vamonos ya... --
Hanamichi se
puso de pie con mucho trabajo, por lo cual Rukawa paso un brazo
por su cintura y el brazo arriba de sus hombros hasta
incorporarlo. Lo ayudo a avanzar lo más rápido que pudo, al
mismo tiempo que el frío viento se había convertido en una
nevada fina y empezaba a congelarlos... Rukawa sabia el
peligro que implicaba quedarse varado en una montaña, sin
abrigo, a merced de una tormenta y definitivamente no estaba
dispuesto a congelarse allí...
Comenzaron a
descender en busca de un lugar para guarecerse... Si no lo
encontraban pronto ambos corrían riego de morir...
§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
TERCERA PARTE §§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
Conociéndote
me enamoro
Quince
minutos mas tarde dieron con una pequeña cabaña semi
abandonada. De echo era utilizada como refugio para los
montañistas cuando decidían escalar mas allá de donde llegaban
las sillas... De un golpe seco Rukawa pudo romper la cerradura y
entraron...
El
pelirrojo se dejo caer en el piso, observando a todos lados para
ver donde se encontraban.
Era
una cabaña de madera... con algunos tablones algo flojos, pero
seca al fin... No había casi muebles, solo una mesa y un par de
sillas completaban la decoración...
Daba
la sensación de estar mas bien abandonada, tenia telarañas por
demás y bastante polvo, en la chimenea solo había un par de
troncos humedecidos que yacían olvidados...
Rukawa
parecía estar recorriendo la cabaña en busca de algo para poder
encender fuego...
--
¿Oye... Do´aho?... ¿Estas bien? -- Dijo de repente
Hanamichi
asintió con la cabeza, tenia los labios tan fríos que no podía
hablar. Aunque su cuerpo quería calentarse la ropa mojada no lo
dejaba, así que se quedo muy quieto en el lugar donde se había
sentado, evitando perder el poco calor que aun tenia su cuerpo...
El
joven de ojos fríos retiro los trocos mojados de la chimenea,
reviso nuevamente la cabaña en toda su extensión buscando algo
de leña, pero solo encontró un par de troncos no muy grandes en
la estufa de la cocina... Exhaló con fuerza descargando su
frustración hasta que sus ojos se posaron en una de las
sillas...
--
¿Q-qué ha-ces... Kitsu-ne? -- Pregunto el pelirrojo
al verlo pelear con una de las sillas, moviéndola
frenéticamente...
--
Intento romper esta maldita silla para usarla de leña... Pero
sé esta resistiendo... y haciéndose... la... Difícil... -- CRAKKKKK...
sonó un ruido seco... -- ¡Bufffff! Al fin... --
Refunfuño enojado, sintiendo a la vez que una de las maderas se
terminaba de quebrar bajo sus manos
--
¿Te ayudo? -- Logro preguntar el pelirrojo
--
Mmmmno... mejor quédate tranquilo, aun estas empapado y esa ropa
te debe estar dando frío --
De
un golpe con la pierna, termino de quebrar la silla arrojando las
maderas junto con los leños a la chimenea... Busco en su
bolsillo y saco un encendedor de el... Sakuragi lo miro sin
entender
--
¿Huuhh? --
--
No es mío Do´aho, si es lo que té extraña... Es de Mitsui...
Él me lo dio para que no lo viera Akagi... --
--
¡Que raro Mitsuito pidiéndote un favor a ti!... Hahahahaha -- Rió
el pelirrojo de manera divertida...
--
Tal vez creyó que Akagi no me registraría como a ustedes... y
tenia razón porque así fue... ¿O no es cierto? --
--
Maldito gorila me confisco mis latas de cerveza grrrrr -- Murmuro
entre dientes el pelirrojo
Rukawa
rió por lo bajo evitando que Hanamichi lo viera, mientras
terminaba de encender el fuego... Las maderas comenzaron a arder
en la chimenea.
Poniéndose
de pie empezó a inspeccionar nuevamente la cabaña abriendo los
pocos muebles que contenía. Las telas de araña evidenciaban que
nadie había pasado allí hacia bastante tiempo... No
había nada de comer en ningún lado...
