Touya x Yue

Gotas de dudas

Por: Mica-chan
Traducido por: Miharu


Él observó a la niña lavando los platos, y pensó en lo irracional de sus sentimientos. La verdad, es que se sentía perdido en un torbellino de emociones, del que no tenía ni la menor idea de cómo salir.

Percibiendo que estaba siendo observada, interrumpió su trabajo por un instante y de dio vuelta. Fue con sorpresa que se percató de la presencia de los ojos brillantes y cenizas de Yue.

En los últimos meses, el guardián la visitaba con frecuencia; al principio le extrañó un poco, pero terminó por acostumbrarse a su figura alta e imponente. Sin darse cuanta, se habían acercado ahora que convivían mucho más que en el período en que se capturaron las cartas.

Sonrió como siempre lo hacía su amigo. Era tan raro verlo sonreír, pero no entendía por qué; la sonrisa de Yue era maravillosa, calma y sincera.

-Yue, qué haces ahí parado?

Él demoró un poco para contestar, como si estudiase el efecto que sus palabras provocarían.

-Nada realmente, sólo te miraba.

-No sabía que estabas aquí.

-Tu hermano y Yukito van a estudiar.

-Él no me avisó....sé bien que él no me avisa de nada!

El guardián sonrió interiormente, la inocencia de Sakura era algo encantador, no se admiraba del amor reverencial que Tomoyo le dedicaba. Era algo que la niña inspiraba en las personas inconscientemente.

-Querés ayuda?

Ella sabía que estaba cansada y le faltaba mucho para terminar pero no podía pedirle ayuda a Yue, eran sus obligaciones....además su hermano necesitaría de la presencia de Yue luego.

-No, no la necesito. Casi estoy terminando.

-Como quieras.

Unos instantes más tarde volvió a su trabajo, nunca se había detenido a pensar en la belleza del guardián; era terriblemente bella su aura plateada, sus cabellos largos y brillantes eran fascinantes, como así sus ojos, generalmente duros e inflexibles, pero que sabían tornarse amables y dulces, como ahora.

Con seguridad su hermano era una persona de suerte, ella también, ella se consideraba una persona de suerte también, a pesar de las penas. No fue fácil cuando Shaoran tuvo que irse para perfeccionar su magia, los meses que el niño estaba recluso en su entrenamiento eran como años para ella, al principio, lloraba día y noche, todo su ser sufría por la ausencia del ser que amaba, pero con el pasar de los meses, se acostumbró a ese vacío y a la compañía de su guardianes inseparables.

No podía precisar cuántas veces había bañado en lágrimas a Kero y a Yue, y tampoco podía decir si hubiera resistido sin su presencia.

Tal vez era la razón por la cual Yue estaba tan alerta últimamente. A pesar de existir una relación de amistad entre ellos, el guardián no dejaba de lado su tarea de protegerla de los peligros externos o de sus sentimientos.

Se sentía agradecida por el cariño de los dos, Kero con sus gestos más expresivos, y Yue con su cuidado más austero, más sincero; sabía que podía contar con los dos para lo que fuese necesario. Y Shaoran....Bueno, él volvería algún día, cuando estuviese listo.

El guardián observaba a la niña, en silencio; ella estaba perdida en sus pensamientos, él podía jurar que sabía quién era el dueño de la atención de Sakura. Jamás dudaba del amor del descendiente de Clow por su ama, así como sabía que esta lejanía era necesaria para el crecimiento del niño, pero le dolía en el alma verla angustiada.

Era impresionante cómo había madurado, ya no se parecía a la niña de 10 años que había abierto el libro de las cartas accidentalmente, ella creció en todos los aspectos posibles, todavía podía ver a la pequeñita sobre un banquito para alcanzar la mesada de la familia, ahora , ahora mucho más alta-aunque todavía más pequeña que él-hacia todo con gran delicadeza .

La verdad es que Sakura era una niña linda y se estaba convirtiendo en una adolescente, hermosa, conservaba la inocencia y la pureza de antes, a pesar de que su magia había evolucionado de una manera increíble; y su carácter también había madurado, tornándose más fuerte y persistente.

