Capítulo 7: Enfrentando al enemigo


Había llegado el día... El partido contra Ryonan ya era todo un hecho. Desde hacia varios días todo el equipo de Shohoku había estado entrenando al full, se encontraban en su mejor forma desde el campeonato anterior... Aunque muchos dudaban que Hanamichi pudiera jugar el partido completo debido a su lesión en la espalda.

Pero lo que no todos sabían era que Hanamichi se encontraba en estupendas condiciones, tanto de salud como mentalmente...

La relación con Rukawa seguía bastante bien y eso le daba mucha confianza en sí mismo.

Haruko pensando que era por las practicas, no se había dado por aludida cuando con alguna excusa tonta el se deshacía de ella para volverse misteriosamente solo a su casa.

Ambos alternaban sus días entre una casa y la otra, había tanta ropa de Hanamichi en la casa del Zorro como del Zorro en casa de Hanamichi... Ahora ambas casas  parecían estar en estado de caos total, la tía de Hana no entendía como su sobrino se había vuelto mucho mas desordenado que antes... Al mismo tiempo que la señora que iba cada tanto a la casa de Rukawa a limpiar se había pasado una tarde completa tratando de quitar una mancha rebelde que no quería salir del sillón... parecía jugo de frutillas...

También habían entablado una buena relación con Mitsui y Kogure quienes eran los únicos que conocían la historia que había entre ellos y se divertían con sus ocurrencias. Aunque para ellos lo más significativo era el cambio que había tenido Rukawa, es mas no conocían ese lado divertido del zorrito, Hana tenia la extraña habilidad de hacerlo reír y divertirse.

En la escuela no demostraban lo que sentían uno por el otro, es mas, cuando estaban en la cancha la avalancha de insultos y ademanes no disminuían, aunque ahora lo hacían mas por disimular que por otra cosa pero se sonreían secretamente cuando nadie los estaba mirando.

El pelirrojo se había separado un poco de su pandilla pero si se hablaba seguido con Yohei Mito, quien era su amigo incondicional, pese a no saber nada de su relación con el Kitsune. Realmente aun no se atrevía a confesarle su relación con Rukawa...

Camino a Ryonan todos se veían muy concentrados y nerviosos, sobre todo Ryota, ya que luego de este partido empezaría el campeonato y era su ultimo año para participar en él... Esta vez estaba decidido a derrotar a Kainan fuera como fuera, estaba seguro...

El gimnasio de Ryonan se encontraba extrañamente repleto. La noticia del partido contra Shohoku había corrido con verdadera rapidez... era un duelo que nadie quería perderse.

A un lado de la tribuna, la Sakuragi gundam en pleno, junto con las dos amigas de Haruko se habían acomodado para ver el partido y alentar una vez mas a su antiguo líder Hanamichi Sakuragi.

Del lado opuesto las admiradoras de Rukawa que habían empezado a vitorearlo de una manera tan descontrolada, que aun en los vestidores el pelirrojo las escuchaba bufando de rabia y murmurando cosas que solo el zorro podía comprender, solo que ahora no era por envidia sino por celos... Estaba verde de los celos...

Con el uniforme rojo salían una vez mas a la duela, el rostro tenso de todos denotaba una gran concentración... En la banca, se acomodaban luego de los saludos de rigor con el entrenador de Ryonan, el Profesor Ansai, Ayako y Haruko, quien estaba absolutamente nerviosa por la salud de Hanamichi.

En la primera fila de la tribuna se alzaba la imponente figura del ex capitán de Shohoku, Takenogi Akagi quien junto a Kiminobu Kogure no habían querido perderse el partido por nada del mundo.

El capitán de Ryonan este año como no podía ser de otra forma, no era otro que Akira Sendoh... quien no paraba de mirar con una sonrisa burlona a Hanamichi... Todavía recordaba aquel golpe que él le había propinado en casa de Rukawa y esta vez se las iba a hacer pagar, mal no sea volviéndolo loco en la cancha...

Kaede se iba a ocupar de marcarlo mientras que a Hana le tocaba marcar a Fukuda... iniciando así un nuevo duelo por el control del balón y de los rebotes entre esos  dos. Todos se encontraban absolutamente nerviosos y ansiosos.

 El partido había comenzado al fin al mismo tiempo que las admiradoras de Rukawa empezaban con su cantito sin fin, aturdiendo a quien quisiera escucharlas...

El primer tanto lo había marcado Rukawa, deslizando el balón cono un gatito caminando en puntas de pie,  producto de un bello pase de Miyagi...