Lo
que más angustiaba a Rukawa era saber que se estaba haciendo de
noche y solo había visto una vieja lámpara de kerosén y
algunas velas usadas. Sabia de sobra que si la ventisca no se
detenía, ni ellos podrían bajar, ni tampoco podrían subir a
buscándolos... ¿Qué hacer?... Tampoco quería preocupar al
pelirrojo porque la verdad es que sabia a ciencia cierta que aun
estaba muy asustado por haberse caído en ese lago...
De
chico había viajado muchos años con sus padres a una colonia en
Suiza, por lo que sabia muy bien que significaba caerse en un
lago helado... El cuerpo se enfriaba y poco a poco los músculos
y el resto del cuerpo se iba entumeciendo, lo mejor era retirar
rápido a la persona del agua y hacerla entrar lo más rápido en
calor... Por eso su apuro por encender el fuego...
También
sabia de sobra que cuando la ventisca arreciaba en la montaña,
ningún rescate podía llevarse a cabo... Y menos mal que había
dado rápido con el pelirrojo porque de haberlo perdido, ese Baka
no contaría el cuento...
Hanamichi
seguía inmóvil a un lado de la chimenea, tenia la piel bastante
pálida, los labios ligeramente azulados y temblaba levemente...
Rukawa se acerco hasta él tendiéndole unas mantas...
--
Quítate la ropa mojada y envuélvete con esto -- Le ordeno
con tono decidido
--
¿¿¿¿QUEEEEEEE?????... ¿¿¿QUIERES QUE ME
DESNUDE???... ¿Acaso te has vuelto loco Zorro pervertido? --
Aulló mas asustado que otra cosa.
--
Dahhh... ¡No seas estúpido!... Si no té quitas la ropa mojada
no podrás entrar en calor --
El pelirrojo
seguía mirándolo con ojos incrédulos, de alguna forma sabia
que tenia razón, aunque no le gustara... Sin mas, se quito el
equipo de esquiar azul hasta quedar en ropa interior... lo
irónico era que al caer al agua hasta su ropa interior estaba
empapada así que tuvo que quitársela envolviéndose luego con
las mantas. Estaban viejas y rotosas pero definitivamente estaban
secas... Sentado a unos metros de la chimenea observo con suma
curiosidad a Rukawa hasta que se sentó a un metro suyo...
también con la vista en la chimenea...
--
Oye Kitsune... Estas muy charlatán hoy... ¿Qué té pasa?...
¿Estas enfermo? --
--
Nada Do´aho... Simplemente tengo ganas de hablar -- Sugirió
esta vez sonriéndole
--
¡¡¡¡WAAAAAAAAAAAAA!!!... ¡¡¡¡Teme!!!!... T-t-t-tu... ¿Tu
tienes fiebre o que? --
--
.................... --
--
Hablas, te ríes... Me salvas la vida... -- Sugería el
pelirrojo ocultando su rostro entre las rodillas
--
¿Qué querías que hiciera? ¿Qué te dejara hundiéndote en el
hielo, encontrando la muerte segura?... ¿Sabes lo que es
la Hipotermia torpe? --
--
¿HIPO QUE?... -- Pregunto el pelirrojo mas sorprendido que
nunca como si tuviera un signo de interrogación tatuado en la
frente...
--
Lo suponía... Hipotermia... Cuando te caes al hielo el
cuerpo se va entumeciendo, los labios se ponen azules, los
músculos se tensan hasta que llagado un momento el corazón deja
de latir llevándote a una muerte segura... --
Hanamichi
abrió los ojos como platos, esto lo había impactado hasta el
punto de cortarle el aire... No había tomado conciencia de lo
cerca que había estado de la muerte... Trago saliva mientras no
dejaba de mirarlo a los ojos... Esos ojos azules que lo
desconcertaban también tenían la extraña virtud de tener el
efecto contrario, calmándolo... Pocas personas tenían ese
efecto en el... y misteriosamente ese Zorro que tanto odiaba, lo
tenia...
--
¿Cómo es que tu sabes de eso?... Realmente... esquías como un
profesional y sabes bastante del mal tiempo en la montaña... No
entiendo... Para nada -- Le confiaba confundido
--
........... --
--
Esta bien, no me hagas caso... no tienes porque contarme --
Soltó el pelirrojo fijando la vista en la chimenea
--
De chico... de chico estuve viajando con mis padres por Suiza,
una vez quedamos varados en un refugio de montaña por dos
días... Era muy parecido a este, solo que bastante mas
equipado... --
--
No sabia eso... --
--
Nadie lo sabia... no me gusta contar mis cosas... --
--
¿Y porque me lo cuentas a mí?... Al fin y al cabo no
somos siquiera amigos... --
--
............ -- El joven de ojos azules solo se encogió de
hombros
--
Aunque podríamos serlo, en el fondo somos compañeros de
equipo... -- Reflexiono el pelirrojo mirándolo de una
forma extraña, al mismo tiempo Rukawa sintió su corazón
golpear con fuerza.
