"Romances del amor perdido"
Por: Sailor Rukawa
Capítulo 14: Ausencia
Un hombre solitario charla con su sombra, perseverante y demacrado.
Lunes por la mañana. Rukawa arreglaba sus útiles escolares (mochila, pluma, cuaderno) mientras suspiraba, recordando lo sucedido últimamente. Había entrado a la misma universidad que Yohei (y otros varios), por supuesto que aún no había hablado con él...Pues no sabía qué decirle.
El zorro salió de la casa, subió a su bicicleta y comenzó a andar por la calle. Mientras lo hacía, reconoció que se sentía miserable. Su vida había dado un cambio radical, y todo por el amor...Se había enamorado a los quince años, que tontería. Pero ahora tenía dieciocho y había cambiado. Ya no era lo mismo...Ni siquiera Hanamichi. Él también había madurado, a su manera.
Pensando en cosas como esas, Rukawa llegó a su nueva escuela. Y se lamentó por haber dejado aquella universidad en Estados Unidos, pues ahora no podría jugar basketball profesionalmente. Se resignó a adaptarse a su nueva carrera-no vale la pena mencionar cuál era, después de todo no tiene gran importancia en la historia-, pero apenas bajó de la bicicleta, se topó con algunas personas conocidas.
-¿Rukawa?-Preguntó una chica frente a él, era Ayako, y parecía realmente confundida al ver al zorro en ese lugar-¿Qué estás haciendo aquí?
Kaede la miró, sin saber qué responder. Entonces se dio cuenta de que iba acompañada por Ryota y Mitsui.
-¿Qué no te habías ido?-Preguntó Hisashi, con su usual falta de tacto.
El antiguo súper lucky desvió la mirada y gruñó un poco. Justo en ese momento, y para su mala suerte, llegaron más personas conocidas: Yohei y su novia Haruko. Los tres intercambiaron una extraña mirada, pues no esperaban verse precisamente en ese lugar.
Noma, Takamiya y Okus también aparecieron. Al igual que Akagi y el cuatro ojos Kogure...
Todos estaban confundidos ante la presencia de Rukawa, pues según el profesor Anzai, el zorro se había ido a U.S.A para cumplir su sueño y jugar basketball profesional. El numeroso grupo miró a Rukawa, esperando una respuesta, pero éste desapareció rápidamente en su bicicleta. No quería dar explicaciones a nadie, ese era un hecho.
-Ru...Rukawa...-Pensó Yohei Mito, realmente sorprendido, mientras veía a su amigo alejándose.
Haruko también lo observó, mientras sentía algo extraño en su interior, una mezcla de celos e impotencia.
Todos se miraron entre sí y entraron al enorme edificio, dirigiéndose a sus respectivas facultades.
***
Rukawa se dirigió a su salón, sin mucha prisa, por suerte no le había tocado con ninguno de sus conocidos. El zorro avanzó entre las filas. Sus compañeras lo miraron con emoción, pues Kaede Rukawa era aún más hermoso que en sus años de preparatoria. Los difíciles sucesos de su vida le habían dado cierto aire de madurez, haciéndolo aún más atractivo que antes. Kaede ocupó su lugar, y se quedó mirando por la ventana en lugar de dormir, como solía hacerlo en épocas pasadas. Entonces pudo escuchar los murmullos de las estudiantes:
-Ese chico es nuevo.
-¡ Y tiene los ojos azules!
-Es muy guapo...
-Me encanta.
-¿Tendrá novia?
-Se ve muy serio.
-Y misterioso...
-Ahhhhhhhhhh....
El zorro ignoró el suspiro general y decidió dormir un poco antes de que comenzara la clase, pues aún era temprano.
-¿Qué habrá pasado con ese torpe?-Pensó Rukawa, mientras cerraba los ojos, pues él ignoraba que Hanamichi Sakuragi había reprobado el tercer año de preparatoria, y esperaba verlo, en la universidad. Después de todo, Kaede había desertado del equipo de basketball antes de la graduación y por lo tanto desconocía ciertas cosas sobre el pelirrojo. Por su parte, Yohei nunca volvió a hablarle de Hanamichi...
***
Al terminar las clases, Rukawa no pudo ignorar a sus antiguos conocidos, pues todos (menos Haruko) estaban esperándolo en la puerta de su salón. Kaede los miró y frunció el ceño. Le molestaba enfrentar su estúpida realidad...¿Cómo explicar que había hecho a un lado el éxito por sus frustraciones sin fundamento y por el rechazo de Sakuragi? Movió la cabeza un poco y enfrentó al numeroso grupo que lo esperaba.
