Capítulo 9
Estaba a punto de amanecer cuando volvió al lado de Hana, quien, para variar, estaba abrazando la almohada. Se desvistió y se acostó. Hana instantáneamente cambio de lado y lo abrazó a él.
Sintiendo esos fuertes brazos alrededor de su cintura, empezó a recordar lo que había sucedido esa noche. Otika había vuelto. fortunadamente su conciencia volvió antes de que sucediera algo. Físicamente no había cambiado mucho. Se veía más maduro, pero su pelo seguía siendo el de siempre, pero lo llevaba en una coleta. Y aún ocupaba el perfume que a él tanto le gustaba. Y no había olvidado.
Era mejor que durmiera. Luego tendría tiempo para pensar...
*****
Dos días antes. En Taiwan.
-Mei?
-Sí?
-Soy Tawashi Akito. Puedo pasar?
-Claro, adelante.
-Un café?
-Té verde, si es que tienes.
-Claro.
-Algún problema con la reunión?
-No. Vengó a hablar de otra cosa. Tienes tiempo?
-Dos días y medio. Con confianza.
-...
-Rukawa Kaede esta manejando los asuntos de Aoshi?
-Si, y lo hace de maravillas. Es perfecto para el trabajo. Se maneja entre sombras como nadie. Nadie sabe que es él quién maneja, muchos creen que es Aoshi. Así esta libre de todo. Se llevaran bien...Pero creo que ustedes se deben conocer. Tu y Aoshi fueron amigos y compañeros en la secundaria y en la prepa. Debiste conocer a Kaede.
-...-
-Verdad que ustedes se distanciaron hace como dos años, o tres, verdad?. Bueno, si es que no lo conoces, físicamente se parecen mucho, hasta fuman igual.
-Kaede fuma?
-Sí...Kaede?
-Perdón, Rukawa.
-Nada de perdona. Habla.
-No hay nada que decir.
-Cuando le dije a Ru que manejarías tú la zona sur, su respiración cambio. Aquí sucede algo, dímelo.
-...
-Mira, si es por que soy... fui la pareja de Aoshi, no creas que pensamos igual. Siempre le critiqué a Aoshi que era muy cerrado con respecto a ciertos aspectos.
-...-
-Cómo esta?
-Bien. Tiene como 16, 17 años...
-16. Los cumplió hace poco.
-Esta en la preparatoria Shohoku. Practica basketball. Tiene una casa muy linda y también tiene pareja.
-Cómo es ella?
-Cómo es él. Alto, buen cuerpo. Seguramente son compañeros en basketball. Es pelirrojo, de su edad. Y ahora me explicas todo.
-Es una larga historia.
-Te repito, tengo dos días y medio.
-Como ya dijiste, Aoshi y yo fuimos compañeros en la secundaria y en la prepa. Conocí a Aoshi en el ultimo año de la secundaria, cuando me cambiaron de sala a la suya. Nos hicimos amigos. Al poco tiempo conocí a Tomoe y a Kaede. Kaede era más risueño en ese entonces, muy bromista, todo un chiquillo malcriado. Nos llevábamos muy bien a pesar de los 5 años que nos llevábamos. Cuando estaba en el ultimo año de preparatoria lo acepté. Me había enamorado de él como nunca. Yo había tenido novia, y ya estaba a cargo, con Aoshi, de manejar algunos asuntos de tu padre.
Él estaba en la secundaria, y yo estaba tan enamorado que ya no era capaz de verlo. Siempre he sabido ocultar muy bien mis emociones, pero con él cerca se caía mi muro defensivo y quedaba con todo descubierto. Muchas veces Aoshi se dio cuenta, pero pensó, siempre pensó, que estaba enamorado de Tomoe. Me daba animo para aceptar el fracaso, porque ella ya era novia de Himura. Nunca lo supuso.
Una noche, muy linda, asistí a una cena que había organizado Aoshi con su familia, Tomoe y Kaede. Fui con el corazón cubierto de hielo. Aoshi me había prácticamente obligado a ir, así que hice tripas corazón y fui. Una vez allá sólo estaba Kaede. Me avisó que Himura había tenido un accidente en motocicleta, no serio, pero que Tomoe había ido al hospital con Aoshi. Yo, y él, solos. Se me detuvo el corazón, sudaba entero y el pulso ya no lo sentía. Me invito a cenar, no tenía por que desperdiciarse la comida. De verdad, no sé que comí. Lo único que recuerdo es a él comiendo, su risa y a esos ojos azules. Me estaba parando para despedirme. Di las gracias por la cena, y le tendí la mano, como siempre desde que me había dado cuenta que lo amaba. Ya no era capaz de abrazarlo como antes. Me la dio.
No se como, pero me tiró hacia él y me besó. Dios, casi me desmayo. Estaba tan estupidizado, sorprendido, temeroso, que ni siquiera fui capaz de devolverle el beso. Al ver que no le respondía, se separó de mí y me dio la espalda rápidamente. No quería que lo viera llorar. Me dijo algo como que lo sentía, que no volvería a suceder, que no sabía que le había pasado. Yo solo sentía el sabor de su boca en mis labios, tratando de no despertar si eso era un sueño. Pero era real. Kaede me había besado, él también me quería.
Lo abracé. Por atrás. Puse mi cabeza en su hombro y le empecé a dar suaves besos en ese cuello tan blanco. Se sobresalto y se giró, mirándome con ojos enormes. Se lo dije, muy despacio, mientras lo besaba, una y otra vez. Que yo también lo amaba, desde quien sabia cuando. Nos volvimos pareja.
