Malachite X Darien

Para protegerte

Por: Leloi


PRECAUCIÓN!!! La historia que estás a punto de leer es un "lemon", contiene aspectos sexuales. Consdidérate advertida/o. Ninguno de los personajes es mío, sólo los tomé prestados para escribir este fanfic. Cualquier pregunta, comentario, carta de amor o amenaza de muerte deberá ser enviada a: [email protected]


Darien despertó con una profunda sensación de tristeza. La peor parte era que normalmente despertaba con miedo o urgencia. Pero esto era diferente. En lugar de un espasmo de conciencia...Fue como si alguien lo hubiera obligado a abrir los ojos durante el sueño. Pudo sentir ondas de dolor viajando a través de él, tratando de llevarlo a lo más profundo de su ser. Finalmente, abrió sus húmedos ojos y miró el techo. Trató de encotrar alivio en las manchas de luz que eran reflejadas por la ciudad. 

"¿Qué es esto? ¿Acaso algo le pasó a Serena?", se preguntó a sí mismo.  

No... Él pudo sentir el cálido y géntil espirítu de Serena atado al suyo. Ella no estaba en peligro. ¿Entonces que era lo que estaba sintiendo? De pronto algo le ocurrió mientras estaba mirando las manchas de luz. 

"Los traicioné...", dijo quedamente, sin estar seguro de su significado.

De pronto escuchó un quejido a su lado, y vio a alguien sobre la cama. Su corazón se detuvo de miedo mientras observaba atentamente la figura. 

"¿Qué hice?", se preguntó así mismo, mientras miraba a la mujer que estaba a su lado. 

La mujer se dio la vuelta y Darien la miró a través de la oscuridad. Sus pechos desnudos se movían al compas de su respiración. Cuidadosamente, Darien tocó su cabello, era suave como la seda. Entonces Darien vio una marca en su frente y se acercó a ella para verla mejor, era una media luna. Dejó escapar un respiro de alivio. La mujer era su adorada novia, Serena.

"Es mi esposa...Nos casamos ayer. ¿Cómo pude olvidarlo?"

Darien la vio dormir. La besó en la frente y se levantó de la cama. Vio como Serena rodaba y se acostaba en el lugar donde él había estado antes, sujetando su almohada. Darien suspiró y fue al baño. Cuidadosamente cerró la puerta y encendió la luz. El repentino cambio de luz hizo que sus pupilas se dilataran. Gradualmente pudo ver con claridad. Estudió al hombre desnudo que estaba en el espejo y lo miró. Sus ojos estaban rojos y un poco húmedos por el sueño que había tenido. 

"¿Qué fue lo que soñé? ¿A quién traicioné?", le preguntó a su reflejo. 

Darien se acercó al lavabo y vio correr el agua antes de lavarse la cara. Tomó una toalla... tenía una rosa bordada. Era un regalo hecho por Chibi-usa. Las puntadas eran terribles, pero había sido hecho con amor. Usagi también había hecho una, con pequeños conejos y lunas bordados en ella. Cuidadosamente, Darien se secó el rostro y observó hacer lo mismo al hombre del espejo. De pronto una voz en su mente, dijo: 

"¡Tú nos mataste!"

Darien trató de contener el llanto. Se sujetó al lavabo para no caer. 

"¿Quién eres?", preguntó Darien. 

La voz dijo: 

"Nosotros te amabamos, príncipe de la Tierra".

Darien cayó sobre el piso. Comenzó a llorar. Recordó la época de cuando era el príncipe de la Tierra.  Había viajado al reino de la Luna con sus cuatro mejores amigos, los cuales fueron separados de él en la batalla... Mil años después, fueron asesinados.

"¡No!", gritó Darien mientras se cubría el rostro.

"Príncipe Endymion, ¿por qué lloras?"

"Están muertos, están muertos...", lloró. 

