Vegeta X Goku

Reflexiones

Por: Kokoro


¿Por qué? Maldito Kakarotto, tenías que morir, MALDITO, MALDITO, MIL VECES MALDITO, ¿QUÉ ES LO QUE ME HAS HECHO? Ahora estoy aquí sin ningún objetivo en mi vida, siempre quise ser el más poderoso guerrero sayan del universo, conquistar galaxias y obtener la vida eterna, la vida eterna, ¡puff!, esa fue la razón por la que vine a la tierra, y aquí te conocí, maldigo ese día, me humillaste ese día al resultar más fuerte que yo, EL GRAN PRÍNCIPE DE LOS SAYAN, UN GUERRERO DE CLASE ALTA, SER VENCIDO POR UN GUERRERO DE CLASE BAJA COMO TU, desde ese día comencé a odiarte, ya que fuiste todo lo contrario de mí.

 

Una y otra vez me salvaste de morir, te sacrificabas por mi, por todos,  te odiaba pero a la vez sentía algo diferente, nunca supe que era hasta el día en nuevamente te sacrificaste en la batalla contra Cell, tu eras el único que me trato diferente, ni mi padre, ni Frezzer, ni alguno de mis múltiples “amigos” se comportaba así conmigo, tu sonrisa tan sincera sin maldad, sin llegar a pensar en obtener algo de mi tan solo que tus intenciones fueran imitadas, me distes toda tu confianza, aunque siempre te defraudaba, no importaba. Estúpido, una y otra vez me demostrabas que confiabas en mi, en que llegaría a tener los mismos sentimientos que tu y esos ineptos humanos, pero me resistía ya que me inculcaron a no demostrar jamás mis sentimientos ya que volvía débil ante mis enemigos.

 

Poco a poco me di cuenta el porque quería pelar todo el tiempo contigo, el porque molestaba e insultaba a los demás, no era porque quería demostrarte a ti ni a los demás que yo era el más fuerte, era porque con eso me ganaba tu atención toda tu atención para mi, y eso no lo quería compartir con nadie. Me agradaba de cierta forma que vinieras hacia mi con esa tonta expresión en tu cara y a repetirme otro de tus inútiles sermones de ser bueno con los demás o mejor aun en aceptar pelar conmigo, tu y yo SOLOS, al menos por unos minutos. No me importaba que ganaras sólo quería estar contigo. Extrañamente lo disfrutaba, aun no comprendía el porque.

 

Pero todo quedo claro cuando te vi desaparecer llevándote a Cell y nuevamente salvándonos. Fuiste un estúpido y yo también por no decirte lo que sentía, pues siempre recordaba la advertencia de mi padre. Ahora no me importa ya ocultarlo, nunca te volveré a ver,  pero quiero que te enteres de lo que me ha costado trabajo aceptar, que ese  corazón que tu me enseñaste a descubrir te pertenece a ti, pero como dije antes, ya no importa, nunca estaremos juntos, cuando muera iré a otro lugar lejos de ti. ¿Que sucedió con ese orgulloso príncipe? ¿Qué fue lo que me hiciste?

 

FIN