Touya X Yukito
Tu regalo
Por: D.Moon
Yukito y Touya se encontraban estudiando en el cuarto de este último, era el primer año de la universidad, por esa razón estudiaban con mas ahínco que nunca. Yukito estaba sentado junto a Touya, concentrado, pero no precisamente en la materia, hace algunos minutos no alejaba la vista de Touya, cada día era más apuesto al anterior. Sus ojos azules eran mucho más misteriosos, cada vez que lo miraba sentía que le quitaba el aliento.
Touya emitió un suspiro de exasperación:
-Yuki...debemos estudiar, puedes dejar de mirarme-Yukito se sonrojó por la reprimenda y bajo la mirada.
-Lo siento...es que yo-luego sintió la mano de Touya sobre la suya y miró a su querido amigo y vio la hermosa sonrisa de la persona que tanto quería. Claro, tenía que ser una de las mal intencionadas bromas de Touya, debió haberse dado cuenta.
Se encontró con la penetrante mirada de su amigo, sintió que sus mejillas se sonrojaban ya que Touya comenzó a acercarse.
-Touya- dijo susurrando.
-Descuida, ¡no hay nadie! al ver que Yukito no se relajaba le dijo-Papá está en la universidad y Sakura está en casa de Tomoyo-le señaló para tranquilizarlo.
-¿Y Kero-chan?- le preguntó.
-El oso de peluche se encuentra con Sakura, estamos solos-le dijo acariciando su mejilla, mirándolo con ternura. Yukito se sentía preocupado ya que los besos y caricias de Touya se habían vuelto más audaces y la verdad no le agradaba la idea de ser encontrado en una situación incomoda en casa de su amigo.
A pesar de todo el tiempo que llevaban juntos, él y Touya no habían tenido nada que ver, hasta ahora sólo eran besos y caricias pero nada más.
Touya se le acercó lentamente, para poder besarlo. Como siempre comenzaban de forma suave, Yukito se abrazó al cuello de Touya mientras este lo tomó por la cintura y lo acercó más. Él abrió la boca invitando a Touya a profundizar el beso, cuando sintió la lengua de Touya dentro de su boca, emitió un leve suspiro, con su lengua acarició la de su querido amigo, este se separó para mirarlo con deseo.
-¿Quieres tenderte?- le dijo Touya con la voz ronca.
-Touya- comenzó a decir Yukito.
-Tranquilízate-así que hizo que Yukito se tendiera, luego se recostó sobre él y comenzó a besarlo otra vez, las manos Touya recorrían el cuerpo de su amigo mientras Yukito respiraba de forma agitada, sus manos acariciaban la ancha espalda de Touya, y este desabotonaba la camisa de su dulce amor.
-¡Ya llegué!-la voz de Sakura fue como un balde agua fría para ambos jóvenes, Touya se separó de él bastante disgustado por la interrupción, Yukito se abotonaba rápidamente su camisa, en ese momento entra Sakura en el cuarto. Encontrando a los amigos aparentemente estudiando y a una distancia prudente.
-¿¡Por qué haces tanto ruido, MONSTRUO!?- le dice exasperado pero por dentro agradecido por el escándalo característico de las llegadas de Sakura, ya que no hubiera sido agradable ser descubierto en una situación tan comprometedora.
-HOLA HERMANO-dijo disgustada-Hola Yukito-le dice con una gran sonrisa.
-¿Cómo estás, Sakura?- le pregunta Yukito.
-¡Estoy bien!- aunque sus ojos dicen otra cosa.
-¿Qué has sabido de Xiao Lang?
-Aún no resuelve sus asuntos en Hong Kong, pero nos comunicamos a diario por medio de cartas y el teléfono.
-Las llamadas por teléfono salen una millonada- le dice Touya enfadado.
-¡HERMANO!- está a punto de golpearlo, pero Yukito interviene.
-Sakura, no le hagas caso, sólo esta bromeando, ¿no es verdad, Touya?-le pregunta. Pero la respuesta que consigue es un bufido de exasperación.