No podía dejar de sentir su corazón ser inundado por un sentimiento de total gozo y placer cuando la veía. Su cuerpo vibraba y su piel ardía con un simple toque de la niña, y eso lo dejaba totalmente confuso, su corazón era un calidoscopio de emociones de las que no sabía cómo lidiar.

-Yukito?

La voz de Touya lo hizo despertar de sus pensamientos.

-Qué haces aquí, Yue?

-No sé...exactamente.

Se sintió avergonzado, era como si el chico pudiera leer sus pensamientos y escanear su alma; le gustaría entender como era que podía conocerlo tan bien.

Touya desvió sus ojos del guardián y miró a su hermana, Sakura lavaba los platos, internamente ella sabía los sentimientos que reverberaban a su alrededor, no sabía si eso la dejaba feliz o triste.

-Vamos a subir.....Queres comer alguna cosa?

-No....subamos.

El chico lo guió hacia su cuarto, era sorprendente que, después de tanto tiempo, Touya se sintiera tan incapaz de demostrar lo que sentía; había momentos que él mostraba exactamente lo que quería, pero en otros, como ahora, se encerraba en un caparazón, que ni el mismo Yue podía abrir .

Entró en el cuarto detrás del chico, siempre se sentía extraño en ese lugar. Como si fuera demasiado grande y no apropiado; la presencia de Touya era, impregnada en cada rincón de su cuarto lo desconcertaba; la verdad que la intensidad de los sentimientos del muchacho lo dejaba un poco desorientado; quería saber cómo seguir, pero su corazón era un tornado incontrolable que lo cansaba de tanto analizar sus propios sentimientos.

Touya posó sus ojos sobre el guardián, estaba recostado en el marco de la puerta de su cuarto, era tan imponente pero a la vez tan transparente; quería saber cómo solucionar la duda que tenía Yue en su corazón, pero no se atrevía, sería demasiado doloroso para él.

El guardián se aproximó al muchacho, tocando con delicadeza su angustiado rostro. Los ojos que brillaban con un profundo dolor, se exaltaron ante el contacto con la piel fría del guardián.

-Qué ocurre, Touya?

Dios, cómo querría que fuera más fácil, no sentir su cuerpo estremecerse cada vez que él lo tocaba, su corazón sonreír cada vez que lo miraba.

Abrió los ojos y vio los de Yue muy próximo a los suyos.

-Yo....Podría hablar con Yukito?

Los ojos del guardián se abrieron de espanto, pensaba que él lo quería allí

-Pero..... vos tenés algo que decir; yo siento eso.

El muchacho se apartó del toque febril del guardián.

-No quiero hablar sobre eso........no ahora.

Yue sintió su corazón estremecerse ante el dolor que estaba estampado en los ojos del muchacho. Él sabía, antes de que el propio Yue tomara conciencia, Touya ya sabía. Y ahora el ahora no tenía idea de que actitud debía tomar, por qué todo tenía que estar tan confuso dentro de él?

Se alejó algunos paso para dar lugar a que sus alas se extendiesen y lo cubriesen, si él quería a Yukito, que así fuera.

La figura tranquila de Yukito apareció ante la mirada atenta de Touya, era siempre interesante observarlo surgir de la nada y sofreír confuso.

-Touya!!

El chico balanceó levemente la cabeza, desorientado, hacía años que venía dividiendo su existencia con Yue, pero despertar en un lugar y no acordarse cómo llegó, era extraño.

-Ya debería estar acostumbrado a estas lagunas, pero nunca dejo de sorprenderme cuando me doy cuenta de que he aparecido de nuevo.

-Yukito, qué sabes de Yue?

La pregunta repentina tomó al muchacho por sorpresa, cuál era el interés de Touya en su alter-ego?

-No mucho, yo lo siento dentro conmigo, sé que él está aquí y a veces sus pensamientos se confunden con los míos, principalmente cuando duermo, pero no consigo recordar lo que hago cuando él asume mi cuerpo, no sé lo que piensa o lo que quiere, por qué?