--
No se porque te lo conté... Simplemente me nació decírtelo, a
veces no me exasperas y de echo disfruto tus pavadas... Me
divierten -- Admitió sin mirarlo
--
Zorro... Rukawa... Gracias -- Dijo Hana mirándolo con el
corazón... era la primera vez que lo miraba con cierto cariño,
sin resentimientos ni odios -- Gracias por todo, si no fuera
por ti ahora estaría muerto... --
Rukawa
solo lo miro con una pequeña sonrisa dibujada en el rostro,
luego apoyo su cara entre sus piernas y se quedo profundamente
dormido...
Ese
zorrito era capaz de dormirse de esa forma aunque estuviera re
incomodo... Hanamichi se quedo mirándolo por un rato, sintiendo
que su corazón latía algo acelerado al contemplarlo.
Era
la primera vez que conocía algo del Kitsune, que alguien
conocía algo... Su vida era todo un misterio para los
demás integrantes del equipo. Él hablaba demasiado poco
para saber sus cosas... definitivamente estar conociéndolo le
estaba gustando... y mucho.
Hana
sonrió complacido... Decidió imitarlo y pronto entro también
en un profundo sueño provocado por la fatiga
§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
CUARTA PARTE(final) §§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
Compartiendo
tu calor
Habrían
pasado dos horas, o quizás algo más... ¿Quién podría
saberlo?... El reloj aun estaba demasiado empañado como para ver
que hora era, pero por suerte seguía funcionando...
Hanamichi
despertó porque escucho pequeño un crujido... Al abrir sus ojos
vio casi con asombro que el fuego estaba casi extinto...
Refregó
sus ojos con las manos violentamente... Hacia bastante frío, la
chimenea había perdido parte del calor y se notaba que había
caído la tarde porque estaban prácticamente a obscuras y el
frío comenzaba a colarse por los desvencijados maderos.
Miro
a Rukawa y dormía... aun tenia la cara oculta entre las piernas
y parecía no haberse movido. Lo llamo suavemente varias veces
pero este parecía no oírlo.
-¡Que
sueño pesado!- Pensó el pelirrojo
De
todos modos decidió echar un par de leños mas al fuego
reavivándolo... Su piel ya estaba caliente y se sentía mucho
mejor... Definitivamente había sido buena idea quitarse toda la
ropa mojada... ¡Cuanto sabia el Kitsune!... Estaba asombrado...
Por otra parte, sabia que le debía la vida no sabia como hacer
para pagarle lo que había hecho por él...
Se
puso de pie, envuelto en la manta y camino hasta la mesa donde
Rukawa había dejado las velas viejas y la lámpara... ¿Qué
encender primero?
Lo
medito por un momento y definitivamente tenían que guardar la
lámpara lo mas que pudieran... Encendió una vela...
Se acerco a su
ropa azul empapada y metió mano dentro de uno de los bolsillos
retirando de el un gran chocolate con almendras... El papel
estaba mojado, pero el chocolate en si estaba en buenas
condiciones...
El
pelirrojo tenia hambre y estaba por comerlo cuando una vista a su
compañero lo detuvo...
Caminando
con pasos pequeños llego hasta su lado y se sentó... Acomodo la
vela cerca e ellos y volvió a atizar el fuego... Entonces
sacando la mano por entre las mantas lo jalo suavemente
llamándolo...
--
Hey... ¿Kitsune?... ¿Tienes hambre? -- Dijo
sacudiéndolo levemente, tratando de que abriera los ojos aunque
fuera para gritarle... pero el no despertaba -- Oye Zorro
dormilón... despiértate de una vez si no quieres que me
enoje... -- Vocifero molestándose...
Pero
Rukawa solo cayo arriba suyo asustándolo... Estaba helado... su
piel estaba fría, entonces se dio cuenta con terror que el
también estaba mojado y la ropa impedía que él entrara en
calor...
Le
había dado las mantas sin pensar en sí mismo...
