Rukawa X Hanamichi

Pistolero

Por: Lesvia Sakura


Hanamichi se encuentra practicando en la cancha de básquet de la escuela, totalmente entretenido en vencer al kitsune apestoso.

De pronto, justo cuando se prepara para realizar un tiro libre, un metal frío se le coloca en la espalda.

-No te muevas Hanamichi ...

-¿Kitsune?

-Sientes – dice deslizando el metal a sus nalgas – Si no haces lo que te pido aquí terminan tus días...

Hana sólo traga saliva, Ru últimamente se ha comportado de modo extraño, no dudaría en hacerle una nueva perforación...

Ru respira profundamente en su oído.

-Me encanta ese olor tuyo después de la practica, déjame percibirlo totalmente... – dice mientras con el arma le sube levemente la playera.

Hana sólo comienza a sacarse la playera de entrenamiento.

-Esto también... – dice bajándole los shorts.

Hana queda totalmente desnudo, Ru lo mira de espaldas a sí, asintiendo lo delicioso que es ese do’aho.

-Voltea a mí – ordena casi seductor.

Hana lo mira, sus ojos tienen una mezcla de pasión y terror, extrañamente excitante para Rukawa.

Le apunta con su arma {la de metal}, justo en la yugular.

-¿Te gusta esto? – mientras le sonríe.

Hana sólo desvía la mirada, ese sonrojo lo dice todo; Ru se acerca cual felino a su presa, y roza sus labios a los de Hana. Sólo para estrellarlos en un pasional beso.

Hana no cabe en sí, no es el primer beso que ese zorro le da, pero si el más excitante, el metal en su cuello lo hace sentirse deseoso.

Ru resbala sus labios a su cuello y el arma la pasa apasionadamente por su pecho hasta encajarla en sus costillas.

Hana suspiraba y gemía mientras Ru se dedicaba a estimular sus pezones, el derecho con su boca, el izquierdo con el arma.

Jamás en toda su historia había sido excitado de esa manera.

Ru decidió seguir con su excursión, un poco mas abajo, dejaba un camino de besos, llevando el arma siempre al lado de su rostro.

Llegó donde boca deseaba entrar, bajó su arma enterrándola justo en medio de los testículos de Sakuragi, haciendo que éste diera un chillido de placer; Ru lo tomó como una suplica, y enterró en su boca, ese ‘marro’, que Hana destinaba para su pareja ideal... {sí es que la encontraba, claro!}

Lamió, combinando su saliva con la frialdad del arma es su poder, que intercambiaba entre los testículos y el culo de Hana; quien al sentir la lengua insinuosa de Rukawa, abría las piernas permitiéndole el acceso a su virginal cuerpo.

Ru con el rostro entre las piernas de Hana apuntaba justo en el escroto de Hana, evitando cualquier escape, de un Hana que hacia lo posible por mantenerse de pie, aún con las locas sensaciones que Kaede le proporcionaba.

-Híncate dándome la espalda – ordeno Ruka sin dejar de apuntar.

Hana obedece sin replica, accediendo su alma a lo que su cuerpo expresa.

-¡Buen chico! Inclínate así – mientras le apunta el arma en la nuca – deja tu culo a mi merced ...

Hana sólo gime cuando la boca de Rukawa termina de humectar su delicioso y deseante culo.

Hana desea exigir que lo penetre ya, pero Ru, siempre paciente comienza poco a poco, metiendo su pene a Hanamichi, así como su arma en la nuca...

Hana gime, suspira y desea mientras Kaede se regocija de placer dentro de él ...

Las embestidas por fin satisfacen los instintos sádicos de Hana, y bien proporcionado ‘marro’ de Rukawa entraba y salía por los esfínteres virginales de Hana ...

Quien enloquecía de deseo y placer, Sintiendo en su cuello el arma y en su culo ese ‘fierro’ candente de Rukawa.

Por fin, después de sentir y desear, Rukawa tiembla al venirse dentro de Hana, quien hace lo propio en la duela del gimnasio...

Suspiran y aspiran como búfalos en celo, tratando de controlar sus respiraciones, Ru con el arma al suelo, Hana frente a él...

Minutos después...

-Vístete – ordena Rukawa apuntando desde el suelo a los ojos de Hana

Este obedece...

Ru busca su ropa, con la euforia voló bastante lejos...Camina a ella dejando el arma en el suelo.

Hana, quien terminó de vestirse la tomó, Ru lo miró y sonrío.

-¡Esta vacía...!! Hijo de Perra!!

Ru sólo se río y corrió del gimnasio lo más rápido que pudo.

Hana lo persiguió por las calles, hasta llegar a la casa zorruna; donde entró sin llamar.

La luz estaba apagada y al entrar sintió cómo Ru se le abalanzaba encima atándolo de pies y manos...

-Eres todo mío...

FIN


Nota de la autora: Sé que hace un tiempo no escribía, pero regreso con este fic muy sádico que espero los satisfaga ampliamente! Y ya saben criticas o besos a [email protected] ¡¡Gracias amiga Sailor Rukawa por subir mi fic!!