-Es mejor que cambiemos de tema- sugiere Yukito.
-¡Está bien!-le mira emocionada Sakura-Dentro de dos días será tu cumpleaños Yukito.
-Sí, quiero agradecerles por su invitación a cenar-les dice con una sonrisa.
-No tienes por que hacerlo, si eres parte de esta familia, ¿verdad Touya?-le pregunta a su hermano pero este parecía que no estaba interesado en la conversación¡TOUYA!- le grita.
-Mm, que me decías?- le pregunta.
-¡Que Yukito es parte de la familia!- le dice exasperada por ignorarla, especialmente tratándose de Yukito.
-Desde luego, forma parte de la familia- y volvió a sus propios pensamientos, Yukito se sintió mal por la forma que parecía ignorarlo especialmente después de lo ocurrido hace unos momentos y Sakura notó la preocupación de Yukito.
-Yukito, ¿me ayudas ha preparar la cena?- le sugirió.
-Sí, claro- le dice Yukito y salen de la habitación dejando a solas a Touya sumidos en sus pensamientos.
- Dentro de dos días será su cumpleaños y quisiera regalarle algo tan especial como el osito que me regaló hace unos meses- pensaba Touya. Con la vista buscó el osito que le había regalado Yukito, el día que por fin se decidió a decirle sus sentimientos. Al ver el osito aquel día se sintió sorprendido y halagado ya que Yukito lo había hecho para decirle cuánto le quería. Él deseaba algo tan significativo como el osito. Pensó por mucho rato y por fin se decidió.
-Ese será su regalo- esbozando una pequeña sonrisa. Luego el llamado de Sakura, la cena estaba lista y salió de su cuarto.
Durante los siguientes dos días Touya actuaba de forma misteriosa, mucho más de lo normal, se encerraba en su cuarto y no permitía que nadie entrara en ella, ni siquiera Yukito. Por esa razón estudiaban en la sala, Yukito se sentía extrañado por la forma en que actuaba Touya.
Por fin el día tan esperado había llegado, Yukito con una gran sonrisa miraba la mesa con muchos de sus platillos favoritos y también se encontraba feliz por estar rodeado con las personas que él consideraba su familia, especialmente el estar con Touya.
Fue una cena deliciosa y el pastel aún más, el señor Fujitaka y Sakura lo habían preparado para él. Terminada la cena, el señor Fujitaka le dice a Sakura:
-¡Creo que ya es hora de que le demos su regalo a Yukito!- Sakura sale corriendo y regresa con una caja con una linda cinta y se lo entrega a Yukito.
-¡Feliz Cumpleaños Yukito!- le dicen ambos.
-Señor Fujitaka, Sakura no debieron molestarse- abrió su regalo había un hermoso suéter, lo sacó y se lo probó.
-¡Muchas gracias!- dijo con una gran sonrisa.
Sakura se acercó a Touya que está muy callado y le pregunta.
-¿Y tú qué le darás de regalo a Yukito?
-No es de tu incumbencia- le responde de forma apática.
-¡Touya!- le dice- como puede comportarse así con Yukito, cuando él le quiere tanto- piensa Sakura.
-No te preocupes Sakura, no es necesario- le dice Yukito pero por dentro se siente decepcionado, no le importaba el regalo era su actitud el caso es que Touya durante todo el día no le había dicho ni siquiera ¡Feliz Cumpleaños!, deseaba con todo el alma, que se le acercara y le besara deseándole felicidades por ese día. Pero él actuaba de una forma fría e indiferente, algo que le causaba mucha pena y dolor. Sumido en sus pensamientos no nota que Touya se le acerca y le pregunta:
-¿Te molesta que esta noche la pase en tu casa?.
-No, claro que no, sabes que puedes pasar la noche en mi casa cuando tu quieras- y le sonríe a su amigo, su tan amado Touya.
