PROMESA

Por: Haima Yagami


En qué pienso, en estar contigo, pero tan lejos de ti, en qué pienso, en tenerte a mi lado, pero sin sentirte así, mío...Cuánto tiempo hemos estados juntos, yo siempre contigo, siendo tu amigo, siendo de ti.

Ojalá todo fuera como en las historias de amor, donde dices te amo, y se nos regala el sol, donde dices tus sentimientos y resulta que te son correspondidos, en un mundo de humanos, en un mundo de perjuicios, resulta que por los regalos del cielo, la persona que amas y que crees nunca te amó, te corresponde, ojalá las cosas fueran así, pero esto no es una historia de amor, esta es mi historia, te amo, pero sé que no lo sientes igual, te amo y conozco cual será tu respuesta, hoy la supe, no, hoy la confirmé...Él es tu hermano, y lo detestas, él es tu hermano y lo desprecias, él murió y no te importa, esa cruel enfermedad que ha sido un estigma para los como yo, lo destruyó, ‘‘él tiene la culpa’’, esas fueron tus palabras, ‘‘no me rebajaré a verle la cara’’.

-‘‘Esta muerto’’ susurré.

-‘‘No me importa’’.

 -‘‘Nunca lo supe, nunca supe cuáles eran los secretos de tu hermano, por qué se fue de la casa, no, mejor dicho por qué le echaron’.

-‘‘Lo siento’’ me dijiste colocando tu mano en mi hombro, ‘‘no te lo dije por que era una vergüenza para la familia, no quería que tú te alejaras de mí, me juzgaras por el mocoso enfermo que tenía’’.

-‘‘Me alejara, te juzgara, sonreí con tristeza, nunca lo hubiese hecho’’.

-‘‘Bueno dejemos esas estupideces y hablemos del futuro’’.

-‘‘Mmm’’.

-‘‘¿Adivina quién tendrá al mejor esposo del planeta tierra?’’, reíste con alegría, tus ojos se iluminaron, y no puede entender como podías ser tan cruel, él, tu hermano yacía muerto y tú hablabas de ...Un nudo en mi garganta y no se como se escapó el ‘‘quién’’.

-‘‘Pues Elena, me caso con ella dentro de dos semanas’’...ante mi silencio.

-‘‘Ya sé, ¡¡qué rápido!! Pero bueno necesitamos alegrar un poco el ambiente en casa, mamá así me lo aconsejó, hacer algo que haga que nuestros amigos de la sociedad olviden ese desagradable detalle’’.

Sólo te miré, quise llorar, abofetearte, definitivamente no tenías sentimientos, así que me marché, dando un portazo, furioso me fui de tu oficina, yo dentro de dos días tendría un entierro, yo vería a un antiguo amigo, que no pude, que no supe ayudar...

Ahora sentado en medio de la oscuridad de mi departamento, sólo puedo suspirar, no mereces mis lágrimas, a demás ya te las has llevado todas, te conozco desde los 7 años y creo amarte desde entonces, he visto tu crueldad, tu forma tan altanera de ser, y así todo te amo, no sé por qué, deben ser esos pequeños detalles que hacen que nos enamoremos de las personas, debe ser que te he escuchado maldecir a todo el mundo, pero nunca una de tus maldiciones me ha tocado a mí, debe ser porque me lo cuentas todo, no!!, omitiste aquello, debe ser porque te vi llorar la muerte de tu padre, por que mis brazos te sirvieron de consuelo, porque mi pecho supo de la humedad de tus ojos, debe ser por tantas cosas.

Ya llego a los treinta igual que tú, tú el hombre del dinero, tú, el chico que nació envuelto en él, a diferencia de mí, lo que tengo, lo que mi familia tiene, se lo debe a la tuya, así nos conocimos, nos admitieron en sus propiedades y al ser de la misma edad nos hicimos compañeros de juegos, amigos, yo estudié y ahora soy un excelente abogado, el abogado de tu familia, así me defines como un excelente profesional, tu amigo.