A
Hana se le paralizo el alma... No podía ser verdad... Lo tomo en
sus brazos y estaba muy pálido, mas que de costumbre. Tenia los
labios algo azulados, agrietados y secos... su cuerpo tiritaba
sin parar...
No
podía dejar de preguntarse que podría hacer... Exhaló furioso
mordiéndose el labio... Sabia que se odiaría toda la vida por
la decisión que acababa de tomar, pero no podía dejar que ese
Kitsune apestoso se muriera... Lo odiaba era cierto, pero no como
para permitir que algo malo le pasara...
Con
manos torpes le quito toda la ropa hasta desnudarlo también,
prenda por prenda, las cuales fue acercando al fuego para que se
secaran junto con el resto de su propia ropa.
La
blanca piel del Kitsune resplandecía en la oscuridad, iluminada
por la pequeña llama de la vela.
Hana cerro los ojos y sacudió la
cabeza furioso, por algún motivo su mente no podía concentrarse
en lo que hacia... Por ultimo se sentó con las piernas
abiertas y coloco el cuerpo de Rukawa delante del suyo. Una vez
acomodado, lo apoyo contra su piel, la cual se contrajo por un
momento al sentir el frío de su compañero... El pelirrojo
suspiro con fuerza y por ultimo arropo la manta vieja
cubriéndose los dos para no perder el calor
No
podía dejar de pensar en lo que pasaría si alguien entrara por
esa puerta...
¡Que
situación embarazosa!... Lo mas seguro es que creyera que
eran dos amantes... ¡NOOOOOOOOOOO!... La sola idea lo ponía
nervioso...
Un
sonido ahogado, casi imperceptible sonó quebrando el silencio
justo cuando el pelirrojo pensaba puras tonterías...
--
Gr- gra... cias... Hana- Hanamichi --
La
voz de Rukawa se iba perdiendo lentamente en el silencio, casi
sin fuerzas de mas, Sakuragi lo miro sin entender mientras el
cuerpo del otro chico seguía temblando sin cesar...
Hana
trago saliva, rodeo sus brazos a los de el y apretó su abrazo
hasta envolverlo completamente...
--
Trata de no dormirte, Kaede... espero que pronto recuperes tu
calor... por lo pronto compartiremos el mío --
Rukawa
no pudo siquiera agradecérselo nuevamente porque el temblequeo
inconsciente no se lo permitía... solo giro su rostro
ocultándolo en el largo cuello del pelirrojo.
Hanamichi
se sobresalto ruborizándose, ese contacto piel a piel le
parecía algo comprometedor... pero se fue tranquilizando
lentamente. Intento pensar en otra cosa y parece que funciono
porque se olvido de la excitante cercanía por un buen rato, es
mas empezó a disfrutar extrañamente el estar así con él.
Un
poco mas tarde el temblequeo había mermado considerablemente y
aun sin moverse el pelirrojo comenzó a hablar
--
¿Por qué no me habías dicho que también estabas mojado... --
--
...................--
--
Me salvaste la vida y casi pierdes la tuya... ¡Demonios,
Kitsune!... ¿Qué creías?... ¿Que iba a dejarte morir? --
--
Bueno tu siempre me has odiado... no me extrañaría... --
--
¡¡¡Maldita sea!!! ¿Realmente me crees capaz de hacer una cosa
así? -- Se enojo el pelirrojo
--
Nnnnno... creo que no... -- Suspiro agradecido
--
Si fuera de otra forma te juro te golpearía por pensar esa
idiotez --
Él
temblequeo había cesado y la piel del Kitsune ya estaba tibia
como la del pelirrojo, Hanamichi se sentía más tranquilo...
pero ahora no quería separarse de el... Se sentía tan bien
estar así a su lado.
En
ese momento la cabellera negra se apoyo en su cuello, la
respiración suave de Rukawa cosquilleaba en su piel... Podía
sentir el mismo perfume francés de su sueño... El pelirrojo
sacudió la cabeza ruborizándose ante el recuerdo del sueño de
la noche anterior... Algo estaba despertando en él... y lo peor
era que su cuerpo estaba despertando también... Su compañero
pronto iba a notarlo y eso definitivamente lo ponía nervioso.
Inocentemente
acaricio con su mejilla, la mejilla de su compañero... Tenia la
piel tan suave y encantadora que se dejo llevar...