La dupla Rukawa - Sakuragi funcionaba mejor que nunca, Ansai sonreía complacido, sabia que cuando esos dos superaran sus tontas diferencias podían llegar a ser un par de excelentes jugadores. Solos eran muy buenos pero juntos eran casi imbatibles.

Solo una mirada y los dos sabían perfectamente que haría el otro, no necesitaban gritos, ni insultos, solo cuando los ojos azules se reflejaban en los avellanados era suficiente para una combinación casi letal que terminaba indefectiblemente en canasta en contra de Ryonan...

El partido estaba bastante parejo con una leve ventaja a favor de Shohoku casi podía decirse que entraba una canasta de cada lado cada vez hasta que en ese momento con codazo involuntario de Koshino, Mitsui quien estaba a punto de realizar un tiro libre caía con una herida cortante en el rostro. Varias gotas de sangre cayeron en la duela suspendiendo así momentáneamente el partido.

-- ¡¡¡¡ Dios mío Hisashi!!!! –- Gritaba Kogure dando un salto desde la tribuna

Akagi se había quedado mirando a su amigo sin entender nada... Mientras que Kogure había llegado a la cancha casi más rápido que Ayako.

Por suerte solo era una herida superficial, pero sangraba mucho así que recargado sobre el cuerpo de Kogure lo habían llevado hasta la enfermería para que detuvieran un poco la hemorragia...

La orden de continuar el partido los tomo por sorpresa, pero más aun cuando todos se miraban extrañados en el momento que Sakuragi tomaba el lugar de Mitsui para realizar los tiros libres.

-- ¡¡¡Pero vean que bonito!!!... Parece que el pelirrojo cara de mono va a hacernos el favor de errar sus tiros libres... –- Reía Fukuda burlándose de Sakuragi, quien solo lo había mirado de una manera, que a muchos le hubiera parecido la reencarnación de Rukawa

-- ¡Ya cállate bocón!... Quizás te lleves una gran sorpresa... ¡Yo sé que tu puedes amigo!... -- Le gritaba Ryota defendiendo a Hanamichi y apoyándolo.

-- ¿No seria mejor que cualquiera de ustedes realizara ese tiro libre?.. Por favor... Sé que se ha esforzado un montón a la hora de jugar pero... ¿No van a decirme que realmente confían en él? -- Preguntaba Koshino divertido mirando al pelirrojo con cara de burla

-- Cierra la boca tonto y mira... -- Le decía el Kitsune con un tono frío

El pelirrojo se había puesto en posición de tiro cuando el sonido del silbato del arbitro lo alertaba, flexionando sus rodillas arrojo el balón en una perfecta parábola que entraba limpiamente en la canasta...

Los jugadores de Ryonan empalidecieron lo suficiente para ver como el segundo tiro entraba limpiamente también

¿Desde cuando el Pelirrojo había aprendido a tirar tan bien?

Sendoh en cambio, seguía luciendo esa extraña sonrisa en el rostro...

Lo sabia...

Él había aprendido de Rukawa tantas cosas como para desequilibrar el partido y lo estaba demostrando fehacientemente. En el pasado siempre lo habían subestimado y ese había sido su gran error, el pelirrojo tenia la extraña habilidad de poner la cancha a su favor.

En ese momento la mirada de Sendoh cambio... Un brillo de frialdad apareció en sus ojos... Si quería ganar el partido tenia definitivamente que ponerse más agresivo.

En una de las jugadas fabulosas en las que intentaba hacer una canasta había dado la vuelta de tal forma que llevo a Sakuragi a cometerle una falta, y eso era lo que en realidad pretendía...

-- ¿Qué pasa Pelirrojo? ¿Acaso ya estas cansado? ¿No era que pensabas derrotarme? -- Lo desafiaba con una sonrisa mientras se burlaba de el

-- Maldita sea Sendoh... ¿Eres tan estúpido para provocarme? ¿O realmente quieres que te rompa la cara?  ¿Qué demonios quieres de mi? --

-- Que te alejes de el... Déjalo ya... Solo estas frustrando su carrera... -- Le gritaba al tiempo que Hanamichi le robaba el balón con un rebote...

-- ¡Doaho!... ¡Pásamela! -- Gritaba Rukawa mientras que el pelirrojo  le arrojaba un pase y el zorro encestaba haciendo una jugada fenomenal...

El ruido del silbato del arbitro les indicaba que parte del tiempo había concluido... Shohoku había quedado arriba 39 a 36...

