Primera parte


Peeji wo mekuro koto bakari ni

Kotae wo motomete ita keredo

Hontou ni shiritakatta koto

Boku no kokoro no naka ni aru

(Traté de encontrar la respuesta

Sólo dando vuelta la página.

Pero lo que realmente quería saber

Estaba dentro de mi corazón)

"Open Mind" Digimon 02


"¡¡Buena fiesta!! ¿No crees, Sendoh?"

"¡¿Puedes callarte?!" Respondió él, "Me duele la cabeza como un demonio."

"¡Ja! Después de cómo tomaste no me asombra." Contestó su compañero. "Menos mal que la fiesta fue en tu casa, ¡porque de lo contrario no habrías podido regresar a tu casa de lo borracho que estabas!"

"¡¡Cierra la boca!! Me duele más con cada palabra que dices." En verdad Sendoh se veía muy adolorido.

"Debiste pensarlo antes, amigo."

"Toma." Interrumpió sorpresivamente Koshino, que había escuchado silenciosamente la conversación, mientras le alcanzaba unas pastillas y una botella con agua. "Son analgésicos. Me sorprende que hayas venido en ese estado."

"Tenía que." Respondió Sendoh mientras tomaba las cosas que le ofrecía su amigo. "No quería esperar más."

Habían terminado los exámenes finales de ese semestre, y para celebrar en grande se había organizado una fiesta en casa de Sendoh. Había sido un éxito. Y este día daban los resultados de los exámenes. Sendoh necesitaba al menos 70 puntos para poder seguir en el equipo de basketball (¿les suena conocido?), por lo que había estudiado mucho y no podía esperar más por los resultados.

"Muy bien." Continuó Yuuto, su compañero, "¿Y, Koshino? ¿Qué tal te fue con esa chica que te siguió toda la noche?

"Pues, este..." Koshino se puso tan rojo como un tomate. "Yo..."

Afortunadamente para él, llegó el profesor con los esperados resultados. Sendoh obtuvo 70 justos, para su gran alivio, y Koshino 95, lo que le dio lo mismo. Tenía otras cosas en mente y pronto debería transformar esos pensamientos en palabras.

***

En la tarde...

Hiroaki Koshino abrió la puerta que llevaba a la azotea. Ahí estaba Sendoh.

"¿Y bien?" Dijo Koshino a modo de saludo. "¿Qué quieres?"

"Gracias por el analgésico." Contestó simplemente el muchacho con cabello en punta.

"De nada. Pero no era eso para lo que me llamaste, ¿cierto?"

"Cierto. Yo... sólo quería saber... cuando estaba ebrio... ¿qué tonterías hice?"

"¿No lo recuerdas?"

"No estoy muy seguro. Creo saberlo, pero estaré más seguro si tú me lo dices."

"Pues bien..." Koshino lo pensó un poco, "Nada que no te hubiera visto hacer antes, pero..."

"¿Pero qué?"

"Pero te desapareciste por un largo. Quién sabe qué hiciste entonces."

"Oh no." Se pegó contra la reja del techo de la escuela. "No puedo creerlo."

"¡Ahí estás!" Gritó por detrás una voz femenina. "¡Llevo una eternidad buscándote! ¡Ah! Hola, Koshino."

"Hola, Natsuko."

Natsuko era la novia en turno de Sendoh. También iba en segundo y era muy bonita.

"¿Por qué no me dijiste que estarías aquí, Akira? ¡Creí que almorzaríamos juntos!"

"Quería estar solo un rato." Respondió Sendoh sin mirarla, ignorando por completo a su amigo.

"No era eso lo que querías el sábado..." Le dijo Natsuko, acercándose seductoramente. "Pensé que quizá te gustaría repetirlo."

Obviamente ella también ignoraba a Koshino, quien estaba atónito. ¿A eso se refería Sendoh con tonterías? Pensó Hiroaki. ¡No puedo creer que Sendoh...! ¡De nuevo...!"

"No estoy de humor." Dijo fríamente Sendoh. "¿Puedes dejarnos solos? Es algo importante."

"Como quieras." Contestó molesta Natsuko, y se fue.

Al ver que Sendoh seguía en silencio, Koshino decidió ser el primero en hablar. "¿Y? ¿Qué es lo importante?"

"No, nada en especial. No quería tener que escucharla, eso es todo."

"Ah. ¿No prefieres que me vaya?"

"No, yo... ¿puedes quedarte conmigo? No me siento muy bien..." El tono de Sendoh era algo triste.

"De acuerdo."

Ambos se quedaron en el techo hasta la hora de salida.

***

"¡Akira Sendoh! ¿Me estás escuchando?" Gritó Natsuko.