Touya oía la voz dulce y tranquila de Yukito, pero no sentía la tranquilidad que la voz de su amigo le proporcionaba siempre, la verdad es que se sentía amenazado por la simple idea de perder a Yukito y lo dejaba aterrorizado. Debería estar conversando con Yue, pero no tenía el coraje para hacerlo, todo lo que venía pasando a su alrededor parecía bailar en su mente, torciendo su raciocinio. Ahora, lo único en lo que podía pensar era que necesitaba ver el rostro sereno y tranquilo de su amigo. Podría resolver más tarde sus dudas.

-Touya?

Sintió la voz dulce y calmada de su amigo, su corazón latía acelerado por una inmensa angustia que tomaba control de su ser, pero no conseguía pronunciar una sola palabra, quería gritar de forma que todo el mundo oyese, pero ni el más leve gemido escapaba de sus labios.

Yukito se aproximó a la ventana, la noche estaba más calmada que de costumbre, la luces de las casa vecinas hacían pensar que las familias estaban por cenar, felices; ese pensamiento no lo consolaba, pensar en los otros sonriendo, amando, divirtiéndose, sólo lo hacían entristecer aún más. Por qué era tan difícil?

La mano de su amigo, en su hombro, hizo que se volteara y lo encarara, él era tan diferente al guardián, mucho más bajo y menudo, pero no tanto......

Yukito analizó con cuidado el rostro de Touya, había algo mal con él, eso era cierto; Touya difícilmente dejaba sus emociones aflorar, pero ahora todo en su cuerpo parecía gritar por auxilio; cada gesto era reflejo de un extremo pesar, cada mirada era de una angustia destructora; no sabía qué era lo que lo estaba afectando de esa manera, pero fuera lo que fuera, lo lastimaba ver a Touya tan triste.

-Qué está pasando? Por qué no hablas conmigo?

El muchacho pensó mucho antes de responder; cómo podría exponer lo que sentía?

-Yukito, qué harías si yo me enamorara de otra persona?

Las palabras de Touya fueron como un tremendo choque para el cuerpo de Yukito, él no podía estar hablando en serio.

Sin pensar se apartó del hermano de Sakura, sus ojos reflejaban todo el temor que sentía.

Touya observó la reacción de Yukito. Podía comprender el choque que había recibido su amigo, él se sentiría de la misma forma si fuese él quien le preguntara tal cosa, pero necesitaba comenzar por algún lugar, y simplemente no se hacía a la idea de cómo decir lo que pasaba en su interior.

-Yo....vos......vos.....te enamoraste?

Los ojos oscuros de Touya fijos en los suyos, no decían nada, tampoco el muchacho respondía su pregunta, sólo estaba allí, como si esperase que le dijera que no le importaba, pero sí le importaba y mucho, Touya era su vida, la única razón de su existir, el único motivo por el cual soportaba las constantes transformaciones de Yue.

-Qué es......lo que harás ahora, Touya?

El muchacho apartó por unos instantes su vista de la de Yukito, él lo conocía desde hace mucho tiempo, lo sentía como una parte suya, y la verdad es que así era, perderlo sería como apagar el brillo de las estrellas o el calor del sol, sabía lo que sentía por él, pero su reciente descubrimiento lo desconcertaba y atemorizaba más de lo que suponía.

Avanzó algunos pasos, de forma que quedó muy cerca de Yukito, sus ojos reflejaban angustia y cierto temor, lo tocó con delicadeza quedándose así con Yuki por unos instantes, no sabía cómo seguir, la impresión que tenían era que habían vuelto en el tiempo y todo era incierto como antes. Él quería...no ,él necesitaba hacer algo, pero no sabía qué.

Se inclinó levemente y posó sus labios en los de su amigo, era una sensación maravillosa, que calentaba su espíritu, podía sentir todas las emociones de Yukito inundarlo en un torrente sin fin.

Pretendía darle un beso tierno y suave, quería apegarse a Yukito como un moribundo que se apega a la vida; precisaba sentir el calor del cuerpo del muchacho, la dulzura de sus labios, la suavidad de sus caricias.

Como si pudiese sentir la angustia que se apoderaba del corazón de Touya, Yukito correspondió el beso.

Cuando finalmente el muchacho se apartó, Yukito pudo ver una lágrima que se deslizaba por el rostro de Touya.

-Yo te amo, Yukito; nunca voy a poder dejar de amarte.