Cerro
los ojos y lo intento nuevamente... era tan agradable sentir su
piel rozando la suya...
En
ese mismo momento sintió una mano húmeda que se aferraba a su
espalda. Asiéndose con cierto cariño... Una respiración que no
era la suya se estaba agitando y podía sentir el suave golpeteo
causado por un corazón acelerado.
Abrió
los ojos para mirarlo y se sorprendió al ver que unos sesgados
ojos azules que lo miraban manteniéndole la mirada... Ninguno de
los dos hablo...
Hanamichi
libero su mano para pasarla de manera sensual, por la nuca de
Rukawa y con una caricia lo atrajo hacia sí... Sus rostros casi
se tocaban cuando ladeo el rostro para acariciar con sus labios
la boca entreabierta del Kitsune... Entonces en un impulso, lo
beso.
Un
beso tímido, casi inocente... tierno... Se separaron, aun
mirándose...
Hana
tenia las mejillas arrebatadas de un color rojo tan fuerte como
el de su pelo... Las del Kitsune también estaban del mismo
color... Ahora eran dos las respiraciones entrecortadas que
rompían el silencio de la cabaña...
No
habían dejado de mirarse, descubriendo en el otro mucho más de
lo que habían visto hasta ese momento... Esta vez fue Rukawa
quien se acerco hasta él, jugueteando con la nariz le acaricio
las mejillas y el cuello para terminar en su boca... Y otra vez
se besaron...
Solo
que esta vez si fue un verdadero beso... Un beso profundo
que ahogaba los gemidos de ambos... Con una boca sedienta
Hana permitió que ser besado profundamente para en el primer
descuido del Kitsune tomar el dominio del beso...
A
Sakuragi no le importo todas las tonterías que había estado
imaginando antes... Estaba disfrutando de ese beso de una manera
increíble, su cuerpo estaba respondiendo a el, con cada
centímetro de su afiebrada piel. De mas esta decir que su estado
de excitación ya era obvio y su compañero ya lo había
notado...
Por
un segundo se volvieron a distanciar, Hanamichi seguía
rodeándolo con sus fuertes brazos, Rukawa tenia un brazo sobre
el cuello del pelirrojo y el otro rodeaba su espalda, su cabeza
se dejaba caer sobre el hombro de su Do´aho... Una cálida
sonrisa se dibujaba en el rostro zorruno
--
¿Oye?... -- Comentó de manera juguetona
mordisqueándole la oreja... -- Besas... besas muy bien
Hanamichi... -- Le susurro en su hombro, quizás
esperando un insulto de parte del pelirrojo o una reacción
violenta pero al contrario de lo que esperaba, una mano suave
recorrió su espalda hasta llegar a su cuello
--
Claro... soy el Tensai... ¿O no lo recuerdas?... -- Le dijo
enredando el cabello negro de su compañero entre sus largos
dedos
Hana
se acerco al cuello del zorrito y apoyo sus labios en él, Kae se
echo hacia atrás suspirado de placer... El pelirrojo estaba
guiado por una fuerza que desconocía, que lo llevaba a disfrutar
ese momento sin pensar... Entonces entre gemidos ahogados escucho
algo que lo trajo a la realidad...
--
Me gustas, Do´aho... -- Repitió sensualmente el
joven de ojos azules
Hana
se separo de el por un momento, observándolo fijamente a los
ojos... Rukawa sé asusto de lesa mirada sorprendida del
pelirrojo... ¿Habría dicho algo malo? ¿Porque se había
detenido ese sueño tan maravilloso en el que estaba sumergido?
Los
ojos del pelirrojo estaban llenos de lagrimas... ¿Acaso lo
estaba obligando a hacer algo que no quería?... Sin
embargo se sobresalto aun más cuando la mano de Hanamichi se
poso en su rostro acariciándolo...
--
¡Pellízcame! -- Reclamó el pelirrojo de manera delicada
--
¿..........? ¿Huhhhhh? --
--
Si estoy durmiendo quiero despertar... si no... -- Explicó
sin terminar
--
¿Sino que, Do´aho? -- Preguntaba el Kitsune intrigado por
la extraña actitud del pelirrojo
--
Si no... -- Balbuceo -- Déjame decirte que tu
también me gustas... y mucho -- Agrego casi sin
aire
Pero
en vez de un pellizco recibió a cambio un beso apasionado que lo
dejo sin aire...
