Capítulo 7


Ya llevaban viviendo juntos, en paz, unos 15 días, 20 horas y algunos minutos. Demasiado tiempo si consideramos que hay que incluir unos 15 uno-en-uno, todos a favor del zorro, 31 sesiones de cocina, patrocinadas por Hana, unas 59 duchas (mucho ejercicio), 1 sesión de estudio (=2 bellos durmientes), 15 peleas campales, 14 moretones y 2 chichones, y 30 empalagosas reconciliaciones. Lo estaban pasando de maravilla.

Hana, con su famoso libro de cocina, iba en la sección de masas (Iba en orden, partió con las sopas), y Ru estaba que se volvía italiano. No había nada más sensual que un monito tratando de comer tallarines sin ocupar cuchillo, y Ru se encargaba de limpiarle la salsa que le quedaba en los labios. Afortunadamente cenaban solos.

Hana era bastante aplicado, exceptuando los estudios. En tan poco tiempo cocinaba bastante decente, y aprendía demasiado rápido las clases de Ru (aunque esto le fascinaba al zorro). Y si Hana lamentaba pagar la cuenta del agua, Ru lamentaba tener que comprar la comida. Si más que mono parecía ballena, y con ese famoso libro tenía que traer cada exquisitez. Aunque no dijo ni pio cuando averiguo que ciertos ingredientes tenían ciertas “cualidades”. Prefirió callar, aunque tuviera que ir a cómpralos a otro estado. Si era la comida o no lo que hacia tan entretenidas las peleas, no quería averiguarlo.

Micchy y Kogure se preocupaban bastante por ellos. Los llamaban por las mañanas para despertarlos (con lo dormilones que era, era la única forma. Ninguno de los dos conocían los despertadores). En recompensa les prestaban la casa algunas tardes, mientras jugaban, para que se divirtieran un rato (Esa casa tenía muy buena aislación auditiva, buena cama y buena ducha. Que más se podría pedir).

Hana se había acostumbrado a algunas costumbres de Ru, y viceversa. Ru, a que su monito no conociera los piyamas, a que fuera alérgico a la pimienta y al caviar, y que más de dos cervezas lo hacían peligroso. Hana, que el zorro no lo afectaran las casi dos cajetillas que se fumaba diarias, a que le encantaba su café y las tostadas quemadas, y que detestaba ducharse solo.

Hana trataba de averiguar todo lo que podía sobre la familia Zorra. El no tenía secretos, y no quería que Ru tuviera ninguno con él. Sabía que a Ru eso le hacia daño, pero también sabia que olvidar no era la solución. A su manera, eso si. Con tantos videos que había visto ya sabia casi todo de la familia, de sus manías y sus bromas, pero lo que era sus padres y porque se distanciaron, era asunto cerrado y enterrado. Una noche que insistió demasiado (eso incluye la noche anterior, todo el día y la practica), lo único que consiguió fue que Ru durmiera en un saco de dormir en la sala. Nunca más insistió tanto. Y escondió el saco en casa de Micchy.

Jamás encontró algo que mostrara o nombrara a los padres de Ru. Sabia que habían muerto cuando era aún un niño, pero no había fotos, videos, nada. Incluso en los videos con sus hermanos jamás se los menciona. Y eso lo tenía muy intrigado.

En su afán de conocer hasta el ultimo secreto de su zorrito, con la excusa de que haría un aseo completo, echó a Ru por todo el día, bajo amenaza de que si volvía antes volvería a empezar el libro de recetas. Con eso estaba seguro que no se atrevería a volver. Nadie se atreve con una sopa de ojos de calamar. Ru se encogió de hombros y se fue a tocar el violín con M&M.

Una vez solo, revisó hasta la caja de zapatillas que estaba en la azotea. Nada. Además de encontrar un poco mucho de polvo, cartones de cigarrillos y pelotas viejas de básquet, no encontró nada que le diera algún indicio. Absolutamente decepcionante. Además que tenía que ordenar todo lo que desordenó, hasta que pareciera creíble que había hecho un aseo general. La única fuente de información era cierto zorro. Y estaba seguro que encontraría una forma de sacarle información. Y la iba a encontrar, aunque fuera lo último que hiciera.

E iba a tener que encontrarla pronto, porque la curiosidad le estaba royendo el alma.

**********

Kaede estaba tranquilo fumándose un cigarro, aprovechando de que Hana se había ido donde M&M a revisarles la despensa, mirando las estrellas que se ven en los cielos claros cuando el sol alumbra, pensando en quien sabe que, con una sonrisa en los labios y esperando que Hana no encontrara lo que estaba buscando, porque sinceramente los Tallarines a la Marroquí no le llamaban mucho la atención. Sinceramente, prefería el postre, Monito Cocinero con Crema Chantilly. Y ya tenía la crema.

Ya iba en el quinto cigarro cuando sonó el timbre. Ru fue a abrir puteando a ese mono desconsiderado y olvidadizo que siempre dejaba las llaves en el baño, mientras apagaba el cigarro, escondía el cenicero y echaba desodorante ambiental. Pero en vez de ver a su mono puteado-amado vio a una chica, muy linda, cabello corto y castaño, de unos 21 años, que al verlo se puso extremadamente pálida.