El muchacho sonrió con ternura, por fin habían esclarecido sus sentimientos, pero era tan raro ver que Touya los dijera en voz alta, él nunca lo había visto tan desesperado.

-Vos sabes de mis sentimientos por ti, cual es tu miedo, ¿Touya?

Era hora, de decir con palabras lo que pasaba en su interior, la duda que lo recorría, sofocándolo.

-Yue.

-Yue? Yue es tu miedo?

-Sí.

-Pero por qué? Vos lo salvaste.

-Yo en verdad no lo sé, yo no se cuánto él influye en vos, y no sé cuánto influye en mí.

Yukito intentó comprender las palabras del muchacho, pero le parecía imposible pensar que Touya temiese a Yue, ya que Yue siempre estaba con él; a menos que ese fuera exactamente el problema.

Como si algo naciera en su mente, Yukito finalmente se dio cuenta de lo que venía angustiando a Touya, su miedo no era de Yue, era de él mismo, desde que él y Touya se conocieran, el muchacho sabía de la existencia del guardián dentro de él; a medida de que su amistad creció, Touya veía a Yue detrás de Yukito; para él, el guardián era sólo una parte de su amigo, y como tal, aprendería amarlo de la misma forma en que ama a Yukito; pero, cuando sacrificó su don para salvar la vida del muchacho, también dejo de ver a Yue y a Yukito como una misma persona.

No había dudas que era más fácil para él cuando no tenía que separar a uno del otro; ahora la sensación que tenía era de que amaba a dos personas diferentes, y eso lo estaba matando por dentro.

Otra vez Yukito se aproximó a Touya, intentando descifrar su rostro, pero él ya había cambiado nuevamente, escondiendo su hermoso rostro tras una dura mascara.

-Vos me preguntaste que sabía de Yue, pero...Qué es lo que sabes vos de él?

Touya comprendió a dónde Yukito quería llegar; este era el momento de hablarlo todo realmente; lo venía postergando por años, pero por la escena que se venía presentando ante él, no podría esconderse más bajo su caparazón.

Suspiró profundamente antes de decir algo, y cuando lo hizo fue esquivando su mirada, como si temiese hablarle a su amigo.

-Yo siempre lo conocí. Yo lo veía dormido dentro tuyo, y estaba acostumbrado a ver a Yue como a verte a vos; yo no sabía quién era él, o por qué usaba tu forma, pero nunca le tuve miedo; cuando él despertó, fue cuando me di cuanta de que vos no sabías que no eras humano; y cuando él empezó a debilitarse, y junto con él, vos. Yukito, yo me desesperé; yo te amaba como jamás amé antes o después, y no soportaba la idea de perderte, yo sabía que necesitaba hablar con él, pero por algún motivo que desconozco, él nunca aparecía frente a mí, cuando finalmente pude verlo, y transferir mis poderes...fue la primera vez que realmente vi a Yue, vos no estabas ahí, nunca estás cuando él aparece, tal vez fue por eso que yo le hice prometer que no te dejara desaparecer, fue ahí que me di cuenta que vos sin él no existís, pero él no te necesita, jamás va a necesitarte, y yo tuve tanto miedo de que no regresaras a mí. Cuando desperté, sin mis poderes, te vi con otros ojos, eras sólo vos, Yukito; yo sabía que Yue todavía estaba allí, pero no lo veía más, eso no importaba mucho, porque te tenía a vos y eso era todo lo que necesitaba; pero cuando volví a ver a Yue, yo no imaginé mi reacción, fue como si mi cuerpo estuviese incapacitado para pensar; de repente la verdad me golpeó con fuerza: yo amaba a Yue con la misma intensidad inmensa que te amo a vos. En mi cabeza se formó un remolino, cuando los veía como un único ser, no sentía que amaba a dos, pero cuando vi que tenía los mismos sentimientos por dos personas diferentes, casi enloquecí; y de a poco Yue fue entrando en mi vida, apareciendo para hablar con Sakura, conversando conmigo, o sólo estando en casa, con su habitual silencio. Es imposible dejar de amar a alguien a quien se ve constantemente, yo simplemente no pude, me entendes? Yo me sentía confundido y perdido, pero estaba llevando bien la situación, hasta que...

-......Vos percibiste mis sentimientos por Sakura.