Mientras el equipo descansaba, todos trataban de recuperarse. Mitsui había regresado acompañado de Kogure con la cara ligeramente vendada

-- ¿Estas bien Mitsui? –- Preguntaba preocupado el profesor Ansai

-- Si profesor, me han cosido la herida por arriba del ojo, pero ya estoy bien, puedo volver a jugar --

-- Bueno... es una suerte, ahora se pondrá mas complicado, ellos se están cansados, pero ustedes también... ¿Sakuragi, tu te sientes bien para seguir jugando un poco mas... o prefieres que te cambie? -- Preguntaba Ansai pero el pelirrojo parecía estar en otro mundo y no lo había oído... En su cara se veía reflejada cierta preocupación

-- ¿Hanamichi?... Te están hablando ¿Qué pasa contigo? -- Lo retaba Ryota

-- ¿Huuhhh?... ¡Oh lo siento!... Estaba algo distraído... --

-- Ya nos habíamos dado cuenta, tonto... El profesor te preguntaba si estabas bien para seguir jugando... --

-- Si... No hay problema... -- Asentía

 

Ansai siguió hablando pero el Pelirrojo seguía absolutamente distraído como si estuviera en otro mundo. Ya había pasado el tiempo de descanso y se disponían a regresar a la cancha nuevamente.

Kaede lo sostuvo del brazo apartándolo del grupo un momento...

-- ¿Qué te pasa Doaho? --

-- Nada Kitsune... ¿Porque lo dices?... -- Preguntaba extrañado

-- Pareces preocupado... ¿Qué has estado hablando con ese estúpido de Sendoh?... -- Nada importante... No te preocupes mas Kaede... estoy bien -- Le decía Hana sonriendo mientras le tiraba un tierno beso con las manos a escondidas de los demás

Regresaron a la duela y esta vez Ryonan había comenzado a atacar logrando ponerse arriba momentáneamente por seis puntos. Ryota estaba visiblemente preocupado mientras Ayako les gritaba como loca desde el banco dándoles instrucciones.

Akagi seguía el partido algo preocupado, Kogure había regresado y estaba sentado nuevamente a su lado. Extrañamente ninguno de los dos había hablado media palabra.

-- ¿Oye Kogure?... Entonces... ¿Era cierto?... -- Afirmaba Gori en voz baja

-- ¿De que estas hablando Akagi? ¿Si era cierto que?... ¿Huuh? No te entiendo ¿De qué me estas hablando? -- Preguntaba mirándolo a los ojos

-- Había oído un rumor cuando aun estaba en la preparatoria pero lo descarte enseguida... Ahora creo que dicho rumor era cierto... ¿Verdad?... Tu y Mitsui... -- Decía sin continuar porque el rostro de Kogure  estaba tan rojo que no le quedaban dudas,  mientras que Kiminobu era incapaz de mantenerle la mirada

Akagi enmudeció de repente manteniendo su vista fija en la cancha, pensativo y meditabundo. Luego de unos minutos solo murmuraba

-- Me lo suponía... Lo que realmente lamento es que no hayas confiado en mi para contármelo, Kogure... -- Asestaba de manera cortante haciendo que el tímido Kogure no tuviera el valor para contestarle

El partido seguía parejo mientras Sendoh y Rukawa hacían gala de sus mejores habilidades, junto con Hanamichi, quien recuperaba muchísimos de los balones que Sendoh tiraba a la canasta, volviéndolo loco...

En un momento de distracción Fukuda había dejado al pelirrojo sin marcar y en una carrera violenta, seguido por el zorro se habían pasado el balón de uno a otro, mientras que Hana terminaba la jugada con una hermosa clavada que había dejando el tablero temblando, arrancando también de todos los espectadores la mayor cantidad de aplausos hasta el momento, mientras que Haruko se deshacía de amor en el banco.

Pero cuando fue cayendo sobre la duela, Fukuda se desplomaba arriba de Hanamichi. El defensa de Ryonan se levanto de inmediato, pero el pelirrojo aun seguía tirado en el suelo, encogido, con los ojos cerrados y no había podido ponerse de pie.

Lo ultimo que vieron todos fue unos gatunos ojos azules que pasaron frente a todos en dirección del pelirrojo. Kaede había corrido como un rayo en su ayuda, mientras que Hana se mordía los labios aguantándose la molestia.

Fukuda le había pegado de lleno en la espalda haciéndolo retorcerse del dolor... Pero disimulando ante los demás se levantaba tomado del brazo del Kitsune, quien lo conocía lo suficiente para saber que no estaba del todo bien, a pesar de que sonreía disimulando.