Algo sobre la voz le molestaba, también el hecho de que lo hubiera llamado por su verdadero nombre. Se secó las lágrimas y miró hacia arriba.  Había una mujer frente a él. Su corazón pareció saltar hasta su garganta, porque él sabía que ella no pertenecía a su mundo. La mujer lo miraba con expresión lasciva, y Darien se dio cuenta de que estaba desnudo. En un lapso de modestia trató de cubrir su desnudez con ambas manos, se sonrojó al tiempo que trataba de protegerse de la perversa mirada de la mujer.

"¿Quién eres tú?", preguntó Darien. 

"Lo olvidaste tan fácilmente...", dijo ella, en un suspiro.  

Darien observó cómo su baño desaparecía en la oscuridad, ahora estaba en una caverna. Estaba acostado y desnudo sobre el suelo sucio e incómodo. La mujer continuaba observándolo de una manera perturbadora.

"Primero comencemos por saber quién eres tú...¿Cuál es tu nombre?", preguntó la mujer. 

"Darien Chiba".

"¡No! Tú eres el príncipe Endymion, perteneces al Negaverso."

"No...Soy Darien. El Negaverso ha desaparecido. Sailor Moon terminó con él hace muchos años".

"Estás confundido, Príncipe Endymion. El Negaverso es fuerte y nunca será derrotado. Has sufrido un lapso de memoria. Ahora dime quién soy", ordenó la mujer.

Darien trató de enfocar sus borrosos recuerdos. La mujer le parecía familiar, pero no sabía dónde la había visto antes. En un segundo lo recordó.

"Beryl", murmuró Darien con una expresión molesta en el rostro, "Tú quebrantaste mi mente y violaste mi alma. Pero Sailor Moon me salvó".

"Estás equivocado, Príncipe Endymion. Estás totalmente bajo mi control...Las odiosas Sailor Scouts no te salvarán". 

"Pero ella lo hizo...Ella me salvó y ustedes fueron derrotados", dijo Darien, al tiempo que sus recuerdos se aclaraban. 

Beryl se dirigió al hombre que se ocultaba detrás de ella: 

"¿De qué está hablando, Malachite?" 

"Hemos estado borrando sus recuerdos...Aparentemente nos hemos estancado en sus recuerdos futuros...", dijo Malachite.

"Fascinante", dijo Beryl, "Debemos conocer todo lo que podamos acerca de la línea de tiempo que él está invocando para asegurarnos de que eso nunca pasará".

"Sí, su majestad", dijo Malachite.

Darien trató de poner atención a sus palabras...Pero su mente estaba ocupada tratando de hallarle sentido a la situación:  El Negaverso había desaparecido...Sailor Moon había derrotado a Beryl. Era su noche de bodas... Había tenido una pesadilla e ido al baño...Tenía demasiado frío para pensar. Se abrazó a sí mismo para darse algo de calor. ¿Por qué estaba desnudo? Un cambio en la voz de Beryl interrumpió los pensamientos de Darien:

 "Seguirás a Malachite para ser reprogramado".

Darien la miró y la furia brilló en sus ojos.

"No lo haré", dijo, molesto. 

Beryl enarcó una diabólica ceja y torció la boca, su larga y fría mano se lanzó sobre Darien, y sujetó salvajemente su miembro, undió sus uñas en él, así que Darien fue forzado a levantarse y seguir las órdenes de la reina.

"O vas...O te mueres", dijo Beryl con veneno en su voz. 

La reina lanzó a Darien sobre los brazos de Malachite. Darien trató de contener las lágrimas de dolor y humillación mientras era conducido al salón lava-cerebros. Malachite lo arrojó, sin consideración, sobre la mesa. 

"Malachite...No tienes por qué seguir sus órdenes. Eres mi seguidor, mi amigo ¿recuerdas?", preguntó Darien.

Malachite lo miró con odio. 

"Tú no eres mi amigo. Nos dejaste en las manos del Negaverso mientras fuiste a salvar a tu preciosa princesa".

