Capítulo 1: Alter Ego: Oscuridad y silencio
Yukito
Nunca pensé en mí mismo como alguien anormal. Porque, aparte de lo de comer como para tres personas, nunca sospeché nada raro en mí.
¿Lo de ser bueno en todo? No recuerdo haber pensado en ningún momento que yo era bueno en todo. Cualquiera puede ser bueno en cuanto a estudios con sólo estudiar. Ser bueno en todos los deportes lo atribuía a mi buena alimentación. Y fui bendecido con una personalidad alegre y optimista, cosa que a todos parece agradarles.
Pero jamás pasó por mi mente la idea de que el Yukito que todos conocían, que yo conocía, no era real.
Touya
Desde pequeño tuve la habilidad de ver y sentir cosas que lo demás. Espíritus, fantasmas... mi madre muerta hace siete años. Y en cuanto vi a Yuki supe que había algo especial en él. Más que especial, único.
Desde que nos conocimos, cuando se mudó a Tomoeda, y nos tocó el mismo salón en primero de preparatoria, supe que Yuki no era humano. Tampoco era un espíritu. Era algo más. Me tomó algo de tiempo saber exactamente qué. Aunque ni siquiera ahora puedo decir 'qué' es Yuki. Pero eso no importa. Nunca importó realmente. Nos hicimos amigos tan rápido que parecía que era cosa del destino. Porque no existen las coincidencias; sólo existe lo inevitable (*).
Pasó el tiempo. Terminé acostumbrándome a él, a su apetito y más que a nada a su compañía. Y descubrí que ni el mismo Yukito sabía todo sobre él. Que había una gran parte de sí mismo que no conocía.
Yukito
Para mí, To-ya era especial. Y nuestra relación también lo era. No recordaba haber conocido a nadie con quien 'conectara' tan rápida y profundamente.
Cuando me enteré de que él era capaz de ver cosas que los demás no, me sentí extraño. Jamás pensé que estaba mintiéndome o haciéndome una broma. Le creí de inmediato y ni aun así pensé que To-ya fuera raro.De hecho, creo que hasta me sentí bien. Y eso fue lo raro. ¿Quién diría que esa habilidad terminaría siendo tan importante para nuestra relación?
Cuando estábamos en tercero, algo cambió. Bastantes cosas cambiaron. De pronto, To-ya quería decirme algo que nunca logró terminar hasta que ya era tarde. Empezaba con frases como 'Crees que tienes que ocultármelo, pero yo lo sé todo' o 'Quizá eres tú el que no sabe nada'. Me desesperaba en el fondo no saber a qué te referías, To-ya. Hablabas tan serio que debía ser algo importante. ¿Pero qué? Nunca terminabas de decirme, porque Akizuki siempre se las arreglaba para interrumpir en el momento más inoportuno. Y para empeorar aun más las cosas, ella también parecía saberlo. Nunca podré olvidar lo que me dijo una vez justo después de que To-ya nos dejó solos: 'Aun no te das cuenta, ¿verdad?'. ¿Darme cuenta de qué? Hasta Sakura me miraba de otra forma. No como que estuviera incómoda conmigo ni nada por el estilo, pero yo sabía que me miraba de otra manera. Como si tuviera un secreto que ocultaba de mí. Y a veces sentía que todos me miraban de esa forma: To-ya, Akizuki, Sakura, Li y hasta el nuevo compañero de clases de ellos, Hiragizawa.
¿Qué era lo que todos sabían de mí, menos yo mismo? Debía ser algo importante para recibir esas miradas tan graves, para q To-ya intentara tantas veces decírmelo. Y yo con la mente en blanco. Una vez pensé que me ocultaban algo como que me iba a morir o algo así.
No tenía la más mínima idea, estaba completamente en la oscuridad.
Touya
Siempre pensé en decírselo, aunque no sabía cómo. 'Oh, por cierto. Sé que tú no eres tú en verdad' no se me hizo nunca una buena idea. Pero era la única idea que tenía. Pero no había prisa por decírselo, ¿no? Si llevaba ya dos años sin decírselo porque no había sido necesario, ¿qué podría pasar este año como para tener que decirle? Ahora que lo recuerdo después de todo lo ocurrido creo que fue bastante ingenuo de mi parte pensar eso. Quizá demasiado. Sucedió algo que no creí que pasara (no de nuevo, al menos) aunque Kaho me lo había dicho. Me enamoré de Yuki. Creo que lo amaba desde mucho antes, pero recién en ese momento me di cuenta. Y con eso eran dos las cosas que mi mejor amigo no sabía. Y me sentí mal. O sea, cualquiera puede notar que no soy la persona más abierta del mundo. Hay cosas que ni siquiera le digo al monstruo de mi hermana o a mi papá; me lo guardo todo para mí mismo. Pero era distinto con Yuki. Con él, sentía que debía contarle todo. Y antes de que yo mismo me diera cuenta, ya le había contado todo, incluso de mi habilidad para ver cosas sobrenaturales, lo que jamás le diría a nadie. Y sentir que ya eran dos cosas que le ocultaba... inexplicablemente me hizo sentir mal.
Debía decírselo. No me perdonaría no hacerlo.
Sólo debía buscar el momento y la forma de hacerlo. Y ahí todo eso me pareció una soberana estupidez. Yuki era mi amigo, ¿no? Entonces podría decirle lo que fuera. Así que traté de decirle. En serio. Pero siempre había 'algo' que me impedía terminar. Y me vi obligado a seguir en silencio.
Nota: ¿Se nota que me gustó ese capítulo? 'No existen las coincidencias; sólo existe lo inevitable' fue usada en el Juicio Final por Kaho y Touya, y como él la dice me pareció bien usarla en el fic.