Eres frío y grosero, pero nunca pensé que tu frialdad podría llegar a tanto, a despreciarlo, a él, a ese pequeño, que con tan sólo 15 años abandonó su hogar, no, lo echaron, triste su historia, triste su vida, pero ya encontró la paz, sé que es así, yo lo vi morir y a pesar de todo, murió tranquilo, en los brazos del hombre que amó, en quien confió todo lo que tenía, todo, incluso su vida, pero éste la dañó, la traicionó, puedo ver sus lágrimas pidiéndole perdón, y él, tu pequeño, abrazándolo, despidiéndose, ambos besándose, para qué, para suspirar y luego decir un adiós, al mundo a todo, lo que conozco, lo que él conoció. ¿Él estará bien, su traicionero amante estará bien? No lo sé, se ve mal, mañana le veré, tú no lo sabes, no sabes que yo encontré a tu pequeño y le ayudé, no sabes que estuve con él, cuando se fue, se fue de este maldito mundo, cuya moral se basa solo en el egoísmo, en la individualidad, de unos pocos que quieren infectar a todos de ellos, alguien instauró la ‘‘moral’’ los demás asintieron, pero me preguntó: ¿Acaso el dios de las religiones habló de a quien amar y a quien no?, si las religiones buscan la paz la libertad, no pueden prohibir el amor, como amar cuando al nacer nos limitan el corazón, nos ponen restricciones, si el mundo esta tan mal, es porque hemos olvidado algo, sí, hemos olvidado como amar, o tal vez nunca aprendimos a hacerlo... y los que lo han logrado, por nuestro egoísmo, han sido mirado mal, odiados, despreciados, sí, el amor que rompe fronteras ese es el verdadero amor... ese es el que yo siento y el que él, tu pequeño, sintió.

_______________________________________________________________

Aquí parado en medio de un cementerio, recibiendo la lluvia en mi cuerpo, lo veo unirse a la tierra, volver al polvo de donde salió, por qué tanta diferencia si al final todos terminamos igual?... Le veo marcharse, a él, su infiel amante, si quiere matarse no me importa, siento que se lo debe, él debe estar a su lado, sonrío, por lo menos él conoció unos fuertes brazos que le estrecharon y le dieron amor...

Me marcho, la lluvia aumenta.

_______________________________________________________________

Ya han pasado dos semanas desde el entierro, de seguro ya te casaste, o falta poco, mandé mi carta de renuncia, no seguiré trabajando para ti, para qué, ya no, no me torturaré más, tal vez vuelva a enamorarme, vuelva a sentir calor, a sentir eso que llaman amor, que me movió a estar siempre a tu lado, pero no, te amé tanto que me olvidé de mí, de mis sueños, de mi vida, de mi propio amor, olvidado me encontré mirando una imagen en el espejo que no reconocía, olvidado me encontré, sí y no quiero volver a perderme, es hora de ser valiente y volar lejos, siempre pensé que mi casa era allí, cerca de ti, donde fuera, proyecté mi Vida entorno a ti, renuncié a mis sueños por ti, por estar a tu lado, pero se acabó, vi tu crueldad y no quiero seguir lastimándome, no te lo mereces, se lo prometí a él, tu pequeño hermano: ‘‘Buscaré una nueva vida lejos de ti’’.

La noche cae en la ciudad, me siento solo, enciendo el equipo, escuchó ópera, me sumerjo en los sentimientos de su autor, en la pasión de la música, me alejo de todo, me alejo de ti.

Unos ruidos me sorprenden, la puerta se habré, te veo parado enfrente de mí.

Te acercas al equipo y apagas la música, caminas hacia mí.

-No te entiendo, si querías reprenderme, porque hice mal con él, no te bastaba con decírmelo.

-¿Qué? 

-¿Sabes que se habla entre los amigos que eres igual que él?

-¿Perdón?-digo confundido

-Sabes como son las familias en las que nos desenvolvemos, tradicionalista, la moral y la tradición siempre es lo primero.

-Jajaja, me río, viniste a decirme que en la alta sociedad se corre el rumor de que soy gay.

-Sí, pero te he defendido, no sabes el dolor de cabeza que me costó...sonríes... y no te metas nunca con el viejo de Andréu sus mastodontes pegan fuerte.

Me paro enciendo la luz y veo tu rostro, el labio hinchado, un parche cerca de tu ojo derecho.

-Nadie te insulta frente a mí, Gabriel.

-No era necesario, ¿leíste la carta que te mandé?

-¿Cuál? esta, te metes la mano al bolsillo y me la arrojas a la cara, no y no me interesa, a dame algo de beber tengo sed, que tal un whisky.

Suspiro: vete.

-¿Perdón?

-Y llévate esto, es mi renuncia.