"Ella era mi único amor...Tenía que ayudarla".

"¡Nos dejaste morir! Traicionaste a tu planeta y a tu gente".

"Lo siento, Malachite...No lo sabía..."

"Fue por culpa de tu princesa que la Reina Beryl mató a los otros... Jedyte, Neflyte... Zyocite", su voz se quebró al tiempo que decía esto, "Mató a Ziocyte...Mi Ziocyte...¡Todo por culpa de tu princesa!"

Darien se había quedado sin palabras. Malachite encendió la máquina lava-cerebros. 

"Dulces sueños, mi príncipe...Será la última vez que veas a tu amor".

El mundo se oscureció para Darien. Después volvió la luz. Darien abrió los ojos y se encontró a sí mismo en el baño. ¿Había sido un sueño? Miró su miembro. Beryl lo había lastimado con sus uñas cuando lo había sujetado. La suave piel había sido rasgada.  Darien comenzó a temblar. La puerta se abrió lentamente y una mujer rubia apareció.

 "¿Darien?", preguntó la mujer con preocupación. 

Darien miró a su amor a través de unos ojos llorosos, Serena estaba parada junto a la puerta. Su cabello estaba desordenado, y sus hermosos ojos azules tocaron su alma.  

"¿Qué pasa, mi amor?", preguntó Serena mientras se arrodillaba junto a él. 

Darien alargó el brazo y tocó el kimono que su esposa se había puesto antes de entrar. 

"Murieron por mi culpa...", dijo Darien, quedamente.

Serena abrazó a su desnudo esposo con ambos brazos.

"¿Quiénes?"

"Mi corte... Ziocyte, Jedyte, Malachite, Neflyte...Todos murieron por mi culpa", murmuró Darien sobre el cabello de su esposa. 

Serena tocó el rostro de Darien con sus cálidas manos y le secó las lágrimas con la punta de sus dedos.

"Fueron asesinados por Beryl, mi amor."

"¡No!", gritó Darien, alejándose de ella. 

"Pude haberlos salvado como tú lo hiciste con aquellas cuatro hermanas de Black Moon... Estaba en mis manos intervenir... Pude haberlo hecho... Eran parte de mi corte. Eran mis amigos. Los dejé morir." 

Darien se acurrucó en una esquina. Serena le tocó la espalda.

"Tú no sabías dónde estaban".

"No importa, pude haberlos salvado. Soy más culpable de lo que creí ser..."

"¿Darien?", Serena se acercó para verle los ojos. 

Darien se sentó de pronto, la miró. El dolor en sus ojos la hizo estremecer.

"¿Podrán perdonarme?"

Serena buscó en su cerebro algo que decir.

"Yo pienso que...al final, todos conocieron el amor". 

Darien la observó, confundido. Serena miró hacia el piso. 

"Ziocyte y Malachite eran amantes y se tenían el uno al otro... Molly salvó a Neflyte."

La mirada de Darien se tranquilizó mientras tomaba el rostro de Serena entre sus manos. Después la abrazó. 

"Mi Serena...Siempre tratando de reconfortarme".

La abrazó por largo rato, hasta que se sintió lo suficientemente fuerte como para pararse. La tomó entre sus brazos y la llevó al dormitorio. La acostó sobre la cama; y, cuidadosamente, le quitó el kimono. Besó cada centímentro de su piel. Serena gimió y lo empujó sobre la cama, rogándole que satisfaciera sus deseos. Darien estaba feliz, quería que sus almas se volvieran una. El único deseo en su vida era satisfacer a Serena...

"Eres tan asquerosamente degenerado, Endymion", dijo una cruel voz.

Darien abrió los ojos y descubrió que se encontraba nuevamente en el salón lava-cerebros. Suspiró mientras el sabor de Serena comenzaba a desaparecer de sus labios. De pronto estaba muy molesto con su general:

"Soy tu príncipe. ¡No vuelvas a decir eso o juro que disfrutaré matándote!". 

