"Romances de un amor prohibido"

Por: Viki Salmón


Capítulo 26: Tú no sabes amar

¿Acaso intentas darme calor con tu mirada triste?


Un instante después, el pelirrojo tocó el timbre. Yohei se levantó para abrir la puerta, y Rukawa deseó detenerlo, pero no lo hizo. El corazón del zorro latía sin control, no quería que su pelirrojo lo descubriera en la casa de Mito. Pero era demasiado tarde.

-¡¿ZORRO!? ¡¿Qué demonios estás haciendo aquí!?-Gruñó Sakuragi, al verlo.

-Tranquilízate-Le dijo Yohei.

Rukawa seguía inmóvil, a pesar de que había una revolución en su interior.

-¡WAAAA! ¡¿Qué está pasando aquí?!-Continuó gritando el pelirrojo, histérico.

-Encontré a Rukawa en la calle y lo invité a mi casa para que pudiera secarse...-Explicó Yohei, con su tranquilidad usual.

-¡¡¿QUÉÉÉÉ?!!

Los ojos del zorro brillaron de una manera extraña, y murmuró:

-Eso fue porque me dejaste esperando...Idiota...

El pelirrojo recordó su traición, y se tranquilizó un poco, aunque la verdad estaba avergonzado. Yohei supo que ambos necesitaban intimidad para poder hablar y, mientras tomaba la sombrilla, dijo:

-Iré a la tienda. Compraré unos pastelillos...

-¡Pero Yohei!-Exclamó el pelirrojo.

El dueño de la casa miró a la singular pareja por un instante, y después salió. Tenía mucho que pensar. Hanamichi tragó saliva, se sentía un poco nervioso, supo que aquel zorro aún tenía la capacidad de hacerlo temblar. Rukawa, en cambio, lo miraba con creciente rabia; no podía evitar aquella furia que siempre salía de su interior cuando estaba cerca del pelirrojo.

-Perdóname, zorro...olvidé que teníamos una cita...-Dijo Sakuragi, convencido de que el silencio se los tragaría a ambos si uno de ellos no hablaba pronto.

Rukawa mostró una expresión de enfado.

-¿Zorro? No te enojes, no volverá a suceder-Continuó Hanamichi.

-Dijiste lo mismo la última vez-Murmuró el zorro.

-Lo sé, pero...

Rukawa movió la cabeza, estaba harto de las estúpidas excusas que su ‘pareja’ le daba, estaba harto de esperar, de que Hanamichi nunca llegara a sus citas...Y, finalmente, decidió romper el silencio:

-Eres un torpe. Estoy cansado de ti...No quiero volver a verte, ¿entiendes?

Y después salió de la casa, y comenzó a correr bajo la lluvia, aún sin creer lo que acababa de hacer. ¿Realmente se había rebelado contra su pelirrojo? ¡Era increíble! Pero, a pesar de todo, el zorro no se sentía feliz. La tristeza se apoderó completamente de él, y pensó:

-Adiós...Torpe pelirrojo...

Yohei miró a Rukawa desde la tienda donde estaba. Pudo imaginar perfectamente lo que había pasado, y suspiró tristemente. La cajera lo miró con curiosidad, y después le dio la cuenta, con una sonrisa; como si tratara de reconfortarlo. Yohei pagó y salió del local, tuvo que correr muy rápido para poder alcanzar al zorro.

***

Mientras tanto, Hanamichi continuaba alterado. Parecía un tigre enjaulado, pues no dejaba de moverse de un lado a otro, en la habitación.

-¿Por qué me dijo eso? ¿Por qué?-Pensaba el pelirrojo, con cada paso que daba.

Finalmente alzó los hombros y salió de la casa.

***

Yohei y Rukawa caminaban por la calle. Había dejado de llover.

-Veo que por fin lo hiciste-Dijo Mito.

El zorro asintió.

-¿Qué pensará hacer Hanamichi de ahora en adelante?-Pensó Yohei.

Rukawa parecía ser el mismo de siempre, pero en realidad era bastante bueno disimulando sus sentimientos. Mito miró la caja de galletas que había comprado hace poco, y preguntó:

-Si  quieres podemos regresar a mi casa para comerlas.

Pero el zorro se negó como siempre, y prefirió irse a su propia vivienda. Yohei le sonrió mientras se despedía.