Rukawa x Hanamichi

Y si se aman, ¿qué le vas a hacer?

Por: Victoria


Era sábado y salían de la práctica de basketball, siempre tenían problemas para jugar juntos, pero ese día, había sido distinto, algo dentro de Rukawa empezaba a crecer, y no le permitía seguir peleando con Sakuragi.

Aunque no se diera cuenta a Hanamichi le preocupaba mucho esta actitud por parte de su rival, ya que siempre vivían diciéndose cosas como torpe, zorro, idota, maldito, pero ese día nada, solo ¡pásame el balón¡, ¡y buena jugada¡, eran las palabras que se escuchaban, que por supuesto eran del capitán Akagi o de Ryota, pero menos de ellos, quienes no emitían palabra alguna, aunque por momentos Hanamichi provocaba a Kaede, para que éste le respondiera, pero en ninguna ocasión recibió ninguna respuesta, mas que una mirada (podría decirse que tierna) por parte de Rukawa.

Hanamichi no sabía por que, pero cada vez que su rival hacía eso él no podía mas que sonreírle. Cosa que empezaba a inquietar a sus compañeros.

-Terminó la practica-dijo Akagi, mientras todos se sentaban a descansar.

-A los vestidores, a ducharse-continuaba Kogure.

-Hoy jugaron muy bien muchachos-dijo Haruko mientras alentaba a su hermano.

-Sí!!-respondían todos muy animados.

Mientras ésta conversación se llevaba a cabo en el gimnasio, dos figuras se bañaban en los vestidores, sin decir absolutamente nada. De pronto una decide romper el silencio, con intención de provocar a la otra.

-Este jugador talentoso llevará a Shohoku a la victoria.

-.......

-JAJAJAJAJAJAJA, ya verán todos que Hanamichi Sakuragi será el jugador estrella este año.

-Quién sabe-responde al fin la otra figura

-Qué dices maldito Rukawa, tú quieres ser el mejor, siempre te estás luciendo.

-Sólo dije que quién sabe, a lo mejor sí.

-¿???

-Eso es todo, adiós.

-Espera...

-¿Qué quieres?

-Ehhh... No, nada, vete.

-Sí, eso hacía.

-Este....

-¿Mmmm?

-No, nada..., que te vayas.

-Adiós.

Y diciendo esto Rukawa se fue cerrando la puerta tras de sí. En qué estaría pensando cuando le hable así, soy un tonto, pensaba Kaede, mientras se subía a su bicicleta. Ahora no lo veré hasta el lunes. En fin.

Mientras tanto en el vestuario, Hanamichi se encontraba confundido, qué habría sido todo eso, ya no peleaba más con su rival por el amor de Haruko, pero...., seguirá siendo mi rival, porque yo ya no amo a Haruko, por qué entonces seguir peleando con él? Siiii, porque este talentoso tiene que ser el mejor, JAJAJAJA, y mientras se reía, caminaba por la calle buscando llegar a Denni’s, donde todos los días se encontraba con su ejercito para comer. De pronto siente una mano sobre su hombro, voltea y sorpresa.

-Sendoh, ¿qué haces aquí?

-Te buscaba a ti, Hanamichi.

-¿Para qué?

-Quiero que juguemos un partido, ¿te parece mañana a las 9am, en la cancha del parque?

-Seguro, allí nos veremos.

-Bien!!!-pensaba Sendoh por dentro-Por fin, ni se imagina que tengo tramado, mañana verás, querido Hanamichi, mañana nos veremos.

-¡Qué mal!-Pensaba otro sujeto que miraba lo ocurrido desde no muy lejos, tendré que hacer algo.

Rukawa, presentía las intenciones de Sendoh, ya que conocía a éste muy bien, y sabía que era muy difícil resistirse a él. Rukawa sabía que debía hacer algo para evitar ese encuentro, así que esperaría hasta que Sendoh cediera e intentaría algo.

-SI!, es mi oportunidad de vencerlo-pensaba

Hanamichi, sin imaginarse qué ocurriría mañana.

En ese momento una voz interrumpe el pensamiento de Hanamichi, es Rukawa.

-¿Estás ocupado?

-¿Qué?

-¿Que si estás ocupado, torpe?

-¿A quién le dices torpe, zorro?