Haruko lo observaba pálida desde el costado de la cancha, pero se había tranquilizado una vez que el arbitro volvía a reanudar el juego y Hana seguía jugando.

Sakuragi estaba absolutamente adolorido, pero la mirada burlona de Sendoh lo había enfurecido de tal forma, que no pensaba dejarse ganar...

El partido finalizaba y solo quedaban unos segundos pero Shohoku había demostrado porque había salido segundo en el campeonato anterior definiendo su superioridad ante Ryonan, ganándoles el juego.

Cuando estaban reunidos entre los saludos de respeto mutuo Hanamichi se acerco con disimulo a Sendoh para hablarle...

-- ¿Vienes a estrujarme la mano otra vez Hanamichi? -- Le preguntaba curioso mientras el pelirrojo lo miraba con un gran mal humor

-- No... Y deja de tratarme como un estúpido porque no lo soy... --

-- No creo que seas un estúpido, todo lo contrario... ¿Por qué no enterramos la agresividad? Antes nos llevábamos mejor, no se porque ahora no... ¿Será por Rukawa tal vez? --

-- Déjate de frases a medias y dime claramente porque dices que le estoy arruinando la carrera... ¿Qué has querido decirme con eso? -- Inquiría enojado

-- El te esta engañando... ¿Acaso no te has dado cuenta, pelirrojo? --

-- Eso es mentira, se muy bien que el no me engaña, el me quiere solo a mi... así que mejor invéntate otro cuento, porque ese no te lo creo... --

-- Hay muchas formas de engañar, nunca te dije que te engañaba con otra persona ¿O si?... --

-- Ya déjate de vueltas y explícate de una vez... --

-- La mentira, Hanamichi, es también una forma de engaño y el te esta mintiendo --- ¿Vas a decirme de una vez porque le estoy arruinando su carrera o tengo que sacártelo a la fuerza?... Y te aclaro que no estoy de muy buen humor... No me costara nada hacerlo, tu fuiste testigo ya de que no soy muy tranquilo cuando me enojo... -- Amenazaba ya fastidiado de que el no le contestara

-- Aquí no Pelirrojo... Si quieres saber la verdad llámame en unos días... Yo te diré lo que el no se atreve a confesarte... --

En ese momento Haruko llegaba corriendo por detrás y se colgaba del cuello de Hanamichi muy contenta por haber ganado el partido, pero este sin embargo se

-- ¡¡¡¡¡AUCHHHHHH!!!!! -- Gritaba desplomándose al suelo, retorciéndose del malestar

Haruko se había puesto pálida, cuando el resto del equipo había llegado corriendo a ayudarle. Lo levantaron entre Rukawa y Mitsui tomándolo por los brazos para llevarlo hasta los casilleros, mientras que Ryota y Yasuda corrían en busca del Doctor

Lo llevaron hasta el vestuario recostándolo en la camilla. La verdad es que después de la caída con Fukuda había estado disimulando pero se sentía sumamente adolorido, el golpe había hecho estremecer todos sus músculos...

Rukawa bufaba fastidiado ¿Dónde estaba este estúpido doctor cuando se lo necesitaba? Realmente estaba muy nervioso y asustado... Caminaba y caminaba si cesar, poco le faltaba para hacer un hoyo en el piso...

Con la cara visiblemente turbada, había salido en busca de Sendoh quien aguardaba las novedades mientras charlaba animadamente con Koshino y un grupo de chicas en el gimnasio

La silueta roja se cruzo de golpe ante sus ojos, mientras un frío par de ojos azules se clavaba en su rostro enfriando su corazón, tomándolo con fuerza del brazo lo había arrastrado por medio gimnasio hasta la otra punta, mientras Sendoh trataba de protestar en vano.

-- ¿Que demonios le has dicho Sendoh?... ¿Le has contado a Hana lo de Estados Unidos? -– Preguntaba colérico

-- No... Yo no le he dicho nada... No se que le ha pasado... Yo mas bien creo que aun le duele la espalda... ¿Por qué te enojas conmigo?...  --

-- No te atrevas a decirle nada porque te juro que me las pagaras... --

-- Una vez fui capaz de confesarte lo que sentía por ti y te atreviste a rechazarme, burlándote de mis sentimientos... ¿Porque tendría yo que tener alguna compasión por el? ¿Acaso no es el quien ocupa aquel lugar en tu corazón?... -- Le reclamaba mortificado

-- Escúchame bien... Nunca he querido herirte solo te he dicho la verdad, lo que sentía, no es mi culpa el haberme enamorado así de Hanamichi, pero te aseguro que si te atreves a decirle algo o a fastidiarlo de alguna forma te las veras conmigo... –-

-- ¿Realmente lo quieres, verdad? — Preguntaba algo desanimado

-- No tengas dudas de ello  -- Afirmaba el al tiempo que dándose vuelta se alejaba rápidamente de allí con severa cara de preocupación...