Se
empezaron a dejar llevar por lo que sus cuerpos querían. La boca
sedienta de Hanamichi recorrió cada centímetro del zorruno
cuello arrancándole mas de un gemido placentero que lo excitaba
de una forma única.
--
¿Kae... tienes frío? -- Curioseo casi sin aire hablándole
al oído
--
¿Bromeas?... Solo siento calor... ¿Y tu? ¿Tienes
frío?... -- Continuo en otro susurro
--
Para nada... --
Guiado
solo por su intuición el pelirrojo sintió que el cuerpo de
Rukawa se tensaba bajo sus caricias mientras el suyo parecía
excitarse cada vez más.
¿Tanto
le gustaba ese Zorro?... ¿Y Haruko?... Ella vino a su mente por
un momento pero evidentemente no despertaba en él, esos
sentimientos contradictorios que si despertaba el Kitsune...
Con
caricias, mimos, masajes y profundos y apasionados besos en un
gemido el joven de ojos fríos sintió las manos del pelirrojo
explorando cada parte de su cuerpo al mismo tiempo que él
recorría los músculos tensados de su Do´aho... Sus manos
sudorosas se deslizaron hacia abajo con un destino en especial...
Hana gimió con fuerza mientras su cuerpo respondía a los
masajes que le daba su zorrito... Ese hombre estaba volviéndolo
loco con sus caricias...
El
pelirrojo lo preparo suavemente, no quería lastimarlo, no sabia
bien como moverse o que hacer, pero definitivamente lo deseaba...
Así que por primera vez en la vida intento hacer las cosas con
extremo cuidado... De todas formas no pudo evitar que el zorro
sintiera una punzada de dolor en su primera arremetida, aunque
poco a poco el ritmo fue aumentando brindándole a ambos una
fabulosa sensación de placer. Los cuerpos se convirtieron por un
momento en uno, para rugir juntos al llegar al éxtasis.
Kaede
cayo exhausto sobre Hanamichi, ambos jadeaban y sudaban, ya
no sentían frío... ni siquiera notaban el fuerte silbido del
viento meciendo con violencia los árboles cercanos...
Tan
solo escuchaban el latir de sus corazones que se sentían
palpitar juntos, como uno solo...
Se
tumbaron en el piso, acomodándose uno al lado de otro con las
piernas y los brazos entrelazados, brindándose calor bajo
aquella manta vieja y rota...
Luego
de un rato, Hana se movió estirando el brazo hasta tocar la ropa
interior y las poleras de algodón... Estaban casi secas y justo
a tiempo porque a la chimenea solo le quedaban unos leños
pequeños que no durarían mas de un par de horas mas
Manoteo
las prendas y se las empezó a colocar, acercándole también las
suyas a su compañero... El zorro estaba bastante adormilado con
sus manos estrechándolo así que bufo cuando el movimiento lo
despertó.
--
Hubiera preferido seguir abrazándote que vestirme --
Refunfuño el joven de ojos azules
--
Jajajajaja... ¿Y quien te dijo que dejare de abrazarte?... Es
solo que las maderas no duraran mucho más y ya no quedan sillas
para romper -- Deslizo el pelirrojo señalando la mesa
abandonada
--
Si deja de nevar, que creo que ya es un hecho... Mañana a
primera hora probablemente vendrán por nosotros --
--
¿Mañana? ¿Cómo sabes que hora es? -- Curioseo Hana
mirándolo incrédulo
--
Mi reloj esta allí... Se mojo pero ya esta en perfectas
condiciones, son las tres de la madrugada -- Asintió
mostrándole el pequeño reloj
--
Mmmmmm... ya es navidad... --
--
Tienes razón... No me había dado cuenta... Por lo menos este
año no la pase solo... --
--
¿Solo? ¿Pasas solo la navidad? --
--
Sip... Me aburre ir con mi tía, mucho más viajar a Nueva York
con mis padres y mi hermana... Hace tanto que no vienen por
Japón que ya me resultan unos completos desconocidos -- Suspiro
Rukawa ya vestido mientras sé hacia un bollito en el piso para
mantener el calor mientras esperaba al pelirrojo...
El
pelirrojo se conmovió hasta los huesos, sin decirle nada se
acerco a el para asirlo en un fuerte y cálido abrazo protector
--
Ya no volverás a estar solo -- Le explico Hanamichi...