"¿Ah?"

"No has dicho nada desde que entramos al cine. Te has portado de una manera extraña todo el día..."

No se merece esto, ¿no? Pensó Sendoh. Debe saberlo.

"Natsuko, yo... tú..."

"¡Oh, Dios mío! ¿Soy yo?" Interrumpió Natsuko.

"¿Qué? ¿De qué estás hablando?"
"Ya no te gusto, ¿cierto?" Lloriqueó Natsuko.

"¿Eh? Este... yo..."
"¡Lo sabía! ¡Ya no me quieres!" Ahora sí que lloraba.

"Mira, no es tu culpa. Soy yo, no tú. Sabes que encontrarás a alguien mejor que yo..."

"¡Siempre me pasa lo mismo! ¡Nunca logro tener una relación de más de un mes!"

"Lo siento, pero no me parece justo que tengas que pagar por uno de mis errores--"

"¿Ahora dices que lo nuestro fue un error?"

Y Sendoh pasó el resto de la tarde consolándola.

***

Koshino conocía a Sendoh desde hace mucho y bastante bien. Fue testigo del surgimiento de la personalidad de Casanova de Sendoh, lo que ya era conocida en todo el estado; había sido el principal apoyo de Akira cuando sus padres se divorciaron y también sabía de todas las novias de Sendoh, incluyendo aquella con la que se inició sexualmente. No sólo era su confidente, sino también aquel que había escuchado todas las veces que Sendoh había dicho 'No, fue algo de una noche. Quiero ir lento con quien sea mi novia. Con la próxima irá en serio. Lo prometo', cosa que hasta ahora nunca había hecho. Y con Natsuko no parecía ser la excepción.

"¿Cambiarás algún día por alguien, Akira?" Se preguntó en voz alta, "Ojalá que sí. Por tu propio bien... y el mío."

***

Al día siguiente empezó nuevamente una rutina ya demasiado familiar para Koshino: esa mañana Sendoh llegó con un enorme montón de cartitas de todas sus admiradoras que 'casualmente' se habían enterado de que su adorado Sendoh estaba disponible nuevamente. Y ahora, pensó Hiroaki, abrirá cada una de las cartas, las leerá con una 'seria' expresión y comentará con todos cuál de todas será la afortunada en convertirse en su nueva conquista. No sólo Koshino conocía aquella rutina, sino que también la mayoría del salón, así que un buen grupo se reunió alrededor del puesto de Sendoh para ayudarlo un poco a decidir quien era la mejor candidata de todas aquellas. Era una costumbre que ocurría al menos una vez al mes en aquel salón de segundo año. Pero para la sorpresa de todos, Sendoh no llevó las cartas hasta su puesto, sino que hasta el tarro de la basura y las botó absolutamente todas. Y algo que los impresionó aun mucho más, fue que la habitual y famosísima sonrisa de Sendoh había sido reemplazada por una clara expresión de enfado. Antes de que alguien pudiera preguntarle que qué demonios le pasaba, sonó la campana. Si había otra costumbre de Sendoh que todos conocían también, era la de llegar tarde.

Mientras todos volvían a sus puestos y el desagradable profesor entraba en la sala, los que se encontraban cerca de Akira pudieron escucharlo murmurando algo como '¿Qué no ven que necesito tiempo a solas?' por lo bajo, un rumor que se esparció rápidamente entre las aburridas clases de matemáticas de ese día (el ramo en el que estaban).

La mayoría optó por lo que parecía la razón más lógica para explicar la extraña actitud de Sendoh: este rompimiento sí le había afectado. Pero Hiroaki lo dudaba bastante. La última vez que los había visto juntos, Sendoh había tratado demasiado mal a Natsuko como para estar así de abatido. ¿Qué le pasaría realmente? ¿Sendoh le diría o tendría que obligarlo a que se lo dijera? Creo que la segunda, pensó. A menos que sea algo en verdad importante, yo tendré que preguntarle. Aunque pensándolo bien, es mejor que no me diga; así me aseguro de que no es nada grave y no tengo que preocuparme. Sí, es mejor de esta for- -

"¿Koshino?" Una voz interrumpió sus pensamientos.

"¿Eh?" Hiroaki sacudió un poco la cabeza para volver a la realidad. "¿Qué? ¿Qué quieres, Sendoh?"

"Bueno..." Respondió éste, "¿podemos hablar mas tarde?"

Oh no. "Sí. Claro que podemos."