Sendoh se había quedado mirándolo, con la vista fija, perdida, mientras el joven de cabello negro desaparecía tras la puerta...

Una ligera y misteriosa sonrisa surcaba ahora su rostro...

Aunque no consiguiera nunca entrar en su corazón, por lo menos tendría el placer de separarlos... Lo intuía...

Ni el mismo supo cuando se había vuelto tan malvado y egoísta... ¿O es que tal vez deseaba vengarse de Rukawa de alguna manera? 

Hana seguía recostado en la camilla en la enfermería, ya estaba algo mejor, el doctor lo estaba atendiendo y le había dado un fuerte calmante para el dolor. Por suerte no había sido nada grabe, tan solo que el golpe había resentido un poco los músculos que aun no estaban del todo recuperados, no en vano le habían dicho que tardaría mas de un año en volver a jugar y tan solo habían pasado unos siete meses.

Esta claro que cuando el medico se entero lo de la lesión, le dio buen reto por haber jugado todo el partido completo, es mas, con semejante diagnostico, no podía creer lo rápido que se había recuperado el pelirrojo, realmente debería tener una voluntad de hierro.

El Kitsune había logrado quedarse en la enfermería para cuidarlo mientras se reponía del calmante, luego lo llevaría hasta la casa del pelirrojo y se quedaría con el para cuidarlo. Por suerte la tonta de Haruko estaba tan asustada que Gori se la había llevado a tomar algo para calmarla.

El resto del equipo había salido a festejar la victoria contra Ryonan, como el Zorro no era demasiado sociable, no les sorprendía que decidiera quedarse para hacerle compañía al Doaho.

Es mas, tanto Kogure como Mitsui habían logrado llevarse a los demás para dejarlos solos y tranquilos. Haruko también había ido con el grupo, medio a la rastra, mas bien guiada por su hermano

Después de un rato Hanamichi ya recuperado, se estaba despertando, el Zorro aun a su lado, sonreía complacido, apartándose el pelo negro aun mojado de su cara. Sus ojos azules tenían un brillo especial, no había duda que se iluminaban cuando estaba con el pelirrojo. Poniéndose de pie se fue acercando hasta la camilla esbozando una sonrisa tierna, una de esas que solo Hanamichi conocía y que tal vez, solo Mitsui y Kogure habían visto alguna vez en su rostro

-- Hasta que te despiertas monito... --

-- ¿Kitsune queeee?...  -- Preguntaba confundido llevándose la mano al rostro con una ligera turbación mientras luego la deslizaba por su cabello rojo, despeinándolo aun mas, sus ojos almendrados se veían extrañados

-- El doctor te ha dado un calmante para el dolor y te has dormido por un rato... ¿Ya te sientes bien, Doaho?... --

-- Aun me duele un poco la espalda, pero ya me siento mejor... Soy el Tensai... ¿O acaso no lo recuerdas? -- Asentía sentándose en la cama de golpe pero el mareo por haber estado acostado, lo había hecho aferrarse a la espalda del Kitsune.

-- Tensai o no, esta noche iremos a tu casa y descansaras allí, aun no estas del todo bien... Te ayudare... Me quedare contigo a hacerte compania --

-- ¡Oyeeee Zorro!... Tu no necesitas ninguna excusa tonta para quedarte en casa, me gusta que estés conmigo, disfruto mucho cuando estas a mi lado acompañándome... -- Decía mientras en la cara de Kaede se dibujaba una sonrisa de satisfacción

-- No te preocupes, según el doctor no ha sido nada grave... No te paso nada, simplemente que has hecho un esfuerzo muy grande jugando todo el partido completo... Claro que el doctor nunca imagino que te caería encima una mole de dos metros, como es el idiota de Fukuda... --

