Rukawa y Yohei estaban en la casa de éste, sentados uno frente al otro. El ambiente era pesado y silencioso.

-¿Qué querrá?-Pensaba Mito, con curiosidad.

La mirada del zorro perdió un poco de tensión, y el dueño de la casa se sorprendió ante esto.

-¿Qué sucede?-Preguntó Yohei.

Kaede dudó un poco, pero finalmente murmuró:

-¿Todavía tienes de esos pastelillos que me ofreciste el otro día?

-Sí-Asintió Yohei, sonriente-Espera un momento, iré por ellos a la cocina...Ah, también prepararé un poco de té.

Rukawa asintió débilmente, mientras Mito se incorporaba y desaparecía por el corredor. El zorro suspiró y se recargó contra el sillón. ¿Por qué estaba ahí? Él no quería hablar sobre Hanamichi...No quería recordar lo sucedido últimamente. Entonces comenzó a pensar...Y, quién sabe por qué, pero aceptó sentirse seguro junto a Yohei Mito.

***

Mientras tanto, en la residencia Akagi, el Gorila estaba en su habitación, estudiando, pero en cuanto vio entrar a su hermana tomó una actitud bastante seria.

-¿De qué querías hablarme, hermano?-Preguntó Haruko, confundida.

-Siéntate-Dijo Takenori.

-Sí.

La bella joven se sentó en el borde de la cama, y miró a su hermano mayor con ojos interrogantes. El Gori cerró el libro que estaba leyendo, y decidió ser muy directo:

-¿Ya no te gusta Rukawa?

Haruko palideció escandalosamente al escuchar semejante nombre.

-¿Qué pasa?-Preguntó el Gorila.

-Nada-Mintió la joven, desviando la vista.

-Hmmmm-Gruñó Akagi-¿Y qué me dices de ese tal Yohei Mito, el amigo de Sakuragi?

-¡¡¿He...Hermano?!!

-Lo sé todo, Haruko. No puedes mentirme...¿Te gusta ese tipo?

-Pues...Sí...-Susurró la joven, completamente sonrojada.

-¿Pero qué pasó con tu adorado Rukawa?

-Por favor, hermano...No vuelvas a hablarme de él...

-¡Haruko!

-Por favor...

El Gorila decidió guardar silencio, estaba muy impresionado. No entendía nada de lo que estaba sucediendo, pero decidió no meterse más en los asuntos de su hermana...Por el momento.

***

Yohei volvió a la sala, sostenienda una bandeja repleta de galletas y dos tazas de té, la colocó sobre la mesita del centro y se sentó junto a Rukawa.

-Bien-Dijo, sonriendo-Aquí está lo que querías.

-Gracias-Murmuró el zorro, tomando su taza, sin mirar a su anfitrión.

Mito lo miró por un momento, con curiosidad, y entonces preguntó:

-¿De qué querías hablarme?

Rukawa gruñó un poco como respuesta.

-¿Quieres hablar sobre Hanamichi?-Insistió el dueño de la casa.

-No-Respondió el zorro, molesto.

Yohei Mito suspiró discretamente, y se las ingenió bastante bien para iniciar una conversación (sin mencionar al pelirrojo ni a los penosos sucesos que habían ocurrido últimamente). Rukawa se dio cuenta de esto y lo agradeció profundamente, sin decir una palabra, claro.

-¿Por qué estará aquí?-Pensó Mito mientras hablaba. No lograba comprender lo que estaba sucediendo. Había tantas dudas en su cabeza...

***

Por otro lado, el pelirrojo estaba acostado en su cama, pensando intensamente en Rukawa, aún le dolía, pero no pensaba ceder, su orgullo era demasiado fuerte. Además, esa necesidad de libertad e independencia era más fuerte que su amor.

-No puedo regresar con ese zorro...Últimamente nos la pasabamos peleando...Yo no quiero eso...-Pensó Hanamichi, antes de apagar la lámpara y cerrar los ojos-Pero ahora me odia y no puedo acercarme a él...¿Por qué tuvo que terminar de esta manera?

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