Capítulo 8: El secreto de Rukawa


Los días en la cabaña pasaron en un abrir y cerrar de ojos; y todos regresaron a la ciudad. Rukawa y Sakuragi partirían esa misma noche. Poco después de haber llegado (eran las 11:00 AM) Yukito y Touya estaban en la habitación de éste, charlando sobre la inminente partida de los vecinos odiosos.

-Sólo se quedaron un mes-Dijo Yukito-¿Crees que debamos organizar una fiesta de despedida?

-¿Para qué?-Murmuró el joven Kinomoto.

-Vamos Touya, ellos fueron nuestros compañeros de clase, tus vecinos...

-Hmmmm.

-¿Qué sucede?

-No soportaría estar ni un minuto más junto a ese maldito peliteñido.

-Rukawa es un poco callado y Sakuragi es algo problemático, pero no creo que sean malas personas. Además, creo que se parece un poco a ti...-Dijo Yukito, pensativo.

-¿Quién? ¿Sakuragi?

Yukito volvió a sonreír, y dijo:

-No. Rukawa.

Touya alzó una ceja. El chico de cabello grisáceo se acomodó los lentes, y dijo:

-¡Es cierto! ¡Lo había olvidado!

-¿Qué?-Preguntó el joven Kinomoto.

-Rukawa me dijo que solía visitar esta ciudad constantemente cuando era más chico.

Touya se sintió un poco conmocionado al escuchar aquello, pero no sabía por qué. Finalmente cedió:

-Está bien.

-¡Invitemos a tu papá, a Sakura y a sus amigos!-Exclamó Yukito felizmente-¡Será esta misma tarde!

Touya asintió.

***

Pocas horas después, Rukawa y Hanamichi estaban en su habitación. El pelirrojo estaba acostado en la cama, lamentándose, pues no quería irse. En cambio, el zorro estaba haciendo las maletas.

-¡Waaaa! ¡No me quiero ir!-Exclamó Sakuragi.

-Hmmmm...-Murmuró Kaede.

-¿No podríamos quedarnos un poco más?

-No.

-¿Por qué no?

-Porque no.

-Zorro...

De pronto se escuchó el timbre.

-¿Quién será?-Preguntó el pelirrojo.

-Ve a abrir-Murmuró Rukawa-Estoy muy ocupado.

Hanamichi le dio una patada al zorro antes de salir de la habitación y bajó rápidamente las escaleras. Aunque no lo crean, sus golpes e insultos eran en realidad una muestra de cariño. Rukawa lo sabía y sonrió un poco:

-Ese torpe-Pensó.

Ambos no conocían otra manera de demostrar su amor.

***

Poco después, Sakuragi abrió la puerta y al ver a todas aquellas personas, exclamó:

-¡¡WAAAAA!! ¡¿Qué están haciendo aquí?!

-Yukito y mi hermano organizaron una fiesta de despedida para ustedes-Dijo Sakura, sonriente.

Hanamichi la miró, se sintió feliz y exclamó:

-¡Pasen! ¡Pasen! ¡Sakura, señor Sakura (Fujitaka), salvaje, cuatro ojos, chiquilla fastidiosa, la niña de la cámara y el mocoso que está allá también...!

-¿Quién es?-Preguntó Rukawa, mientras bajaba por las escaleras; al llegar abajo, observó con fingida indiferencia al numeroso grupo. Después vio a Touya y le sostuvo la mirada por un momento.

-¡Pasen todos a la sala!-Dijo el pelirrojo, enseguida vio a Rukawa-¡Escucha, zorro! ¡Tendremos una fiesta de despedida!

Rukawa suspiró un poco, y decidió unirse a la inesperada celebración.

***

Poco después, Hanamichi charlaba con Fujitaka y Sakura; Li hablaba con Yukito, Tomoyo y Mei Lin servían trozos de pastel a los invitados, Rukawa y Touya se miraban de vez en cuando, con disimulo. Todo iba bien, sin peleas, ni nada extraño...Hasta que el zorro salió de la habitación. Touya supo que debía seguirlo. Así que caminó tras de él, aún sin saber por qué. Ambos salieron de la casa. Rukawa se dio la vuelta y, frunciendo el ceño, murmuró:

-Tú.

La mirada del joven Kinomoto se normalizó un poco, y asintió.

-¿Qué quieres?-Preguntó el zorro, sentándose sobre el piso.

Touya dudó por un segundo, pero finalmente se sentó junto a él y dijo:

-Tú ya me conocías, ¿verdad?

El zorro desvió la mirada, y asintió.

-¿Quién eres?-Preguntó Kinomoto.

-Yo solía visitar esta ciudad constantemente...Porque unos familiares vivían aquí-Murmuró Rukawa, sin mirar a su ‘acompañante’.

-Es cierto, Yuki ya me lo había dicho.

El zorro apretó los puños y movió un poco la cabeza.

-¿Qué sucede?-Preguntó Touya.

-Ese tipo...¿Significa mucho para ti?-Preguntó Rukawa.

Kinomoto se sorprendió un poco, pero aún así dijo:

-Sí.

-Ya veo-Pensó el zorro.

A esto siguieron varios minutos de silencio. Sin embargo, Touya seguía dudando, e insistió en conocer la verdad:

-¿Por qué me conoces?

El zorro suspiró y, en voz muy baja, susurró:

-El parque Pingüino...El templo Tsukimine...

-¿Qué?-Preguntó Touya.

-Tú tenías una novia pelirroja.

-Kaho-Pensó Kinomoto, sorprendido; ¿por qué Rukawa sabía eso? ¿Y el parque Pingüino qué tenía que ver? ¿Y ese templo?

Rukawa guardó silencio y esperó. Touya estuvo a punto de decir algo, pero Hanamichi apareció diciendo:

-¡¿Qué demontres están haciendo aquí!?

Kaede y Kinomoto no dijeron nada, poco después entraron en la casa.