Capítulo 4: El primer beso
Serían como las diez de la mañana cuando Hanamichi se había despertado. Pero lo que no se imaginaba era encontrarse en la misma cama, durmiendo con el Zorro, mucho menos que él mismo iba a estar abrazándolo.
Su brazo rodeaba el cuerpo del Kaede y una de las manos del Kitsune estaba apoyada en su brazo, de forma cálida y agradable. Su primera reacción había sido de levantarse enseguida pero algo lo había enternecido de tal forma que ya no tenia ganas de hacerlo...
El joven de ojos fríos seguía profundamente dormido y estaba todo acurrucado contra el cuerpo del pelirrojo, como si fuera un niñito pequeño durmiendo en la cama de sus padres. Había decidido quedarse así un rato más disfrutando inconscientemente de su compañía...
Luego de un rato el pelirrojo se había movido lentamente, tratando de no despertarlo, levantándose con rapidez, el estomago le gruñía de hambre y la verdad es que se sentía un poco avergonzado, porque estaba bastante excitado, aunque ni él mismo entendía por qué...Se había metido con rapidez al baño para luego comenzar a preparar el desayuno.
Después de un buen rato, Rukawa había empezado a moverse en la cama, despertándose con el aroma de las tostadas que llegaba hasta su nariz... Empezaba a abrir sus ojos lentamente, había recordado donde estaba... Sin darse cuenta había pasado toda la noche en la casa de su Doaho...
Con muy pocas ganas y sobre todo mucho sueño, se levantaba de la cama, con los ojos semicerrados, llegando así hasta el living, donde parecía haber pasado un huracán, porque a diferencia del día anterior estaba todo mucho más ordenado...Llego hasta la cocina donde el pelirrojo estaba todavía de espaldas preparando el café.
--Hummmfff--Refunfuñaba Kaede llevándose las manos a los ojos restregándoselos con furia para abrirlos.
--¡Ah! Hola...¿Te has despertado?...Tú sí que tienes el sueño pesado Kitsune...
--Buen día...¿Por qué no me habías despertado, Hanamichi?
--¿Y hacer que me pegues un golpe? ¡¡¡Noooo!!!. Gracias... Lo intenté ayer pero no lo conseguí--Decía riendo Hanamichi tomando a Rukawa por sorpresa, porque no creía que él pudiera conocerlo tan bien...Y eso, le encantaba.
-- Hoy no hemos ido a entrenar Doaho...
-- No...A propósito... ¿Te acuerdas la llamada que recibí ayer antes de que te durmieras?
-- ¿Huhhh?
-- ¡¡¡Jajajaja!!! Me parece que ya estabas dormido cuando sonó el teléfono... Bueno, era el profesor Anzai que quiere hablar con nosotros esta tarde alrededor de las cuatro.
-- ¿Te ha dicho que quiere hablarnos?
-- No...Sólo me pidió que asistiera y que si podía comunicarme contigo, que fueras tú también...
-- ¿Que querrá? - Se preguntaba curioso.
-- No sé, no tengo la menor idea... Toma -- Le decía ofreciéndole la taza con café y unas tostadas.
-- Gracias... No quería molestarte, pero parece que desde ayer que sólo te causo molestias.
-- Si no hubiera sido por ti, no estaría tan recuperado... Soy yo quien debe agradecerte, Kitsune...
-- En cuanto termine de desayunar, será mejor que regrese a casa...Ya te devuelvo la ropa que traigo puesta... -- Decía el Zorro.
-- No te preocupes, la tuya todavía esta mojada, llévatela y me la das después.
El zorro agradeció nuevamente, pero toda esta escena hogareña lo estaba poniendo muy nervioso, no estaba acostumbrado a que lo trataran bien y mucho menos que se ocuparan de el cómo lo estaba haciendo Hanamichi...
Aunque tenía que reconocer que la estaba pasando muy bien con el pelirrojo. Poco tiempo después el zorro se había despedido y regresaba a su casa en la bicicleta...