No nos importaba la diferencia de edad. Kaede había madurado de golpe un tiempo atrás, y no actuaba como un chiquillo de 13 años, sino como de 16. Aunque iba en la secundaria y yo en prepa, teníamos un método de comunicarnos. Flores. Yo ponía una margarita, de esas pequeñas, que crecen en todas partes, en su casillero. Afortunadamente, su secundaria y mi preparatorias estaban juntas. Él siempre supo como comunicarse conmigo. Teníamos un lugar secreto, tranquilo, donde podíamos vernos sin que nadie nos viera. Un muelle abandonado.
Al tiempo nos volvimos amantes. Era un perfecto. Nos amábamos tanto. Aoshi y Tomoe no sabían nada. Aoshi sabia que tenía pareja, pero pensaba que era una chica vecina mía. Tomoe sabía que Kaede tenía pareja, una chica de la secundaria le había dicho él. Siempre que podíamos nos juntábamos para amarnos tranquilos. Aprovechábamos que Tomoe pasaba mucho tiempo, días, en casa de su novio, y Aoshi salía días enteros de viaje por encargos de tu padre. En su casa, en la mía, todo el tiempo que podíamos juntos. Nadie sabía, y ya llevábamos un año cuando sucedió...
... Aoshi salió de viaje, Tomoe estaba en casa de su novio de vacaciones. No había pasado una hora desde que Aoshi se había ido y yo ya estaba con Kaede. Pero a Aoshi se le había quedado algo, así que volvió desde el aeropuerto. Y nos encontró, a Kaede y a mí, abrazados, desnudos, con Kaede durmiendo en mi pecho, en su cama.
Me echó a patadas. Me molió a golpes. Me dijo que no me quería ver ni en pintura. Que había hecho a su hermano un maricón. Que me había dado su confianza y yo se la devolvía jodiendo con su hermano menor. No me dejó un lugar que no me doliera. Pero más me dolía el corazón, porque sabia que Kaede no la estaba pasando mejor, y que Aoshi se las arreglaría para separarnos.
Y lo hizo. Me transfirieron excepcionalmente al día siguiente. Nunca lo volví a ver. Pero me las ingenie y averigüe que estaba pasando. Kaede defendió sus sentimientos y a mi ante todos. Dijo que me amaba y que no había sido mi culpa, que más culpa tenía él, que había dado el primer paso. Aoshi no lo soportó. Se mudó a Osaka. Desde ahí nos podía vigilar a los dos. Tomoe se fue sola con Himura a USA, porque tampoco soportaba a Kaede como para llevárselo. Ellos dos dejaron de hablarle, y que yo sepa, nunca más se hablaron. Kaede quedo solo en Kanawaga, y siguió su vida. Nunca me busco abiertamente. Aoshi le había jurado que si me volvía a ver, la próxima vez sería en un ataúd. Y sabemos que hubiera sido capaz.
-Aoshi jamás mencionó a su hermano, solo sabia que existía por una vieja foto que encontré hace un tiempo. Aoshi nunca soportó a los gays. Los odiaba. Ahora sé porque. Así que por eso se distanciaron...
-Dime como encontrarlo.
-Tiene pareja.
-Lo sé. Solo quiero verlo, ver el hombre en que se convirtió.
-Te va a hacer daño.
-No importa. Por favor.
-...
-Toma.
**********
Una noche antes.
...Debo reaccionar, debo reaccionar, debo.... Kaede, reacciona, despierta, muévete,...no quiero, no puedo,... Akito, Akito, ...................Hana, Hana, HANAA...!!!!!
-Aléjate!
-Kaede...
-Que te alejes!!!
-...
-Tengo pareja.
-Lo sé.
-Debemos hablar.
-... Nunca...
-...Akito....
-...te deje de amar, ojos lindos...
-Dejame pensar, DEJAME PENSAR!!!!!!
-Lo que quieras, no te voy a obligar a nada. ....Estas muy guapo, sabias?. Tienes un cuerpo espectacular...
-Cállate, por favor, mi cabeza.
-Te lo repito, no te obligare a nada.
-....Te ves muy bien. Tu pelo, lo llevas en coleta.
-Ahora soy un hombre importante, debo verme bien.
-Te ves muy bien.
-Tu también.
-...No sé que hacer.
-Nada. Trabajaremos juntos hasta que suceda.
-Suceda que?
-Hasta que te vuelvas a enamorar de mí....mmmmph.
-......No lo hagas.
-Besarte?. De acuerdo, he esperado demasiado para no esperar un poco más. Pero me mudé a Kanawaga, así que me veras muchoooo.
-...-
-Ojos lindos, se me olvidaba, hay reunión en una semana más, en Tokio. Tu, yo, y los principales amigos. Unos dos días. Avísale al pelirrojo que estarás conmigo todo un fin de semana. Y debo irme. Esta por amanecer.
-Yo también me voy.
-Y no te enojes, pero....
Lo besó hasta que se le acabo el aire. Y esa boca sabía muy bien como besar. Esa boca le había enseñado eso, y muchas cosas más.
-...acabo de romper esa promesa. Ciao.
Ru lo vio irse. Aún tenía gracia de felino en sus movimientos. Su 1.85 mts, sus ojos grises, su cuerpo delgado y firme. Su traje cuello Mao de lujo, su perfume, su cara perfecta, su mentón fino, su mirada, el calor de sus manos, su risa, su boca. Su cabello, negro y liso, hasta los hombros, ondeaba suelto. Y tenía su broche en las manos. Era el que le había regalado para su cumpleaños número 18, cuando aún estaban juntos.
Eso le confirmó que era verdad. Nunca lo había dejado del todo.