Rukawa X Hanamichi

Casi no lo creo

Por: Lucky


Preparatoria Shohoku.

Hace 15 días que las clases comenzaron en la preparatoria.

Alumnos nuevos en primer año sobran. De todas las secundarias… Llegó la hora de entrar, en el salón 7, una misteriosa mirada, de zorro al acecho, observaba calladamente a su víctima, a través de un ventanal, en el cual se reflejaban unos fríos y azules ojos. Un joven de cabello rojo, muy alto, que caminaba por la cancha, con un bolso y su equipo de gimnasia, junto a 4 jóvenes mas, él era el escogido por el zorro de Rukawa. Se trataba nada más y nada menos de Hanamichi Sakuragi, el chico del salón 11, que cada vez que aparecía en el gimnasio de basquetball, hacía que un corazón se estremeciera.

Cada día que pasaba el pelirrojo odiaba más la mirada zorruna que le recorría, sin dejar ningún centímetro de su cuerpo sin observar, cada detalle, cada cabello despeinado que caía con sutileza en su rostro.

Todos los días se encontraban en la cancha de basketball, los ojos de zorro, esos preciosos ojos azules que tenían un dueño frío, que no dejaba que sus sentimientos salieran de sí, fingía querer matar a aquel presumido pelirrojo, que cada vez que reía, cuando a alguno del equipo se le escapaba una palabra de aliento para Hanamichi…En el fondo esa risa lo cautivaba, lo hacía perder la razón, sentir un escalofrío que lo recorría desde la cabeza a los pies, esa piel bronceada…

Tres semanas después Rukawa ya no aguantaba mas, sentía que explotaría si no decía que era lo que no lo dejaba vivir…  

Un día después de la practica de basquetball, como de costumbre, Hanamichi se quedó practicando sus horripilantes tiros libres…soltó sus brazos, y se fue a los camarines, sin saber que unos ojos fríos, un cuerpo delgado y blanco lo esperaba...

Al entrar a los camarines sintió el sonido de una llave, de la cual escapaba el agua, Hanamichi no quiso adivinar quién sería, mientras se quitaba la ropa, Rukawa abría la cortina de su ducha y lo espiaba con unos ojos que esta vez ya no eran fríos, sino que ardían con una pasión descontrolada.     Rukawa sabía que en los camarines no había nadie, así que envolvió su cuerpo desde la cintura para abajo, y sin que Hanamichi se enterara, sacó de su bolso algo muy importante…La foto de Haruko y su billetera, sin olvidar dejar un papel con la dirección donde podría recuperar sus cosas, que por supuesto el lugar era la casa de Rukawa…(Saben…lo encuentro muy estúpido, pensar que eso se me ocurrió hace años, o no?)

Una hora después Rukawa tenía todo listo en su casa para esperar a Sakuragi, que como era obvio caería fácil en su trampa…

- Din don…-sonó el timbre.

- ¿Hay alguien aquí?- dijo Hanamichi.

Rukawa caminó hacia la puerta, mientras sentía que su corazón saldría de su lugar.

Hola Sakuragi-dijo con una voz sensual.

Qué¡¡¡¡ Zorro apestoso, me quitaste de la bolsa la foto de Haruko¡¡¡

Pasa, si no quieres que te dé un poco de frío.

Está bien…

(¿No crees que es raro que haya pasado así como así?)

Toma asiento-dijo Rukawa–No sé si decirlo de inmediato o más rato-pensaba Rukawa.

Este kitsune apestoso-decía susurrando.

Rukawa tomó la llave de la casa y la aseguró para que Hanamichi no se fuera.

¿Qué haces?

Nada…sólo asegurándome.

………… no entiendo.

Rukawa se voltea con una mirada inusual y...

Sabes Sakuragi, hace mucho tiempo quiero decirte algo…que no sé si sea conveniente.

Naaaaaa, el Tensai está preparado para todo…

Tú…do’aho……hace tiem…tiempo…tú….Me gus…me gus… gustas…tú me gustas.

¿…………?  ¿Perdón? Repítelo una vez más, ¿tú qué...?

¿Por?

Porque...si me estás engañando lo sabré en tu mirada.

Tú me gustas...y mucho.

En eso Rukawa se acerca donde Sakuragi, y lo besa tímidamente, por supuesto tomando a Sakuragi del rostro y forcejeando .

¿¡Qué haces…!? No me beses, yo… no te di…la autorización- en eso sus mejillas de pusieron rojas…como su cabello.

 

Rukawa agachó su cabeza, y se encogió de hombros, mientras que Hanamichi se levantaba de su asiento, intentó abrir la puerta, pero no pudo. Rukawa le entregó la llave a Sakuragi, pero este pelirrojo se giró a donde Rukawa y  le dijo con una voz tierna y tirando la llave al suelo…

Yo te amo también…y no quiero salir, si te tengo para mí…

Rukawa, al escuchar esto, lo besó en sus labios carnosos y sensuales, mientras que Sakuragi lo empujó al sillón…donde se besaron.

Rukawa comenzó a desabrochar los botones de la camisa de Sakuragi, mientras que el do’aho lo acariciaba desde el cuello por toda su espalda y repetía:

Kitsune…mi kitsune, ahhhhh,  te deseo tanto…

Déjate de decir tonterías y di que me amas…

Te amo, mi Kaede.

Al escuchar eso, Rukawa abraza a su do’aho y le dice:

Gracias…

Hanamichi, comienza a besar su pecho, acariciando su espalda para estimularlo:

- Mmmmm, Hanamichi, te…te…des…deseo…te deseo.

Hanamichi no pudo más y tomó a Rukawa y lo llevó hasta su habitación para hacerlo suyo…Cada vez que lo penetraba, Rukawa sentía que lo amaba más, y que estaba en el séptimo cielo.

No te detengas….Ahhh…Ahhh…

Cada vez que Hanamichi aumentaba sus movimientos, Rukawa se excitaba mas y más...sus pieles ya estaban sudadas, ardientes de pasión…cuando Sakuragi dijo que ya era el tiempo de concluir, y se lanzó a la cama al lado de Rukawa…donde se besaron, acariciaron… las sábanas estaban empapadas de pasión…sus respiraciones aún eran entrecortadas y sus corazones eran uno solo…

Luego Rukawa, comenzó a besar todo su cuerpo…

Sus pieles estaban mojadas por un sudor, que era sólo amor,  cuando los dos estaban más repuestos y sus respiraciones ya estaban normalizadas…

Hanamichi-murmuraba Rukawa.

¿...qué pasa?

¿Aún te gusta esa niña…Haruko?

No...ella no me hace sentir esto que siento contigo.

Y…¿la fotografía?

Quédate con ella…

Rukawa besó suavemente a Hanamichi, mientras entrelazaba sus piernas con las del do’aho y se abrazaban apasionadamente…

***

Rukawa abrió sus ojos y trató de levantarse, pero un cuerpo bronceado, no se lo permitía…

Mmmmm…entonces…esto no fue un sueño…no lo fue… Hanamichi esta aquí…

Claro que estoy aquí, mi kitsune…para ti solito.

El zorro abrazó a su do’aho y así se quedaron, en la cama de Rukawa…amándose para siempre…

FIN


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