-- ¡Argggggggggg ese maldito! ¡Ya me las pagara la próxima vez!... -- Gruñía Hana al momento que Kae se acercaba lentamente hasta él, apoyando sus labios tibios en los labios carnosos y sensuales del pelirrojo, tratando que abriera su boca para iniciar un duelo, pero Hana algo asustado rehuía la boca de Rukawa  -- ¿Kae?... ¿Te has vuelto loco?... ¿Qué estas haciendo?... ¿No estamos en la escuela?... -- Preguntaba intrigado mirando a todos lados contento con esta actitud espontánea del Kitsune

-- No te preocupes Hana, no hay nadie cerca... El equipo se ha ido a festejar la victoria arrastrados por Mitsui y Kogure, que se los han  llevado rezongando a todos... --

-- ¿Ah sí?... Mmmm... Creo que tendremos que hacerles algún regalo a esos dos... parece que siempre están sacándonos de apuros... ¡¡¡Jajajaja!!!... Pero... ¿Y tu? ¿Cómo has zafado de esa Zorrito?... --

-- Nunca me han gustado las fiestas... Tu lo sabes mejor que nadie... Y bueno... Alguien tenia que quedarse a cuidar de este monito pelirrojo cuando despertara... -- Bromeaba acercándose lentamente como un gatito ronroneando

-- ¿Así que no te gustan las fiestas Zorrito?... ¿Mmmmm? Eso esta por verse... Yo sé muy bien que tipo de fiestas son las que te gustan... -- Decía Hana al momento que jalándolo de la ropa lo atraía hacia sí, para besarlo profundamente en los labios, con una mezcla de deseo y cariño...

Kaede había pasado su mano por el cuello del pelirrojo abrazándolo con mucha ternura, mientras el beso se volvía lo bastante intenso como para quitarles el aire a ambos, encendiendo también sus deseos...

Habían descubierto que estando juntos realmente la pasaban muy bien, tuvieran o no sexo, se divertían muchísimo compartiendo sus cosas, practicando, jugando, tan solo mirando un video o hasta estudiando...

 -- Doaho... ¿Mmmmm?... ¿Parece que tienes ganas de jugar? -- Susurraba Kaede mientras él lo besaba seductoramente en el cuello

-- Kitsune... ¿No te apetece... festejar la victoria del equipo? -- Preguntaba con un toque de picardía en los ojos mientras sonreía

-- Depende... ¿Contigo?... mmmmmsi... -- Gemía mientras el pelirrojo le subía la sudadera para acariciarle el cuerpo apasionadamente, al mismo tiempo que sus manos acariciaban con avidez su espalda... Pero antes de llegar hasta el punto, donde ya no podrían volver atrás, se había detenido  -- ¿Estas seguro que ya estas bien?... -- Preguntaba nuevamente preocupado

-- ¡¡Que siiiii!!... -- Rezongaba Hana mientras lo atraía nuevamente hacia él

-- ¿Enserio?... ¿No preferirías esperar hasta que estemos en tu casa? --

-- ¡¡Naaaaaaaaaa!!... ¿Es broma verdad?... No quiero esperar... No me gusta esperar... ¿No vas a decirme que tú si prefieres esperar? -- Decía sin ganas de que Kae le contestara, y él lo sabia, porque automáticamente estaba devolviéndole con avidez los besos, empezando un profundo intercambio de besos, caricias, suspiros, gemidos  y algunas palabras de amor

El pelirrojo lo estaba abrazando aun sentado sobre la camilla, mientras el joven de ojos fríos se recargaba sobre el, besándolo seductoramente en los labios, bebiendo de ellos... Sin evitar sonreír levemente al darse cuenta que estos le contestaban de igual forma las provocaciones.

Sakuragi solo traía puesto el uniforme del equipo de básquet y el kitsune ya le había quitado la sudadera para acariciar con placer su cuerpo saboreándolo con sus besos... Entretanto el se arreglaba para desvestir también a Kaede

De pie contra la pared, Hana había comenzado a acariciarlo con verdadero hambre... Le recorría la espalda con sus manos cálidas, traspasando una de ellas por dentro del pantalón del Kitsune, bordeándolo, escudriñando el cuerpo de aquel zorrito de ojos azules, que se arqueaba de placer gimiendo con fuerza al sentir los dedos del pelirrojo explorando su intimidad para prepararlo, mientras que con la otra mano lo ayudaba a descargarse. Una combinación fatal para el joven de ojos fríos quien al mismo tiempo tratando de mantener la poca cordura que le quedaba, lo masajeaba con ganas y verdadero deseo estimulándolo aun mas

Hana sentía que la piel le hervía y no de fiebre precisamente... Ese hombre lograba en segundos que el pelirrojo perdiera el sentido, era como un gatito que se restregaba contra él, una y otra vez, volviéndolo completamente loco...