-- Ahora siempre estaré a tu lado --
--
¿Me lo Prometes? --
--
Claro que sí... --
--
¿Y cuando regresemos? ¿Volverá todo a la normalidad?
¿Volverás a odiarme? -- Pregunto preocupado
mirándolo fijamente a los ojos cafés... estos le devolvieron la
mirada con sinceridad
--
Nunca te odie, solo estaba algo celoso... y no... No podría
volver a la normalidad todo, desde el momento que este nuevo
sentimiento que ha nacido en mi es muy fuerte... Creo que me
estoy enamorando de ti -- Le dijo sosteniéndole la
mirada
Rukawa
lo beso nuevamente demostrando que dentro de su corazón también
estaba naciendo algo y era hora de aceptarlo. En su corazón
sintió un cálido sentimiento que solo sentía al lado de
Hanamichi...
¿Qué
pasaría al regresar?... Bah... no importaba lo que valía era
ese sentimiento tan fuerte que ahora los unía, así que se
abrazo con fuerza a el demostrándole que estaba queriéndolo
cada vez mas... De echo era un sentimiento nuevo para él y no
entendía como podía estar tan tranquilo a su lado...
Ya
no nevaba... eso era bueno de un momento a otro los
encontrarían... Estaban algo adormecidos, abrazados y
sumamente acaramelados... Pronto se durmieron profundamente...
Horas
mas tarde, cuando el sol empezaba a asomarse por la pequeña
ventana de la cabaña, el ruido de una moto de nieve los hizo
despertar de pronto...
--
¿Zorro... crees que...? -- Balbuceo dormido Hanamichi, pero
en eso los alaridos de una voz mas que conocida los alerto
sorprendiéndolos...
--
¡Sakuragi! ¡Rukawa! ¿Están ahí? --
--
¿Gorila?... ¡Es el gorila! -- Grito Hanamichi emocionado
La
puerta se abrió para dejar entrar a Akagi junto con dos hombres
del equipo de rescate...
Las
lagrimas de felicidad corrían por el rostro del pelirrojo.
Rukawa en cambio parecía algo turbado... Quizás pensaba que
todo volvería a ser como antes y que de nada había servido el
maravilloso tiempo que habían pasado juntos...
Luego
de que los socorristas los revisaron y los cubrieron en nuevas
mantas, esta vez sanas, se prestaban a bajarlos de la montaña.
Akagi
estaba aliviado de haber encontrado a esos dos tontos en buen
estado, mas luego de que el pelirrojo relatara como había caído
al río y como el zorro lo había rescatado...
Los
socorristas se miraron impactados, le contaron que de no haber
sacado a Hanamichi rápido del agua ahora seria otra historia,
esto sorprendió mucho a Akagi y también a Hana, auque ya sabia
algo por lo que le había contado Kaede... Akagi
suspiro aliviado nuevamente se sentía responsable de que algo
malo les hubiera pasado a esos dos jóvenes problemáticos...
Mientras
ya terminaban de preparar todo para bajar en los trineos
--
Lo que no entiendo... -- Empezó diciendo preocupado
-- Es como ustedes dos se han llevado bien por horas sin matarse
a golpes -- Gruño Akagi mirando a sus dos delanteros
con asombro
Los
miro a los ojos esperando una respuesta y sin embargo ninguno
hablo, ambos tenían las mejillas sumamente sonrojadas y evitaban
mirarlo mientras cada uno subía a uno de los trineos junto con
un socorrista. Akagi se quedo con un enorme signo de
interrogación en el rostro
--
¿Pero que demonios ha pasado entre esos dos? --
Se pregunto mientras cerraba tras sí la puerta de la cabaña.
Los
trineos comenzaron su descenso mientras dos miradas cómplices se
hacían un guiño aceptando que entre ellos un nuevo comienzo se
avecinaba
§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
FIN §§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§§
N
de A: Este es mi segundo Fanfic Yaoi así que
espero les haya gustado...
quería
dedicárselo a una amiga que me da consejos y me ayuda siempre
leyéndolos y disfrutándolos (aunque solo tenemos una
diferencia, a mí me gusta Hana y a ella Sendoh) Para vos Solcito
con mucho cariño ^___^
Muchísimas
gracias Viki por dejarme ponerlo en tu pagina, es un honor
para mí... Gracias, de verdad...
De
todas formas, criticas, elogios, tomatazos y demás háganmelos
llegar a