Durante el camino a casa de Yukito, Touya no dijo una sola palabra y en cuanto a Yukito se preguntaba qué era lo que le ocurría a su amigo. Cuando llegaron a casa de Yukito, éste le pregunta a Touya:
-Touya, ¿deseas tomar una taza de té?
-¡No!, pero quiero ir a la sala, quisiera hablar contigo- le dice muy serio.
-¡Está bien!- y le mira preocupado.
Al llegar a la sala, Touya le dio la espalda a Yukito y comenzó a buscar algo en la mochila que traía. Encontró lo que buscaba y dejó la mochila en el suelo, se volteó y le dijo:
-¡Tu regalo!- lo miró con el rostro sonrojado y le entregó un osito tan hermoso como el que le había regalado Yukito. Por fin éste comprendió cual era la razón por la cual Touya actuaba de forma misteriosa. Sentía que el corazón se le hinchaba de amor y también recordó que en ese mismo lugar, él le había regalado el osito que había hecho para Touya, para por fin declararse ante él, pero nunca esperó un gesto tan conmovedor por parte de Touya y se sentía feliz porque era él, el motivo de esa ternura. Yukito tomó el osito, lo abrazó con suavidad y apoyó su cabeza en el pecho de Touya.
-Gracias, es el regalo más hermoso que he recibido.
-Me alegra que te haya gustado y ¡Feliz Cumpleaños!- con su mano buscó la barbilla de su amigo y la levantó para encontrarse con los ojos más hermosos que había visto en su vida. Luego lo besó largamente, saboreando cada rincón de su dulce boca.
Touya se separó para verlo a los ojos, Yukito vio reflejados en ellos el deseo, ahora se encontraban solos y no serían interrumpidos por nada ni nadie. Trató de relajarse pues sabía más o menos lo que vendría a continuación, quería hacer el amor con Touya, demostrarle cuánto lo amaba pero no podía dejar de sentirse nervioso. Touya lo notó, acarició su suave rostro y le dijo:
-Yuki...no pasará nada que no quieras- comenzó a alejarse pero Yukito se lo impidió.
-Espera, quiero estar contigo, ¡te amo!, ¡te amo mucho!- se acercó más hasta quedar pegado al cuerpo de su amigo.
-¡Y yo te amo como no tienes idea!- se separó un poco al ver que Yukito creía que lo dejaría- ¡Descuida! Pero creo que no necesitarás de esto- le quitó las gafas- ni tampoco de esto otro- y tomó el osito que aún abrazaba Yukito para dejarlo en la mesita junto a las gafas. Tomó a Yukito de la mano y se dirigieron al sofá que había en la sala.
Touya besó a Yukito, podía sentir su nerviosismo así que ahondó más el beso, Yukito abrió su boca y la lengua de Touya la penetró anticipando lo que vendría después, luego comenzó a besar la parte sensible detrás de su oreja, lo que llevó oleadas de placer al cuerpo inexperto de Yukito, todas esas nuevas sensaciones lo estaban abrumando. Touya se separó de él para comenzar a quitarle el suéter, lo dejó en el suelo, mientras seguía con la camisa de Yukito cuando terminó de quitársela vio el hermoso torso desnudo de su amado.
-Me quitas el aliento-dijo con voz ronca, Yukito se sonrojó, jamás pensó que sería el objeto de deseo de Touya, éste siguió quitándole con delicadeza su ropa, le desabrochó los pantalones y comenzó a bajárselos, primero hizo que alzara una pierna y luego la otra para terminar de quitárselos. Yukito sólo se encontraba con su ropa íntima y los calcetines, luego Touya hizo que se recostara en el sillón. Yukito observaba cómo Touya se desnudaba, lo hacía con menos delicadeza como lo había sido con él, estaba fascinado con el cuerpo esbelto y atlético de Touya. También éste se quedó con su ropa íntima, Yukito pudo ver cuan excitado estaba, sintió un suave estremecimiento por su espalda. Touya se le acercó y se recostó sobre él, podía sentir el peso de él sobre su cuerpo, pero le gustaba esa sensación. Nuevamente se besaron pero ya no había delicadeza de parte de Touya sino deseo, su lengua recorrió ávida la boca de Yukito jugando con la pequeña lengua de su amigo.