Y esos ojos azules... ojos que lo perturbaban, ojos que no lo dejaban dormir o estudiar, ojos fríos pero que a el solían mostrarle todo el amor y el calor de lo que era capaz su dueño.

El pelirrojo se había enamorado de el de tal manera que ya no le importaba nada de lo que pasara... Lo amaba y eso era suficiente para el... 

Rukawa estaba apoyado contra la pared y tenia sus piernas enroscadas en la cintura de Hanamichi, sus manos se asían sosteniéndose del cuello del pelirrojo, mientras que este arremetía una y otra vez con fuerza, con el rostro tenso de deseo y el corazón lleno de amor.

-- Te... te amo Kae... zo... zorrito... Mi Zorrito... Te... mmmahh... Te estas volviendo un vicio del... del que no puedo escapar... -- Gemía Hana exhausto

-- ¿Y... y quién... dijo que... quiero te que escapes?... mmmhhh... Yo te amo también... Y definitivamente no pienso dejarte escapar... -- Expresaba mientras sentía una suave tibieza que lo llenaba satisfaciéndolo mientras la cara de Hana se desplomaba sobre su hombro agitada y contenta.

Estaban tratando de reponer sus respiraciones aun abrazados y sin cambiar para nada su posición, sintiendo ambos corazones que se acompasaban con fuerza, cuando en ese momento no se habían dado cuenta que tenían a una persona adelante, mirándolos sumamente sorprendida.

Con el cuerpo congelado en el lugar, asombrada y profundamente sonrojada hasta los huesos, Haruko Akagi no era capaz de balbucear una sola palabra. Hasta una tonta no podría ignorar la escena que tenia frente a sus ojos. Evidentemente esos dos eran algo mas que amigos.

La sangre se le había helado en el cuerpo y por un momento su corazón había dejado de latir... Exhaló con fuerza, temblando como una hoja dándoles la terrible noticia que los amantes tenían publico frente a ellos

-- ¿¡¿¡HARUKO!?!? -- Gritaba sorprendido Hanamichi mientras la miraba sonrojarse de manera furiosa tanto o mas que su pelo.

-- Ha... Había... Había venido a ver... como seguías... pero... nunca... nunca imagine... nunca imagine ver... verte... verlos... -- Sin poder continuar se había dado media vuelta echándose a correr con las lagrimas bañándole el rostro, su mente se negaba a comprender lo que su corazón ya sabia hace tiempo...

Hanamichi empalideció, al mismo tiempo que Kaede llevaba su mano al rostro algo turbado. Con un profundo nudo en el estomago Hana se separaba del kitsune algo asustado para empezar a vestirse con rapidez...

-- ¿Que estas haciendo Doaho? -- Preguntaba el joven de ojos fríos contemplándolo sin comprender porque se estaba vistiendo tan rápido

-- Debo ir tras ella Kae... -- Decía sin mirarlo atándose las zapatillas

 

-- ¿¿¿QUÉ??? ¿Acaso te has vuelto loco? Te han dado un calmante muy fuerte, debes descansar... ¡Por dios!... Ya Hanamichi... Déjala ir... Ella ya se entero... Algún día la verdad iba a salir a la luz... --

-- Lo se Kitsune, pero no puedo dejar que se valla así... --

-- Déjate de idioteces y vamonos a tu casa –- Le asestaba enojado

-- No... Vete a casa y espérame... --

-- No... Definitivamente no me iré sin ti... ¿Acaso te importa mas ella que yo?... --

-- Kitsune no tengo tiempo para estas tonterías... Por supuesto que tu me importas mas... Sabes de sobra que te amo, pero no puedo dejar que se ella se valla así, llorando por la calle... --

-- Hanamichi, deberías haberle dicho la verdad hace tiempo... Ya no soporto saber que tengo que compartirte con ella... Ya no... --

--Ah no Kae... te lo suplico... No me vengas con tus celos ahora... Por favor, Te lo ruego, debo ir por ella, ve a casa y espérame allí... -- Suplicaba mientras que se había terminado de vestir y se acercaba para saludarlo

Rukawa sin embargo parecía bastante fastidiado y cuando el se acercaba para besarlo lo había rechazado bufando, le había corrido el rostro algo violentamente, realmente estaba muy enojado

-- Haz como quieras... Pero no se si te estaré esperando... -- Asestaba Rukawa mientras se terminaba de vestir el también

-- Zorrito no te enojes conmigo... Entiéndeme, le debo una explicación y lo mas lógico es que se la de... Espérame en casa por favor... -- Decía nuevamente

El joven de ojos fríos no le había contestado, solo había le clavado su mirada mientras gruñía entre dientes la respuesta.

