Capítulo 6: Trabajo en equipo


Dos semanas después, de odio e indiferencia incontenibles, uno de los profesores encargó al grupo un trabajo de investigación, además él formaría los equipos.

-Kinomoto, Tsukishiro, Sakuragi y Rukawa-Dijo el profesor-Quizá de esta manera aprendan a llevarse bien...-Pensó.

Los cuatro se miraron entre sí, Hanamichi y Touya intercambiaron una mirada asesina; mientras que Yukito reía y Rukawa suspiraba. El resto del grupo comenzó a organizarse, y ellos no tuvieron más remedio que hacer lo mismo:

-¿Y dónde nos veremos para hacer el trabajo?-Preguntó el pelirrojo, con dificultad.

-Podría ser en mi casa, o en la de Touya, o en la de ustedes-Comentó Yukito.

-Eso ya lo sabemos, cuatro ojos-Dijo Hanamichi.

-Grrrrr-Gruñó Touya.

-Será en nuestra casa-Murmuró Rukawa, antes de salir del salón-El sábado por la tarde.

Yukito y Hanamichi aceptaron, el joven Kinomoto dudó al principio, pero terminó aceptando.

-Está bien-Murmuró.

***

Y el sábado por la tarde llegó. Touya no tuvo más remedio que salir de su casa, dar unos cuantos pasos, y tocar el timbre de la residencia Rukawa/Sakuragi. Yukito había dicho que llegaría más tarde. Un malhumorado pelirrojo abrió la puerta. Ambos intercambiaron una de sus famosas miradas, y entraron. Touya caminó a través de las increíblemente limpias habitaciones (se había imaginado una especie de basurero nuclear) siguiendo al pelirrojo, hasta la sala de estar. El zorro estaba dormido en un sillón. Sakuragi le lanzó un balón de basketball que estaba en el piso, y exclamó:

-¡Despierta, zorro apestoso! ¡Ya llegó uno de ellos!

Rukawa recibió el impacto con obvio desagrado, se incorporó lentamente, y murmuró:

-Me las pagarás, idiota.

-Lo que tu digas...-Dijo Hanamichi, después miró a Touya-¿Y tú amigo el cuatro ojos?

-Deja a Yuki tranquilo-Murmuró el joven Kinomoto.

De pronto el pelirrojo sintió como si ya hubiera vivido ese instante muchas veces, miró a su alrededor: Era observado por aquel zorro y por su indiferente vecino...¡Cómo se parecían esos dos, eran casi idénticos! Hanamichi movió la cabeza enérgicamente y comenzó a reír como loco, pues se sentía realmente nervioso. Touya y Rukawa intercambiaron  una extraña mirada. El timbre se escuchó. Era Yukito.

***

Los cuatro se sentaron alrededor de la mesa y estuvieron trabajando hasta bien entrada la noche. Hanamichi estaba completamente desesperado, se estiró, y dijo:

-¿Qué les parece si continuamos mañana?

-Torpe-Murmuró Rukawa-Aún nos falta bastante.

-¡Lo sé, lo sé! ¡Pero me estoy muriendo de sueño!-Exclamó Hanamichi, levantándose.

-Por mí está bien-Dijo Yukito, sonriente.

Touya asintió.

-Como quieran-Gruñó Rukawa, un poco molesto.

Hanamichi observó el paquete que Yukito llevaba consigo, y preguntó:

-¿Qué es eso, cuatro ojos?

-¿Esto? Son unos pasteles que compré antes de venir...Aunque hace falta té para acompañarlos.

-¿Tenemos té, zorro?

-Ayer compré un poco.

-¿Alguno de ustedes sabe preparar té? Porque nosotros no-Dijo Hanamichi.

Yukito sonrió, y dijo:

-Touya es muy buen cocinero.

-¿En ese caso por qué no preparas algo de cenar para nosotros?-Recomendó el pelirrojo, pues tenía bastante hambre y su estómago gruñía-Al final nos comeremos los pasteles que trajo tu amigo.

Touya estaba a punto de negarse rotundamente, pero Yukito lo convenció con una de sus sonrisas.

-Está bien-Murmuró el joven Kinomoto, de muy mala gana, y después caminó hacia la cocina, seguido por Yuki.

-¡¡En la cocina encontrarás todo lo necesario!!-Exclamó Hanamichi, feliz, porque iba a llenar el estómago con comida de verdad.

El pelirrojo se dio la vuelta, y descubrió al zorro sentado en el sillón, completamente pensativo.

-¿Y ahora qué te pasa?-Preguntó Sakuragi, sentándose junto a su pareja-¿Acaso estás celoso porque les presté la cocina a esos tontos?

-No-Murmuró Rukawa, con voz vacía, estaba pensando en algo mucho más importante.

***

Mientras tanto, en la cocina.

-¡Mira Touya, tienen té de manzanilla!-Exclamó Yukito, felizmente.

El joven Kinomoto miró a su sonriente pareja y tomó la caja que éste le ofrecía.

-Ahora lo preparo-Murmuró.

-Ehhmm...Touya.

-¿Si?

-¿Te pasa algo?

-Por qué lo dices.

-Últimamente te he visto muy distraído...¿Hay algo que quieras contarme?

-Estoy bien, Yuki, no te preocupes.

El chico de lentes vio cómo su pareja preparaba el té, y continuó sonriendo. Entonces se escuchó la voz de Sakuragi:

-¡Tomaremos el té y los pasteles arriba! ¡No hay tiempo para cenar!

-¿Y a ese qué le pasa?-Murmuró Touya, molesto.

Yukito rió un poco y ayudó a su pareja con el té.

***

Arriba, en la habitación de Sakuragi y Rukawa, los cuatro bebían el té y charlaban. Aunque Yukito y Hanamichi eran los únicos que hablaban, pues los otros dos se encontraban muy ocupados; Rukawa pensando detenidamente y Touya mirando la habitación fijamente.

-Esta habitación es para dos personas-Pensó el joven Kinomoto, mirando al pelirrojo y al zorro-Ahora entiendo...

***

El equipo de Sakuragi, Touya y los otros dos entregaron su trabajo el día indicado, y obtuvieron una calificación sobresaliente; aunque no dejaron de pelear entre ellos, sobre todo Hanamichi y Kinomoto.

-Qué decepción...-Pensó el profesor, mientras miraba al pelirrojo y a Touya peleando.