Touya se volteo al oír la voz grave del guardián, no había sentido que Yukito se había convertido en él.

El guardián permanecía en el medio del cuarto, con sus alas desplegadas, dando una apariencia, feroz, pero tal vez por eso, más hermosa.

Observó atentamente el semblante serio de Touya; comprendía sus sentimientos, no era fácil para él estar dividido entre dos amores y menos cuando se trataban de una misma persona, y cuando vio los sentimientos que tenía por Sakura, más allá de la obligación que tenía por ser el ama de las cartas, naturalmente se vio perdido y con miedo.

Hizo desaparecer sus alas y caminó hacia el muchacho, estaba frágil y lastimado, no le gustaba ver a Touya sufriendo así, el muchacho le había dado salvado la vida, después de eso vivieron muchos momentos juntos.

La verdad es que estaba confundido con respecto a Touya; los años que pasó protegiendo a Sakura hicieron que sus sentimientos por ella crecieran de una forma increíble, la obediencia inicial, se transformó en dedicación, respeto y porque no decirlo? Amor.

Mientras tanto, su corazón insistía en latir descontrolado cada vez que se encontraba con Touya; los gestos serios y silenciosos del muchacho, tocaban su alma, no sabía si lo que sentía era sólo un reflejo de lo que sentía por el Yukito, pero, si así fuera, por qué él se congelaba cuando se encontraba de frente con el muchacho?

Cómo podía reprender a Touya por sus dudas, si el mismo se encontraba perdido en medio de sentimientos confusos? Por lo menos el muchacho amaba dos personalidades de una misma persona, pero y él? Él sabía perfectamente cuánto le importaba Sakura y era incapaz de resistir la mirada intensa del hermano de ella. Su situación, definitivamente, era peor.

Touya, viendo aproximarse al guardián, intentó analizar sus sentimientos de forma racional, pero el sentir cerca al guardián, supo que nunca sabría que actitud tomar; pasara lo que pasara, alguien sufriría, y el no estaba seguro de ser capaza de abdicar su felicidad.

Cuando Yue finalmente su detuvo frente al muchacho, el tiempo pareció congelarse, no había ningún sonido, ningún escenario, estaban sólo ellos, envueltos en un hechizo, escuchando tan sólo los latidos incontrolables de sus corazones.

-Qué vas a hacer?

La voz del muchacho era baja y ronca, como un gemido angustiado de su alma.

-Yo no lo sé, Touya. Esto es nuevo para mí.

El pequeño gesto que hizo Touya no conseguía expresar el torbellino de sensaciones que estaba en su pecho; quería tomar al guardián e impedirle que lo abandonara, pero como siempre, lo que salió de sus labios fueron palabras diferentes a las que el quería decir:

-Te importaría dejarme solo esta noche? No voy a poder estudiar, y necesito pensar en algunas cosas.

El guardián asintió, pero antes de salir envolvió en un abrazo a Touya, podía sentir su suave cabello, su respiración en su nuca, provocando reacciones en su cuerpo que no podría describir con palabras. Deslizó suavemente su mano por el sedoso cabello de Touya , aspirando el perfume que de el emanaba; era un aroma envolvente, provocador; no quería soltarlo, si pudieran quedarse así para siempre, solo sintiendo su cuerpo junto al suyo, bailando solos al ritmo de sus corazones.

Hizo descender su mano suavemente hasta la nuca de Touya, masajeándola con extremo cuidado, pudo sentir la diferencia en el cuerpo del muchacho, de estar tenso, comenzaba a relajarse.

Se apartó del abrazo, y ya sentía la falta del calor del cuerpo del muchacho en su cuerpo, la mano que estaba en su nuca, se trasladó hasta su rostro y lo aproximó al suyo, besándolo cariñosamente, no podía negar que era una sensación deliciosa, pocas veces se sentía tan vivo y tan ansioso por algo.

Su mano comenzó a descender de su nuca hasta sus hombros, la fina camisa que vestía no impedía que pudiese sentir el cuerpo bien formado del muchacho, atrajo nuevamente el cuerpo de Touya hacia el de él, abandonando sus labios para comenzar a recorrer con su boca su cuello.