***

"Claro. Cada vez que me relajo sobre alguna cosa, nunca falta que algo pasa y de pronto aquello que había dado por solucionado o inofensivo se convierte en un enorme problema." Koshino murmuraba sin descanso mientras subía las escaleras a la azotea, donde había quedado de reunirse con Sendoh. "Nunca falla. Siempre hay algo que sale mal y Sendoh me mete en problemas por al menos una semana. Ni siquiera sé porqué sigo siendo su amigo. Yo debería..." Interrumpió su reclamo para abrir la puerta. ¿En qué estaría metido ahora Akira? ¿En que lo había metido esta vez a él? Hace no mucho ya había pasado por algo similar. Y otra vez antes que esa vez. Y aun otra vez un tiempo antes que esa. Y también otra vez antes. Recordó que ya había pensado en dejar de ser su amigo. ¿Lo estaba reconsiderando? Era el momento de tomar una decisión. Al menos oigamos lo que tiene que decir ahora, decidió Koshino.

"¿Sendoh?" Llamó Koshino. El aludido se volteó y le dirigió una breve sonrisa. "¿Y bien? ¿De qué querías hablarme?" Fue la fría respuesta del muchacho más bajo.

Sendoh bajó la vista, mientras decidía por donde empezar. Demonios... Koshino no me lo está haciendo anda fácil. Pero debo continuar. "Asumo que ya sabes que terminé con Natsuko."

"Tres días antes de lo esperado. ¡Por tu culpa perdí una apuesta, Sendoh!" Respondió, medio en broma y medio en serio. Definitivamente quería romper con el tenso ambiente que se respiraba entre ambos.

"¡Ja! De veras lo siento, pero pensé que no iban a apostar de nuevo sobre mis relaciones." A pesar del tono en broma que usaba, lo que decía era en serio. "Bueno, sólo quería explicarte porqué terminé con ella."

"Sendoh, no tienes por qué, en serio--"

"No, en verdad quiero explicarte." Lo interrumpió Akira. Dios, va a ser difícil, pero tengo que hacerlo. "Es que me di cuenta de que no sentía nada por ella--"

"Sendoh, en serio, está bien. No tienes que hacer esto."

"Pero quiero hacerlo." Y le dirigió una triste mirada en sus hermosos ojos azules. "¿Puedo?"

No, no me mires así. ¿No ves que no soporto esa mirada? "Eh... Está bien. Si significa tanto para ti..." Respondió, fingiendo resignación.

"Gracias. En verdad significa mucho para mí." Y Sendoh dio un hondo suspiro antes de continuar, "Tú mejor que nadie debes conocer todas las malas relaciones en las que he estado. Y aunque igual me han gustado varias chicas con las que salí, nunca me enamoré de ninguna, porque--"  Sendoh de pronto guardó silencio.

"Porque, ¿qué?" Dijo Koshino para hacer que continuara, ya que en verdad quería saber la razón.

"Porque descubrí que todo este tiempo ya estaba enamorado de alguien, pero nunca quise aceptarlo." Y Sendoh hizo otra gran pausa.
¿Soy yo o esta conversación se está poniendo extraña? ¿No debería estar diciéndole esto a ella y no a mí? La mente de Koshino trabajaba a full mientras duraba la pausa de Sendoh. Quizá como esta vez sí va en serio, ¡finalmente!, quiere ir lento y pedirme ayuda. Sí, eso debe ser. "¿Y quién es la afortunada?" Preguntó con una amplia sonrisa. Pero en cuanto esas palabras salieron de su boca, no pudo evitar sentirse un poco afligido, e inconscientemente borró la sonrisa de su rostro.

"¿La afortunada?" Akira rió un poco, "La afortunada..." Y pareció pensar un poco en aquella denominación seriamente. "Creo que así puedes llam--"

"¿Y quién es?" Ya no soportaba tanto rodeo. Tenía que ponerle fin a la espera. "Ya, di quién es."

"Es... Hiroaki Koshino." Concluyó mirando muy serio aquel a quien acababa de nombrar.

Koshino estaba estupefacto. ¿Sendoh acababa de decir su nombre? ¿SU nombre? Su rostro se había tornado tan inexpresivo que hasta Kaede Rukawa, el Rey del Hielo, se habría muerto de la envidia. Debía ser una broma. TENÍA que ser una broma.

"Por favor..." Al no poder imaginar siquiera lo que pasaba por la mente del ser al que acababa de declararle su amor, Sendoh empezó a desesperarse. "Vamos, di algo. ¡Lo que sea! Aunque sea que me odias, que ya no somos amigo, que no quieres volver a verme en tu vida... Pero di algo..." Otra triste mirada. "Por favor."

Por toda respuesta, Koshino se fue, dejando a Sendoh sumido en la desesperación mientras miraba cómo se alejaba lentamente.