"Muy bien, príncipe Endymion". 

Beryl sonrió mientras miraba a los dos ex-amigos.

"Creo que Malachite está celoso porque tú eres mejor dándole placer a una mujer que él."

"Él no sabría cómo darle placer a una mujer. Quizá pueda complacer a un hombre. Creo que nunca lo sabremos, ya que Ziocyte está muerto", dijo Darien mientras reía. 

Los últimos recuerdos de su noche de bodas desaparecieron y fueron remplazados por crueles pensamientos hacia Malachite, éste gruñó y se dio la vuelta.

"Quiza deberías mostrarle a Endymion qué tan bueno eres con un hombre", le dijo Beryl al general. 

Malachite se dio la vuelta y miró a ambos, con odio. Estaba indeciso entre odiar a Endymion u obedecer a su reina. El conflicto era muy grande. Beryl sonrió al ver a Malachite peleando con sus emociones. Malachite regresó a la mesa donde Darien estaba acostado e indefenso, tomó su miembro y, sin apartar los ojos de su reina, comenzó a lamerlo. Beryl disfrutó la lealtad de su general, a pesar de su odio. Le sonrió a Endymion por su lealtad. Endymion peleó contra las sensaciones que estaba sintiendo. Odió a Malachite por violarlo cuando estaba indefenso, lo odió aún más porque le estaba dando nuevas y placenteras sensaciones. Miró cómo su amigo lo tomaba, lo odió por la violación y lo amó por la experiencia. Entonces Darien recordó las tardes de verano que pasaron juntos. Recordó la primera vez que él y sus compañeros habían experimentado actividades sexuales. Recordó cómo Malachite le había hecho lo mismo que estaba haciéndole ahora. De repente, el príncipe se vino. Malachite frunció el ceño y escupió sobre el estómago de Endymion. Beryl rió:

 "Muy bien, caballeros". 

Después palmeó a Endymion y a Malachite en las mejillas, como si fueran sus mascotas, y salió de la habitación sin mirar atrás.

"¡Pudiste haberme dicho que te ibas a venir!", gritó Malachite. 

"¡No sabía que ibas a hacerme eso!", respondió Endymion, "¡Me violaste!"

"Te gustó. Te gustó hace mil años y te gustó ahora. ¡Admítelo!"

"¡Nunca!"

"Siempre fuiste tan estúpido."

"¡Siempre fuiste tan engreído!"

"¡Te odio!"

"¡Yo también te odio!"

"¡Bien!"

"¡Bien!"

"Siempre fuiste un puto."

"Se necesita uno para reconocer a otro. Llorón."

"¿Ah sí? Si más no recuerdo, Ziocyte y tú estaban..." 

El rostro de Malachite se enrojeció. Golpeó la mesa con ambas manos.

"¡¡¡CÁLLATE!!! Deja a Ziocyte fuera de esto. Tuviste que abrir tu bocota y recordarme que está muerto. ¡Sé que está muerto!  ¡Lo amaba y ELLA lo mató, ahora está muerto y tuve que lamer tu polla porque le recordaste a ELLA que está muerto!". 

Las lágrimas salieron libremente de los ojos de Malachite. Entonces se cubrió el rostro con las manos y se dio la vuelta.

"Lo siento", murmuró Endymion.  

"¿Cómo puedes decir eso? Tú nunca has amado y perdido al mismo tiempo".

Endymion trató de pensar si eso era cierto o no. Vagamenente recordaba a una chica rubia de curioso peinado. 

"Creo que lo he hecho...", respondió Darien quedamente.

"Supongo que ella ha sido borrada de tu mente. ¿Quieres ver más recuerdos de la vida que perdiste al lavarte el cerebro", preguntó Malachite.

Endymion estaba sorprendido. 

"¿Qué pasará con Beryl?"

