"Romances del amor perdido"
Por: Sailor Rukawa
Capítulo 15: ¿Qué nos falta?
Falta un hombre que absorba la destrucción de nuestros días enfermos por la oscuridad...
El ciclo escolar transcurría normalmente y sin mucho provecho para Rukawa. Sus calificaciones eran más bien deficientes y no hablaba mucho con sus compañeras. Lo que más odiaba eran los trabajos en equipo, pero debía resignarse. El zorro veía su vida actual como un castigo por haber sido tan estúpido y por haber dejado escapar aquella gran oportunidad en Estados Unidos...
¿En qué se había convertido su vida? En ocasiones asistía a reuniones organizadas por sus ex-compañeros de la preparatoria Shohoku; a veces iba con Yohei al parque o a la playa, donde le enseñaba a jugar basketball; tomaba largas siestas y huía de sus compañeras de clase...
Todo era mortalmente aburrido, por lo menos antes tenía al pelirrojo.
Pero el tiempo pasó, y Rukawa se acostumbró poco a poco a la ausencia de su torpe. Después de todo, Hanamichi había dejado de escribirle, nunca le llamaba por teléfono y, cuando visitaba la ciudad, nunca se comunicaba con él. No tenía caso insistir. Toda esperanza había muerto. Pero aún así, Rukawa sabía que faltaba algo, algo grande, algo importante para él...Aún necesitaba ver a Sakuragi. Aunque fuera tan sólo por un minuto.
Tres meses después de su regreso a Japón, Kaede Rukawa decidió citarse con el pelirrojo; pues Yohei le había dicho que éste estaba en la ciudad y era una excelente oportunidad para hablar. El zorro sabía dónde estaba Hanamichi, así que fue a buscarlo. Estaba en la cancha de la playa, jugando con varios tipos. En cuanto Sakuragi vio a Rukawa, dejó el balón y corrió junto a él.
-Hola zorro-Dijo Hanamichi-¿Por qué regresaste?
Kaede hubiera deseado decir la verdad, que había sido culpa de él...Pero no lo hizo, y simplemente respondió:
-No preguntes, torpe. Supe que te habías ido a Tokio.
-Sí, me está yendo muy bien.
-Hmmm...
-¿Qué?
-¿Cuándo regresas a Tokio?
-El domingo por la noche. ¿Por qué?
-Tengo que hacer un trabajo en equipo (aggggh) dentro de veinte minutos. ¿Qué te parece si nos vemos aquí, el domingo por la mañana?
-Ehhh...Está bien, zorro. Como quieras. ¿A qué hora?
-A las diez. Nos vemos.
-Sí.
Hanamichi intentó darle la mano al zorro, pero éste se negó, y se fue sin decir nada más. Dejando al pelirrojo un tanto sorprendido.
Rukawa no podía esperar que llegara el domingo, pues apenas era martes y realmente necesitaba hablar con el pelirrojo, estar con él junto al mar; casi contaba los minutos con los dedos...
Y el esperado día, finalmente, llegó. Rukawa llegó exactamente a las diez al lugar acordado, pero no había ni un alma. Pasó media hora y comenzó a preocuparse. Recordó aquel lejano día, cuando había acordado ir al cine con Hanamichi y éste nunca llegó. Lo esperó dos horas, y el pelirrojo nunca llegó...Rukawa lo sabía, sabía que iba a pasar lo mismo...Ya no era importante para Hanamichi. Hacía más de dos años que había dejado de serlo. Y entonces se preguntó si alguna vez ese torpe lo había amado realmente. El zorro cerró los ojos, y recordó su primer encuentro con el pelirrojo. Él lo había acorralado en el gimnasio y le había dicho que lo deseaba...Entonces era eso. Sólo eso.
Maldito pelirrojo, me rompiste el corazón.
Una persona se acercó a Kaede, éste la miró, con expectación. Pero no era la persona que esperaba...era Yohei, a lo lejos podía verse el resto del antiguo ejército de Sakuragi.
-Hola Rukawa, ¿qué estás haciendo?-Preguntó Mito.
-Estoy esperando a un torpe pelirrojo-Murmuró el zorro, sonriendo levemente. No podía ocultar la emoción de volver a verlo.
-Ah...-Dijo Yohei-Te deseo mucha suerte.
-Gracias.
-¿A qué hora quedaste de verlo?
-A las diez.
-Pero...-Dijo Mito, mirando su reloj-Ya son las 11:15...
Entonces el gordo Takamiya se acercó, exclamando:
-¡De seguro que ya no llega, ven con nosotros al Dannys, Rukawa!
-Sí, ven-Agregó Yohei, casi con desesperación, pues sabía que Sakuragi no llegaría.
Pero Rukawa los sorprendió, al decir:
-Voy a quedarme.
El ejército de Sakuragi se miró entre sí, y decidieron irse. Yohei Mito se despidió de su antisocial amigo, sin poder ocultar aquel dolor en sus ojos. Sentía pena por él.
En cuanto ellos se fueron, Rukawa se levantó lentamente y caminó hasta el teléfono público más cercano. Llamó a Hanamichi. Él mismo contestó:
-¿Si?
-Vas a venir o no, torpe-Preguntó el zorro, con voz neutra. Estaba muy molesto, además le dolió escuchar el tono tan despreocupado de su antiguo amor.
-Ah, se me había olvidado...
-.........
-¿Qué hacemos?
-¿Vienes o qué?
-Hmmmm...
Había fastidio en las voces de ambos. El reencuentro sería imposible.
-Ah, está bien-Cedió finalmente Hanamichi-¿Dónde estas?
-¿En dónde más habría de estar?-Pensó el zorro, molesto, después murmuró-En la playa.
-Voy para allá.
-Sí...
Ambos colgaron, y Rukawa suspiró tristemente. Aún faltaba algo. Necesitaba matar esa tonta esperanza completamente, de lo contrario no podría seguir viviendo.