Hana había salido corriendo de allí, parecía normal pero la verdad es que todavía se sentía algo mareado por los remedios...

Rukawa lo vio alejarse con disgusto ¿Cómo podía ser tan insensible?...

Sus ojos azules se posaron serios en la pequeña llave plana que pendía de su propio llavero. La llave brillaba en la luz tenue de la habitación reflejando los tubos de tungsteno. Se había quedado mirándola por unos minutos, como si esta tratara de decirle lo que tenia que hacer

Por ultimo, tomando una gran bocanada de aire para respirar profundamente, daba un gran suspiro a la vez que movía la cabeza con verdadero enojo.

-- Eres un torpe, y siempre lo serás... -- Se decía mientras se ponía el bolso al hombro -- Pero también te amo con locura y eso no lo puedo evitar --

Una lagrima traicionera atravesaba su rostro testigo de su dolor. Seguía muy enojado y esa noche nada lo podría a calmar.

Botando el balón con su mano libre se había puesto en marcha rumbo a la puerta. Alejándose de allí con una expresión de tristeza, no se había dado cuenta que era observado por Sendoh, quien había visto parte de lo sucedido mientras que pensaba que esa era su oportunidad...

Si lograba hablar con el pelirrojo pronto podría conseguir lo que deseaba.

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Sakuragi había caminado por horas, recorriendo todo Kanagawa en busca de Haruko pero parecía que se la había tragado la tierra. Agotado por la caminata se detuvo enfrente de la casa de ella por horas y horas... Pero fue en vano, evidentemente ella tampoco estaba por allí.

Acabado por el día tan ajetreado, había emprendido el regreso a su casa.

Al entrar allí, no se veía ninguna luz, por lo que comprendió que el no estaría allí esperándolo, como había pensado.

Instintivamente escudriño las habitaciones llamándolo suavemente, sin obtener respuesta.

Comprendía a ciencia cierta que Kaede se había enojado... no había que ser muy inteligente para darse cuenta que después de hacer el amor con el, no debía haber salido corriendo tras ella, eso molestaría a cualquiera.

-- ¡Maldición! -- Gritaba descargando su furia contra un pequeño jarrón que aventó contra la pared con violencia -- ¡Soy un verdadero idiota! -- Se gritaba nuevamente a si mismo, cuando la imagen que vio reflejada en el espejo le devolvía, la imagen de una persona derrotada y triste

Suspirando con fuerza se metía al baño para ducharse. El agua caliente  golpeaba su cuerpo con violencia, distendiendo los músculos adoloridos de su espalda, a la vez que cerrando los ojos lo único que venia a su mente era la cara sorprendida de Haruko...

Hana tenia muy claro que ya no la amaba, no era eso lo que lo inquietaba, definitivamente estaba seguro de aquello, pero tampoco quería herirla, no era su intención, solo que no había podido pensar en una mejor manera para confesarle la verdad, sin lastimarla.

Lamentablemente el destino se había ocupado de eso de la forma mas violenta y cruel... Enfrentándola así a su destino, estrellándola contra una verdad muy dolorosa

Dándose un cabezazo contra la pared había vuelto a descargar su frustración cuando un ligero hilo de sangre se empezaba a mezclar con el agua de lluvia devolviéndolo a la pesada realidad.

Cerrando la llave del agua, había salido del baño con una toalla atada a la cintura... Deambulando por la casa rumbo a la habitación y se desplomaba sobre la cama... Estaba muy cansado, tanto que no se había dado cuenta como se había quedado profundamente dormido.

La cama parecía tan grande sin el... se había abrazado a la almohada que usaba Kaede para sentirse acompañado... Había sido un día mas que difícil y solo deseaba descansar, mañana era viernes y debía ir a la escuela...

Allí seguramente arreglaría las cosas con ella y trataría de compensar a su zorrito por lo que había echo.

Acurrucando en la cama con las sabanas y la toalla aun enredadas en su cuerpo, dormitaba tranquilamente, cuando en un suspiro una palabra escapaba de sus labios

-- Kaede... -- Lo llamaba inconsciente-- Te amo Kae... -- Al mismo tiempo trataba de encontrar su calor en vano.

Esa noche el no estaría a su lado... Eso le dolía en el corazón y atormentaba su alma...