"Romances de un amor prohibido"

Por: Viki Salmón


Capítulo 21: Besos y cerezas

Tómame ahora que aún es temprano.


Hanamichi llegó a la 1:00 am a la casa del zorro, estaba muy preocupado.

--Demonios...Espero que no se haya cansado de esperarme--Pensó el pelirrojo mientras tocaba el timbre un par de veces.

Varios minutos después, Rukawa abrió la puerta mientras se restregaba los ojos.

--Tú...--Murmuró el zorro, tratando de ocultar su emoción debajo de una máscara de mal humor.

--Perdón...--Dijo Hanamichi mientras le ofrecía la rebanada de pastel a Rukawa.

El zorro la miró, y dijo:

--¿Crees que podrás consolarme con eso?

--Perdóname...Pero los muchachos me hicieron una fiesta y además estuve hablando con Yohei...--Respondió el pelirrojo, sin atreverse a mirar a Rukawa a los ojos.

--¿Y qué te dijo?

--Dijo que me había extrañado, recuerda que es mi mejor amigo.

Rukawa le dio la espalda a Hanamichi, y murmuró:

--Estuve esperándote...

--Lo siento--Dijo el pelirrojo mientras abrazaba al zorro por la espalda.

--Entremos--Murmuró Rukawa mientras se separaba de Hanamichi.

El pelirrojo asintió, siguió a su pareja y cerró la puerta tras de sí.

* * *

Rukawa entró a su dormitorio, seguido muy de cerca por Hanamichi, y se acostó. El pelirrojo hizo lo mismo y cerró los ojos, dispuesto a dormir, pues creyó que Rukawa no estaba de humor.

--No me digas que tienes sueño, idiota, la noche es joven--Murmuró Rukawa, sin moverse.

--¿Qué dijiste?--Preguntó Hanamichi, sorprendido.

El zorro abrazó al pelirrojo por la cintura y dijo:

--Aún no me has besado.

--Creí que estabas enojado, zorro, por eso pensé que...--Balbuceó Hanamichi, sorprendido.

--Te amo, torpe--Murmuró Rukawa, en voz muy baja.

Hanamichi se dio la vuelta y miró al zorro, mientras decía:

--Yo también te amo, zorro estúpido...

--Demuéstralo--Dijo Rukawa mientras sus ojos parecían llenarse de un fuego desconocido para Hanamichi.

El pelirrojo se sintió bastante turbado, pues su zorro nunca lo había mirado de esa manera.

--Qué mirada tan perversa tienes, zorro...¿Por qué estás así?

Sin saberlo, Hanamichi había incrementado los deseos de Rukawa con aquella larga espera. El amor y el odio se habían mezclado hasta llevar al zorro a aquel punto del deseo.

--Bésame, idiota--Ordenó Rukawa, casi con desesperación.

Hanamichi estaba impresionado, pero aún así besó a Rukawa.

--¿Estás listo para la mejor noche de tu vida, maldito zorro?--Preguntó Hanamichi después del beso.

Rukawa sonrió y después comenzó a desabrocharle los pantalones al pelirrojo.

--¿Qué le pasará a este zorro? Jamás había estado tan calenturiento...--Pensó Hanamichi mientras sentía los dedos del zorro deslizándose sobre la parte más sensible de su cuerpo.

Hanamichi tembló ante las "perturbadoras" caricias de Rukawa, gimió un poco, y preguntó:

--¿Acaso viste alguna película extraña durante mi ausencia, zorro?

Rukawa no dijo nada  y comenzó a besar al pelirrojo en el pecho mientras le quitaba la camisa.

--¡Zorro!--Gimió Hanamichi mientras sentía cómo una ola de placer navegaba a través de su cuerpo.

Entonces Rukawa se detuvo, y preguntó en voz baja:

--Tengo hambre. ¿Dónde está el pastel?

--¿No puedes esperar veinte minutos, zorro?--Preguntó Hanamichi, molesto, porque se había quedado con las ganas.

Rukawa se cruzó de brazos, mientras decía, fríamente:

--¿Primero me dejas para irte con tus "amigos" y ahora pretendes utilizarme para tus perversas intenciones?

Hanamichi lo pensó un poco, suspiró, y dijo:

--Está bien, lo dejé sobre tu escritorio...

Rukawa se acercó un poco al pelirrojo y le dio un beso detrás de la oreja, después se levantó y probó el pastel.

--Es de cereza--Murmuró.

--Sí...Takamiya tuvo la grandiosa idea de comprarlo de ese sabor...--Murmuró Hanamichi, desde la cama.

--¿Y qué hiciste con tus "amigos"?--Preguntó Rukawa, mientras se comía el pastel.

--Primero fuimos al Danny's y después al parque que está cerca de aquí...Como en los viejos tiempos--Respondió Hanamichi mientras reía un poco.

Rukawa hizo un sonido extraño, algo así como un gruñido, y siguió comiendo.

--¿Qué? ¿Estás celoso?--Preguntó el pelirrojo.

Rukawa no respondió y evitó mirar a Hanamichi.

--¡Sííí! ¡Estás celoso!--Exclamó Sakuragi mientras se acercaba a Rukawa y lo abrazaba por la cintura--¿Ahora podrías darme un beso con sabor a cereza, zorrito? Di que sí...

Kaede Rukawa dejó el resto del pastel sobre el escritorio, colocó ambas manos sobre el rostro de Hanamichi y lo besó dulcemente.

--Gracias, pedazo de zorro. Y ahora...--Dijo Hanamichi mientras tumbaba a Rukawa sobre la cama y se acostaba a su lado--Aprovechemos que aún es temprano y tenemos tiempo...

Rukawa cerró un poco los ojos y abrazó al pelirrojo.

--Hanamichi...--Murmuró.

--Vaya, es la primera vez que me dices por mi nombre...¿Acaso será que ya me amas?--Preguntó Hanamichi, mientras observaba al zorro y reía tontamente.

--Cállate, torpe, yo no dije nada--Dijo Rukawa con tono malicioso.

--Ya es muy tarde, zorro, ahora sé que amas a este hombre talentoso.

Rukawa suspiró y preguntó:

--¿Vas a hablar por el resto de la noche o qué?

Hanamichi se acostó encima del zorro, y murmuró:

--¿Tú qué crees? ¿Acaso piensas que sólo soy talentoso en la cancha?

Rukawa mostró una sonrisa imperceptible y preguntó:

--¿Qué harías si te dijera que eres mucho más talentoso en la cama?

--¡¡¡¿QUÉ?!!!--Preguntó Hanamichi mientras se sonrojaba profundamente--¿¡Acaso insinuas que soy mejor amante que jugador?

--¿Tú qué crees?

--¡¡AGGGHHH!! ¡¡MALDITO!!

Entonces ambos se miraron a los ojos y pasaron una noche con gusto a cerezas...