??? x Yukito

¿Quién se quedará con el
conejo de la nieve?

Por: Sailor Rukawa


Aquella noche, Yukito se había quedado en la residencia Kinomoto para estudiar con Touya, pues los exámenes estaban cerca. Eran las 11:00 PM, y ambos estaban en la cocina, tomando un poco de té. El atractivo chico de cabello castaño estaba muy pensativo, mientras que su amigo de lentes hablaba sin parar.

De pronto, Yukito se levantó, diciendo que tenía que ir al baño. Y salió de la cocina. Touya se quedó solo durante varios minutos, sentado y mirando distraídamente a su alrededor. Entonces suspiró un poco y se armó de valor. Para cuando Yuki regresó, el joven Kinomoto estaba decidido a confesar sus sentimientos.

-...y como te estaba diciendo, el postre que tu papá preparó hoy estaba simplemente exquisito...—Dijo el chico de lentes, alegremente, hasta que vio el rostro de Touya y preguntó-¿Sucede algo?

-La verdad...He querido preguntarte algo desde hace tiempo—Respondió Touya  mientras lo miraba fijamente.

Yukito se paró frente a él, y preguntó:

-¿Qué sucede?

Touya estaba un poco nervioso, pero había llegado el momento...No podía ocultarlo más...Amaba a Yukito.

-Yuki...Yo...Te quiero...—Murmuró Touya, sin bajar la mirada.

La mirada de Yukito, al igual que su expresión, se turbaron un poco.

-¿Qué...?—Preguntó Yukito, sin dejar de sonreír.

Touya movió un poco la silla, y abrazó a Yukito por la cintura, mientras murmuraba:

-Te amo...

Yukito estaba completamente petrificado, ¿qué iba a hacer? Él nunca había pensado en su amigo de esa manera. Entonces apoyó sus manos sobre los hombros de Touya, para no perder el equilibrio, pero Kinomoto lo abrazó con más fuerza y lo estrechó contra su cuerpo.

-¿Touya?—Preguntó el chico de lentes, completamente aterrorizado.

Yuki pensó lo peor de Touya, pero éste murmuró algo que lo tranquilizó:

-Si no sientes lo mismo por mí...Al menos déjame abrazarte por un momento...

Yukito comenzó a pensar en Touya que, a pesar de aparentar frialdad, era un chico dulce, sensible y sincero; que se preocupaba enormemente por su familia, además de ser un excelente amigo, siempre estaba ahí cuando lo necesitaba. Podía confiar en él.

-Touya...—Murmuró Yukito mientras deslizaba sus brazos alrededor del cuello de Kinomoto—Yo también...

De pronto se escucharon varias pisadas en las escaleras, era Sakura. Yukito se dio cuenta y se alejó de Touya.

-¡Buenos noches!—Exclamó Sakura, alegremente, entrando en la cocina—Oh...¿Qué sucede?—Preguntó, al ver a Yukito y a su hermano un poco sonrojados.

-No es nada, Sakura—Dijo el chico de lentes, moviendo las manos un poco, después miró el reloj—Es muy tarde, ¿qué haces despierta?

-Es que...ehhhmmm...tenía sed y vine a tomar agua...—Mintió la niña, un tanto confundida, al observar la expresión culpable de ambos.

-¡Oh, no! ¡Olvidé mi reloj en el baño! ¡Con permiso!—Exclamó Yukito mientras salía.

La pequeña Sakura miró fijamente a Touya, y preguntó:  

-Hermano...¿Qué sucedió?

-Nada, monstruo. Vuélvete a dormir—Respondió el chico, mientras caminaba detrás de Yukito, sin encontrarlo, pues en realidad se había ido a su casa.

-¿Qué estará pasando?—Pensó Sakura, confundida. Después alzó los hombros y suspiró.

***

A la mañana siguiente, Touya se fue temprano a la preparatoria porque le tocaba hacer el servicio; y Sakura aprovechó para caminar hasta la primaria Tomoeda junto a su amado Yukito.

-Bien, Sakura. Nos veremos después—Dijo Yuki, sonriente, cuando ambos llegaron a la escuela de la pequeña Kinomoto.

-¡Sí, gracias por acompañarme!—Exclamó Sakura, completamente sonrojada—¡Hasta luego!

Yukito continuaba en la entrada de Tomoeda, despidiendo a Sakura con la mano, cuando sintió que alguien lo llamaba:

-Ehhh...Disculpa...