Touya besaba el cuello de Yukito, luego comenzó a besar sus tetillas mientras escuchaba los jadeos de Yukito. Finalmente bajó su boca hasta el vientre de Yukito, se arqueaba de placer cesaron los jadeos para ser reemplazados por gemidos que cada vez eran más fuertes. Yukito se aferraba desesperadamente al sofá. Touya jamás había escuchado música más hermosa que aquellos gemidos. Se irguió para ver el placer reflejados en dulce rostro de Yukito, decidió que ya era hora de ver el hermoso secreto que escondía la ropa íntima de su amado, los bajó lentamente para arrojarlos al suelo, Yukito era la criatura más hermosa que había visto en su vida y pronto sería completamente suyo.
*Ábrete para mí- le pidió y puso su boca en torno al miembro excitado de Yukito, los gemidos de éste se volvieron más fuertes y alzó sus caderas rogando en silencio más de esas caricias. La presión comenzó hacerse cada vez fuerte, ya no podía soportarlo y estalló en la boca de Touya que bebía con avidez el manantial de su ego.
Mientras trataba de regular su respiración, Touya comenzaba nuevamente a prodigarle audaces caricias entre sus muslos. Sintió los dedos de Touya rozando la pequeña entrada de su cuerpo, luego lo penetró con un de ellos, el grito de sorpresa y dolor fue apagado por un hondo beso de Touya. Lo movió lentamente, preparándolo para la penetración de Touya, cuando notó un segundo dedo dentro de él. La mezcla de dolor y placer era extraña pero exquisita a la vez, cuando comenzó a acostumbrarse a la invasión el joven retiró ambos dedos. Touya se sentó en el sofá e hizo que Yukito se sentara sobre él, tomó sus caderas firmemente y lo penetró. Yukito, ante la embestida, clavó sus uñas en los hombres de su amante, cerró los ojos y respiraba agitamente.
-Yuki... abre los ojos- le pidió, Yukito lo hizo y vio que Touya Luchaba con todo su autocontrol por mantenerse quieto y no lastimarlo.
-¿Confías en mi?- le preguntó con voz ronca.
-Claro que confió en ti.
-No sé cómo saldrá esta primera vez, pero espero que salga bien- le dijo para tranquilizarlo.
-Ahora voy a moverme- le dijo y Yukito asintió con la cabeza. Se movía lentamente para acostumbrarlo a la invasión del pasaje estrecho. Al comienzo sintió dolor pero después se volvió más placentero, los gemidos de ambos jóvenes se sentían en toda la sala. Yukito se acostumbró al ritmo que Touya fijaba, cada vez más fuertes y rápidas.
-¡Di que me amas!- le pidió Touya.
-¡Te amo, eres lo que, mas amo en este mundo!- lo dijo entre gemidos entrecortados.
-Yuki... ¡te amo!- finalmente ambos jóvenes llegaron al orgasmo.
Touya abrazó fuertemente a Yukito mientras decía su nombre, invadidos por los estremecimientos de placer. Cuando por fin regularon su respiración.
-Ya es tarde, vamos a tu cuarto a dormir- le dijo Touya con una pícara sonrisa.
-¿Seguro que solamente a dormir?-le dijo Yukito al ver las verdaderas intenciones de Touya.
-¿Me crees tan pervertido?- le pregunta con su cara más inocente.
-No lo sé, depende de ti- le contesta Yukito. Touya toma la camisa de Yukito y lo ayuda ha ponérsela, hace lo mismo con la suya.
-Vamos ha dormir- le dice.
-¡Está bien!- y ambos jóvenes se dirigen al cuarto de Yukito.
Sólo dos horas después de haber hecho el amor otra vez, los jóvenes amantes pudieron dormir y en cada beso en cada caricia se prometieron en silencio amarse por siempre.
FIN