Capítulo I


Ya pasaron tres años, después de la desaparición de Kaede Rukawa de Kanagawa, su primo Kaneda se las arregló para informar que había sido encontrado y mandado fuera del país. No había dado más explicaciones, al ser el Jefe de la Familia, nadie se las exigía ya que con solo 25 años, él era muy respetado y muy temido.

Vivía en una casa de la playa, a las afueras de Tomoeda, con su pelirrojo, Hanamichi Sakuragui. No tuvo problemas, él vivía solo en Kanagawa, sus padres se habían divorciado cuando tenía seis años, y su padre, con quien vivía hasta hace cuatro años, había muerto.

Era sábado, y ambos se encontraban haciendo los quehaceres de la casa, ayudados por dos amigos, (a que no adivinan quienes son, Tomoeda les suena =P ), Kaneda vendría a visitarlos.

-Kaede!!! Ayúdame, no puedo levantar las cajas yo solo.

-A buena hora se te ocurre sacarlas, te dije que cuando Kaneda venía hace una semana, que las sacaras del cuarto. D´aho!!

-A quién le llamas, D’aho!!! Kitsune tonto, ya ve...–no pudo continuar gritándole ya que lo habían agarrado por la cintura y lo besaban con mucha pasión.

Los otro dos chicos los observaban desde la cocina

-Oigan!!!! Ya dejen de hacer eso, que nosotros no haremos todo su trabajo!!!

-Ya déjalos, Touya. Ya casi terminamos.

-Sabes que me encanta molestarlos, Yuki – Cuando estaba por besarlo, recibió un almohadonzazo en la cabeza.

-Hanamichi!!! Me las pagarás – y salió corriendo persiguiendo al pelirrojo, mientras Yuki y Kaede los observaban divertidos.

-Hanamichi nunca cambiará, siempre molesta a Touya y termina siendo perseguido.

Kaede los veía divertido, ahora tenía amigos y alguien a quien amar a su lado, pero siempre recordaba lo que padeció para lograrlo. Su familia, su tío, las cosas que le hacían, se estremeció con solo recordarlo.

-Te encuentras bien? – Yuki preguntó preocupado sacándolo de los recuerdos oscuros.

-Sí – sólo dijo secamente – Todo está bien.

Y volvió a los quehaceres, Yuki sólo lo observaba. No conocía mucho del pasado de Kaede, sólo lo que contaba Hanamichi en sus anécdotas del primer año de preparatoria, y lo que le había dicho Touya, que no tuvo una niñez como la mayoría. Su familia le hizo padecer mucho sufrimientos, y por eso se había escapado de Kanagawa. Sólo su primo Kaneda era el único en quien confiaba, y estaría de visita por lo menos diez días.

Después de que Touya alcanzara a Hanamichi y éste terminara con un gran balde de agua fría sobre su cabeza, terminaron de arreglar la casa y la cena. Kaneda llegaría en cualquier momento, todos estaban nerviosos menos Kaede, a pesar de los años y de que viviera con Hanamichi no podía sacarse la postura de Iceman. Quería verlo después de tanto tiempo, pero a la vez tenía miedo. Su primo había sido el que llamó para avisar de su visita:

“.... Kaede iré unos días para Tomoeda, tengo que arreglar asunto de la familia. Necesitaría hablar contigo, no tienes que preocuparte, tu sabes a que me refiero. Además tu primo Akira quiere verte aunque no lo creas. Estaré allí en una semana, nos vemos........”

Esa había sido su conversación, precisa, corta y fría, como toda conversación de la Familia Rukawa.

El ruido de un auto lo sacó de sus pensamientos, Kaneda había llegado.

Bajó de un auto deportivo negro, descapotable. Vestía con una camisa azul oscura, pantalón de vestir negro, y un buzo que cubría sus hombros del mismo color. Su pelo estaba despeinado por el viento, sus ojos verdes penetraban en la oscuridad, como la mirada de los gatos en plena casería. Yukito y Touya quedaron asombrados, (vale decir impresionados, como los animes que tienes que cerrarles la boca por que se les cayó al piso), nunca pensaron que ese sujeto llegara a ser tan...indescriptible. Era una persona muy atractiva, se podría decir que era más que Kaede. Era un poco mas alto, un cuerpo muy bien definido, un porte muy varonil.

Se fue acercando hasta los casi desmayados amigos.

-Buenas Noches.

-Buenas Noches... – fue el murmullo de Yuki y To-ya, Hanamichi veía divertido la escena, sabia que se impresionarían, lo había conocido y sabia que era muy atractivo igual que su Kaede, claro que su Rukawa era al que amaba.

La cena fue normal, una conversación muy amena, anécdotas, estudios, trabajos, etc. Cuando la cena hubo terminado, y la cocina limpiada, Yukito y To-ya se retiraron, Hanamichi se despidió de Kaede con un beso, y con una reverencia a Kaneda.

Cuando los muchachos quedaron solo en la sala, la tensión se sintió por todo el cuarto.

-Tenemos un negocio que arreglar, necesito tus habilidades.

Kaede solo lo miró, y como si nada una pequeña lágrima salió sus ojos azules.

-No!!! – Fue su respuesta

-Sabes que si no fuera necesario no vendría a buscarte

-No, no lo haré – levantando un poco la voz, más por miedo que por enojo.

-Quiero que seas mi sombra.

-No, no lo haré, no insistas.

-Poniéndose de pie, y enfrentándolo.

-Yo, como Jefe de la familia Rukawa, te ordeno a ti, como Yakusa, que seas mi sombra.

Esas palabras dolieron más que todas las cosas que le hacía su tío, su propio primo le ordenaba volver a ser lo que siempre odió y huyó de Kanagawa.


Nota 1 : si terminaron de leer este capitulo, se los agradezco. Soy todo oídos. [email protected]

Nota 2 : Es obvio quiénes son Touya y Yukito, lo que sí quiero aclarar que acá no tienen poderes, va! Touya sigue con su sexto sentido, pero Yuki es un ser único, o sea que no tiene su otra persona, Yue. Eso se los podré aclarar en otro fic, tiempo al tiempo, además ahí conocerán a mis amigos Tatsumi y Muraki. Los quiero un montón. =X.

Nota 3 : Chibineko este fic esta dedicado a TI!! BESOS.