Ya decidí, fue una promesa, me alejaré de ti, de ti y tu moral, de ti y tus perjuicios, tu familia, tu sociedad, tu alta, costosa, lujosa, mentirosa, venenosa, sociedad!!

-Vamos, te prometo llevarle flores, no te pongas así.

-Vete y dame las llaves.

 -Ya sé que te dolió su muerte y aunque no me creas a mí también, pero entiende existen ciertos límites y ese chico los sobrepasó.

-¿Quién era ese chico?

-¿Perdón?

-Dime quién era.

-Tú sabes.

-Reconoce quién era.

Suspiras y por primera vez desde que se fue, dices: mi hermano.

Sonrío, ahora no hay más que hacer: Vete.

Te acercas a mí.

-Eres el único amigo que tengo, no confío en nadie más que en ti, no seas terco perdóname.

No es la primera vez que molesto por tu trato altanero, intento alejarme de ti, pero esta vez fuiste demasiado lejos, no es tu machismo o tu mirar en menos a ciertas personas que no pertenecen a nuestra ‘‘altísima sociedad’’, no es eso, es mucho más delicado y me involucra a mí.

-Vamos, irás a mi boda por lo menos, recuerda que serás el padrino, otra vez esa sonrisa en tu rostro, aunque ahora al repara más en ella, puedo notar que es diferente a las que te conocía.

-No iré y no me lo habías dicho.

-Lo dejé en tu contestadora.

-No la he revisado.

-¿Tanto te dolió lo que hice?, además no podía ir, nadie de mi familia lo hizo.

-Dániel, ¿crees que tu padre hubiese dejado desamparado a tu hermano?

Me miras sorprendido, no sabes que decir, pues es simple, él nunca lo hubiese hecho, él nos aceptó, a mi familia y a mí, a pesar del revuelo que levantó entre sus ‘‘amigos’’ de sociedad.

Suspiro...será la ultima noche que te vea y sabes me arriesgaré, ya nada importa ahora, me marcho, dejo esa sociedad, de máscaras, de dinero, de traiciones, de falsas amistades, la dejo, me voy en busca de una vida, una nueva vida lejos de ti, una sin ti, me duele pero es hora de amarme un poquito a mí.

-Mira Daniel, si te dijera que entiendo mucho mejor a tu hermano de lo que crees

-¿Qué?

 Parados en medio de la habitación, que sólo tengo para escuchar música pregunto:

-¿Qué dirías si te digo que soy como él?

Tu sorpresa se refleja en tu rostro, ya no soy el joven inexperto que escuchó con los puños apretados tu primera vez, o que consoló a la chica que abandonaste después de esa noche, no ya no soy él.

-Soy gay Daniel y siento que tus golpes hayan sido innecesarios.

Te doy la espalda.

Siento tu mano en mi hombro.

-Ya entendí mi error, sé que hice mal con él. Vamos basta.

-No es ninguna lección, es la verdad, yo soy así.

-¡¡¡Mientes!!! 

Te alteras me giras, qué...¡Lloras?

 -¡¡Mientes!! Quieres hacer que me sienta mal, quieres eso, ya lo lograste me merezco el infierno por abandonarle, pero sabes yo le amé era mi hermano, yo lo siento mucho.

No es la primera vez que te veo quebrarte, abrazarte a mí, buscar mis brazos, mi pecho.

Me alejo de ti.

- No te estoy mintiendo y esta será la ultima vez que nos veamos, salgo de la habitación, salgo del departamento.

_______________________________________________________________

No sé qué te pasó, ya han pasado dos semanas desde que te dejé solo en medio de mi habitación, cuando volví, dos días después, tomé mis cosas y me marché, me fui lejos para nunca más volver...Quizás fui un cobarde, puesto no te dije lo que sentía, pero es mejor así, tu no mereces mi humillación, yo no merezco tus desprecios...

Ahora, aquí espero el avión, me voy a Paris a cumplir mis sueños, seré pintor, sonrío, sé que es una locura, pero con el dinero que tengo, estudiaré arte y seré pintor, mis padres yacen muertos, y ellos sé que me hubiesen apoyado, mamá siempre supo como era yo...Sí, me voy, unos minutos más y estaré lejos, lejos de ti, lejos de mi amor, no, de mi antiguo amor...

Una mano en mi hombro, no puede ser giro...y eres...tú.

-Te vas sin despedirte.

Sonrío, mejor acabarlo todo de una vez.