-A ti, torpe.

-No, no lo estoy,...¿Y a ti que te importa?

-Me preguntaba si...

-¿Qué cosa?

-Te reto.

-¿Mmmm?

-Lo que oíste, te reto a un partido uno-a-uno, a ver si por fin puedes ganarme, ¿o acaso no te animas?

Rukawa sabía que esto molestaría a Hanamichi, y que de seguro aceptaría. Él estaba enamorado de Hanamichi y no permitiría que Sendoh le quitara su amor.

-¿Tú también zorro? ¿ué pasa que hoy, todos quieren jugar contra mí, ¿acaso es un complot para vencerme?

Haciéndose el desentendido.

-¿De que hablas torpe?

-Naaaa, de nada, sí, claro que acepto.

-Pues vamos, el que gana paga las cenas de toda la semana, ¿te parece?

-Ehhhh, está bien.

Soy todo un genio, pensaba Rukawa, ya que perdiera o ganara pasaría toda la semana con su amor.

-Entonces vámonos torpe.

-Sí!!!

Una vez allá, pactaron las reglas y firmaron un acuerdo, para que no pudieran retractarse, la idea fue de Hanamichi, y por supuesto que Rukawa no se opuso.

-Está bien jugaremos a 10 Pts. Quien los anote primero gana, si uno de los dos comete falta, pierde inmediatamente.

-Está bien zorro, así me parece bien, empecemos.

El balón es de Hanamichi, quien dribla, tratando de pasar a Rukawa, lo cual le es imposible, éste le roba el balón y encesta la premier canasta, que es de 3 Pts. Hanamichi está molesto, pero no se da por vencido, toma el balón y corre con todas su fuerzas, encestando una gran clavada, para sorpresa de Rukawa, ahora van 2 a 3 a favor de Rukawa.

Así continuaron un rato. Llegando a 8 a 7 a favor de Rukawa. Ahora el balón es de Rukawa, quien pasa fácilmente a Hanamichi, salta y sí, otros dos puntos a su favor, encestando con una clavada perfecta. Esto hace enojar aun más a Hanamichi, el cual trata de saltar bloqueando a Rukawa.

De repente...

-Auchh.

Rukawa cae al suelo golpeando fuertemente su espalda
contra el suelo.

-Rukawa....

-.....

-Oye zorro, estás bien, oye oye, contéstame....

-Estoy bien...Creo que te gané.

-Mmmm...Sí.

Oyendo estas palabras Rukawa se desmaya por el golpe causado, lo cual preocupa mucho a Hanamichi.

-Oye despierta, despierta, ¿estás bien?

-Creo que tendré que llevarlo a su casa.

-Ehh, pero si ni sé donde queda, ouhg, deberé llevarlo a la mía.

Diciendo esto Hanamichi cargó en sus brazos a Rukawa, y partió a su casa, que no quedaba lejos de allí. A medida que se acercaban, comenzó a recordar por qué entró al equipo de basketball, y por qué era que odiaba tanto al zorro. De pronto se paró y miró fijo unos segundos a Rukawa, quien aún seguía desmayado, pensó en Haruko y se
preguntó por qué era que ya no la amaba más. Pasaron unos segundos más y dijo:

-Naaa, ya no importa, sólo sé que ya no la amo...

Se tapó la boca de golpe, no quería despertar al zorro, lo volvió a mirar y sintió algo extraño en su corazón, y recordó que no era la primera vez que le pasaba, últimamente sentía su corazón latir fuerte cada vez que su mirada se cruzaba con la de Kaede. Una vez en la casa, lo sube por las escaleras, y lo recuesta sobre su cama, le saca los zapatos y la campera, poniendo más cómodo a Rukawa.

-Ahhh....zorro, parece que otra vez no pude vencerte.

Diciendo esto se va y deja dormir a Rukawa. Va hasta la cocina, prepara algo para cenar, tendrá hambre, piensa para sí, tal vez, pero mejor no lo molesto.

Pasan tres horas, y Rukawa se despierta viendo sentado en un sillón junto a él a su gran amor.

-Ya despertaste.

-Ah, ¿dónde estoy?

-En mi casa, te desmayaste después de...

-De que me pegaste.

-No, no fue a propósito, digo...

-Está bien, igual te gané, así que me debes la cena de toda la semana.

