Capítulo 4: Fiesta de bienvenida


Touya (con la mejilla un poco hinchada) llegó a casa acompañado por Yukito. Sakura y el señor Kinomoto estaban comiendo.

-¡Hermano! ¿Qué te pasó?-Preguntó la pequeña en cuanto vio sus heridas.

-Nada-Murmuró Touya, mientras se acercaba al refrigerador y sacaba un poco de hielo.

-Buenas tardes-Dijo Yukito, educadamente.

-Ho...Hola...-Murmuró Sakura, sonrojada.

-Buenas tardes-Dijo Fujitaka, después miró a su hijo-Pero...¿Te peleaste?

Touya no dijo nada, pero Yukito sí:

-Lo que sucede es que tuvimos problemas con un nuevo alumno.

-Qué mal-Se lamentó Fujitaka.

-Disculpa, Yukito...¿Vas a quedarte a comer?-Preguntó Sakura, con nerviosismo.

-Gracias, pero no puedo-Respondió el chico de lentes-Le prometí a mi abuela que llegaría temprano, será en otra ocasión.

-¿Te gustaría cenar con nosotros esta noche?-Preguntó el señor Kinomoto.

-Está bien-Dijo Yukito, sonriente.

-Esta será una noche especial-Agregó Sakura.

Touya escuchaba la conversación, sin imaginarse que su padre había organizado una pequeña fiesta para dar la bienvenida a sus fastidiosos vecinos; y después acompañó a su ‘amigo’ hasta la puerta. Antes de irse, Yukito dijo:

-Oh...Dile a tu papá que llegaré un poco tarde. Olvidé que tenía algo que hacer.

-Está bien, Yuki-Murmuró Touya, con el hielo sobre la mejilla.

El chico de lentes observó el lastimoso estado de su pareja, y su sonrisa desapareció por un momento. Touya lo notó, y dijo:

-No te preocupes, estaré bien.

-Gracias por haberme defendido...

-No podía permitir que ese peliteñido te tocara.

Yukito volvió a sonreír y le dio un pequeño beso en  los labios a Touya, después se fue.

-Yuki...-Pensó el joven Kinomoto, con emoción.

***

Mientras tanto, en la casa de Hanamichi y Rukawa...

-¡Aggghh! ¡¿Por qué no hiciste nada, zorro apestoso!? ¡Fui golpeado por todo el equipo de fútbol y tú ni te inmutaste!-Exclamó el pelirrojo, mientras se miraba en el espejo. Tenía el cabello completamente desordenado y un par de moretones en diferentes partes del cuerpo-¡Grrrr! ¡No lo puedo creer! ¡Eres un...!

Sakuragi continuó insultando a su pareja por un buen rato, mientras Rukawa acomodaba la ropa en los cajones del dormitorio. El histérico pelirrojo estaba junto a él, apoyado en el tocador, mirándose en el espejo y gritando sin parar.

-Torpe pelirrojo-Pensó el zorro.

De pronto Hanamichi descubrió un papel sobre la cama.

-¿Y eso?-Preguntó, tranquilizándose un poco.

Rukawa alzó la vista, y observó el pequeño sobre, después dijo:

-Es una invitación para cenar.

-¿Qué?-Preguntó el celoso pelirrojo-¿De quién?

-De los vecinos de al lado. La encontré en el buzón cuando llegamos.

-Ohhh...

-¿Qué piensas?

-Creo que será buena idea ir. Después de todo, ninguno de los dos sabe cocinar, y la cena que hiciste anoche sabía horrible.

Rukawa evitó seguir mirando al insolente pelirrojo, y gruñó, como sabía hacerlo. Hanamichi se sintió culpable, y dijo:

-Era broma.

-.........

-¿Zorrito?

-.........

-¿Me perdonas?

-........

-¿Rukawaaaa?

-........

-¿Kaede?

-.......

Finalmente, Hanamichi se desesperó y salió de la habitación. Rukawa continuó acomodando la ropa de ambos.

***

Era un poco tarde cuando Yukito llegó a la residencia Kinomoto, aunque los invitados especiales no habían llegado. La comida se enfriaba. Y los anfitriones se desesperaban.

Mientras tanto, Sakura estaba en su habitación, hablando por teléfono con Tomoyo. Kero estaba comiendo un dulce de papa, sobre el escritorio.

-¿Esta mañana te conté sobre el pelirrojo que conocí?-Preguntó Sakura, con emoción.

-Pues...no-Dijo Tomoyo.

-¡Era un chico muy lindo! ¡Se parecía un  poco a Yukito!

Kero observó a su ‘protegida’ desde el escritorio, y pensó:

-Bah, a ti te gusta todo lo que tenga que ver con ese sujeto.

Después el pequeño bicho siguió comiendo, sin  prestar atención a nada más, ni siquiera al timbre, que sonaba sin parar.

-¡Ya llegaron!-Exclamó Sakura, con nerviosismo-¡Mañana te contaré lo que pasó!

-Que te vaya bien-Dijo Tomoyo.

La pequeña Kinomoto se despidió, colgó, y bajó corriendo por las escaleras. Abajo le esperaba un molesto espectáculo: Touya compartiendo una mirada asesina con uno de los recién llegados...pero si era...¡El pelirrojo!

-Buenas noches-Dijo el señor Kinomoto, saliendo de la cocina-Bienvenidos. Pasen, por favor.

Hanamichi caminó desconfiadamente junto a Touya, y Rukawa observó a la niña que esperaba a la mitad de las escaleras.

-Es la niña de esta mañana-Pensó el zorro, con recelo, pues su pelirrojo se había portado muy amable con ella.

-Buenas noches-Dijo Sakura, sonriendo.

Rukawa gruñó algo indescifrable, y caminó detrás de Hanamichi y Touya.

-Definitivamente es idéntico a mi hermano-Suspiró Sakura, antes de reunirse con los invitados en la sala.

***

Cuando Sakura entró en la sala, descubrió al pelirrojo, a su amigo, y a su padre sentados en el mismo sillón. Junto a ellos estaban su hermano y Yukito.

-Ella es mi hija menor, Sakura-Dijo Fujitaka, en cuanto la vio.

-Buenas noches-Murmuró la recién llegada, algo sonrojada.

A Hanamichi le brillaron los ojos, y exclamó:

-¡Eres la niña de esta mañana!

-¡¿Qué!?-Preguntó Touya-Monstruo, ¿en dónde conociste a este peliteñido?

-¡¿Cómo te atreves a decirle monstruo a una niña tan bonita!? ¡Ella es tu hermana!-Gritó Sakuragi.

Rukawa se tapó la cara, y pensó:

-Ya va a empezar

Yukito reía tontamente, Sakura estaba confundida. Fujitaka Kinomoto tosió un par de veces, y preguntó:

-Ejem...Escuché que vienen de Kanagawa.

Hanamichi observó al sonriente señor Kinomoto, y dejó de pelear:

-Así es.

-Me gustaría llevar a mi familia a ese lugar-Agregó Fujitaka.

-¡Cuando quieran pueden ir y quedarse en mi casa!-Exclamó Hanamichi, felizmente; después miró a Touya, y murmuró-Siempre y cuando no lleven al salvaje ni al cuatro ojos que está allá.

Una gota de sudor apareció en las cabezas de todos los presentes, excepto en la de Rukawa.

-Él es así-Murmuró el zorro.

Fue una fiesta vergonzosa. ˆ_ˆ’