Touya no conseguía pensar o reaccionar, todo lo que quería era responder al pedido del cuerpo de Yue, entregarse de cuerpo y alma.

Fue con temor que sintió al guardián apartarse, sus ojos claros lo miraban muy serios.

-Vos dijiste que querías descansar;... me voy ahora.

El muchacho no tuvo tiempo de protestar, el guardián ya se había ido.

Yue bajó las escaleras intentando organizar sus sentimientos, pero cuanto más lo intentaba, más confundido se sentía.

Cuando llegó a la sala, encontró a su ama dormida en el sofá, estaba tan calma y serena, que sonrió involuntariamente ante la escena, debería irse ahora, pero la pequeña lo atraía como un imán.

Se sentó cerca de ella, admirando su rostro relajado, en qué estaría soñando? Qué pasaría realmente por su cabeza ahora?

Como si supiera que estaba siendo observada, Sakura abrió los ojos y se encontró con la hermosa figura del guardián.

-Yue!! Todavía estás acá? Pensé que Yukito y me hermano iban a estudiar.

-Sucedieron algunos imprevistos.

-Vas a pasar la noche acá?

-No sé. Vos queres que me quede?

Sakura se puso de pie y se acercó al guardián, él era increíblemente alto, aún estando sentado, pero su altura era una complemento de su belleza.

Belleza, ella nuevamente estaba analizando la figura del guardián; cómo había pasado tantos años a su lado, y no haberse dado nunca cuenta de lo hermoso que era? Aquella expresión levemente melancólica, su piel clara, su toque suave; tal vez por tener a Shaoran a su lado, jamás se había detenido a ver a otro hombre, y de repente el notar lo atrayente que era Yue, la desconcertó un poco.

Pero qué estaba diciendo? Él era Yue, su guardián, es más, la persona que su hermano amaba, cómo ella podía siquiera pensar de otra forma que no sea la de un amigo? Qué clase de mujer era ella?

-Sakura?

-Ah?

-Estas ahí parada mirándome sin decir nada, te pasa algo?

-Ah.....no.

De repente se sintió como una niña haciendo alguna travesura, intentó desviar sus ojos del guardián, pero no lo consiguió; aquellos ojos claros y brillantes la hipnotizaban , quería perderse en la mirada profunda de Yue.

El guardián sintió su sangre agitarse, su corazón latir descontrolado y notó que contenía la respiración, esperando alguna reacción de la niña.

Sakura no estaba pensando, si lo hubiera hecho no habría hecho lo que hizo, pero su cuerpo no estaba obedeciendo a su mente, era autónomo, tomaba sus propias decisiones, buenas o malas, no fue ella la que tomó el rostro del guardián entre sus manos, la que acercó su cabeza, siempre observándolo con sus ojos claros, la que puso su labios sobre los de Yue, ella jamás haría eso, pero su cuerpo se lo pidió, y ella no tenía fuerzas para negarse.

Él se vio envuelto en el beso dulce y calmo de Sakura, la sorpresa inicial pasó, dando paso a un agradable calor que le trasmitía su cuerpo, ella era tan dulce y gentil, él la amaba; un sentimiento tan fuerte que no sabía cómo explicarlo.

Cuando ella lo soltó, él aún podía sentir en sus labios la dulzura de Sakura, el la quería tanto y jamás se había imaginado que llegaría a tocarla así algún día.

-Por qué hiciste eso?

La voz de la niña era baja, cargada de emoción:

-Yo no lo sé.

Él no tenía que decir nada, Sakura había notado la entrega del guardián, el cariño con que la besó, no había dudas de que Yue tenía para con ella los mismos sentimientos que ella para con él, que iban más allá que la amistad.

Ella acarició con suavidad el hermoso rostro de Yue, no podía negar que el guardián la atraía, con su gestos serenos y siempre presente, él había conquistado su corazón. Pero ella estaría dispuesta a arriesgar toda su relación con Shaoran para intentar algo con el guardián? O.....estaría dispuesto Yue a abandonar a Touya por ella? Y ella? Querría eso?

-Yue.....vos...

Él bajó la vista, pero sintió el toque de Sakura en su rostro.

-Yo no sé nada, estoy muy confundido.