El profesor Anzai los esperaba a ambos y se sorprendieron mucho, cuando no vieron llegar a nadie mas...Poco después él los había invitado a reunirse en su oficina.
-- ¿Se preguntarán por qué los he mandado llamar? Bueno...--Empezaba diciéndolas Anzai--Hace unos días atrás he pasado por el parque y los he visto practicar en una de las canchas.
Ambos se avergonzaron un poco pero asintieron con la cabeza...
-- Sakuragi primero quisiera felicitarte porque te has recuperado en tiempo récord...Eso habla muy bien de tus esfuerzos.
-- Gracias profesor...Pero aún no estoy totalmente recuperado...--Le decía el pelirrojo poniéndose un poco colorado.
-- Lo que más me ha llamado la atención es verlos trabajar en equipo, sin pelear, por lo que quisiera proponerles algo...
-- ¿Proponernos algo? -- Preguntaba el zorro intrigado.
-- Porque no se quedan a practicar después de hora aquí en el gimnasio... Aquí tienen luz y pueden practicar de noche, aparte ya va a empezar a hacer frío de verdad y no podrán seguir jugando en las canchas del parque...
-- Pero Gordito...Ups... perdón, profesor... nadie sabe que entrenamos juntos...--Decía Hanamichi tratando de entender lo que le estaban diciendo.
-- Me lo imaginé cuando vi que no se peleaban... Jojojojo... No se preocupen, esto quedará entre nosotros, Rukawa has hecho un gran trabajo ayudando a Sakuragi y gracias a eso tendremos oportunidad de volver a jugar por los nacionales, si Sakuragi se recupera totalmente, es una posibilidad...
-- Sería increíble... -- Suspiraba el Zorro haciendo también que Hanamichi se diera cuenta de lo importante que era él para el equipo.
-- Eso era todo, realmente estoy orgulloso de ustedes dos, de ti por recuperarte tan rápido y de ti por haberlo ayudado sepultando viejos rencores -- Les decía apoyando sus manos en cada uno de los hombros de ambos.
-- Gracias profesor -- Decía Rukawa bastante emocionado.
-- Entonces volveré a los entrenamientos a partir del lunes, ¿está bien Gordito?--Preguntaba Hanamichi al tiempo que Kaede le daba un pisotón.
-- No seas irrespetuoso torpe...
-- ¡¡¡¡¡Auchhhh!!!!! Eso dolió Baka Kitsune...
-- ¡¡¡¡Jojojojojo!!!! Ya me parecía que había cosas que no podían cambiar del todo, bueno vayan esta reunión termina acá, nos veremos el lunes --Decía Anzai despidiéndose de ambos y dejándolos jugar un rato en el gimnasio, mientras que en sus corazones comprendían lo importante que había sido para los dos esta charla...
Una nueva etapa comenzaba para el equipo de Shohoku...
«»«»«»«»«»
Dos semanas después de la charla con Anzai, Hanamichi y Rukawa practicaban todos los días después de que se iban todos...
Todos se habían sorprendidos por el rápido regreso del pelirrojo a las prácticas y mucho más al verlo jugar nuevamente, no sólo había vuelto a hacer lo que era antes sino que inclusive hasta su juego había mejorado, asemejándose por momentos al juego de Rukawa lo que les había llamado mucho la atención a todos...
En cambio la relación entre el pelirrojo y Haruko estaba un poco fría... Casi no se veían y eso ya había empezado a molestarla. Esa tarde después del entrenamiento del equipo, ella lo había llamado aparte para hablar con él, así que mientras todos estaban en los vestidores duchándose y cambiándose ellos charlaban en el gimnasio.
-- ¿Que té pasa Haruko? ¿Para que querías hablarme a solas?...
-- ¿¿¿¿Qué pasa contigo, Hanamichi???? -- Preguntaba enojada mirándolo a los ojos.
-- Por... ¿Por qué me preguntas eso?