Era Syaoran Li. Yuki sonrió en cuanto lo vio, y dijo:

-Buenos días.

El niño no se atrevió a decir nada, simplemente se sonrojó (como siempre), y le ofreció una carta a Yukito, en cuanto éste la tomó, Li salió corriendo sin mirar atrás.

-Gracias...—Pensó el chico de lentes. Después abrió la pequeña carta y la leyó, su mirada se turbó por un momento—¡Pero...Si esto es...!

De pronto un chico pasó en bicicleta, junto a Yuki, y le dio los buenos días. Era Touya. El chico de lentes se sintió un poco nervioso y dejó caer la carta.

-Buenos días—Dijo Yukito, con su usal cortesía.

-¿Y ese papel?—Preguntó Touya.

Yukito observó la carta que estaba sobre el piso, estaba a punto de tomarla cuando Touya se le adelantó.

-Hmmm...—Gruñó Touya, mientras leía la carta, no pudo evitar sentir un ataque de celos. Aquella carta estaba escrita con letra tímida e insegura. ME GUSTAS MUCHO. Eso decía. Y tenía las iniciales L.S. ¿Quién sería? Touya no podía imaginarlo, así que regresó el papel a su dueño, y murmuró-Entremos.

El chico de cabello grisáceo no insistió y caminó dócilmente detrás de su amigo.

***

No sucedieron muchas cosas durante las clases. Yukito se comportó normalmente, como si nada hubiera pasado. Cuando llegó la hora del almuerzo, decidió buscar al pequeño Li.

-Debo darle las gracias—Pensó Yuki mientras caminaba por los jardines y sus alrededores, de pronto le pareció distinguir la silueta de la persona que buscaba, junto a un árbol—Hola.

Li tragó saliva y se acercó a su “amado”, pero no dijo nada, y tampoco se atrevió a mirarlo a los ojos.

-Vine a agradecerte por lo de la carta—Dijo Yuki—Gracias.

Li lo miró fijamente, estaba sonrojado como una manzana. Yuki le sonrió por última vez y se dio la vuelta, dispuesto a irse, pero Li lo detuvo por el brazo.

-¿Qué sucede?—Preguntó Yukito, sonriente.

El pequeño niño tragó saliva, se armó de todo el valor que le fue posible, miró a su “amor” a los ojos, y murmuró:

-Disculpa...Pero..Tú...¡Tú me gustas mucho!

Yukito estaba un poco sorprendido, pero después sonrió y, mientras tomaba a Li por los hombros, dijo:

-Gracias. Pero, me temo que alguien se te adelantó...

-¿Quieres decir que ya hay alguien que te gusta?—Preguntó el niño.

Yuki asintió:

-Perdóname. Pero no puedo corresponderte.

-Oh...—Murmuró Li—Espero que...esa persona...te cuide mucho...

Pero el pequeño niño no pudo seguir hablando, y salió corriendo. Yukito lo miró hasta que desapareció. Él no se había dado cuenta, pero Touya había estado ahí todo el tiempo...¡Escuchándolo! Y cuando se percató de su presencia, ya era demasiado tarde.

-...¿Touya? ¿Estabas ahí...?—Preguntó Yuki, en cuanto lo vio.

Touya asintió ligeramente.

-Supongo que lo habrás escuchado todo...—Dijo el chico de lentes.

-Sí—Respondió Touya con voz vacía-¿Por qué te fuiste anoche?

Yuki movió la cabeza un poco, parecía algo indeciso, después murmuró:

-Necesitaba...Pensar...¿Sabes?

-¿Qué sientes por mí?—Preguntó Touya con dificultad.

Yukito no dijo nada.

-Hace poco le dijiste a ese mocoso que ya había alguien más...-Murmuró Touya-¿Quién es?

-Es verdad—Respondió Yukito—Y está conmigo ahora.

Kinomoto se acercó a él, y lo abrazó, colocó ambas manos sobre el rostro de Yukito, y lo obligó a mirarlo a los ojos, estaba sonriendo.

-Es la primera vez que sonríes para mí...—Dijo Yuki.

-No es verdad, ya te había sonreído antes...

-Touya...—Murmuró el chico de lentes, mientras apoyaba su cabeza contra el pecho de Kinomoto.

A lo lejos, Sakura y Li (cada uno por su lado), se retiraban, derrotados, y con el corazón hecho pedazos. Lo habían visto todo.

ˆ_ˆF i nˆ_ˆ