Ayako fue la primera en acercarse. Miró a su antiguo compañero fijamente, después sonrió y le dio una palmada en la espalda, rompiendo la tensión.
-¡Qué bueno que regresaste!-Exclamó la atractiva joven, felizmente.
-¡¡¡SÍÍÍÍ!!!-Exclamaron los sujetos que esperaban en la puerta.
Las nuevas compañeras de Rukawa (por alguna razón era el único hombre en el salón), presenciaron la escena, boquiabiertas. Entonces una de ellas exclamó:
-¡Es cierto! ¡Sabía que lo había visto antes! ¡Es el súper lucky!
Todas comenzaron a gritar, emocionadísimas, pues eran fans declaradas del huraño zorro desde la secundaria, de hecho habían fundando el club oficial de KAEDE RUKAWA entre todas. Aunque, claro, nunca lo habían visto de cerca...
El zorro las miró con terror, pensó que aquel acoso ya había quedado atrás, con la desaparición de sus molestas porristas, pero reconoció que las mujeres fanáticas siempre estarían presentes en su vida...Ayako rió un poco, tomó a Rukawa por el hombro y lo llevó fuera del salón.
El numeroso grupo salió de la universidad, decidido a celebrar el regreso del Súper Lucky. Rukawa sólo aceptó porque irían al Dannys. Y quizás el torpe pelirrojo estaría ahí...
***
La decepción del zorro fue grande al notar el paso del tiempo y reconocer la ausencia de Hanamichi. ¿Dónde estaría? Era algo que no podía dejar de preguntarse, pero en realidad no podía hacerlo en voz alta, no frente a ellos. En la esquina de la mesa, Haruko miraba a Kaede con resentimiento...Rukawa se esforzó por no suspirar o demostrar su tristeza, y continuó fingiendo indiferencia frente a todos. Después de todo, ya había hablado sobre la razón de su regreso.
-Estados Unidos no era lo que yo pensaba-Fue su razón, aún sabiendo que era una gran mentira. Pues en ese lugar hubiera podido cumplir su sueño, jugar profesionalmente, pero ya era tarde...
Así que el zorro se quedó callado y dejó que todos ellos hablaran por él.
La velada terminó. El grupo se separó. Yohei acompañó a Rukawa, pues Akagi se había llevado a su hermanita con él y Kogure. Mitsui, Ayako y Ryota se fueron juntos. El ejército de Sakuragi despareció misteriosamente del Dannys, sin pagar su parte...
***
Ambos llegaron a casa de Rukawa, el cual no podía mirar a Yohei a los ojos. No sabía qué decirle. Pues su opinión era muy importante para él. Mito comprendió y tampoco dijo nada, decidió quedarse callado y sentarse en el sillón, hasta que Kaede decidiera hablar por cuenta propia. Aquello funcionó. El zorro miró, por fin, a su amigo; y murmuró:
-Perdona...
-¿Por qué lo dices?
-Llevaba más de una semana aquí, y no te había dicho nada...
-Tenías una buena razón. A veces es mejor estar solo.
-Pero...
-Creo que hay una clase de dolor que no puede compartirse.
Ambos se miraron fijamente. Yohei continuó:
-Sé que Hanamichi te rechazó.
Los ojos de Rukawa se abrieron de par en par.
-No te sorprendas, recuerda que Hanamichi también es mi amigo-Dijo Yohei, algo apenado.
Kaede se quedó de pie, frente a él, sin saber qué hacer o decir. Finalmente, preguntó:
-¿Cuándo te lo dijo? ¿Dónde...Dónde está ese torpe?
Mito suspiró profundamente, cerrando los ojos por un momento, después invitó a Rukawa a sentarse a su lado. Éste lo hizo, sin vacilar.
-Hanamichi me dijo lo que pasó entre ustedes antes de que te fueras a Estados Unidos, lo hizo...Antes de irse a Tokio. Creo que dejó de estudiar y dedica todo su tiempo al basketball.
-¡¡Ese maldito!!-Pensó el zorro, molesto ante la indiscreción del estúpido pelirrojo, y por su misteriosa partida...¿Por qué no había mencionado nada de eso en sus e-mails?
-Aún lo quieres, ¿verdad?
-Sí.
-No te ofendas pero...Creo que deberías darte por vencido...Hanamichi...ha cambiado.
Kaede Rukawa reconoció que su amigo tenía razón. No valía la pena continuar sufriendo por el pelirrojo. Después de todo...Él ya no lo...A Kaede le hubiera gustado llorar, pero se contuvo.
-La vida debe continuar-Pensó, con tristeza.
Yohei trató de sonreír, y abrazó a su amigo. Después se fue a casa.