"Al demonio Beryl", murmuró Malachite, "Cierra los ojos".

Endymion hizo lo que se le había dicho. Sonidos de conmoción le hicieron abrir los ojos. Al principio pensó que Malachite había sido descubierto. Había un grito. Se dio la vuelta y vio a una mujer rubia con expresión de dolor. La habitación estaba en un hospital. Una mujer de cabello azul le dijo: 

"Ve a ayudar a Serena".

¿Por qué esa mujer necesitaría ayuda? La mujer rubia gritó nuevamente y la mujer de cabello azul lo miró, con expectación. Entonces Darien recordó. Serena era su esposa. Estaba dando a luz a su hija. La mujer de cabello azul era Ami. Darien miró a su alrededor, y descubrió a todas las Sailor Scouts de la corte. El nacimiento de Chibi-Usa era un gran evento. Tomó su lugar junto a su esposa y le ayudó a respirar. Tomó su mano y la animó a empujar. Finalmente hubo un grito ensordecedor, era Serena, que se desmayó segundos después. Ami se levantó y cubrió algo con una sábana rosa antes de entregársela al único padre conciente. Darien miró al pequeño bebé y su corazón saltó de felicidad. Era amor a primera vista. Se recordó a sí mismo que no era, exactamente, primera vista; porque Chibi-usa ya había estado en el pasado y  había sido educada por Serena y las demás Sailor Scouts, antes de haber nacido. Pero ahora el ciclo estaba completo. Chibi-usa había nacido.

"Chibi-Usa", murmuró Darien.

"Te amo", dijo Serena.

Darien observó a su cansada esposa y la besó en la frente. Los grandes oios azules de Serena brillaron mientras tomaba a su hija entre sus brazos.

"Te amo", murmuró Darien.

Las Scouts aplaudieron el nacimiento de su princesa. Darien abrazó a su familia y sintió como si su corazón fuera a estallar por tanto amor que sentía, cerró los ojos y comenzó a llorar.

Endymion abrió los ojos y sintió varias lágrimas resbalando sobre su rostro. Sollozó un poco. Malachite estaba junto a él.

"¿Qué viste?"

"El nacimiento de mi hija", murmuró Endymion.

"Nunca olvidarás el sentimiento. Puedes olvidar el suceso...Pero nunca olvidarás el sentimiento", dijo Malachite.

"¿Olvidar el suceso?",preguntó Endymion mientras se incorporaba.

La idea lo hizo llorar aún más fuertemente. La idea de perder sus más preciados recuerdos lo lastimaron bastante. Malachite vio llorar a su príncipe, después de un largo rato, suspiró, y dijo:

"¿Estaba Venus ahí?" 

Endymion dejó de llorar para pensar en ello.

"Sí."

Malachite dejó escapar un suspiro y rió un poco.  

"¿Recuerdas cuando fuimos a la Luna y cada uno de nosotros bailó con una Sailor Scout? Yo estaba con Venus. Era muy hermosa...Pero no podía bailar".

"¿Recuerdas eso?"

"No recuerdo muy bien el suceso... Pero recuerdo el sentimiento. Retengo los sentimientos y es así cómo mi amor por Ziocyte se ha mantenido vivo en este lugar oscuro. Era mi esperanza."

Endymion dejó de llorar. Sus recuerdos habían comenzado a desvanecerse. El dolor en su corazón seguiría siendo fuerte.

"¿Podrás perdonarme algún día?"

"¿Por qué, príncipe?"

"Por haberte dejado en las manos del Negaverso."

Malachite se dio la vuelta sin decir una palabra y se alejó por el pasillo. Endymion se sentó en el borde de la cápsula lava-cerebros. Una voz se escuchó a lo lejos: 

"Vivimos y morimos para protegerte...Porque te amabamos".

Fin


Nota: Si quieren escribirle a la autora háganlo en Inglés. ^_^'