-Sí ya sé, maldito zorro.

-No te quejes, tendrás la oportunidad de cenar con este talentoso jugador, hahahaha.

-Ah, querrás decir tú conmigo.

-Eh, ah sí, eso.

Pasan unos minutos de silencio, mirándose fijamente, hasta que...

-¿Tienes hambre?

-Sí.

-¿Quieres cenar aquí? Si quieres puedes quedarte, no es molestia.

-Tal vez, si la cena me complace, lo haré.

-De acuerdo.

De este modo bajan junto a cenar, ya Rukawa no tenía más dolor, por lo que estaba mejor.

-¿Está bien?

-Pues...., creo que sí me quedare después de todo.

-¿Entonces te gustó?

-Sí, me gustas.

-¿????

-Digo que sí me gustó la cena.

-Ah.

-Uhf.(Casi me descubre).

-¿Ah? Dijiste algo.

-No, nada.

Otra vez se quedaron en silencio, mirándose fijamente a los ojos, luego la mirada de cada uno empezó a recorrer el cuerpo del otro. De pronto, Rukawa se acerca a Hanamichi y le dice.

-Hanamichi yo quería decirte que....

Hanamichi, pensó, me llamó, Hanamichi.

-¿Qué, qué quieres decirme?

-Es que yo...hace tiempo que tu...

-Rukawa....

-Llámame Kaede.

-Kaede...

-Hace tiempo que...qué va, tú me gustas mucho.

-¿Mmmm?

-Sí, te amo desde hace ya tiempo, no sé cómo pasó, ni cuando, pero te amo.

-Kaede...Yo..no sé qué decir.

-Sólo dime qué sientes.

Haciendo esto se acercó a Hanamichi y posó sus manos en sus hombros.

-Kaede....

-Dime Hanamichi, tú también me amas, piénsalo, ¿me amas?

-Sí, no sé, creo que sí, pero.....

Al escuchar esto Kaede besó a Hanamichi con todas sus fuerzas.

Se abrazaron y besaron por un rato, hasta que Kaede rompió el beso.

-Puedo sentirlo, tú también me amas.

-Sí, Kaede yo TE AMO, no lo puedo negar más, te amo, pero tengo miedo...

Al escuchar esto, Kaede abrazó con todas su fuerzas a Hanamichi, diciendo.

-No temas, yo siempre estaré contigo.

Al escuchar esto Hanamichi tomó a Kaede entre sus brazos, lo llevó hasta su cama y lo recostó suavemente, luego puso su cuerpo sobre el de éste, y comenzó a besarlo en el cuello, despacio bajo hasta su pecho y le quitó la remera, así le besó todo el pecho, de un lado a otro besó primero sus pectorales, deslizándose hacia abajo a medida que los gemidos de Rukawa comenzaban a crecer, mordisqueó un poco sus tetillas, las besó con su lengua, y siguió bajando, llegó al abdomen, donde mordisqueó un poco más, y siguió bajando hasta llegar a donde podía sentir que se encontraba su miembro, desabrochó el pantalón de Rukawa, tomó su pene y lo introdujo en su boca, y comenzó a besar con toda pasión. Rukawa no aguantaba más, y comenzó a gritar de placer, mientras eyaculaba en la boca de su amado.

Ahora tomando el control, Kaede volteó a Hanamichi, bajando bruscamente sus pantalones y poniéndolo en posición, para poder penetrarlo fácilmente sin lastimarlo, Hanamichi era feliz sintiendo a su amor dentro suyo. Mientras Rukawa se movía rápido pero con dulzura, para no lastimarlo, Hanamichi tocaba su pene masturbándose.

Llegó el momento y ambos acabaron juntos.

Ahora Hanamichi era el que penetraba a Kaede, con todo su amor.

Así estuvieron toda la noche, hasta que amaneció y se quedaron dormidos del cansancio.

Se hicieron las 9 de la mañana y Hanamichi se quedó profundamente dormido en los brazos de Kaede, faltando de esta manera a su juego con Sendoh, quien esperó a su amor durante un rato largo, y luego se marchó comprendiendo que Hanamichi jamás seria suyo, ya que tenía nuevo dueño.

Y así Kaede y Sakuragi se amaron desde aquel día, y para siempre.

FIN