Sakura sonrió y abrazó al guardián, era extraño pensar que después de tantos años, los papeles se invirtieran, ahora recordaba cuánto le gustaba Yukito y cuanto sufrió cuando descubrió que él no la amaba.

El guardián correspondió el abrazo, intentando reaccionar, sus sentimientos por la niña jamás morirían, él lo sabía, pero el momento que había pasado con Touya hacia unos instantes aún estaba vivo en su mente y en su cuerpo. Qué es lo que haría al final?

Se apartó de Sakura y sonrió, a pesar de su semblante triste:

-Yo creo que necesito ordenar algunas cosas en mi interior.

Ella asintió.

-Lo que sea que descubras, Yue, nuestra amistad nunca cambiará.

Él le sonrió y se levantó, quería estar seguro de la decisión que tomaría.

Fue hasta el cuarto de Touya, la decisión que tomaría ahora sería la definitiva, y fuese la que fuese lo haría sufrir.

Se detuvo en la puerta temiendo el momento que seguía, pero no podía retroceder ahora, no después de todo lo que había pasado.

Entró en silencio y observó al muchacho acostado en la cama, los ojos de Touya estaban cerrados, pero no estaba dormido, así que cuando sintió a Yue en su cuarto abrió los ojos y miró al guardián.

-Por qué volviste?

-Touya....

Él intento hablar, pero las palabras no salían, cómo explicarle lo que acababa de pasar con sakura? Podía ver el dolor estampado en los ojos del muchacho, como si el lo supiese, pero eso era imposible, o no lo era?

-Sí, Yue, yo lo sé. Estaba en la escalera.

Las palabras dichas con suavidad le dolieron más que puñaladas; de repente Yue pensó en cómo sería su vida sin Touya, escenas de un futuro extraño aparecieron en su mente, si se quedara con Sakura, Yukito acabaría por desaparecer, Touya no sólo perdería la persona que más amaba, sino también que tendría que convivir con la presencia de Yue recordándoselo día tras día. Y él...él podría vivir sin Touya?

El guardián se alejó de la cama bajando la cabeza, jamás se perdonaría el haber hecho sufrir al muchacho, con un hilo de voz finalmente le habló a Touya:

-Touya, yo amo a Sakura. Es un sentimiento involuntario, nació sin que me diera cuenta.

-Sí, ya lo sé.

-Yo querría decirte que no la amo, pero no puedo.

El muchacho permaneció en silencio, su hermoso rostro no reflejaba ninguna señal de dolor.

-Pero, tampoco puedo vivir sin vos, Touya, yo no podría verte sufrir más, destruiría todo lo que te ha importado.

Cuando habló, la voz de Touya era sorprendentemente calma y segura.

-Yo no quiero que te sacrifiques por mí, Yue; yo amo a Yukito...a vos, con toda mi alma, pero no puedo pedirte que sacrifiques tu felicidad por mí, qué amor sería ese que digo tener por vos, si fuese tan egoísta?

Él se levantó de la cama y se alejó del guardián, estaba todo acabado; Dios como dolía.

No sintió a la figura halada acercase, se sorprendió al sentir la mano de Yue en su hombro, y sus alas envolverlo.

-Yo te amo, Touya, te amo tanto como a Sakura, por eso es tan difícil para mí, perder a Sakura sería mi rumbo, pero perderte a vos......yo no soportaría continuar viviendo si te perdiera.

El muchacho se dio vuelta y miró al guardián.

-Que estás diciendo?

-Sakura no necesita de un amor, pero sí de un amigo y de un guardián; pero vos, una parte tuya corre dentro de mí, yo jamás podría dejarte; yo no me quedo con vos para que no sufras, lo hago porque te necesito a mi lado.

Touya cerró los ojos sintiendo la energía del guardián y correspondió el abrazo, sabía que no sería fácil para él, pero ahora que había elegido, respetaría su decisión .

Yue sintió cómo el cuerpo tenso del muchacho se relajaba.

-Qué hubieras hecho si hubiera elegido a Sakura?

Touya sonrió y deshizo el abrazo.

-Eso es algo que nunca vas a saber.

FIN


Notas de la traductora: comentarios, dudas, insultos a: [email protected]


Regresa al menú de fanfics