-Si?

-Eres idéntico...- Hablaba sin voz y sin aire.

-Perdón?

-Aoshi, tú eres su hermano, verdad?

-Si, quién eres tu?

-Me costó mucho encontrarte, solo sabía que tenía un hermano.

-Quién eres tu?

-Son idénticos. Fumas?

-Perdón?

-Si fumas?

-Sí. Cómo...?

-Prende uno, por favor.

-Un cigarro?

-Sí, por favor.

-...- Ru sacó la cajetilla de su bolsillo, le ofreció uno, el cual rechazó, y prendió uno para si.

-Lo sabía, hasta sostienen el cigarro igual.

-¿?

-Disculpa el interrogatorio. Soy Mei, la pareja de tu hermano Aoshi.

Ru sonrió y la invitó a pasar.

-De verdad, disculpa, es que son idénticos. Eres idéntico al Aoshi al que conocí, hace tanto tiempo.- Dijo con una sonrisa triste y con los ojos a punto de llorar-. No tengo mucho tiempo, perdí demasiado buscándote.

Se que asumiste todos los asuntos de Aoshi, por eso fue que te encontré.

-Eres su hija, verdad?

-Eres un buen observador.

-Con buena memoria. Qué sucede?

-No lo sé. Todo depende. Las cosas han cambiado y debo asegurarme que todo siga estable.

Debemos reunirnos para delimitar y aclarar las cosas. Debo avisar que asumiste el control. Porque ni yo estaba segura, había un rumor...es que has hecho todo desde las sombras, nadie te ha visto. Incluso decían que Aoshi había vuelto. Por eso debía encontrarte y verte, para estar segura.

-Te acompaño?

-No es necesario, tienes mi respaldo.

-Cuándo vuelves?

-Una semana. Y debes hablar con Papá.

-Ya hablé ...

Se sintió un portazo y un solo grito: Zorro Tarado... Amor, Ya llegue!!!!!!

-Quién es?

-Mi pareja.

-Lo amas?

-Mucho...

-Cuídalo. Y hazme caso.

-Zorro, donde estaaas...

-En la cocina, tarado. Y tenemos visitas.

Un Hana todo pálido entró en la cocina.

-Hola, soy Mei, cuñada de Rukawa.

-Esposa de Aoshi?

-Algo así.

-Un justo en conocerte. Y disculpa los gritos. Y lamento todo lo que pasó.

-No te preocupes. Muchas gracias. Además que ya me iba.

-Tan rápido?

-Tengo que tomar un avión. Me robo a tu amante por una hora.

-Uhmm?

-Voy y vuelvo, de verdad. Y te pagaré con intereses tarado.-Le dijo mientras lo besaba en la puerta.

-Un gusto en conocerte.

-Idem, pelirrojo. Cuida mucho a mi cuñadito.

-Umhhh?

Cuando reaccionó ya iban en un taxi.

*****

-....Puedo despedirme?

-Claro.

Lo besó. Y Ru le devolvió el beso. Porque entendió. Estaba despidiéndose de Aoshi.

-Cuídate mucho, y al pelirrojo. Estaré en contacto.

-Lo sé. Cuídate tú también.

****

-Ella sabe?

-Que cosa tarado?

-Que estamos juntos.

-Sí...mmmmph.

-Y no le molestó?

-Para nada. Ella no es como...

-Cómo quien?

-Como nadie. Duérmete.

-No quiero.

-Pues vas a querer.

-Oblígame, baka kitsune...

-Será un placer, Do’ahou... Será todo un placer. Y conste que tú lo pediste.

Y un socorro muy risueño fue silenciado por una boca muy sabia.

*********

Ring....Ring...Ring.

-Zorrito, contesta tu. Tengo las manos sucias.

-Media novedad, búscate una excusa mejor.

-Un Tensai como yo no necesita excusa. Estoy cocinando.

Ring...Ring...Ring.

-Voy, voy…y me las vas a pagar mandril.

-Qué?.Le dijiste Mandril a Tensai?..Y qué es un mandril?

-Una especie de mono, muy peculiar.

Ring... Ring... Ring.

-Que tiene de peculiar, zorro imbecil?

-Nada, tarado, nada.

-Zorrooooo!!!!!!!

-Moshi Moshi?

-Kaede?

-Sí. Mei?

-Te doy el resumen. No digas nada. Mi padre, Zona externa, oriente. Yo, zona externa, occidente. Tu zona interna, Sur. Y Tawashi Akito, zona interna, Norte.

-Otika?

-Sí. Veo que lo conoces. Seguramente porque era compañero de escuela de Aoshi. Debo irme. Pronto deben reunirse ustedes dos para planear las acciones en conjunto.

-De acuerdo. Adiós.

-Ciao.

Rukawa colgó muy lentamente. Muchas cosas pasaban por su mente. Se sentó en su sillón preferido y encendió un cigarro.

-Zorro inconsciente, no te he dicho que el cigarro no es para deportista, zorro imbecil!!!

Ru lo miró de tal forma que Hana se quedo callado. Ru tenía una mirada tan ida, tan triste. Lo único que atinó fue a abrazar a ese zorrito tan amado. Ru no dijo nada, solo le devolvió el abrazo con fuerza.