-- Ya casi no me llamas y cuando yo lo hago...No estás en tu casa, aquí nadie sabe lo nuestro por lo que debo cuidarme de no acercarme demasiado a ti para evitar sospechas...Lo peor de todo es que no sé por qué, al fin y al cabo...¿Somos novios o no?
-- Sí, claro... ¿Por qué me preguntas?... Sabes que si lo somos... -- Le replicaba Hanamichi.
-- ¿Es que acaso estas interesado en otra persona? ¿Ya no te gusto?... --Decía Haruko con lágrimas en los ojos, de tal forma que el pelirrojo sintió que su corazón se resquebrajaba.
-- Por favor... No llores... te lo ruego... No soportaría verte llorar... Menos por mi culpa -- El pelirrojo la había abrazado con fuerza apretujándola entre sus fuertes brazos...
-- Hanamichi... yo... Yo te quiero... -- Le decía entre sollozos.
-- Perdóname Haruko... He estado tan ocupado con mis entrenamientos y mi recuperación que no he tenido tiempo de ocuparme como debería de ti... perdóname... -- Le decía excusándose.
-- Está bien, pero prométeme que saldremos mas seguido o por lo menos nos veremos...
-- Lo haré, te lo prometo... -- Decía Hanamichi.
Mirando si nadie los veía, él había acercado su cara para besarla, fundiéndose en un tierno beso, perdiendo la noción de donde estaban y del tiempo que había pasado. La estaba abrazando con cariño cuando en ese momento se podía sentir a un coro que los ovacionaba...
-- ¡¡¡¡¡¡Uauuuuuuuuuu... Hanamichi!!!!!! Esto si té lo tenías bien guardado...--Vitoreaba Ryota sonriéndole con picardía.
-- Sakuragi...Te felicito...Si que té lo tenias escondido--Reía Mitsui.
Hanamichi se había puesto rojo y ni hablar de Haruko...Pero lo peor es que no sabían que contestarles. Ayako había sonreído complacida.
-- Yo creí que nunca ibas a declararte. pero parece que me he equivocado...--Decía Ayako golpeando a Hanamichi con su abanico en la cola.
-- De hecho Ayako, ya hace mas de seis meses que salimos juntos... --Confesaba Haruko.
-- ¿¿¿¿¿Seis meses????? -- Preguntaban todos al unísono.
-- Sí... -- Reconocía Hanamichi rascándose la cabeza en señal de confusión y vergüenza.
-- Bueno, por mí parte... Los felicito de verdad y a ver si te copio, que ya me llevas la delantera -- Decía Ryota guiñándole el ojo a Hanamichi y tomando el bolso salía de allí tras Ayako quien se acababa de ir saludándolos con la mano en alto...
Mitsui hizo lo mismo despidiéndose de ambos con una sonrisa, habían quedado nuevamente solos, entonces con una sonrisa Hanamichi le decía con suavidad a Haruko.
-- Bueno Haruko, ya ves... Ya no tendremos que escondernos, lo saben todos...
-- Qué vergüenza que se enteraran así -- Decía ella divertida .
-- Bueno voy a bañarme... ¿Nos vemos mañana? -- Preguntaba él comenzando a alejarse.
-- Por qué... ¿No vas a tu casa ahora?
-- No, debo ir a rehabilitación.
-- Está bien... Nos vemos mañana...--Decía ella con resignación, besándolo nuevamente en los labios y alejándose de allí.
El pelirrojo se había quedado mirando hasta que Haruko había desaparecido en la lejanía, así que se dispuso ir en busca del zorro a quien supuso estaría aún en los vestidores.
Pero Rukawa había visto junto con los demás el beso de Hanamichi y de esa niña tonta...y le había dolido... Sentirlo tan lejos y tan cerca a la vez lo confundía. Estaba experimentando por primera vez un ataque de celos...Un terrible ataque de celos que no le permitía pensar ni razonar.
El pelirrojo lo llamó varias veces, pero él no le contestaba...Así que decidió darse un baño mientras lo esperaba, el baño le serviría para relajarse mientras intentaba de poner en orden sus pensamientos.