-Me voy porque me enamoré y ese amor no puede ser.

-¿Qué?

Me paró y hago algo que sé que hará que me odies por el resto de tu vida...

Sin pensar, en medio de un aeropuerto lleno de personas, te tomó de la cintura con mi mano derecha y con la otra del cuello y simplemente... te beso.

Un beso, no sé si mi mente me engaña o si estoy soñando, pero me correspondes el tímido beso, mi primer beso, que se vuelve cada vez más apasionado....me separo de tus labios, miro tu rostro...me marcho.

Una mano, una mano se posa en mi hombro, me obliga a girar, a mirarte, ¿qué es lo que veo en tus ojos? Lágrimas, ¿tanto te humillé, que lloras por tu orgullo roto?

-No te vayas, enséñame a ser como tú.

-¿Qué?

-A poder ser tan valiente como tú.

Te miro perplejo, acaricio tu rostro: ¿Me amas? Nunca pensé que podría algún día preguntarte esto.

-Sí, por favor no te vayas, yo te amo.

Qué ironía, ¿qué se puede hacer cuando sin querer te encuentras en una historia de amor, de esas donde se te regala el sol? Sonrío tristemente. Pero en esta existe una promesa...una mía, de mí para él.

-¿Y que te hace pensar que podemos ser felices juntos?

Me miras confundido.

Nunca lo creí posible y ahora te veo aquí, a centímetros de mí, en medio de la gente que mira curiosa, con lágrimas en los ojos pidiéndome perdón, perdón por ser tan cobarde, por amarme, perdón. ¿Ahora me pregunto quien es él más cobarde de nosotros dos? ¿Yo por no atreverme a romper una promesa, o tú por tardarte tanto en confesarme tu amor?

Pero no.

-Sabes, digo, tuvo frío, tuvo hambre, tuvo miedo y hasta se denigró vendiendo su cuerpo.

Me miras, te callas, pero tus ojos siguen derramando lágrimas.

-¿Qué te hace creer que puedes ser feliz, siendo lo que a él se le negó? Tú siempre lo tuviste todo, comida, calor hogar y hasta el amor, no solo de mí, sino de tu familia y de muchas que abandonaste y utilizaste sin compasión.

-No me casé. ¡¡No pude hacerlo, te amo!!

-Tuvo hambre y tuvo frío, repito, nadie le ayudó, Quién eres tú para pedir lo que a él se le negó.

-Sabes, afirmo mi voz que ante tu tristeza, tus lágrimas ya estaba cediendo, temblando aprieto mis puños, que deseaban abrirse para estrecharte entre mis brazos...yo creí que él conoció el amor, pero sabes, también se le negó, ese desgraciado nunca lo amó, lo vi con otro a los días de su muerte, él estaba con otro, ni siquiera le molestó matar a otro...suspiro, yo lo prometí...

La ultima llamada para abordar mi avión.

-Adiós, me giro y me voy...

¡¡¡No!!! Gritas en medio de tanta gente, tu gritas, no me giro, te siento tras de mí, tu mano en mi hombro, ahora en mi cintura, tu cuerpo pegado al mío, te amo, susurras en mi oído, perdóname por favor...

-Sabes, yo ya no...

Congelado ante mi frialdad, puedo soltarme de tu abrazo, antes de que las lágrimas me venzan, repito el adiós y de forma veloz, me voy del lugar.

Ahora desde mi asiento, en este avión, miro el cielo...Yo le prometí alejarme de ti, tuvo frío, tuvo hambre, tuvo temor, ni tú ni yo, estuvimos allí para ayudarle, sólo puedo decir adiós. Porque Yo...ya no...ya no quiero seguir amándote, aunque sepa que nunca pueda arrancarte de mi corazón.

ún puedo recordar la mezcla de nuestras respiraciones, aún siento las fuertes mordidas en mi cuello; todavía tengo los labios hinchados, debido a los salvajes besos que robabas de mis labios.

Fin


Nota de autora: Jeje, esta historia va dedicada a todos los que la leyeron, pero en especial a quien influyó para algo así, sí, a mi querida Himitsu, tú tienes la culpa de que escriba o no?, ya sé es lo más triste que he escrito, pero ¿se podría cambiar el final?, creo que no, no estaría bien, snif, snif, lo siento. Bueno Jeje besos a todos y cualquier comentario, golpe, lo que sea a [email protected] con cariño Haima.