"Romances de un amor prohibido"

Por: Viki Salmón


Capítulo 25: Un muchacho

Yo era un muchacho débil y él era interesante y dulce.


Pasaron varios días, y un sábado por la tarde, ocurrió lo siguiente...

  Yohei corría bajo la lluvia, cerca del parque, cuando de pronto vio a Rukawa frente a él, estaba completamente empapado y, a través de su aspecto indiferente, podía escaparse un, casi, imperceptible dolor. El chico de cabello despeinado y negro caminaba lentamente por la calle, con la mirada perdida. Yohei se acercó a él y lo cubrió son su sombrilla. Rukawa se detuvo, pero no lo miró, ni dijo nada.

-         ¿Estás bien? – Preguntó Yohei, mirando al zorro de reojo – Estás empapado, podrías enfermarte.

Como respuesta, sólo obtuvo el triste rumor de la lluvia cayendo sobre la ciudad.

-         Mi casa está cerca – Dijo Yohei, sin mirar más al zorro – Si quieres puedes ir a secarte...

Pero Rukawa no dijo nada. Yohei suspiró discretamente y decidió conversar sobre el clima:

-         Me sorprendió que lloviera hoy.

Ambos caminaban hacia la casa de Yohei, éste utilizó su charla para entretener al zorro, que parecía extraño. Cuando llegaron a su destino, Yohei abrió la puerta e invitó a pasar a Rukawa, éste no se negó a hacerlo.

***

Mientras Rukawa tomaba un baño, Yohei preparaba un poco de té y pensaba sobre lo sucedido, podía imaginar perfectamente lo que había pasado. Así que decidió llamar por teléfono al pelirrojo:

-         ¿Si? – Preguntó el pelirrojo al otro lado de la línea.

-         Hola Hanamichi – Dijo Yohei, secamente.

-         ¡Ah, Yohei! ¿Qué pasa?

-         Hoy tenías una...cita con Rukawa, ¿cierto?

 Sakuragi lo pensó un momento...¡Era cierto! ¡¿Cómo había podido olvidarlo!?

-         Sí – Dijo el pelirrojo – Pero lo olvidé.

Yohei se molestó un poco ante la indiferencia de su amigo, no se quedaría callado por más tiempo, así que dijo:

-         Hanamichi...Jamás te creí capaz de lastimar a alguien que te ama tanto...¿Cómo puedes ser tan insensible? Rukawa no era así, y cambió por ti. Ahora es más fácil adivinar sus sentimientos. ¿Qué no lo ves?

-         ¡No, no! ¡Estás equivocado, Yohei! – Exclamó el pelirrojo - ¡Olvidé que teníamos una cita, eso es todo!

-         Si realmente te importara no lo habrías olvidado – Dijo Yohei con voz grave.

-         Lo siento, Yohei...

-         No tienes por qué disculparte conmigo...Lastimaste a Rukawa, no a mí.

Sakuragi se quedó callado por varios segundos, después preguntó:

-         ¿Por qué estás defendiendo a ese zorro?

-         Lo defiendo de la misma manera en que defiendo a Haruko – Respondió Yohei, sin dudar.

-         ¡¿Por qué?! ¡No entiendo! ¡Sé que Haruko es tu amiga! ¡Pero ese zorro...! ¡Tú y el ni siquiera...! – Después se detuvo, y murmuró – Acaso...¿Te gusta?

-         No seas ridículo, Hanamichi.

-         ¡¡Dime la verdad, Yohei!! – Exclamó Hanamichi, pues había comenzado a sentirse un poco celoso.

Yohei suspiró, y dijo:

-         Hablaré contigo después, adiós Hanamichi.

Después colgó, pensando en lo paranoico que era su mejor amigo. ¿Cómo se atrevía a decir que le gustaba Rukawa, cuando lo único que sentía por él era compasión?

-         Oye... – Murmuró Rukawa desde la puerta del baño.

Yohei lo miró, ya estaba seco y vestido.

-         Preparé un podo de té – Dijo Mito, mientras tomaba un par de tazas y las colocaba sobre la mesita de la sala.

Rukawa no dijo nada, sólo miró la taza sin interés. Yohei se la ofreció, mientras sonreía:

-         Bébelo. Si no te enfermarás.

El zorro dudó un poco, pero terminó aceptando; tomó la taza y se sentó frente a Yohei.

-         Gracias – Murmuró en voz muy baja.

Yohei lo miró fijamente y volvió a sonreír. El zorro observó su encantadora sonrisa y no pudo evitar sentirse un poco turbado.

-         ¿Qué? – Preguntó Rukawa con sus “encantadoras” maneras.

-         ¿Qué has pensado sobre lo que te dije el otro día? – Preguntó Yohei, con tranquilidad.

Rukawa desvió la mirada, no parecía tener deseos de hablar sobre eso.

-         No te preocupes, si quieres no me digas. Pero creo que es algo que debe pensarse detenidamente – Dijo Yohei, antes de beber un poco de té.

El zorro miró a Yohei con recelo...¡¿Cómo se atrevía a interferir en su vida privada?!

-         No necesito que me lo digas – Murmuró Rukawa fríamente.

Yohei sonrió un poco, y después dijo:

-         Sé lo que piensas, pero...El comportamiento de Hanamichi es demasiado extraño. Siempre creí que, cuando encontrara a la persona correcta, la trataría de otra manera...Quizá es porque eres hombre...

Rukawa suspiró, incómodo, pero no dijo ni una palabra.

-         No lo dije para que te molestaras. Es sólo que, entiendo lo difícil que es mantener una relación como la suya. Siempre escondiéndose de los demás y no pudiendo expresar lo que sienten abiertamente... – Dijo Yohei, pensativo.

-         Cállate – Murmuró el zorro, fríamente – No me importa lo que pienses.

Yohei lo miró, sin dejar de sonreír, y dijo:

-         Está bien. No volveré a hablarte de eso.

Rukawa lo miró, con desconfianza; había algo en Yohei que lo inquietaba enormemente, pero no de una manera molesta. Entonces se atrevió a hacer la pregunta que había formulado desde hace tiempo:

-         ¿Por qué te preocupas por mí? ¿No se supone que deberías apoyar a tu amigo?

Yohei no se sorprendió, llevaba tiempo esperando resolver esa duda:

-         Es cierto, Hanamichi es mi amigo, pero eso no significa que deba estar de acuerdo con todas las cosas que hace. Y...Lo que hizo con Haruko, lo que está haciendo contigo...No me parece correcto.

-         ¿Sólo por eso? – Murmuró Rukawa, escéptico.

-         Sólo por eso – Respondió Yohei, sonriente.

Rukawa lo miró y se sonrojó un poco. Después sacudió la cabeza, y dijo:

-         Debo irme.

Yohei se acercó a la ventana, miró a través de ella, y dijo:

-         Pero...Todavía no ha terminado de llover.

-         No importa – Dijo el zorro, esforzándose por mostrar su acostumbrada frialdad.

El dueño de la casa suspiró mientras alzaba los hombros. Rukawa lo miró despistadamente, aún recordaba la conversación que Yohei había tenido con Hanamichi hace una media hora...Obviamente él la había escuchado toda, bueno, sólo las palabras de Yohei, pero sabía perfectamente que había hablado con el pelirrojo.

-         Es Hanamichi – Dijo Yohei, de pronto, mientras miraba por la ventana.

El pelirrojo corría bajo la lluvia, sin sombrilla, y se dirigía a la casa de Yohei; necesitaba aclarar varias cosas.