-- "Qué más da...Ya todo el mundo lo sabe... ¿Pero por qué no me estoy sintiendo feliz como antes?... Demonios... mi cabeza es un verdadero lío... "-- Se decía Hanamichi saliendo por fin de la ducha.
Volviéndose a poner la ropa de entrenamiento, se apresuraba para dirigirse nuevamente al gimnasio, donde ya estaba su compañero, solo y con cara de enojado, tirando balones a la canasta sin mirar ni siquiera a los costados.
-- ¿Dónde estabas, Kitsune? Te llamé varias veces pero no me habías respondido... -- Le decía Hanamichi acercándose lentamente pero el zorro seguía encestando sin siquiera hablarle o mirarlo...
-- ................
-- ¿Kaede?... Te estoy hablando ¿Té pasa algo?... -- Preguntaba intrigado.
No decía nada, tan solo seguía con sus canastas pero la mirada inquisidora del pelirrojo aun aguardaba una respuesta así que decidió contestarle.
-- Nada torpe, vámonos a entrenar -- Contestaba con voz fría y seca.
Hanamichi no entendía lo que le estaba pasando... pero prefirió averiguarlo después.
En vez de su habitual juego, Rukawa estaba jugando violentamente y con más precisión que nunca, dejando al pelirrojo muchas veces parado sin saber qué hacer.
-- ¿Me quieres decir que demonios té esta pasando? ¡Maldito zorro apestoso! -- Gritaba Hanamichi enojado.
-- Si tú no puedes jugar bien, no es mi culpa... -- Le repetía esta vez, hiriendo así su orgullo.
-- No sé que cuernos te está pasando pero no permitiré que te burles así de mí -- Le gritaba furioso, de sus ojos salía fuego del enojo que estaba creciendo dentro suyo...
El zorro parecía haber vuelto a ser aquel enemigo que había odiado con toda el alma.
Esta vez Sakuragi estaba jugando mucho mejor y el uno a uno estaba bastante parejo, iban 14 a 14 cuando al colgarse de la canasta para hacer una clavada, Hanamichi se había tropezado mal y resbalando en la duela.
Cayéndose irremediablemente de espaldas, los músculos le temblaron de pronto y no había podido reprimir un fuerte quejido de dolor. Rukawa esta vez se había asustado y soltando el balón corrió hasta su lado...
-- ¿Estás bien, Hanamichi?....
-- ¡¡Maldita sea!! -- Decía tomándose la espalda y mordiéndose los labios -- ¿Qué demonios té pasa Kitsune? Sabes que aún no puedo jugar tan violentamente... -- Le recriminaba calmándose y respirando profundamente para controlar el dolor.
-- Lo siento...No quería... -- Se excusaba Kaede con arrepentimiento sentándose así a su lado.
-- ¿Me vas a explicar qué demonios té esta pasando maldito zorro? Antes de que te lo saque a los golpes... -- Le decía Hana de muy mal humor.
-- Déjalo ya... No importa...
-- Quiero saberlo...
-- ¡Que no... !
-- Ya dímelo -- Le gritaba enojado cada vez más.
Rukawa lo había tomado por la sudadera con furia, acercándose enojado y gritándole muy cerca de la cara...
-- ¿De verdad quieres saberlo, Doaho? -- Le gritaba.
-- Sí, claro que quiero...
-- ¿No te arrepentirás después? ¿Realmente quieres saberlo?
-- Sí...Quiero que me digas que demonios té pas... Mmphhh!!!!! -- El pelirrojo no pudo seguir porque el zorro le había tapado la boca con sus labios.
Hanamichi no entendía lo que le estaba pasando pero sí sentía que estaba siendo besado con mucha pasión y eso lo estaba aflojando, dejando también que sus labios se relajaran contestando aquel beso.
-- No soporto ver que ella te bese... -- Le decía el zorro suavemente, tomando una bocanada de aire mientras volvía a besar al sorprendido pelirrojo, quien aun no había reaccionado.
Esta vez Hanamichi estaba cerrando sus ojos y disfrutando de aquel beso, entreabriendo su boca para dejar que Kaede entrara su lengua.
La mano del zorro lo tomaba con ternura por la nuca, acariciando sensualmente la cabellera roja, mientras que el pelirrojo había empezado a devolver el beso de la misma forma, disfrutando de aquellos labios que hervían de pasión junto con los suyos.
Sus manos asían la cara del Kitsune acariciándola con infinita ternura.
Tanto el joven de ojos fríos como el pelirrojo estaban experimentando un sin fin de sensaciones nuevas...Pero por sobre todo, Rukawa sentía que por fin estaba besando a su amado Doaho...
El beso se estaba intensificando por momentos, ahogándo en aquel duelo algunos suspiros...Pero ninguno de los dos se dejaba vencer...
Hasta que de repente Hanamichi había recordado que quien lo besaba no era otro que Rukawa y dándole un empujón lo apartaba de su lado.
Kaede había caído unos metros atrás mirándolo sin entender, el Doaho había bajado la vista muy avergonzado, con las mejillas más rojas que su propio pelo...
-- ¡¡¡Maldición!!!...¿¿¿Qué demonios crees que estas haciendo estúpido???...
-- Doaho...Yo... -- Se disculpaba el zorro.
-- ¡Nunca más vuelvas a hacerlo!... -- Gritaba molesto escondiendo su rostro en sus manos, todavía sin creer lo que le había pasado.
-- ...........
-- ¡Maldita sea, Baka Kitsune!... ¿Cómo has podido hacerme una cosa así?
-- No pensé que te molestaría...Creí que también lo deseabas...--Le respondía triste Rukawa.
-- No soy un Homo...Eso que ni siquiera puedo decir...Tengo novia...
-- ¿Y crees que yo sí lo soy?
-- Es obvio, ¿o No?
-- Estás equivocado... -- Decía poniéndose de pie enojado -- La única persona en la que me he interesado eres tú, nunca me había interesado nadie, no sé si soy lo que tú dices, pero te aseguro que nunca fue mi intención enamorarme de ti...
-- Kaede...-- Respondía Hanamichi sorprendido por la confesión.
-- No me digas nada... Dejemos las cosas así, es cierto... Tienes novia... Yo solo soy un estúpido que te quiere...--Gritaba el zorro mientras había salido corriendo en dirección de la puerta, sin mirar al pelirrojo quien se había quedado observándolo sin saber que hacer.
Hanamichi se había levantado de la duela, sintiéndose realmente mal, cuando el zorro lo besó lo había hecho sentir mil cosas que ni él mismo podía creer pero...Lo peor era saber que él lo quería...
¿Cuándo había pasado eso? ¿Cómo no se había dado cuenta que se había enamorado de él? Llevándose la mano a la cabeza, se alejaba caminando hacia los vestidores. En su cara había una expresión de infinita tristeza...¿Acabaría todo esto con la amistad que tenían? Realmente lo entristecía pensar en eso.
Volviéndose a meter en una de las duchas, Hana se apoyó dejando caer el agua caliente que golpeaba su piel, dándole un poco de tregua a su corazón atormentado.
En sus labios aun podía sentir la presión de los labios del Kitsune, apasionados, ardientes, entregándole el alma en aquel beso...Se había sentido sonrojarse pensando en él...El recuerdo de ese beso estaba empezando a excitarlo. ¿Es que acaso le había gustado aquel beso?
Mientras tanto el Zorro se había ido corriendo del gimnasio con una enorme pena en el alma. Arrepintiéndose por haber seguido aquel impulso...
Sabía lo que pasaría cuando el Doaho supiera la verdad, lo odiaría con toda el alma, era posible que no quisiera volver a verlo jamás...Se maldecía a sí mismo por no haberse podido controlar...Esta vez ya no habría vuelta atrás...El daño ya estaba hecho.